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sábado, 30 de abril de 2022

Los sindicatos obreros frente a los despidos en la fase recesiva del ciclo económico en Bolivia


Luis Fernando Castro Lopez 


Actualmente las movilizaciones de la clase obrera sindicalizada copan parte del escenario de protestas contra los despidos acelerados por la pandemia de COVID-19. Estos últimos meses, la negociación colectiva a la cabeza de la COB, no tiene solamente como motivo el aumento salarial; sino también, la demanda de una nueva Ley General del Trabajo, para contrarrestar los despidos injustificados e incumplimiento de pago de salarios[i]. Desde el 2014 se vive un aumento de protestas de los obreros sindicalizados por el cierre de fábricas y despidos. Como se señaló en trabajos anteriores, la estabilidad laboral es el principal motivo de contienda entre obreros, patrones y Estado[ii], esto no ha cambiado y se muestra en las constantes movilizaciones de sindicatos de fábrica, federaciones y confederaciones; sin embargo, cabe hacer notar los cambios cualitativos en la lucha obrera sindical, en el curso de la emergencia sanitaria y la caída y retorno del MAS al gobierno.

¿Cuál es la dirección que ha tomado la lucha obrera desde la caída del gobierno del MAS hasta su retorno al poder?

1. LA SITUACIÓN DEL EMPLEO DESDE EL INICIO DE LA PANDEMIA


A partir del año 2014 se identifican diferentes indicadores que expresan una desaceleración paulatina del crecimiento económico en Bolivia. La caída del precio del petróleo a nivel mundial ha sido un elemento determinante en la contracción de ese mercado interno, que el MAS había dinamizado mediante políticas de redistribución del excedente petrolero. Desde el año 2014 el Producto Interno Bruto empezó con una caída constante. El 2015 la balanza comercial mostró un déficit de 3% respecto del PIB[iii], por otro lado, entre el 2013 y 2014 se triplicó el número de empresas cerradas[iv] y creció el desempleo; según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de desocupación urbana experimentó un incremento constante desde el 2014[v].

Del 2014 al 2019, los indicadores económicos mostraban una desaceleración graduada de la dinámica económica; en el año 2020, la pandemia con la cuarentena y restricciones para evitar el contagio, provocaron una caída estrepitosa de la actividad económica y con ello, una aceleración de la crisis económica que se vio reflejada en el empleo. Según datos del INE, en solo un par de meses de cuarentena rígida, la tasa de desocupación se elevó hasta el 11,6%[vi]; es decir que, de 100 personas mayores de 14 años dispuestas a trabajar, 11 estaban desempleadas sin posibilidad de encontrar trabajo. En los meses posteriores a la cuarentena rígida (desde agosto de 2020) hasta el día de hoy, la tasa de desocupación no ha logrado bajar al nivel que tenía en 2019[vii]. En el siguiente cuadro se muestra las variaciones de la cantidad de personas ocupadas desde el 2019 al 2021:


VARIACIÓN PORCENTUAL DEL CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN OCUPADA MAYOR A 14 AÑOS EN BOLIVIA 2019-2020 (COMPARACIÓN DEL SEGUNDO TRIMESTRE 2018; 2019; 2020; 2021)[viii]

 

En el cuadro precedente se compara la variación en porcentajes de la población ocupada desde el 2019 al 2021. Se puede apreciar que entre el 2018 y el 2019 hubo un crecimiento en la población ocupada pese a la crisis que ya se vivía. En la variación de personas ocupadas entre los años 2019 y 2020, hay una caída que se aprecia en los porcentajes negativos, es decir, el 2020 la cantidad de personas ocupadas estuvo por debajo del número de personas ocupadas el 2019, las actividades más golpeadas con esta disminución de empleo, debido a la crisis sanitaria,  fueron la construcción (-17,2%), el comercio (-14,7%), los servicios de alojamiento y comida (-20,7%) y la industria manufacturera (-10,3). Si entre el 2014 y 2019, el crecimiento del empleo disminuía año tras año, el 2020 hubo decrecimiento del empleo. El 2021 el crecimiento de personas ocupadas con respecto al 2020 muestra porcentajes altos, pero este es un efecto rebote por regreso a las actividades económicas y la paulatina reactivación económica resultado de la suspensión paulatina de las medidas de distanciamiento social. Por ejemplo, en la industria manufacturera, la caída de la ocupación en 2020, fue de 10%, para recuperar los niveles de crecimiento que habían antes de la pandemia, la ocupación debería haber crecido en un 23% el 2021; sin embargo, solo creció 13%. Esta insuficiente recuperación de la ocupación, no sólo se debe a la lentitud con la que se fue retornando a la normal actividad económica, debido a la persistencia del riesgo al contagio por COVID-19, sino también, a las estrategias empresariales de reducción de costos en fuerza de trabajo, encaminadas a transformar la organización del trabajo para reducir el numero de trabajadores y aumentar la productividad[ix].  

En suma, lo que se observa es que la recesión económica ahondada por la pandemia, afectó la creación de empleo y provocó mayor desocupación.  Este panorama de caída abrupta de los niveles de ocupación en 2020 y su insuficiente crecimiento en 2021, explican la emergencia de protestas de obreros despedidos. Las movilizaciones y conflictos por despidos en esta etapa se dan por despidos que se arrastran desde el 2020, de la época de cuarentena rígida y conflictos que provienen de una nueva ola de despidos en la etapa de poscuarentena. Esta nueva ola de despidos a nivel general, ha alcanzado incluso a sectores sindicalizados de la clase obrera. Por ejemplo, hoy las federaciones departamentales fabriles, se juegan la existencia de diversos sindicatos que han sido menguados con despidos masivos. En este sentido, es importante analizar, cómo estos cambios en el empleo afectaron el rumbo de la lucha de los obreros sindicalizados en este último periodo.  

2.  LA EVOLUCIÓN DE LA LUCHA DE LOS OBREROS SINDICALIZADOS

Después de la ola de protestas por la inflación y el gasolinazo en los años 2010 y 2011, el 2019 se estaba gestando otra ola de manifestaciones. Por un lado, los mineros de empresas privadas y estatales, se movilizaron contra despidos injustificados. Por otro lado, tanto en marzo como en agosto de 2019, las protestas de trabajadores petroleros contra despidos injustificados, derivó en el enfrentamiento interno entre sus dirigentes contra el máximo ejecutivo de la Federación Nacional de Trabajadores Petroleros; la burocracia sindical más obsecuente al gobierno del MAS se empezaba a dividir[x]. En las federaciones fabriles se formaban frentes de oposición a la postura pasiva de las direcciones sindicales alineadas con el gobierno, un ejemplo de ello, fue la marcha de los fabriles de Cochabamba exigiendo estabilidad laboral, aun frente a la negativa de la planta ejecutiva de la federación de Cochabamba. En La Paz, la federación estaba dividida en dos direcciones, una con el MAS y otra crítica al gobierno. En Sucre la federación de fabriles estaba encabezada por una dirección contraria al MAS. Desde el 2018, la COB mostraba una división en dos bandos: uno alineado al gobierno con organizaciones pertenecientes al pacto de unidad y otro bando compuesto por maestros, trabajadores de la salud, obreros fabriles y mineros.  

Este ascenso de movilizaciones obreras y la separación, cada vez más profunda, entre la clase obrera sindicalizada y la burocracia sindical alineada al MAS, fue una de las condiciones que coadyuvaron a la caída de Evo Morales en 2019 y al ascenso de un gobierno de derecha apoyado en el ejército y la policía y respaldado por las clases medias y la pequeña burguesía. La no movilización de amplios sectores de explotados, que en años anteriores apoyaban al MAS, abrieron el paso a un gobierno de derecha[xi].

Con la caída del MAS, la burocracia sindical, de diversos sectores obreros, quedó expuesta a su disolución y se asomaban intentos de cambio de direcciones sindicales, sin embargo, el ascenso de un gobierno de derecha, asentado en las armas, establecía un escenario poco favorable para las nuevas direcciones sindicales. En primer lugar, porque el gobierno de Jeanine Añez había aprobado una serie de medidas que favorecieron la represión militar y policial ante cualquier tipo de protesta. En segundo lugar, los canales de mediación establecidos por la burocracia sindical con el Estado y con el Gobierno del MAS en particular, quedaron anulados. La pandemia y la necesidad de una cuarentena rígida solo allanaron el espacio para que el gobierno de Jeanine Añez justificara sus medidas de represión y cortara las mediaciones políticas de los sindicatos con el Estado.

Este último aspecto queda demostrado en las transformaciones de la lucha obrera durante la cuarentena rígida. Durante el 2020, además de la estabilidad laboral, las demandas de condiciones de bioseguridad y la responsabilidad de los contagios se convirtieron en objetos de contienda entre obreros, patrones y el gobierno transitorio. Frente a la aplicación de facto de un plan de flexibilización laboral[xii] por parte de los patrones y del gobierno de Jeanine Añez, los obreros tomaron medidas cada vez más disruptivas, como toma de fábricas o bloqueo en las salidas de las empresas. Esto a su vez propició una respuesta violenta de los patrones y del gobierno[xiii]. La confrontación entre obreros, patrones y gobierno se tornó más violenta, la lucha legal como espacio de disputa fue reemplazada por la acción directa, mientras que la burocracia sindical ya no ejercía ninguna función mediadora entre el gobierno y los obreros.

Los masivos movimientos de protesta en agosto de 2020 por nuevas elecciones y el retorno del MAS al gobierno mediante elecciones, representan una interrupción de la escalada de confrontaciones violentas entre obreros, patrones y Estado. Esto se debió al reacomodo de fuerzas políticas que implicó el retorno del MAS al gobierno, el que otra vez se apoyó en las organizaciones populares, para volver al poder.

3. CAMBIOS Y CONTINUIDADES DE LA LUCHA OBRERA EN EL NUEVO CICLO DEL MAS


El retorno del MAS al gobierno, a la cabeza de Arce Catacora, propició algunos cambios en la lucha obrera, esto no significa que los conflictos por despidos masivos e incumplimiento patronal, agravados en el tiempo de la cuarentena, se hayan resuelto. Sino que la forma de desarrollo de estos conflictos tuvo un cambio que es necesario resaltar, para entender la dirección de la lucha obrera sindical.

3.1. RESTITUCIÓN DEL ESPACIO LEGAL COMO PRINCIPAL CAMPO DE CONTIENDA 

El retorno del MAS al poder del Estado, implicó la restitución de las mediaciones de dominación estatal que se habían establecido durante el gobierno del Evo Morales. Una de estas mediaciones es la burocracia sindical con una ideología tradeunionista de carácter legalista.

La restitución del espacio legal como espacio de contienda, está entonces íntimamente ligada a la iniciativa de esta burocracia sindical, que impulsa la lucha legal, en la medida en que encuentra espacios de negociación y posibilidad de modificar ciertas reglas del juego en favor de las demandas de los sindicatos que representa, siempre y cuando estas demandas no sobrepasen el “razonable límite” de las condiciones mínimas de explotación establecidas en las leyes laborales. Entonces la lucha en el espacio legal, propiciada por la burocracia sindical, solo busca que se cumpla la ley.

La disposición ministerial aprobada en abril de 2021, por el Gobierno de Luis Arce, que prohíbe la utilización de la “fuerza mayor” como causal de despido y el D. S. 4668 de 2022 que ratifica el reconocimiento de los derechos adquiridos de los trabajadores, son disposiciones legales impulsadas por la misma burocracia sindical para proveer mejores condiciones a la lucha legalista. Es interesante observar, que la aprobación de estas medidas, como parches para favorecer la lucha legal de los sindicatos, se da justamente, con el gobierno del MAS, esto sucede porque una de las principales formas de dominación desde el Estado, impuesta por el régimen del MAS, es mediante la subordinación de la lucha obrera al legalismo burgués, sitio en el que la burocracia sindical juega un papel importante.

No es casual que, pese a los vacíos legales, los fallos legales a favor de las patronales y los estériles fallos a favor de los obreros, esta burocracia insista en nuevas formas de presión legal para que las patronales cumplan, promueva apelaciones a instancias legales máximas como el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y vigilias en el TSJ para impulsar la aprobación de resoluciones legales de mayor peso. Su esfuerzo se concentra en impulsar a que gran parte del potencial de movilización, sea conducido a la lucha legalista. Esto afectó al escenario que parecía desarrollarse durante la cuarentena con el Gobierno de Jeanine Añez, la confrontación mediante la acción directa ha sido reemplazada, nuevamente, por la lucha legalista. No obstante, que el legalismo toma fuerza, la acción directa continua presente, aunque con otro carácter. 

3.2. LECCIONES DE LA CUARENTENA: LOS INTENTOS DE UNIDAD OBRERA

Un escenario que resume la dinámica de lucha obrera en esta nueva etapa de gobierno del MAS, es el que se ve en marzo.  Días antes de que la COB entregara el pliego petitorio al gobierno, los obreros protagonizaban protestas a nivel nacional contra los despidos y el incumplimiento patronal; no solo se exige al gobierno soluciones, sino que se denuncia la inoperancia del MAS y de la burocracia sindical, para responder a estas demandas[xiv].  

Por un lado, la lucha legalista impulsada por la burocracia sindical está mezclada de prácticas de movilización obrera, que rompen los estrechos márgenes de la lucha legalista, para dar paso a acciones políticas directas. Estas acciones ayudaron a que los obreros se visibilizaran como colectivo, en la perspectiva de reconstruir lazos de unidad para enfrentar los despidos masivos y el incumplimiento a las disposiciones legales, por parte de los patrones. Es el caso de los obreros de las empresas del grupo empresarial INCERPAZ, que impulsaron la formación de una inter sindical, para unir las diferentes demandas de los obreros de empresas, que pertenecen a este grupo en   los distintos departamentos del país.

Los ampliados fabriles donde obreros realizan actos de protesta o vigilias, son otra práctica que busca la unidad obrera, alrededor de las fábricas en conflicto. Estas expresiones de unidad obrera se realizan en el espacio de la lucha directa, más que en el espacio legal, practicas que se van abriendo camino, en la medida en que los problemas por despidos masivos, cierres de fábrica e incumplimiento patronal con el pago de salarios, se generalizan. Sin embargo, aun estas expresiones de unidad y de acción directa, están subordinadas a la lucha legalista por los tiempos y los ritmos de las resoluciones y fallos judiciales.

 CONSIDERACIONES FINALES

La lucha obrera ha transitado de escenarios de confrontación directa contra las patronales y el Estado, en el 2020 a la restitución de la lucha legalista, como principal espacio de contienda. Esto se debe a que, con el retorno del MAS, la burocracia sindical volvió a fungir como instancia de mediación entre la clase obrera sindicalizada y el Estado. Una burocracia obrera de ideología tradeunionista, que ha buscado impulsar desde el Gobierno, la aprobación de disposiciones legales que animen la lucha legalista. Esto llevó a que la burocracia busque nuevas formas de presión, para la aprobación de fallos favorables a los trabajadores, pese a la esterilidad de estos fallos frente al incumplimiento patronal.

No obstante, el crecimiento de los despidos provocados por la permanencia de la recesión económica, continúa alimentando la acción directa de los obreros, que están buscando por diversas vías, la unidad obrera. La posible formación de movimientos de protesta contra el desempleo, implica que los obreros superen la visión legalista de la lucha, consistente en creer que solo en el espacio legal conseguirán la restitución a sus fuentes laborales. El problema del desempleo y de los despidos masivos responde a las propias limitaciones del capitalismo, que para elevar la tasa de ganancia en tiempo de crisis necesita destruir las fuerzas productivas que el mismo ha creado, en este caso, necesita deshacerse toda la fuerza de trabajo superflua, de los supernumerarios. Hoy el movimiento obrero sindical se enfrenta a la desaparición de sindicatos enteros, resultado de los despidos masivos y de la contratación de obreros fluctuantes, que no pueden cumplir con las condiciones de sindicalización.   

Superar la visión legalista, que limita el alcance de la lucha obrera, implica una combinación de la lucha en el espacio legal y la acción directa,  que posibilite la unidad de los trabajadores y  la recuperación de su independencia  política, con el consecuente desplazamiento de la burocracia sindical, de su posición de intermediaria entre las bases obreras y el gobierno del MAS.



[i] Estos puntos son contemplados en el pliego petitorio de la Central Obrera Boliviana, publicado en: https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=511452603940728&id=115070353578957

[ii] Castro, Luis (2019, 13 de junio) Los giros y contragiros de la política laboral del MAS. Blog Llankaymanta Bolivia. https://llankaymantabolivia.blogspot.com/2019/06/los-giros-y-contragiros-de-la-politica.html

[iii] Datos Macro (2020) Bolivia mejora su balanza comercial. Expansión. https://datosmacro.expansion.com/comercio/balanza/bolivia

[iv] Castro, Luis. (2021). El trasfondo de la política del gobierno ante el cierre de empresas. En Grupo de Estudios del Trabajo Llank’aymanta (Ed.). Sobre el trabajo y los trabajadores. Selección de artículos de Llank’aymanta (101-112). Grupo de Estudios del Trabajo Llank’aymanta.

[v] Ver: https://www.ine.gob.bo/index.php/tasa-de-desocupacion-en-area-urbana-de-bolivia-tiende-a-bajar/

[vi] Ídem.

[vii] Ídem.

[viii] Fuente: Elaboración propia en base a datos de: INE (2020, agosto) Boletín de la encuesta continua de empleo. 2T-2020; INE (2021, agosto) Boletín de la encuesta continua de empleo. 2T-2021. Publicados en: https://www.ine.gob.bo/index.php/comunicacion/publicaciones/

[ix] Aillón, Tania (2021) Empleo y recesión de la industria regional en tiempos de pandemia. Mimeógrafo.

[x] Castro, Luis (2022, 09 de febrero). Cooptación y burocratización del sindicalismo petrolero en la era del MAS. Blog Llankaymanta Bolivia. https://llankaymantabolivia.blogspot.com/2022/02/cooptacion-y-burocratizacion-del.html

[xi] Castro, Luis. (2021c). La ausencia del movimiento obrero ante la derrota de Evo Morales. En Grupo de Estudios del Trabajo Llank’aymanta (Ed.). Sobre el trabajo y los trabajadores. Selección de artículos de Llank’aymanta (203-222). Grupo de Estudios del Trabajo Llank’aymanta.

[xii] Castro, Luis (2020,25 de julio) Cambios en el sentido de la lucha obrera sindical en tiempos de COVID. Blog Llankaymanta Bolivia. https://llankaymantabolivia.blogspot.com/2020/07/cambios-en-el-sentido-de-la-lucha.html

[xiii] Ídem.

[xiv] Las siguientes noticias dan referencia de estas movilizaciones: Jornada de bloqueo en Cochabamba. Trabajadores fabriles. Publicado en: https://www.facebook.com/RENNOnoticiasobreras/videos/1901398300248237/, 17 de marzo de 2022; pronunciamiento de la c o d de Cochabamba, sobre los puntos que demandan los trabajadores . convocatoria a bloqueo de caminos desde el jueves 17 de marzo. Publicado en: https://www.facebook.com/photo/?fbid=401893178557788&set=a.368145425265897, 16 de marzo de 2022.


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