-->

Llank'aymanta presenta el libro:

Trabajo asalariado, el claroscuro del Censo Agropecuario

La actualidad de las tesis de Marini para entender el proyecto del Capitalismo "Andino - Amazónico

Reseña al libro de Tania Aillón, "Japonización" de la dominación patronal y respuesta obrera

Subcontratación, reforma laboral y lucha obrera: El caso de los obreros del sector industrial en Bolivia

1 2 3 4 5

martes, 13 de diciembre de 2016

La actualidad de las tesis de Marini para entender el Proyecto del Capitalismo “Andino Amazónico”




Tania Aillón Gómez


En un periodo histórico caracterizado por divagar en la dimensión de los aparente, en esta ocasión  queremos retomar  a  uno de los autores más representativos y  creativos de la escuela de la dependencia,  Ruy Mauro Marini, quien a partir del eje de reflexión: desarrollo - subdesarrollo (originado en la  corriente desarrollista, que promovió la burguesía latinoamericana), armado con las herramientas epistemológicas de la Economía Política Marxista, buscó identificar las tendencias  a través de las cuales,  se reproducen las trabas a la industrialización y el carácter primario exportador del capitalismo en América Latina (AL). En este pequeño artículo, buscamos indagar si  estas trabas a la industrialización aparecen, en el marco de desarrollo del “capitalismo andino amazónico” impulsado  por el gobierno del MAS.

1. UN  REPASO A ALGUNOS LOS PLATEAMIENTOS TEORICOS DE MARINI

Realizar el análisis de las tendencias que rigen las economías latinoamericanas, dentro de la totalidad de la economía mundial, lleva a Marini (como a otros autores de la Escuela de la dependencia)[i]  a plantear que las relaciones de América Latina con los centros capitalistas europeos, determinaron el curso del desarrollo ulterior de la región. A partir de entonces, se configura la relación de dependencia, una relación de subordinación entre naciones formalmente independientes, en cuyo marco, las relaciones de producción de las naciones subordinadas son modificadas o recreadas para asegurar la reproducción ampliada de la dependencia. En el seno de esta relación, para Marini, la economía latinoamericana, más allá de facilitar el crecimiento cuantitativo de los países centrales, contribuirá a que el eje de la acumulación en la economía industrial se desplace de la producción de plusvalía absoluta a la de plusvalía relativa. Como la cuota de ganancia no puede ser fijada tan sólo en relación al capital variable, sino sobre el total del capital avanzado en el proceso de producción, es decir, salarios, instalaciones, maquinaria, materias primas, etc., el resultado del aumento de la plusvalía tiende a ser una baja de la cuota de ganancia[ii]. Esta contradicción, crucial para la acumulación capitalista, se contrarresta mediante procedimientos que se orientan, ya en el sentido de incrementar aún más la plusvalía, a fin de compensar la declinación de la cuota de ganancia, ya en el de inducir una baja paralela en el valor del capital constante. En la segunda clase de procedimientos, interesa de acuerdo a Marini, el que se refiere a la oferta mundial de materias primas industriales (parte del capital constante), es mediante el aumento de una masa de productos primarios cada vez más baratos en el mercado internacional, como AL no sólo alimenta la expansión cuantitativa de la producción capitalista en los países industriales, sino que contribuye a que se superen los escollos que el carácter contradictorio de la acumulación de capital crea para esa expansión. Esto implica que naciones desfavorecidas, como las latinoamericanas, deban ceder gratuitamente parte del valor que producen, y que esta cesión o transferencia se acentúe en favor de los  países que les vende mercancías a un precio de producción más bajo, por su mayor productividad[iii].

Frente a esta transferencia de valor, podemos identificar un mecanismo de compensación, como el incremento del valor intercambiado, por parte de la nación desfavorecida, esto permite neutralizar  total o parcialmente los efectos de la trasferencia de valor, mediante el aumento del valor realizado. Para incrementar la masa de valor producida, el capitalista del país que trabaja con un grado menor de productividad, debe necesariamente, echar mano de una mayor explotación del trabajo, a través del aumento de su intensidad o mediante la prolongación de la jornada de trabajo o combinando los dos procedimientos.  Ahora bien, en los países de nuestra región, el aumento de la intensidad y/o la prolongación de la jornada de trabajo o el pago de salarios por debajo del valor de la fuerza de trabajo, configuran un modo de producción fundado; sobre todo, en la mayor explotación del trabajador, y no en el desarrollo de su capacidad productiva, esto  permite bajar la composición orgánica del capital, que sumada a la intensificación del grado de explotación de la fuerza de trabajo, hace que se eleven, simultáneamente, la ganancia y las cuotas de plusvalía[iv].

Como además, por la forma de articulación de las economías latinoamericanas a la economía capitalista mundial, la producción latinoamericana no depende, para la realización de las mercancías que constituyen su principal fuente de producción de excedente, de la capacidad interna de consumo, se produce así, el divorcio de los dos momentos  del ciclo del capital (la producción y la circulación de mercancía) cuyo efecto es hacer que aparezca de manera específica, una profundización en la economía latinoamericana de la contradicción propia  a la producción capitalista en general;  es decir, la que opone el capital al trabajador en tanto que vendedor y comprador de mercancías[v]. Como la circulación de la producción que genera el excedente más significativo, se separa de la producción y se efectúa; básicamente,  en el ámbito del mercado externo, el consumo individual del trabajador no interfiere en la realización del producto, aunque sí determine la cuota de plusvalía. En consecuencia, la tendencia natural del sistema será la de explotar al máximo la fuerza de trabajo del obrero, sin preocuparse de crear las condiciones para que éste la reponga. Esta profunda contradicción que caracteriza al ciclo del capital y sus efectos sobre la explotación del trabajo, incidirán de manera decisiva en el curso que tome la industrialización en los países de AL.

En el marco de estas consideraciones, a más de diez años de la puesta en marcha del proyecto de desarrollo del “capitalismo andino amazónico” por el MAS,  nos preguntamos acerca de si la dinámica  del sector industrial-manufacturero en este periodo,  acentuó las contradicciones propias del capitalismo neocolonial o las  superó, toda vez que  los Planes de Desarrollo del MAS proponían la superación del carácter primerio exportador de nuestra economía.   

2.  LA POLÍTICA EXPANSIVA DEL GOBIERNO Y LA RESPUESTA DEL SECTOR INDUSTRIAL

La política expansiva del gobierno, apoyada en el excedente hidrocarburifero y basada en una política de bonos, subsidios y expansión del crédito tanto de consumo como productivo, hizo crecer la demanda agregada, de forma más notoria  a partir de 2005. Dentro de esa dinámica, el crecimiento de la demanda interna (abstrayéndonos de la exportación de bienes y servicios), se explica principalmente,  por el consumo final de hogares (Grafico 1).

GRÁFICO 1: EVOLUCIÓN Y COMPOSICIÓN DE LA DEMANDA AGREGADA
(En millones de Bolivianos)[vi]



Con el fin de proteger el mercado interno,  para la industria local, el gobierno del MAS puso en marcha un conjunto de medidas arancelarias[vii] y una serie de políticas  de incentivo y promoción a la producción nacional, como la promoción de compras estatales[viii], para la producción artesanal e industrial. Institucionalmente, se determinó la creación de una entidad que promueva el desarrollo del mercado interno, para los productores bolivianos. Para facilitar que se dinamice la oferta del aparato productivo nacional y que la producción nativa encuentre el financiamiento necesario para producir, el gobierno bajo el rótulo de la “democratización de acceso al crédito[ix], implementó una política dirigida a incentivar a los pequeños productores, a los que identificó como sujetos del desarrollo del capitalismo andino amazónico[x]. La política del gobierno dirigida a disminuir la brecha entre de los dos momentos fundamentales del ciclo del capital (la producción y la circulación de mercancía)[xi], parece haber tenido buenos resultados. Es decir, que la expansión de espacios internos de realización para la producción nativa provocó procesos virtuosos de acumulación de capital industrial,  que se muestran en el aumento permanente de los volúmenes de producción, relacionados con la formación Bruta de Capital fijo (Grafico 2).  


Gráfico 2  COMPOSICIÓN Y EVOLUCIÓN REAL DE LA FORMACIÓN BRUTA DE CAPITAL FIJO (FBCF) EN EL SECTOR PRIVADO, 2000-2015.
(En miles de bolivianos)[xii]



Sin embargo, se hace necesario, ahondar en el análisis de los procesos analizados. ¿En qué medida esta dinámica del sector industrial manufacturero, dependiente del sector primario exportador, puede a mediano y/o lago plazo desprenderse de este cordón umbilical y alcanzar una auto dinámica relativa, que suponga, como dice Marini (1973), que el flujo de la producción industrial se resuelva adecuadamente en el flujo de la circulación, en base a una demanda producida por la propia dinámica del sector industrial?

3. LOS RASGOS DE LA ACUMULACION DE LA INDUSTRIA NATIVA

Un indicador de la limitaciones que encuentra el desarrollo industrial en Bolivia, pese a la dinámica alcanzada por la política de expansión del mercado interno, es percibida por el Programada las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que en su informe sobre Bolivia del año 2015, hace notar que en términos relativos, la participación de la industria manufacturera tuvo una tendencia decreciente, ya que de una participación del 18% en el PIB en 1988, pasó a una participación del 10% en 2013. Este rezago  se muestra en la baja productividad de su economía. En las estadísticas del PNUD[xiii] se evidencia  que la evolución de la productividad en Bolivia, medida a través del crecimiento de la productividad total de los factores (PTF),  entre 1990 y 2011 fue del 10%, algo menos de medio punto porcentual por año, uno de los más bajos de la región[xiv], lo que  indicaría que las mejoras en productividad han sido relativamente pequeñas en comparación al notable crecimiento de la economía en el ciclo favorable del presente siglo. Indagamos mediante un trabajo de terreno, realizado entre empresarios locales en Bolivia, las razones que,  desde su percepción, explican el persistente rezago de la industria en el país e identificamos que la falta de integración entre los diferentes ramos y sectores productivos, con su efecto de sinergias que reduzcan los costos de producción y mejoren la calidad de los productos, es una de las razones que explica la baja productividad y,  en consecuencia, la baja competitividad de la industria boliviana. Esta seria limitación para la competitividad de la industria nativa, es asociada por los mismos industriales a las formas no capitalistas de producción, dentro de las que se produce la materia prima.

La celeridad y la eficacia con que pueden convertirse las mercancías producidas en dinero acrecentado para la inversión industrial encuentran serias trabas en la insuficiencia en infraestructura caminera y en equipamiento aéreo. En un país con abundancia de fuentes energéticas, los industriales señalan la ausencia del Estado medidas concretas que aseguren la provisión de energía barata para la industria. En estas condiciones: ¿cuáles son las estrategias a las que recurre el empresario local para garantizar la valorización del capital invertido? Es decir, cómo compensa el industrial nativo,  la falta de productividad que provenga de una mayor composición orgánica del capital.  Nos detenemos entonces,   a valorar si en Bolivia, la ausencia de productividad basada en mejoras al capital constante (aspecto al que nos referimos líneas arribas) se compensa con ajustes  en el capital invertido en fuerza de trabajo. En el periodo analizado: ¿qué sucedió con el salario como precio de la fuerza de trabajo?


Gráfico 3: EVOLUCIÓN DEL SALARIO MÍNIMO NACIONAL, SALARIO MEDIO NOMINAL Y SALARIO MEDIO REAL
 (En Bolivianos)(Base=1995)[xv]



Pese a que el salario mínimo nacional y el medio nominal aumentan de forma significativa en la era del MAS (grafico 3), el salario real, es decir, la capacidad de compra de los asalariados cae desde 2004, para regresar a los niveles que tenía a fines de los años noventa, en la etapa de auge del neoliberalismo. Esto tiene un impacto directo en la proporción de las necesidades básicas que puede cubrir este salario, en relación a lo que se denomina la Canasta Normativa Alimentaria[xvi] Para el año 2015, el SMN de 1.656 Bs, sólo alcanza a  cubrir el 78% de la canasta CNA[xvii]. En  consecuencia, un análisis estadístico nuestra que la brecha de distribución de la riqueza entre capital y trabajo en términos porcentuales, es aún más desfavorable para la clase obrera, entre el 2006 y el 2013, que en el año 2001(Grafico 4 )

Gráfico 4: DISTRIBUCION DEL INGRESO ENTRE CAPITAL Y TRABAJO, 2012 Y 2013(En porcentaje)[xviii]



El contenido de los conflictos obreros por la extensión de la jornada laboral, más allá de las 8 horas sin una remuneración equivalente o por medidas patronales que reducen de forma arbitraria el tiempo de descanso en la jornada diaria, el establecimiento de todos los días como laborables con descanso en cualquier día de la semana, el desconocimiento de la jornada de 7 horas para las mujeres y/o la ampliación del trabajo a tiempo parcial (mujeres/jóvenes), el no pago a las horas extras, son los motivos frecuentes de conflictos laborales, lo que nos permite refrendar las tendencias mostradas en la información precedente[xix].

En cuanto a la intensificación del trabajo, en nuestro trabajo de terreo (2012-2013) encontramos diferentes métodos, por limitaciones de espacio, nos referiremos sólo a algunos. En industrias textiles, el tiempo de trabajo necesario para la producción de cada prenda, es la base de la competitividad, este tiempo de trabajo se traduce en un proceso de costeo que se establece en base a tiempos normalizados. Con salarios básicos bajos, la política del bono de producción se convierte en un dispositivo efectivo, para alargar e intensificar la jornada laboral. Otro método de extensión de la jornada laboral es el de la flexibilización funcional, por la que se exige que un obrero cumpla distintas funciones dentro del proceso productivo, que muchas veces implica el cambio y uso simultaneo de distintas herramientas y/o maquinas, una suerte de polifuncionalidad, que obliga a los obreros a intensificar su jornada laboral[xx].

4. LA REAVIVACION DE LAS VIEJAS CONTRADICCIONES

Hasta aquí el desenvolvimiento del proyecto de desarrollo de capitalismo andino amazónico, parece reproducir la tendencia de la economía dependiente identificada por Marini (1973) de explotar al máximo la fuerza de trabajo del obrero, sin preocuparse  por crear las condiciones para que éste la reponga. Situación que se convierte en freno para una producción asentada en la innovación tecnológica, capaz de competir en mercados externos; es decir, capaz de convertir al sector industrial en una alternativa similar a la del sector primario, la situación parece agudizar más esta tendencia, cuando se observa que las formas no capitalistas de producción, en las que se asienta el desarrollo del capitalismo andino amazónico, se convierten en freno no solo para expandir el mercado interno en base a mejores salarios y condiciones de vida de la clase obrera, sino también, para mejorar las potencialidades del capital constante (materia prima), de cara a una producción industrial masiva, como se pudo apreciar, a partir de los testimonios de industriales locales, recogidos durante nuestro trabajo de terreno. Así se reproduce un hecho paradójico, Bolivia no tiene la capacidad de hacer crecer el aparato productivo, al tamaño suficiente y necesario, como para que sea el capital nativo el que cubra este crecimiento y la dinámica del sector industrial, continúa reproduciendo las contradicciones que lo caracterizan: la incapacidad de generar un mercado interno, para su acumulación, que se base en niveles salariales que expandan la capacidad de compra de los asalariados. Este rasgo estructural de la industria nativa, que centra su actividad en la sobreexplotación de la fuerza de trabajo; cuando finaliza el periodo de auge, se hace evidente en la incapacidad de la pléyade de pequeños empresarios, para enfrentar la desaceleración económica. No es casual que entre los años 2014 y 2015 se incremente de forma notoria,  el número de empresas que se cierran. De acuerdo a los informes de FUNDEMPRESA (entidad encargada del registro de comercio en Bolivia), en el año 2014 se cierran 2.584 empresas y esta cifra se duplica en el año 2015 con el cierre de 5.3478 (el mayor cierre de empresas del último quinquenio), de las cuales en 2015, 5.066 eran empresas unipersonales[xxi]. El inicio del ciclo recesivo se muestra también,  en el incremento de la cesión gratuita de parte del valor producido hacia los países centrales con una mayor productividad relativa[xxii], mediante  el aumento del deterioro de los términos de intercambio, que es el indicador del grado de dependencia de nuestra economía respecto a  la exportación primaria:

Grafico 5: ÍNDICE DE TÉRMINOS DE INTERCAMBIO DE BIENES Y SERVICIOS, 2005 - 2015
(Base=2010)[xxiii]



Esto no solo hace evidente la incapacidad del sector industrial, por su baja productividad, para neutralizar la caída del valor de las exportaciones producto de la baja  de los precios de las materias primas, sino que también  niega los postulados neo desarrollistas, ya criticados por Marini (1978), sobre la  posibilidad de un  desarrollo industrial  en países neocoloniales( en alianza con el capital transnacional), sin la realización de un proyecto político comprometido con cambios estructurales sustantivos, basados en la organización de la clase trabajadora  como sujeto político en sus formas más avanzadas y orgánicas, lo que incluye la socialización de la gestión de empresas, del Estado y de la sociedad en general[xxiv].




[i] Entre estos autores estánDos Santhos, T. (1978). Imperialismo y Dependencia. México D. F.: Ed. Era y Bambirra, V. (1977). Teoría de la dependencia: Una anticrítica. México D. F.: Ed. Era.
[ii] Marini, R. (1973). Dialéctica de la Dependencia. Buenos Aires: Editorial Era.
[iii] Ídem.
[iv] Ídem.
[v] En las economías desarrolladas, pese a que el capital privilegia el consumo productivo del trabajador (o sea, el consumo de medios de producción que implica el proceso de trabajo), y se inclina a desestimar su consumo individual (que el trabajador emplea para reponer su fuerza de trabajo), el cual le aparece como consumo improductivo, esto se da exclusivamente en el momento de la producción, porque al abrirse la fase de realización, esta contradicción aparente entre el consumo individual de los trabajadores y la reproducción del capital desaparece, una vez que dicho consumo (sumado al de los capitalistas y de las capas improductivas en general) restablece al capital la forma que le es necesaria para empezar un nuevo ciclo; es decir, la forma dinero (Marini, R. (1973). Dialéctica de la Dependencia. Buenos Aires: Editorial Era.).
[vi] Elaboración propia, en base a datos de UDAPE e INE.
[vii] D. S. 293495(noviembre 2007), 0125 (Mayo 2009), que aplica una tasa arancelaria de 5 a 20% para diversos artículos manufacturados (tapicería mueblería textiles), 0125(Mayo 2009) 35% Jun-12, 40%con la finalidad de proteger la industria nacional e incentivar el consumo de productos hechos en Bolivia.
[viii] Como el D.S. 27328 (Compro Boliviano) Promoción de compras estatales para la producción artesanal e industrial de la micro, pequeña, mediana y gran empresa, tanto urbana como rural. D.S. 29727(Base legal: Ley 3351, de 2006). Creación de PROMUEVE-BOLIVIA, entidad pública desconcentrada con dependencia del Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural. Establecer una entidad que promueva el desarrollo del mercado interno para los de producción diversificada y con mayor valor agregado. Productores bolivianos, en el marco de un patrón de producción diversificada y con mayor valor agregado. la Gaceta Oficial de Bolivia.
[ix] Aillón, T. (2010). El Significado Histórico de la Redistribución del Excedente del Sector de Hidrocarburos en la Era del MAS-IPSP. En Revistas Búsqueda, N° 36, pp. 101 - 138.
[x] Ídem.
[xi] Marini, R. (1973). Dialéctica de la Dependencia. Buenos Aires: Editorial Era.
[xii] Elaboración propia, en base a datos obtenidos del Instituto Nacional de Estadística.
[xiii] Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (2015)  Informe sobre Desarrollo Humano en Bolivia. El nuevo rostro de Bolivia transformación social y metropolización. Visto en: http://www.bo.undp.org/content/dam/bolivia/docs/undp_bo_IDH2016.pdf
[xiv] Ídem.
[xv] Elaboración propia, en base a datos de Unidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas (UDAPE).
[xvi] Es un indicador estadístico que tiene por objeto determinar el valor o costo mensual en bolivianos de un conjunto de alimentos, que cubren los requerimientos de energía y nutrientes de una familia tipo de la población.
[xvii] Castro, L. (2015) ¿Por qué la política salarial del gobierno no beneficia a los trabajadores?. Visto en: http://llankaymantabolivia.blogspot.com/2015/04/porque-la-politica-salarial-del.html
[xviii] CEDLA “Trabajo asalariado, explotación laboral y crisis capitalista”. Visto en: http://cedla.org/content/51511
[xix] Uno emblemático,  entre ellos, pero no por ello el único, es el conflicto que se produjo en la industria de la construcción: en mayo de 2015,  en el Proyecto Hidroeléctrico de San José, donde los obreros que tenían jornadas laborales superiores a las 10 horas denunciaron que recibían solamente una comida al día, soportaban agresiones físicas y verbales de su superior, y otros actos ilegales relacionados con sus pagos (Entrevista a obreros de SINOHIDRO), otro conflicto de SINOHYDRO con sus trabajadores fue en noviembre de 2015,  en el proyecto carretero Ivirgarzama-Ichilo, donde reaparecen las quejas por maltrato verbal, físico y psicológico, la falta de pago de horas extras, reducciones salariales y despidos injustificados (El Deber, 12/11/2015; Los Tiempos, 13/13/2015, cit. en: CEDLA “Empresas extranjeras y nacionales de construcción: constantes violaciones de los derechos laborales”. Visto en: http://cedla.org/content/51398.
[xx] Encontramos este método en fábricas de alimentos y bebidas, muchas de estas fábricas enfrentaban lo problemas de la alta rotación de personal, debido a que la marcada intensidad de la jornada laboral. Estas políticas de intensificación de la jornada laboral estarían en la base explicativa del crecimiento del producto industrial con un crecimiento apenas positivo del empleo en la industria, en la última década, como indica el PNUD, organismo que también asocia esta situación (en su términos), al uso más eficiente del trabajo (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (2015)  Informe sobre Desarrollo Humano en Bolivia. El nuevo rostro de Bolivia transformación social y metropolización. Visto en: http://www.bo.undp.org/content/dam/bolivia/docs/undp_bo_IDH2016.pdf).
[xxi] Diario Página Siete, La Paz, 26 de Agosto.
[xxii] Marini, R. (1973). Dialéctica de la Dependencia. Buenos Aires: Editorial Era.
[xxiii] Elaboración propia en base a datos obtenidos de: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (2015) “Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2014: desafíos para la sostenibilidad del crecimiento en un nuevo contexto externo”. Vsito en:
[xxiv] Marini, R. (2008) “Proceso y tendencias de la globalización capitalista” en Martins, C (Comp.),  América Latina, dependencia y globalización. Fundamentos conceptuales Ruy Mauro Marini. Bogotá: Siglo del Hombre – CLACSO, pp. 247 – 272.

No hay comentarios:

Publicar un comentario