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jueves, 14 de enero de 2016

El trasfondo de la política tributaria durante el “Proceso de Cambio”



Mauricio Oscar Piejko Patiño


Fotografía: hhttp://correodelsur.com/. 25/08/2015
Nos encontramos en medio de una recesión económica mundial que se generó al interior de las economías de Europa y Norte América para, posteriormente, afectar a las economías de Asia y  América Latina. Al menos, durante los últimos dos años, esta dinámica del capitalismo mundial ha resultado en una continua caída de los precios internacionales de las materias primas en general. Para Bolivia, esta caída en los precios internacionales significa, después de casi una década de altos precios y de “bonanza económica”, una importante reducción del excedente  económico absorbido desde el Estado (por concepto de Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) y rentas petroleras). Conscientes de las consecuencias de la recesión mundial de la economía, los altos mandatarios del Estado boliviano, adoptaron una política de endeudamiento interno y mayor presión tributaria que les permita financiar y controlar (a nivel interno) los efectos de la crisis mundial del capitalismo, al tiempo de garantizar la reproducción del Estado Plurinacional de Bolivia, bajo el eslogan y proyecto político del “Proceso de Cambio”.

En este sentido, la actual coyuntura nos motiva a realizar un breve análisis sobre el contenido de la política tributaria emprendida durante la gestión de gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS). Para dicho propósito,  en primer lugar, examinaremos las principales fuentes e instrumentos de recaudación tributaria en el marco de las políticas del “Proceso de Cambio”; para posteriormente,  reflexionar sobre la relación de crecimiento real que ha existido durante la última década,  entre la deuda tributaria y los salarios de los trabajadores. Por último, reflexionaremos sobre la finalidad y contenido de la redistribución los recursos tributarios recaudados por el Estado Plurinacional de Bolivia, a través de un análisis del gasto público  efectuado por el gobierno en general.

1. LOS TRABAJADORES COMO SOSTÉN ECONÓMICO DEL “ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA”

Uno de los principales rasgos que caracterizan a las sociedades capitalistas es que la base económica de la reproducción del Estado esta  sujeta a la capacidad que tengan las autoridades públicas para extraer excedentes económicos, bajo la forma de impuestos y tributos, del contingente de laboriosos de la población (Sweezy, 1987[i]; Goigh, 1992[ii]). En el gráfico 1, se puede apreciar que la evolución de los montos tributarios recaudados por el Gobierno durante la última década, siguieron una tendencia creciente, principalmente, aquellos impuestos que son dirigidos a los trabajadores asalariados y no asalariados (IVA y RC-IVA). Por su parte, los impuestos (en términos absolutos) que se dirigen a las utilidades de los empresarios -propietarios de los medios de producción, son menores  al monto absoluto tributado por los trabajadores. Sin embargo, cabe destacar que el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) también juega un papel relevante (en un contexto de precios elevados),  pero no por ello más importante que las contribuciones tributarias de los trabajadores.

GRÁFICO 1.BOLIVIA: RECAUDACIONES TRIBUTARIAS SEGÚN PRINCIPALES IMPUESTOS  (EXPRESADO EN MILES DE BOLIVIANOS)[iii]



Esto significa que es la población trabajadora, a través de una carga tributaria directa a su consumo e indirecta a sus salarios, el principal sostén económico del aparato estatal en la última década. Los datos muestran que la política tributaria del gobierno del MAS no es neutral, ha seguido un endurecimiento fundamentalmente sobre la clase trabajadora y una flexibilización sobre las ganancias de las firmas. De este modo, la política tributaria del “proceso de cambio” se limita a extraer recursos sobre la plusvalía de las firmas capitalistas, denotando una lógica de Estado que impulsa procesos de acumulación de ganancia concentrada en las clases económicamente dominantes (Sweezy, 1987; Goigh, 1992).

Como un primer elemento, identificamos que la política tributaria de recaudación no es neutral y mucho menos equitativa respecto a  echar mano sobre las ganancias de los empresarios. La evolución de la recaudación tributaria evidencia que nos encontramos frente a un Estado que administra el capitalismo, que busca hábilmente nuevos instrumentos y mecanismos[iv], para garantizar económicamente la reproducción de un régimen y  proyecto político, que notoriamente favorece al capital, en concreto, a las clases económicamente dominantes del país.

2. CRECE MÁS LA DEUDA TRIBUTARIA QUE LOS SALARIOS

Ahora, cabe reflexionar un segundo elemento que se presenta implícito, pero que guarda una estrecha relación con contenido de la política tributaria del gobierno del MAS. En el gráfico 2, se evidencia la evolución y el crecimiento nominal de la deuda tributaria con mantención de valor UFV[v], en relación al crecimiento del salario nominal de un trabajador asalariado promedio. Observamos que, desde diciembre 2007 hasta marzo de 2015, la elevación de la deuda tributaria siempre fue mayor al crecimiento nominal del salario medio de los trabajadores, es más, se constata que durante los procesos inflacionarios (inflación del 2008) se acrecienta la brecha  entre  la deuda tributaria y los salarios, mientras que en periodos de reducida inflación  tiende a achicarse.


GRÁFICO 2. EVOLUCIÓN NOMINAL DE LA DEUDA TRIBUTARIA RC-IVA Y DEL SALARIO MEDIO DE UN  TRABAJADOR ASALARIADO
(EXPRESADO EN BOLIVIANOS)[vi]


Pero ¿Qué implica la política de actualización del valor tributario  en base a la UFV? Al asumir la metodología de la  UFV,  el gobierno fija la  la deuda tributaria[vii] al margen del poder de compra real que tienen los trabajadores y las trabajadoras con su salario e ingresos. Es por ello que la información obtenida, muestra que los impuestos crecen a un ritmo más elevado que los salarios que reciben los trabajadores. En consecuencia,  esta metodología de actualización de valor tributario, que surge con el neoliberalismo (ADN) y que se sigue reproduciendo con el gobierno del MAS, es la fiel expresión de la necesidad del Estado de extraer progresivamente más ingresos del trabajo de los asalariados y hacerse de recursos que garanticen la estabilidad  del aparato estatal  en periodos de crisis (inflación).

Partiendo del enfoque que analiza al Estado en cuanto administrador del capitalismo, podemos afirmar que el gobierno del MAS busca controlar los procesos de crisis a partir de la extracción más intensa de recursos económicos de los trabajadores y las trabajadoras (Alvater, 1976)[viii], esto es, cargar el costo de la crisis sobre la espalda de los trabajadores,   para generar condiciones de estabilidad macroeconómica que promuevan la competencia y la inversión. En este sentido, el actual gobierno focaliza la presión tributaria sobre el ingreso de los trabajadores  asalariados, más que sobre las ganancias del empresario capitalista.

3. ¿CUÁL ES EL DESTINO Y FINALIDAD DE LOS RECURSOS TRIBUTADOS?

Todos los elementos analizados hasta el momento, llevan a plantearnos un último elemento, para entender el trasfondo de la política tributaria durante el “proceso de cambio”.  Nos referimos, a la orientación de los gastos públicos efectuados por el gobierno del MAS. Como vimos, la política tributaria  del gobierno se dirigió principalmente, a extraer de manera progresiva mayores recursos económicos de los trabajadores, también se observó que, en periodos de crisis, esta tendencia crece aún más. Sin embargo, la identificación del contenido de su política tributaria, no puede ser respondida sin antes identificar la finalidad y el uso que el gobierno del MAS le da a los recursos recaudados con los impuestos.

En el gráfico 3, se aprecia los principales gastos corrientes que efectúa el gobierno  general durante los últimos quince años. En el gráfico se observa que el gasto público efectuado por el MAS, creció de forma  significativa en relación al gasto de los gobiernos del periodo neoliberal (2000-2005). No obstante, este mayor gasto se manifiesta  en un significativo crecimiento en los montos destinados a  remuneraciones y salarios de  funcionarios y empleados públicos, esto no significa que los obreros y empleados de servicios públicos tengan mejores salarios y remuneraciones[ix], sino que este crecimiento se debe a la ampliación de la burocracia estatal parasitaria, cuya existencia se explica por el papel que desempeñan como sujetos que reproducen la estructura de poder al interior del Estado (Piva, 2012)[x]. Por ejemplo,  los 120 ítems fantasmas ediles encontrados en la alcaldía del Alto[xi], o bien la creación de oficinas extraordinarias del UNASUR para el control del narcotráfico[xii], son la clara representación de  funcionarios excedentarios en el Estado Plurinacional, que no tienen una relevancia funcional para los servicios públicos, pero sí, para la reproducción del poder en las instancias de gobierno como afiliados del partido. En definitiva, este crecimiento de la  burocracia estatal en Bolivia manifiesta una continua introducción de agentes en el Estado, que se nutren y alimentan a  expensas  de los impuestos que pagan los trabajadores; poniendo en evidencia, lo que  Marx (1978)[xiii] denominaba como “el carácter parasitario del Estado”.


GRAFICO 3 BOLIVIA: EVOLUCIÓN DE LOS PRINCIPALES GASTOS CORRIENTES DEL GOBIERNO GENERAL, 2000-2014.
(EXPRESADO EN MILES DE BOLIVIANOS)[xiv]



Por otro lado, desde el 2007, también se evidencia un importante crecimiento del gasto público (transferencias) en políticas rentistas y asistenciales; dentro de estas políticas,  tenemos el Bono Juancito Pinto, el Bono Juana Azurduy, la Renta Dignidad, etc. Desde el punto de vista del gobierno, estas políticas son el resultado de un proceso de cambio en la redistribución de los ingresos, una redistribución que beneficiaría a los sectores populares vulnerables y deprimidos de la sociedad, y no así a los sectores sociales económicamente poderosos. Sin embargo, más allá de estos magnificentes discursos populistas de transformación social, la política de rentas y bonos del “proceso de cambio” se centra en neutralizar las contradicciones sociales con compensaciones monetarias directas, sin trastocar el problema estructural de las desigualdades socio-económicas inherentes a una sociedad regida por  los intereses de acumulación los grandes capitalistas.  En última instancia, este cuantioso gasto en rentas y bonos, busca  adormecer con dinero y “regalos del Evo” (como manifiesta Álvaro García Lineras en las entrega de obras y bonos en las comunidades indígenas y campesinas, aduciendo que son regalos del presidente) a las clases subalternas, que por su condición social rezagada, son potencial caldo de cultivo de conflictos sociales, que pondrían en jaque la estabilidad política que requieren el gobierno y los patrones capitalistas. Cabe destacar,  que estas políticas de bonificación constituyeron, durante estos últimos años, un mecanismo políticamente eficiente, para  generar adeptos y simpatizantes en los procesos electorales. 

Finalmente, otro gasto que “casualmente” se encubre en todas las bases de datos oficiales del gobierno, pero que ha tomado mucha relevancia  en términos de la política pública del “proceso de cambio”, es la inversión en la militarización del Estado. Tomando como referencia,  algunos datos del Banco Mundial[xv], observamos que el gasto militar en Bolivia pasó de 2.493.millones de bolivianos el año 2011, a 3.192 millones de bolivianos el año 2014, es decir, que el flujo de gasto público en militarización creció en más del 25% en tan solo tres años. Este importante crecimiento en los gastos de militarización, en el fondo, nos muestra que el gobierno del MAS se encuentra en la tarea de fortalecer la fuerza represiva del poder estatal, esto significa, endurecer  la columna vertebral de una estructura social que reproduce una división entre clases dominantes y clases dominadas. Así, si en un futuro periodo, se da una  progresiva efervescencia de las contradicciones sociales, el gobierno procurará asegurar el “orden” con un aparato militar más fortalecido [xvi] que mitigue a las fuerzas políticas emergentes que  atenten contra el régimen del “Proceso de cambio” y su contenido capitalista.

4. CONSIDERACIONES FINALES 

En definitiva, vemos que la actual dinámica del capitalismo mundial exige al gobierno del MAS endurecer la política tributaria, empero no de forma neutral y “proporcionalmente equitativa”, sino  en desmedro de la clase trabajadora. Los datos nos revelaron que en la última década, los/as trabajadores/as (asalariados y no asalariados) fueron el principal sostén económico  del “Estado Plurinacional de Bolivia”, pues las fuentes e instrumentos de mayor recaudación tributaria  son el IVA y el RC-IVA (dirigidas principalmente al consumo e ingreso de los/as trabajador/as). Asimismo,  la reducción a tres salarios mínimos nacionales como parámetros de cálculo para el pago del RC-IVA, y la implementación de un nuevo sistema informático de tributación, son algunas de las medidas de endurecimiento tributario que implementará el gobierno del MAS  sobre los trabajadores, para garantizar recursos económicos en un contexto de bajos precios internacionales de los hidrocarburos. En este sentido, se torna elocuente, también  que, en la última década,  los salarios de los trabajadores en general, crecieran a un menor ritmo que la deuda tributaria, y que la brecha entre ambos,  se acreciente en periodos de inflación y de crisis.

Todos los elementos expuestos revelan que el trasfondo de la política tributaria durante el “proceso de cambio” consistió en el perfeccionamiento del Estado capitalista  como  extractor de mayores excedentes del trabajo, que formalmente se presentan   como impuesto a los salarios, al consumo  y a las ganancias de las empresas. El Estado Plurinacional de Bolivia es un Aparato de dominación reformado a la necesidad de absorción de excedente del trabajo que requiere el gobierno del MAS para su proyecto político, pues, por una parte, con una política tributaria restringida para el empresariado, promueve procesos de acumulación de ganancia capitalista; y por otra, con mayores impuestos al consumo y al salario, carga sobre las espaldas de los trabajadores y trabajadoras –con mayor énfasis en periodos de crisis y de inestabilidad económica-, la reproducción material del poder estatal. Con ello se crean las condiciones económicas que  garantizan un cierto grado de estabilidad política del régimen al mismo tiempo que  se fortalecen las instancias represivas del Estado, mediante el crecimiento de la burocracia  y del aparto militar.

           Las recurrentes expresiones  del gobierno, que hacen referencia a la transformación  histórica de un Estado capitalista-neoliberal, hacia un "Estado Plurinacional y socialista, que promueve el interés de los pobres y los marginados", son tan solo discursos abstractos alejados de la realidad. Como evidenciamos, de ningún modo, el “proceso de cambio” ha significado una modificación de la lógica de reproducción del Estado, ya presente en los gobiernos  neoliberales. El contenido de clase de las políticas públicas es el mismo, pero ahora se encubren detrás de un discurso abstracto de socialismo  que busca  adormecer a las clases subalternas de la sociedad, y que en los hechos, sigue reproduciendo con sus políticas, las desigualdades socioeconómicas congénitas  a una sociedad regida por  los intereses de la burguesía nacional y la burguesía imperialista.

NOTAS.


[i] Sweezy, P.M. (1987) Teoría del Desarrollo Capitalista. México D. F.: Fondo de Cultura Económica.
[ii] Gough, I. (1992) Economía política del Estado del Bienestar. Madrid.
[iii] Elaboración propia, en base a datos de la Unidad de Análisis de Política Social y Económica (UDAPE)
[iv]Una clara ilustración de esto, es el Decreto Supremo 2421 aprobado el 19 de agosto, que establece que a partir del 1 de enero del 2016, todos los trabajadores y trabajadoras que ganen por encima de tres salarios mínimos nacionales estarán sujetos a tributar el RC-IVA, ampliándose de este modo, los montos tributarios y la base de trabajadores asalariados contribuyentes al Estado. Complementaria a esta disposición el Impuesto Nacional afirmo la implementación a partir del 2016 un nuevo sistema de tributación, que implica la adecuación informática de la declaraciones tributarias de tal modo se amplié la base de contribuyentes y se mejore la fiscalización de los montos adeudados al fisco. 
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[v]Creada durante el gobierno del ADN, por el Decreto Supremo 26390 del 8 de noviembre de 2001 y vigente desde el 7 de diciembre del mismo año. El objetivo es el mantener el valor  del financiamiento de viviendas y todos los “actos jurídicos” (obligaciones tributarias, entre estas) que requieran mantener el valor del boliviano de acuerdo a los procesos inflacionarios. A partir de esta determinación gubernamental, es que surge la metodología de actualización de valor de la deuda tributaria (multas por retraso).
[vi] Elaboración propia, en base a datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y del Banco Central de Bolivia (BCB).
* La evolución del salario medio nominal  se obtuvo  del  Instituto Nacional de Estadística (INE).
** La evolución de la deuda tributaria se realizó a partir de las cifras diarias de UFV publicadas en el Banco Central de Bolivia (BCB) y la fórmula de mantenimiento de valor de la deuda tributaria: VA(t)= VA(i) *  [UFV(t)/UFV(i)]
Donde: VA(t): Es el valor actualizado al periodo t
VA(i): Es el valor inicial de la deuda tributaria que corresponde a al mes de diciembre de 2007.
UFV(t): Corresponde al valor de la UFV para el periodo t
UFV(i): Corresponde al valor inicial de la UFV, que representa al mes de diciembre de 2007. UFV= 1,28835
Nota: El monto inicial de deuda tributaria de 2.452 bolivianos ha sido fijado hipotéticamente con propósitos comparativos  con el salario medio nominal (mismo punto de inicio). No representa el monto o deuda tributaria que paga un trabajador asalariado promedio.

[viii] Alvater, E. (1976) Estado y capitalismo. Cuadernos Políticos, número 9. México, D.F.: Editorial Era.
[ix] Existe una diversidad de estudios: “El nuevo mundo del Trabajo” realizado por Carla Azcarruns, Víctor Hugo Calisaya, Eliana Quiñones y Gabriel Rodríguez, el año 2014; “Más asalariados, menos salario” efectuado por el CEDLA el año 2010; entre otros, que afirman la existencia de procesos de precarización laboral en trabajadores y obreros del sector público durante el gobierno del MAS.
[x] Piva, A. (2012) Burocracia y teoría marxista del Estado. Revista sociológica de pensamiento crítico, Universidad de Buenos Aires. Buenos Aires.
[xiii] Marx, C. (1978) El dieciocho brumario de Luis Bonaparte, Ediciones en Lenguas Extranjeras.
[xiv] Elaboración propia, en base a datos de la Unidad de Análisis de Política Social y Económica (UDAPE)
[xvi] Lenin, V.I.U. (1976) El Estado y la revolución.  Moscú: Editorial Progreso.