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Subcontratación, reforma laboral y lucha obrera: El caso de los obreros del sector industrial en Bolivia

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sábado, 30 de abril de 2022

Los sindicatos obreros frente a los despidos en la fase recesiva del ciclo económico en Bolivia


Luis Fernando Castro Lopez 


Actualmente las movilizaciones de la clase obrera sindicalizada copan parte del escenario de protestas contra los despidos acelerados por la pandemia de COVID-19. Estos últimos meses, la negociación colectiva a la cabeza de la COB, no tiene solamente como motivo el aumento salarial; sino también, la demanda de una nueva Ley General del Trabajo, para contrarrestar los despidos injustificados e incumplimiento de pago de salarios[i]. Desde el 2014 se vive un aumento de protestas de los obreros sindicalizados por el cierre de fábricas y despidos. Como se señaló en trabajos anteriores, la estabilidad laboral es el principal motivo de contienda entre obreros, patrones y Estado[ii], esto no ha cambiado y se muestra en las constantes movilizaciones de sindicatos de fábrica, federaciones y confederaciones; sin embargo, cabe hacer notar los cambios cualitativos en la lucha obrera sindical, en el curso de la emergencia sanitaria y la caída y retorno del MAS al gobierno.

¿Cuál es la dirección que ha tomado la lucha obrera desde la caída del gobierno del MAS hasta su retorno al poder?

1. LA SITUACIÓN DEL EMPLEO DESDE EL INICIO DE LA PANDEMIA


A partir del año 2014 se identifican diferentes indicadores que expresan una desaceleración paulatina del crecimiento económico en Bolivia. La caída del precio del petróleo a nivel mundial ha sido un elemento determinante en la contracción de ese mercado interno, que el MAS había dinamizado mediante políticas de redistribución del excedente petrolero. Desde el año 2014 el Producto Interno Bruto empezó con una caída constante. El 2015 la balanza comercial mostró un déficit de 3% respecto del PIB[iii], por otro lado, entre el 2013 y 2014 se triplicó el número de empresas cerradas[iv] y creció el desempleo; según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de desocupación urbana experimentó un incremento constante desde el 2014[v].

Del 2014 al 2019, los indicadores económicos mostraban una desaceleración graduada de la dinámica económica; en el año 2020, la pandemia con la cuarentena y restricciones para evitar el contagio, provocaron una caída estrepitosa de la actividad económica y con ello, una aceleración de la crisis económica que se vio reflejada en el empleo. Según datos del INE, en solo un par de meses de cuarentena rígida, la tasa de desocupación se elevó hasta el 11,6%[vi]; es decir que, de 100 personas mayores de 14 años dispuestas a trabajar, 11 estaban desempleadas sin posibilidad de encontrar trabajo. En los meses posteriores a la cuarentena rígida (desde agosto de 2020) hasta el día de hoy, la tasa de desocupación no ha logrado bajar al nivel que tenía en 2019[vii]. En el siguiente cuadro se muestra las variaciones de la cantidad de personas ocupadas desde el 2019 al 2021:


VARIACIÓN PORCENTUAL DEL CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN OCUPADA MAYOR A 14 AÑOS EN BOLIVIA 2019-2020 (COMPARACIÓN DEL SEGUNDO TRIMESTRE 2018; 2019; 2020; 2021)[viii]

 

En el cuadro precedente se compara la variación en porcentajes de la población ocupada desde el 2019 al 2021. Se puede apreciar que entre el 2018 y el 2019 hubo un crecimiento en la población ocupada pese a la crisis que ya se vivía. En la variación de personas ocupadas entre los años 2019 y 2020, hay una caída que se aprecia en los porcentajes negativos, es decir, el 2020 la cantidad de personas ocupadas estuvo por debajo del número de personas ocupadas el 2019, las actividades más golpeadas con esta disminución de empleo, debido a la crisis sanitaria,  fueron la construcción (-17,2%), el comercio (-14,7%), los servicios de alojamiento y comida (-20,7%) y la industria manufacturera (-10,3). Si entre el 2014 y 2019, el crecimiento del empleo disminuía año tras año, el 2020 hubo decrecimiento del empleo. El 2021 el crecimiento de personas ocupadas con respecto al 2020 muestra porcentajes altos, pero este es un efecto rebote por regreso a las actividades económicas y la paulatina reactivación económica resultado de la suspensión paulatina de las medidas de distanciamiento social. Por ejemplo, en la industria manufacturera, la caída de la ocupación en 2020, fue de 10%, para recuperar los niveles de crecimiento que habían antes de la pandemia, la ocupación debería haber crecido en un 23% el 2021; sin embargo, solo creció 13%. Esta insuficiente recuperación de la ocupación, no sólo se debe a la lentitud con la que se fue retornando a la normal actividad económica, debido a la persistencia del riesgo al contagio por COVID-19, sino también, a las estrategias empresariales de reducción de costos en fuerza de trabajo, encaminadas a transformar la organización del trabajo para reducir el numero de trabajadores y aumentar la productividad[ix].  

En suma, lo que se observa es que la recesión económica ahondada por la pandemia, afectó la creación de empleo y provocó mayor desocupación.  Este panorama de caída abrupta de los niveles de ocupación en 2020 y su insuficiente crecimiento en 2021, explican la emergencia de protestas de obreros despedidos. Las movilizaciones y conflictos por despidos en esta etapa se dan por despidos que se arrastran desde el 2020, de la época de cuarentena rígida y conflictos que provienen de una nueva ola de despidos en la etapa de poscuarentena. Esta nueva ola de despidos a nivel general, ha alcanzado incluso a sectores sindicalizados de la clase obrera. Por ejemplo, hoy las federaciones departamentales fabriles, se juegan la existencia de diversos sindicatos que han sido menguados con despidos masivos. En este sentido, es importante analizar, cómo estos cambios en el empleo afectaron el rumbo de la lucha de los obreros sindicalizados en este último periodo.  

2.  LA EVOLUCIÓN DE LA LUCHA DE LOS OBREROS SINDICALIZADOS

Después de la ola de protestas por la inflación y el gasolinazo en los años 2010 y 2011, el 2019 se estaba gestando otra ola de manifestaciones. Por un lado, los mineros de empresas privadas y estatales, se movilizaron contra despidos injustificados. Por otro lado, tanto en marzo como en agosto de 2019, las protestas de trabajadores petroleros contra despidos injustificados, derivó en el enfrentamiento interno entre sus dirigentes contra el máximo ejecutivo de la Federación Nacional de Trabajadores Petroleros; la burocracia sindical más obsecuente al gobierno del MAS se empezaba a dividir[x]. En las federaciones fabriles se formaban frentes de oposición a la postura pasiva de las direcciones sindicales alineadas con el gobierno, un ejemplo de ello, fue la marcha de los fabriles de Cochabamba exigiendo estabilidad laboral, aun frente a la negativa de la planta ejecutiva de la federación de Cochabamba. En La Paz, la federación estaba dividida en dos direcciones, una con el MAS y otra crítica al gobierno. En Sucre la federación de fabriles estaba encabezada por una dirección contraria al MAS. Desde el 2018, la COB mostraba una división en dos bandos: uno alineado al gobierno con organizaciones pertenecientes al pacto de unidad y otro bando compuesto por maestros, trabajadores de la salud, obreros fabriles y mineros.  

Este ascenso de movilizaciones obreras y la separación, cada vez más profunda, entre la clase obrera sindicalizada y la burocracia sindical alineada al MAS, fue una de las condiciones que coadyuvaron a la caída de Evo Morales en 2019 y al ascenso de un gobierno de derecha apoyado en el ejército y la policía y respaldado por las clases medias y la pequeña burguesía. La no movilización de amplios sectores de explotados, que en años anteriores apoyaban al MAS, abrieron el paso a un gobierno de derecha[xi].

Con la caída del MAS, la burocracia sindical, de diversos sectores obreros, quedó expuesta a su disolución y se asomaban intentos de cambio de direcciones sindicales, sin embargo, el ascenso de un gobierno de derecha, asentado en las armas, establecía un escenario poco favorable para las nuevas direcciones sindicales. En primer lugar, porque el gobierno de Jeanine Añez había aprobado una serie de medidas que favorecieron la represión militar y policial ante cualquier tipo de protesta. En segundo lugar, los canales de mediación establecidos por la burocracia sindical con el Estado y con el Gobierno del MAS en particular, quedaron anulados. La pandemia y la necesidad de una cuarentena rígida solo allanaron el espacio para que el gobierno de Jeanine Añez justificara sus medidas de represión y cortara las mediaciones políticas de los sindicatos con el Estado.

Este último aspecto queda demostrado en las transformaciones de la lucha obrera durante la cuarentena rígida. Durante el 2020, además de la estabilidad laboral, las demandas de condiciones de bioseguridad y la responsabilidad de los contagios se convirtieron en objetos de contienda entre obreros, patrones y el gobierno transitorio. Frente a la aplicación de facto de un plan de flexibilización laboral[xii] por parte de los patrones y del gobierno de Jeanine Añez, los obreros tomaron medidas cada vez más disruptivas, como toma de fábricas o bloqueo en las salidas de las empresas. Esto a su vez propició una respuesta violenta de los patrones y del gobierno[xiii]. La confrontación entre obreros, patrones y gobierno se tornó más violenta, la lucha legal como espacio de disputa fue reemplazada por la acción directa, mientras que la burocracia sindical ya no ejercía ninguna función mediadora entre el gobierno y los obreros.

Los masivos movimientos de protesta en agosto de 2020 por nuevas elecciones y el retorno del MAS al gobierno mediante elecciones, representan una interrupción de la escalada de confrontaciones violentas entre obreros, patrones y Estado. Esto se debió al reacomodo de fuerzas políticas que implicó el retorno del MAS al gobierno, el que otra vez se apoyó en las organizaciones populares, para volver al poder.

3. CAMBIOS Y CONTINUIDADES DE LA LUCHA OBRERA EN EL NUEVO CICLO DEL MAS


El retorno del MAS al gobierno, a la cabeza de Arce Catacora, propició algunos cambios en la lucha obrera, esto no significa que los conflictos por despidos masivos e incumplimiento patronal, agravados en el tiempo de la cuarentena, se hayan resuelto. Sino que la forma de desarrollo de estos conflictos tuvo un cambio que es necesario resaltar, para entender la dirección de la lucha obrera sindical.

3.1. RESTITUCIÓN DEL ESPACIO LEGAL COMO PRINCIPAL CAMPO DE CONTIENDA 

El retorno del MAS al poder del Estado, implicó la restitución de las mediaciones de dominación estatal que se habían establecido durante el gobierno del Evo Morales. Una de estas mediaciones es la burocracia sindical con una ideología tradeunionista de carácter legalista.

La restitución del espacio legal como espacio de contienda, está entonces íntimamente ligada a la iniciativa de esta burocracia sindical, que impulsa la lucha legal, en la medida en que encuentra espacios de negociación y posibilidad de modificar ciertas reglas del juego en favor de las demandas de los sindicatos que representa, siempre y cuando estas demandas no sobrepasen el “razonable límite” de las condiciones mínimas de explotación establecidas en las leyes laborales. Entonces la lucha en el espacio legal, propiciada por la burocracia sindical, solo busca que se cumpla la ley.

La disposición ministerial aprobada en abril de 2021, por el Gobierno de Luis Arce, que prohíbe la utilización de la “fuerza mayor” como causal de despido y el D. S. 4668 de 2022 que ratifica el reconocimiento de los derechos adquiridos de los trabajadores, son disposiciones legales impulsadas por la misma burocracia sindical para proveer mejores condiciones a la lucha legalista. Es interesante observar, que la aprobación de estas medidas, como parches para favorecer la lucha legal de los sindicatos, se da justamente, con el gobierno del MAS, esto sucede porque una de las principales formas de dominación desde el Estado, impuesta por el régimen del MAS, es mediante la subordinación de la lucha obrera al legalismo burgués, sitio en el que la burocracia sindical juega un papel importante.

No es casual que, pese a los vacíos legales, los fallos legales a favor de las patronales y los estériles fallos a favor de los obreros, esta burocracia insista en nuevas formas de presión legal para que las patronales cumplan, promueva apelaciones a instancias legales máximas como el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y vigilias en el TSJ para impulsar la aprobación de resoluciones legales de mayor peso. Su esfuerzo se concentra en impulsar a que gran parte del potencial de movilización, sea conducido a la lucha legalista. Esto afectó al escenario que parecía desarrollarse durante la cuarentena con el Gobierno de Jeanine Añez, la confrontación mediante la acción directa ha sido reemplazada, nuevamente, por la lucha legalista. No obstante, que el legalismo toma fuerza, la acción directa continua presente, aunque con otro carácter. 

3.2. LECCIONES DE LA CUARENTENA: LOS INTENTOS DE UNIDAD OBRERA

Un escenario que resume la dinámica de lucha obrera en esta nueva etapa de gobierno del MAS, es el que se ve en marzo.  Días antes de que la COB entregara el pliego petitorio al gobierno, los obreros protagonizaban protestas a nivel nacional contra los despidos y el incumplimiento patronal; no solo se exige al gobierno soluciones, sino que se denuncia la inoperancia del MAS y de la burocracia sindical, para responder a estas demandas[xiv].  

Por un lado, la lucha legalista impulsada por la burocracia sindical está mezclada de prácticas de movilización obrera, que rompen los estrechos márgenes de la lucha legalista, para dar paso a acciones políticas directas. Estas acciones ayudaron a que los obreros se visibilizaran como colectivo, en la perspectiva de reconstruir lazos de unidad para enfrentar los despidos masivos y el incumplimiento a las disposiciones legales, por parte de los patrones. Es el caso de los obreros de las empresas del grupo empresarial INCERPAZ, que impulsaron la formación de una inter sindical, para unir las diferentes demandas de los obreros de empresas, que pertenecen a este grupo en   los distintos departamentos del país.

Los ampliados fabriles donde obreros realizan actos de protesta o vigilias, son otra práctica que busca la unidad obrera, alrededor de las fábricas en conflicto. Estas expresiones de unidad obrera se realizan en el espacio de la lucha directa, más que en el espacio legal, practicas que se van abriendo camino, en la medida en que los problemas por despidos masivos, cierres de fábrica e incumplimiento patronal con el pago de salarios, se generalizan. Sin embargo, aun estas expresiones de unidad y de acción directa, están subordinadas a la lucha legalista por los tiempos y los ritmos de las resoluciones y fallos judiciales.

 CONSIDERACIONES FINALES

La lucha obrera ha transitado de escenarios de confrontación directa contra las patronales y el Estado, en el 2020 a la restitución de la lucha legalista, como principal espacio de contienda. Esto se debe a que, con el retorno del MAS, la burocracia sindical volvió a fungir como instancia de mediación entre la clase obrera sindicalizada y el Estado. Una burocracia obrera de ideología tradeunionista, que ha buscado impulsar desde el Gobierno, la aprobación de disposiciones legales que animen la lucha legalista. Esto llevó a que la burocracia busque nuevas formas de presión, para la aprobación de fallos favorables a los trabajadores, pese a la esterilidad de estos fallos frente al incumplimiento patronal.

No obstante, el crecimiento de los despidos provocados por la permanencia de la recesión económica, continúa alimentando la acción directa de los obreros, que están buscando por diversas vías, la unidad obrera. La posible formación de movimientos de protesta contra el desempleo, implica que los obreros superen la visión legalista de la lucha, consistente en creer que solo en el espacio legal conseguirán la restitución a sus fuentes laborales. El problema del desempleo y de los despidos masivos responde a las propias limitaciones del capitalismo, que para elevar la tasa de ganancia en tiempo de crisis necesita destruir las fuerzas productivas que el mismo ha creado, en este caso, necesita deshacerse toda la fuerza de trabajo superflua, de los supernumerarios. Hoy el movimiento obrero sindical se enfrenta a la desaparición de sindicatos enteros, resultado de los despidos masivos y de la contratación de obreros fluctuantes, que no pueden cumplir con las condiciones de sindicalización.   

Superar la visión legalista, que limita el alcance de la lucha obrera, implica una combinación de la lucha en el espacio legal y la acción directa,  que posibilite la unidad de los trabajadores y  la recuperación de su independencia  política, con el consecuente desplazamiento de la burocracia sindical, de su posición de intermediaria entre las bases obreras y el gobierno del MAS.



[i] Estos puntos son contemplados en el pliego petitorio de la Central Obrera Boliviana, publicado en: https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=511452603940728&id=115070353578957

[ii] Castro, Luis (2019, 13 de junio) Los giros y contragiros de la política laboral del MAS. Blog Llankaymanta Bolivia. https://llankaymantabolivia.blogspot.com/2019/06/los-giros-y-contragiros-de-la-politica.html

[iii] Datos Macro (2020) Bolivia mejora su balanza comercial. Expansión. https://datosmacro.expansion.com/comercio/balanza/bolivia

[iv] Castro, Luis. (2021). El trasfondo de la política del gobierno ante el cierre de empresas. En Grupo de Estudios del Trabajo Llank’aymanta (Ed.). Sobre el trabajo y los trabajadores. Selección de artículos de Llank’aymanta (101-112). Grupo de Estudios del Trabajo Llank’aymanta.

[v] Ver: https://www.ine.gob.bo/index.php/tasa-de-desocupacion-en-area-urbana-de-bolivia-tiende-a-bajar/

[vi] Ídem.

[vii] Ídem.

[viii] Fuente: Elaboración propia en base a datos de: INE (2020, agosto) Boletín de la encuesta continua de empleo. 2T-2020; INE (2021, agosto) Boletín de la encuesta continua de empleo. 2T-2021. Publicados en: https://www.ine.gob.bo/index.php/comunicacion/publicaciones/

[ix] Aillón, Tania (2021) Empleo y recesión de la industria regional en tiempos de pandemia. Mimeógrafo.

[x] Castro, Luis (2022, 09 de febrero). Cooptación y burocratización del sindicalismo petrolero en la era del MAS. Blog Llankaymanta Bolivia. https://llankaymantabolivia.blogspot.com/2022/02/cooptacion-y-burocratizacion-del.html

[xi] Castro, Luis. (2021c). La ausencia del movimiento obrero ante la derrota de Evo Morales. En Grupo de Estudios del Trabajo Llank’aymanta (Ed.). Sobre el trabajo y los trabajadores. Selección de artículos de Llank’aymanta (203-222). Grupo de Estudios del Trabajo Llank’aymanta.

[xii] Castro, Luis (2020,25 de julio) Cambios en el sentido de la lucha obrera sindical en tiempos de COVID. Blog Llankaymanta Bolivia. https://llankaymantabolivia.blogspot.com/2020/07/cambios-en-el-sentido-de-la-lucha.html

[xiii] Ídem.

[xiv] Las siguientes noticias dan referencia de estas movilizaciones: Jornada de bloqueo en Cochabamba. Trabajadores fabriles. Publicado en: https://www.facebook.com/RENNOnoticiasobreras/videos/1901398300248237/, 17 de marzo de 2022; pronunciamiento de la c o d de Cochabamba, sobre los puntos que demandan los trabajadores . convocatoria a bloqueo de caminos desde el jueves 17 de marzo. Publicado en: https://www.facebook.com/photo/?fbid=401893178557788&set=a.368145425265897, 16 de marzo de 2022.


miércoles, 9 de febrero de 2022

Cooptación y burocratización del sindicalismo petrolero en la era del MAS

 


Luis Fernando Castro



En el año 2020 se vivía el ascenso de un gobierno de facto dirigido por fracciones políticas de la oligarquía del oriente, en esa ocasión, una noticia hacía eco en varios medios de comunicación: En una declaración pública los trabajadores petroleros de 6 sindicatos pedían la desafiliación de la Federación de Trabajadores Petroleros, porque ésta aún estaba dirigida por una cúpula de obreros alineada al MAS, pese a que este partido ya no tenía el poder del Estado[i].

Fue un momento en que los dirigentes alienados al MAS perdían el respaldo Estado, pero al mismo tiempo, esa situación parecía no ser suficiente para provocar la caída de esta cúpula de dirigentes. Una situación que lleva a preguntarnos: ¿Por qué, pese a la formación de una oposición organizada de sindicatos y la perdida de respaldo del Estado, la cúpula alineada al MAS aún conservaba el control de los sindicatos petroleros?


1. LA REORGANIZACIÓN SINDICAL BAJO EL GOBIERNO DEL MAS.

Junto a las reformas de restitución de derechos laborales, el gobierno del MAS llevó adelante su propia reforma al sector de producción de hidrocarburos, que consistió en la compra de la mayoría de acciones de algunas empresas del sector petrolero, una serie de reformas que extendían el porcentaje de la renta petrolera recibida por las actividades de exploración y explotación de hidrocarburos y la adopción de mecanismos de control de la comercialización del producto extraído por las empresas privadas del sector.

No se eliminó la presencia del capital privado, en cambio YPFB (refundada el 2006) se convirtió en una corporación que media y acuerda proyectos de exploración y explotación con el capital privado, bajo la formación de sociedades mixtas. Si bien esta reforma contempla la regulación estatal de la comercialización de los hidrocarburos, en los hechos, no da curso al control del Estado sobre la producción, porque el capital invertido en esta fase pertenece a las empresas transnacionales que operan en el país[ii], de hecho, la mayor parte de la extracción  de gas e hidrocarburos está en manos de empresas privadas como Petrobras y Repsol[iii].

Desde el 2006, año en que empieza la reforma al sector hidrocarburífero, hasta el 2010, la sindicalización se dio con mayor frecuencia en las empresas subsidiarias de YPFB, mientras que fue menos frecuente en empresas privadas. Entre los años 2007 y 2011, hubo un mayor número de reconocimiento de personerías jurídicas de sindicatos en el sector petrolero[iv]. Esto coincide al mismo tiempo, con la etapa progresiva de la reforma laboral del MAS[v], cuando el gobierno aprobó decretos para restituir los derechos laborales contemplados en la Ley General del Trabajo.

La presencia mayoritaria de obreros sindicalizados de las empresas subsidiarias de YPFB, ha determinado que la conducción de la Federación Nacional de Trabajadores Petroleros sea disputada entre frentes sindicales de obreros de la empresa estatal, mientras que los obreros de las empresas privadas son una fracción marginada del acceso a estas instancias de representación sindical.     

Pese a los avances en la sindicalización y el reconocimiento de conquistas laborales, la subcontratación no ha sido eliminada en el sector hidrocarburífero, al contrario, ésta se ha extendido hasta las empresas subsidiarias de YPFB y con el tiempo se ha formado un grupo de trabajadores con contrato temporal que, junto a los obreros en subcontrato de las empresas privadas, no están sindicalizados. En los pocos datos oficiales sobre empleo en el sector de hidrocarburos durante el gobierno del MAS, se hallaron casos que ayudan a aproximarse a la situación de los obreros del sector.

El primer caso es de Repsol E&P- Bolivia, una de las empresas transnacionales que tiene varios contratos de operación firmados con YPFB, entre ellos contratos de operación en el pozo Margarita, uno de los más importantes de Bolivia. En un informe sobre las operaciones de Repsol en Bolivia realizado por Muñoz (2011)[vi], se muestra que entre el 2006 y el 2011, el número de trabajadores contratados como personal propio de la empresa, se  redujo significativamente, de un poco más de 300 trabajadores a menos de 200, mientras que los trabajadores agrupados en el informe bajo la denominación de empleos indirectos (denominación ambigua porque según el informe son empleos relacionados directamente con las actividades de Repsol), creció de 1.500 a casi 3.500. Este caso muestra que la reducción de empleos directos se dio en el mismo periodo en que el MAS retrocedió en sus medidas de prohibición de la tercerización y la subcontratación y en su lugar aprueba su empleo legal[vii].

En cuanto a las empresas subsidiarias de YPFB, se logró acceder a datos de YPFB Transporte, empresa creada a partir de la compra de las acciones de Transredes S.A. (formada por capitales de Enron y Shell). Una revisión de sus informes anuales se evidenció que, desde el 2011, creció el número de trabajadores con contratos a plazo fijo, por otro lado, también se observa la aparición de trabajadores con contratos de servicio por proyecto.  En las empresas subsidiarias de YPFB se efectúo la contratación de fuerza de trabajo temporal (respecto a los trabajadores temporales, hay diversas noticias de prensa sobre el pedido de la Federación Nacional de Trabajadores Petroleros de la incorporación a la planilla fija de trabajadores con contrato temporal). Por otro lado, desde el 2016 la tercerización de trabajadores, bajo la forma de contrato de prestación de servicios, se convirtió en el mecanismo principal de provisión de obreros fluctuantes. Todo esto sin contar que aún existen obreros fluctuantes, bajo régimen de subcontratación, en tareas no directamente relacionadas con la actividad petrolera.

La cuestión que se quiere mostrar en este punto, es que los primeros años de reforma del sector de hidrocarburos (2006-2009), que coinciden con los primeros años de reforma laboral (2006-2010), la sindicalización en el sector petrolero avanzó, sin que ello signifique la eliminación de la subcontratación y otras formas de flexibilidad laboral, incluso dentro de las empresas subsidiarias de YPFB. Por ejemplo, en el caso de YPFB Transporte, la empresa declaró que para los años 2015 y 2016 la sindicalización alcazaba hasta el 70% de la fuerza de trabajo con la que operaba, este porcentaje no cubre ni al total de los trabajadores fijos.

 

La sindicalización en el sector petrolero se limitó a los trabajadores fijos de las empresas privadas y de la estatal YPFB, mientras que la mayoría de los obreros fluctuantes bajo régimen de subcontratación o contratados bajo diversas formas de tercerización están excluidos del derecho a formar sindicatos. Esta exclusión no se estableció automáticamente, sino que fue una de las condiciones  bajo las cuales se reestableció el sindicalismo petrolero actual, es decir, el sindicalismo petrolero se reestableció excluyendo de este proceso a los obreros fluctuantes. Un claro ejemplo de ello fue el caso de los obreros fluctuantes que trataron de formar el Sindicato Mixto de Trabajadores Petroleros Gualberto Villarroel en la refinería del mismo nombre el año 2007. En Castro (2016) se explica cómo en el caso de los trabajadores fijos y recientemente sindicalizados de esta refinería, la dirección empresarial de PETROBRAS y el Gobierno del MAS, contribuyeron a eliminar este movimiento que reivindicaba la sindicalización para esos obreros fluctuantes que se autodenominaban contratistas o tercerizados.

 

El sindicalismo petrolero actual dentro del proyecto político del MAS, se ha constituido en un sindicalismo de elite, que solo abarca al grupo reducido de obreros estables, excluyendo de esta posibilidad a las capas mayoritarias de obreros petroleros fluctuantes, este aspecto, refleja las limitaciones de las reformas laborales del MAS que solo alcanzan a beneficiar a un grupo minoritario de la clase obrera. Este sindicalismo de elite impulsado por el MAS y los obreros estables, es un sindicalismo moldeado a los intereses de acumulación de capital en el sector petrolero.  Al excluir a la mayoría de la fuerza de trabajo, explotada bajo modalidades de subcontratación, de la posibilidad de formar un sindicato, asegura su subordinación y evita la lucha organizada de los obreros fluctuantes contra el régimen de subcontratación. Este sindicalismo se presenta, así como el privilegio a un grupo minoritario de explotados que acentúa las diferencias internas de la clase obrera petrolera. Este sindicalismo de elite significa al mismo tiempo, la formación de ciertos pactos políticos entre el Estado y los sindicatos de elite, para su consolidación es establecimiento, este aspecto lo analizaremos a continuación.

 

2. LA ARTICULACIÓN DE LOS SINDICATOS PETROLEROS CON EL GOBIERNO DEL MAS

 

La etapa de sindicalización masiva de los obreros de elite de las empresas petroleras y la emergencia de movimientos de fluctuantes por la sindicalización marcó un periodo donde aún, la reorganización sindical no tomaba una forma definida. Sin embargo, desde el 2010 este proceso ya muestra la conformación de sindicatos de obreros de elite, tanto en empresas subsidiarias de YPFB, como de empresas privadas, cuyos trabajadores se aglutinan en la Federación de Trabajadores Petroleros de Bolivia. Es entonces, que se articula un tipo de sindicalismo con reivindicaciones, que implica  una articulación con el Estado y con la clase obrera en general, que alcanza su punto de estabilidad hasta el 2016.

 

La articulación entre sindicatos petroleros y Estado comprende dos aspectos. Un primer aspecto tiene que ver con el establecimiento ciertas condiciones salariales de explotación de la fuerza de trabajo, que se dio en un contexto de precios elevados del petróleo, contexto que permitió no sólo la reorganización sindical; sino también, la concesión a reivindicaciones salariales y de estabilidad laboral, para los obreros que se sindicalizaron; es decir que hubo un cierre de líneas entre el gobierno del MAS y la Federación Nacional de Trabajadores Petroleros, que tenía como piedra fundamental, el establecimiento de un sistema de empleo estable para el sindicalismo de elite. Junto a estas concesiones económicas, un segundo aspecto tiene que ver con las concesiones políticas, que no solo consistieron en la aceptación legal y formal de los sindicatos, mediante la aprobación de su personería Jurídica, sino también, en su integración a canales de participación política y de apoyo al gobierno del MAS que, al mismo tiempo, sostuvieron las concesiones económicas logradas por los petroleros[viii].  A esta relación de integración, la denominamos cooptación, entendida por Goran Therborn (1979)[ix], como una forma de ejercicio del poder de clase a través del Estado, un proceso de totalización del Estado mediante la subordinación de las clases subalternas. En este caso, esta cooptación se dio mediante la integración de los obreros petroleros al proyecto político del MAS, que son parte del sector productivo, considerado el pilar del desarrollo nacional.

 

Las mejoras salariales en toda la etapa de altos precios de los hidrocarburos[x], la otorgación de sedes sindicales, los espacios formales de participación de los obreros en el control social de los contratos y planes de exploración y explotación[xi], fueron mecanismos de integración del sindicalismo petrolero en el esquema de poder del MAS en el Estado. Una relación de dominación sobre los sindicatos, que incluyo al grupo de obreros petroleros, como  beneficiarios de las reformas económicas en el sector, algo que Therborn (1979) ha identificado como la cooptación por crecimiento económico, que además, se  combinó con una “cooptación por democracia”  denominada como “el proceso en virtud del cual se consigue la lealtad de la clase obrera -es decir su sumisión y colaboración en el proceso de su propia dominación- como consecuencia de que la propia burguesía domina de un modo democrático”[xii]. El MAS al recuperar la autonomía relativa del Estado[xiii], abrió canales de participación democrática de carácter burgués, como la organización sindical que había sido eliminada y constantemente reprimida en el periodo de hegemonía de la oligarquía donde, como dijimos antes, prevaleció en el sector petrolero, un despotismo hegemónico[xiv], como medio de articulación política entre Estado y empresa.

 

Otra forma de articulación del sindicalismo petrolero al gobierno se dio a través de la “restricción de una oposición” entendida ésta como una forma de represión contra la libertad de protesta o también la eliminación de la democracia interna sindical, cuando la “organización interna y la toma de decisiones de los sindicatos han sido sometidas a la regulación y la supervisión del Estado”[xv]. Este fenómeno se dio con un control no solo de parte de los dirigentes afines al MAS, con la rotación de obreros a otros puestos de trabajo o a otras empresas subsidiarias, con el objetivo de acallarlos.

 

Esto pasó el 2021 cuando se dieron diversos intentos de restricción a la oposición, en esta época, hubo tomas y paros de planta por parte de los obreros de YPFB La Paz y de la Refinería Gualberto Villarroel en Cochabamba[xvi]. Otro caso es el que se dio hace unos meses atrás con el despido de cerca de 57 trabajadores de YPFB Transporte[xvii], según el dirigente del sindicato, se debería a que los trabajadores despedidos pertenecen al directorio del sindicato, un sindicato que critica la subordinación política de la Federación de Trabajadores Petroleros de Bolivia al gobierno del MAS.

 

La restricción a la oposición ha significado la eliminación de la democracia sindical y el paso a un proceso de burocratización de los sindicatos, donde los actuales dirigentes son parte de una cúpula sindical que actúa como representante y canalizador de las demandas obreras, pero también, como agente de control  del Estado sobre los sindicatos.

 

3. PUNTOS DE RUPTURA:  LA CRISIS DE LA RELACIÓN SINDICATOS PETROLEROS Y GOBIERNO

 


La caída del precio de petróleo a finales del 2014, tuvo un impacto directo sobre las actividades de exploración y explotación. Las consecuencias negativas de esta caída se evidenciaron el 2016 en las empresas subsidiarias de YPFB. Las empresas CHACO y ANDINA mostraron sus primeros indicadores de déficit y el gobierno tuvo que aplicar medidas de recorte de personal y un control sobre el crecimiento del salario de los trabajadores[xviii].

En el 2016 empezaron los primeros despidos de personal provocando el primer ampliado de emergencia del sector. Luego en el año 2017, se anunció una reingeniería de la empresa donde se llevaría adelante una fusión de las subsidiarias CHACO, ANDINA Y YPFB TRANPORTE, que implicaría el despido de 1.500 trabajadores con contratos vencidos y sin posibilidad de renovar, mientras se diseñe el plan de reorganización interna[xix]. Proceso de reingeniería que según el presidente Morales derivo en 318 despidos[xx].

 

El 2018 se inició una movilización exigiendo la reincorporación a 214 ex empleados el incremento salarial; el 2019, antes de las elecciones presidenciales, las bases de los  trabajadores petroleros protagonizaron por su lado, una serie de reclamos directos donde no logró mediar la Federación de Trabajadores Petroleros de Bolivia. En este caso, los trabajadores afiliados al Sindicato de Trabajadores Petroleros de La Paz, publicaron una nota de denuncia donde exigieron a las autoridades “consolidar los derechos de sus compañeros con contratos a plazo fijo, a quienes les corresponde el contrato indefinido, ya que cuentan con más de tres contratos y varios años de trabajo y así garantizar la estabilidad laboral”[xxi].

 

La cooptación por crecimiento económico que permitió la integración de los trabajadores petroleros en el proyecto histórico del MAS como un sector beneficiado con altos salarios, incrementos salariales periódicos y estabilidad laboral, no pudo ser sostenida por el gobierno en un contexto de crisis económica, esto derivó en movilizaciones obreras, aunque enmarcadas en estrechas reivindicaciones económicas.

La capacidad de otorgar concesiones económicas a los obreros sindicalizados es uno de los pilares principales del proceso de integración de los sindicatos al Estado, en la medida en que este requisito no logra cumplirse aparecen espacios de contienda que interrumpen este proceso de integración[xxii]. En el caso del sindicalismo petrolero boliviano, el control de la dirigencia sindical afín al MAS, sobre los trabajadores petroleros de base, se asentaba en la garantía del empleo estable, con exclusión de los obreros fluctuantes(tercerizados), una garantía que era renovaba, mediante la negociación colectiva a favor de los trabajadores petroleros de planta. En la medida en que estos acuerdos de carácter económico corporativo, entre el Gobierno y los obreros petroleros de elite, no se cumplieron, el equilibrio inestable contenido por la burocracia sindical se volvió insostenible, al punto de provocar divisiones en la misma burocracia sindical, generando disputas públicas entre el  Secretario General de la Federación de Trabajadores Petroleros de Bolivia  y la dirigencia de la Federación Departamental de Trabajadores Petroleros  de La Paz, del sindicato de YPFB transporte y  de la Federación Departamental de Trabajadores Petroleros de Santa Cruz.

 

4. LAS TENDENCIAS SINDICALES  DISCREPANTES  

 

En un contexto de crisis de las relaciones entre gobierno del MAS y los obreros petroleros, la restricción de oposición fue menos efectiva, porque las bases obreras tomaron una dinámica política propia muy difícil de ser controlada por la burocracia sindical.  Ante la presión de los trabajadores de diverso rango, se fue gestando un movimiento paralelo a la cúpula que controlaba la Federación de Trabajadores Petroleros de Bolivia. Sobre la emergencia de esta tendencia paralela, un obrero de base decía: “Es gente que va a ser opositora, pero en sentido de defender las demandas del sector, el sindicato es para defender a los trabajadores, crear leyes, más allá del tema político de ir a marchar o apoyar a un binomio”


Una concepción en sintonía con el sindicalismo pragmático[xxiii] desarrollado en la época de los noventa en el sindicalismo fabril. El derrocamiento de Evo Morales en noviembre de 2019, provocó finalmente que este esquema de dominación del gobierno y la burocracia sindical se debilite permitiendo la emergencia de estas tendencias contrarias a la burocracia. Para el 2020, si bien la Federación de Trabajadores Petroleros de Bolivia estaba en manos de la dirigencia afín al MAS, representantes de sindicatos tomaron una acción crítica hacia su ente federativo como ocurrió en el Congreso de la Federación de Trabajadores Petroleros de Bolivia convocado en octubre de 2020, que fue objeto de crítica por parte de dirigentes de las federaciones departamentales. Esto explica los últimos enfrentamientos entre la gerencia de la Refinería Gualberto Villarroel y el sindicato (a cargo de una nueva dirigencia, que fue objeto de amedrentamiento) o los intercambios públicos entre el máximo dirigente de la Federación Departamental de Trabajadores Petroleros de La Paz y el máximo dirigente de la Federación de Trabajadores Petroleros de Bolivia (afín a las disposiciones de despido del gobierno).

 

CONSIDERACIONES FINALES

La articulación del actual sindicalismo petrolero con el Estado se da mediante la cooptación de sus direcciones sindicales por parte del gobierno del MAS. Cooptación lograda a partir de la otorgación de concesiones económicas y políticas a los obreros petroleros sindicalizados. La cooptación se complementó con el establecimiento de un control sobre las direcciones nacionales y sobre los espacios de deliberación sindical, un control ejecutado desde el gobierno con una serie de estrategias de restricción de la oposición. Este tipo de articulación, en sindicatos y Estado, ha derivado en la burocratización de las direcciones sindicales, las cuales se alejaron de los intereses de las bases y se apegaron al gobierno del MAS.

Pese a que la crisis económica y los reajustes del gobierno del MAS contra los petroleros abrieron un proceso de ruptura en la relación de subordinación de los sindicatos petroleros al gobierno del MAS, este proceso no fue suficiente para romper con los pilares de la dominación del MAS sobre los sindicatos, de hecho, fue interrumpido con el golpe y la emergencia de un gobierno transitorio de ideología liberal.

 En este proceso ruptura se formó un grupo de oposición a la burocracia sindical. Pero este grupo no logro influir en las demás direcciones sindicales, menos durante el gobierno transitorio, el cual, bajo la amenaza de la privatización del sector, impulso a la cohesión de los petroleros detrás de la defensa de las concesiones realizadas por el gobierno del MAS. Esto al mismo tiempo fortaleció a la burocracia sindical aliada al MAS, la cual se convertía en la garantía de la permanencia de las concesiones salariales y políticas conquistadas por el sindicalismo petrolero



[i] Seis sindicatos de trabajadores de YPFB buscan desafiliarse a la Federación Nacional, 26 de julio de 2020. https://eldeber.com.bo

[ii] Orellana, Lorgio. (2012) Regulación y acumulación de capital en el sector de hidrocarburos (1998-2011). Editorial Kipus

[iii] Idem.

[iv] Una revisión exhaustiva de la Gaceta Oficial de Bolivia, nos permitió identificar que entre los años 2006 y 2011, se aprobaron la mayor parte de las resoluciones de constitución de sindicatos en el sector petrolero. En los años posteriores a ese periodo las únicas resoluciones existentes en la gaceta son de cambio de razón social en los sindicatos de las empresas que fueron compradas por YPFB.

[v] Castro, Luis. (2021). Las implicaciones del legalismo burgués en la práctica sindical. En Grupo de Estudios del Trabajo Llank’aymanta (Ed.). Sobre el trabajo y los trabajadores. Selección de artículos de Llank’aymanta (223-238). Grupo de Estudios del Trabajo Llank’aymanta.

[vi] Muñoz, Irina. (2011). Repsol YPF E&P Bolivia [Diapositiva de PowerPoint].

[vii] D. S. N° 107, en el que se reconoce la subcontratación y obliga a las empresas intermediarias a cumplir con los beneficios sociales de los trabajadores.

[viii] Es necesario mencionar la presencia constante de la Federación de Trabajadores Petroleros en las reuniones del CONALCAM, un frente sindical creado por el gobierno del MAS y sus organizaciones sindicales afines. Este espacio tenía el objetivo de aprobar acciones conjuntas de respaldo sindical a las decisiones gubernamentales bajo la consigna de la defensa del “Proceso de Cambio”.

[ix] Therborn, Göran (1979). ¿Cómo domina la clase dominante? Aparatos de estado y poder estatal en el feudalismo el capitalismo y el socialismo. Siglo XXI editores.

[x] La inclusión de los petroleros en los ajustes salariales anuales negociados con la COB y la garantía de la estabilidad laboral a los obreros de elite de las empresas subsidiarias de YPFB, fueron concesiones que impulsaron la adhesión de la mayoría de las organizaciones sindicales organizadas bajo la Federación Nacional de Trabajadores Petroleros.

[xi] La participación de la Federación De Trabajadores Petrolero en reuniones técnicas de planificación de proyectos de exploración y explotación desde YPFB, es un ejemplo claro de estas instancias de decisión en las que participaban los petroleros.

[xii] Ver página 283 de Therborn, Göran (1979). ¿Cómo domina la clase dominante? Aparatos de estado y poder estatal en el feudalismo el capitalismo y el socialismo. Siglo XXI editores.

[xiii] Orellana, Lorgio. (2006). Nacionalismo, populismo y régimen de acumulación en Bolivia Hacia una caracterización del gobierno de Evo Morales. Documentos de Coyuntura (11). http://biblioteca.clacso.edu.ar/Bolivia/cedla/20120912015929/coyun11-1.pdf

[xiv] Burawoy, Michel. (1990).  A transformação dos regimes fabris no capitalismo avançado. Revista Brasileira de Ciências Sociais, 5(13). http://www.anpocs.com/images/stories/RBCS/13/rbcs13_02.pdf

[xv] Ver página 273 de Therborn, Göran (1979). ¿Cómo domina la clase dominante? Aparatos de estado y poder estatal en el feudalismo el capitalismo y el socialismo. Siglo XXI editores

[xvi] Trabajadores de YPFB denuncian seis despidos y déficit en la refinería, 13 de abril de 2021. https://www.lostiempos.com/

[xvii] Anuncian segunda ola de despidos en YPFB Transporte; denuncian que se busca beneficiar a afines al MAS, 2 de septiembre de 2021. https://eldeber.com.bo/

[xviii] Se advierte reestructuración en YPFB Chaco por pérdidas, 29 de abril de 2016. https://impresa.lapatria.bo/

[xix] Revelan fusión de 4 estatales y más ajustes en YPFB Chaco, 29 de abril de 2017. https://datos-bo.com/

[xx] YPFB: Evo confirma 318 despidos y hay protestas, 01 de septiembre de 2017. https://www.lostiempos.com/

[xxi] Petroleros en estado de emergencia, 19 de junio de 2019. https://www.hoybolivia.com/

[xxii] Lenin, 1960 citado en Hyman, Richard (9178). El marxismo y la sociología del sindicalismo. Ediciones Era

[xxiii] Castro, Luis. (2021). Las implicaciones del legalismo burgués en la práctica sindical. En Grupo de Estudios del Trabajo Llank’aymanta (Ed.). Sobre el trabajo y los trabajadores. Selección de artículos de Llank’aymanta (223-238). Grupo de Estudios del Trabajo Llank’aymanta.