Luis Fernando Castro Lopez
Actualmente
las movilizaciones de la clase obrera sindicalizada copan parte del escenario
de protestas contra los despidos acelerados por la pandemia de COVID-19. Estos
últimos meses, la negociación colectiva a la cabeza de la COB, no tiene
solamente como motivo el aumento salarial; sino también, la demanda de una
nueva Ley General del Trabajo, para contrarrestar los despidos injustificados e
incumplimiento de pago de salarios[i].
Desde el 2014 se vive un aumento de protestas de los obreros sindicalizados por
el cierre de fábricas y despidos. Como se señaló en trabajos anteriores, la
estabilidad laboral es el principal motivo de contienda entre obreros, patrones
y Estado[ii],
esto no ha cambiado y se muestra en las constantes movilizaciones de sindicatos
de fábrica, federaciones y confederaciones; sin embargo, cabe hacer notar los
cambios cualitativos en la lucha obrera sindical, en el curso de la emergencia
sanitaria y la caída y retorno del MAS al gobierno.
¿Cuál es
la dirección que ha tomado la lucha obrera desde la caída del gobierno del MAS hasta
su retorno al poder?
1. LA SITUACIÓN DEL EMPLEO DESDE EL INICIO DE LA
PANDEMIA
A partir del año 2014 se identifican diferentes indicadores que expresan una desaceleración paulatina del crecimiento económico en Bolivia. La caída del precio del petróleo a nivel mundial ha sido un elemento determinante en la contracción de ese mercado interno, que el MAS había dinamizado mediante políticas de redistribución del excedente petrolero. Desde el año 2014 el Producto Interno Bruto empezó con una caída constante. El 2015 la balanza comercial mostró un déficit de 3% respecto del PIB[iii], por otro lado, entre el 2013 y 2014 se triplicó el número de empresas cerradas[iv] y creció el desempleo; según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de desocupación urbana experimentó un incremento constante desde el 2014[v].
Del 2014
al 2019, los indicadores económicos mostraban una desaceleración graduada de la
dinámica económica; en el año 2020, la pandemia con la cuarentena y
restricciones para evitar el contagio, provocaron una caída estrepitosa de la
actividad económica y con ello, una aceleración de la crisis económica que se
vio reflejada en el empleo. Según datos del INE, en solo un par de meses de
cuarentena rígida, la tasa de desocupación se elevó hasta el 11,6%[vi];
es decir que, de 100 personas mayores de 14 años dispuestas a trabajar, 11
estaban desempleadas sin posibilidad de encontrar trabajo. En los meses
posteriores a la cuarentena rígida (desde agosto de 2020) hasta el día de hoy, la
tasa de desocupación no ha logrado bajar al nivel que tenía en 2019[vii].
En el siguiente cuadro se muestra las variaciones de la cantidad de personas
ocupadas desde el 2019 al 2021:
VARIACIÓN PORCENTUAL DEL CRECIMIENTO DE LA
POBLACIÓN OCUPADA MAYOR A 14 AÑOS EN BOLIVIA 2019-2020 (COMPARACIÓN DEL SEGUNDO
TRIMESTRE 2018; 2019; 2020; 2021)[viii]
En el
cuadro precedente se compara la variación en porcentajes de la población
ocupada desde el 2019 al 2021. Se puede apreciar que entre el 2018 y el 2019
hubo un crecimiento en la población ocupada pese a la crisis que ya se vivía.
En la variación de personas ocupadas entre los años 2019 y 2020, hay una caída
que se aprecia en los porcentajes negativos, es decir, el 2020 la cantidad de
personas ocupadas estuvo por debajo del número de personas ocupadas el 2019, las
actividades más golpeadas con esta disminución de empleo, debido a la crisis
sanitaria, fueron la construcción (-17,2%),
el comercio (-14,7%), los servicios de alojamiento y comida (-20,7%) y la
industria manufacturera (-10,3). Si entre el 2014 y 2019, el crecimiento del
empleo disminuía año tras año, el 2020 hubo decrecimiento del empleo. El 2021
el crecimiento de personas ocupadas con respecto al 2020 muestra porcentajes
altos, pero este es un efecto rebote por regreso a las actividades económicas y
la paulatina reactivación económica resultado de la suspensión paulatina de las
medidas de distanciamiento social. Por ejemplo, en la industria manufacturera,
la caída de la ocupación en 2020, fue de 10%, para recuperar los niveles de
crecimiento que habían antes de la pandemia, la ocupación debería haber crecido
en un 23% el 2021; sin embargo, solo creció 13%. Esta insuficiente recuperación
de la ocupación, no sólo se debe a la lentitud con la que se fue retornando a
la normal actividad económica, debido a la persistencia del riesgo al contagio por
COVID-19, sino también, a las estrategias empresariales de reducción de costos
en fuerza de trabajo, encaminadas a transformar la organización del trabajo
para reducir el numero de trabajadores y aumentar la productividad[ix].
En suma, lo
que se observa es que la recesión económica ahondada por la pandemia, afectó la
creación de empleo y provocó mayor desocupación. Este panorama de caída abrupta de los niveles
de ocupación en 2020 y su insuficiente crecimiento en 2021, explican la
emergencia de protestas de obreros despedidos. Las movilizaciones y conflictos
por despidos en esta etapa se dan por despidos que se arrastran desde el 2020, de
la época de cuarentena rígida y conflictos que provienen de una nueva ola de
despidos en la etapa de poscuarentena. Esta nueva ola de despidos a nivel
general, ha alcanzado incluso a sectores sindicalizados de la clase obrera. Por
ejemplo, hoy las federaciones departamentales fabriles, se juegan la existencia
de diversos sindicatos que han sido menguados con despidos masivos. En este
sentido, es importante analizar, cómo estos cambios en el empleo afectaron el
rumbo de la lucha de los obreros sindicalizados en este último periodo.
2. LA EVOLUCIÓN DE LA LUCHA DE LOS OBREROS SINDICALIZADOS
Después de
la ola de protestas por la inflación y el gasolinazo en los años 2010 y 2011,
el 2019 se estaba gestando otra ola de manifestaciones. Por un lado, los
mineros de empresas privadas y estatales, se movilizaron contra despidos
injustificados. Por otro lado, tanto en marzo como en agosto de 2019, las
protestas de trabajadores petroleros contra despidos injustificados, derivó en
el enfrentamiento interno entre sus dirigentes contra el máximo ejecutivo de la
Federación Nacional de Trabajadores Petroleros; la burocracia sindical más
obsecuente al gobierno del MAS se empezaba a dividir[x].
En las federaciones fabriles se formaban frentes de oposición a la postura
pasiva de las direcciones sindicales alineadas con el gobierno, un ejemplo de
ello, fue la marcha de los fabriles de Cochabamba exigiendo estabilidad laboral,
aun frente a la negativa de la planta ejecutiva de la federación de Cochabamba.
En La Paz, la federación estaba dividida en dos direcciones, una con el MAS y
otra crítica al gobierno. En Sucre la federación de fabriles estaba encabezada
por una dirección contraria al MAS. Desde el 2018, la COB mostraba una división
en dos bandos: uno alineado al gobierno con organizaciones pertenecientes al
pacto de unidad y otro bando compuesto por maestros, trabajadores de la salud,
obreros fabriles y mineros.
Este
ascenso de movilizaciones obreras y la separación, cada vez más profunda, entre
la clase obrera sindicalizada y la burocracia sindical alineada al MAS, fue una
de las condiciones que coadyuvaron a la caída de Evo Morales en 2019 y al
ascenso de un gobierno de derecha apoyado en el ejército y la policía y
respaldado por las clases medias y la pequeña burguesía. La no movilización de
amplios sectores de explotados, que en años anteriores apoyaban al MAS, abrieron
el paso a un gobierno de derecha[xi].
Con la
caída del MAS, la burocracia sindical, de diversos sectores obreros, quedó
expuesta a su disolución y se asomaban intentos de cambio de direcciones
sindicales, sin embargo, el ascenso de un gobierno de derecha, asentado en las
armas, establecía un escenario poco favorable para las nuevas direcciones
sindicales. En primer lugar, porque el gobierno de Jeanine Añez había aprobado
una serie de medidas que favorecieron la represión militar y policial ante
cualquier tipo de protesta. En segundo lugar, los canales de mediación
establecidos por la burocracia sindical con el Estado y con el Gobierno del MAS
en particular, quedaron anulados. La pandemia y la necesidad de una cuarentena
rígida solo allanaron el espacio para que el gobierno de Jeanine Añez
justificara sus medidas de represión y cortara las mediaciones políticas de los
sindicatos con el Estado.
Este
último aspecto queda demostrado en las transformaciones de la lucha obrera
durante la cuarentena rígida. Durante el 2020, además de la estabilidad
laboral, las demandas de condiciones de bioseguridad y la responsabilidad de
los contagios se convirtieron en objetos de contienda entre obreros, patrones y
el gobierno transitorio. Frente a la aplicación de facto de un plan de
flexibilización laboral[xii]
por parte de los patrones y del gobierno de Jeanine Añez, los obreros tomaron
medidas cada vez más disruptivas, como toma de fábricas o bloqueo en las salidas
de las empresas. Esto a su vez propició una respuesta violenta de los patrones
y del gobierno[xiii].
La confrontación entre obreros, patrones y gobierno se tornó más violenta, la
lucha legal como espacio de disputa fue reemplazada por la acción directa,
mientras que la burocracia sindical ya no ejercía ninguna función mediadora
entre el gobierno y los obreros.
Los masivos movimientos de protesta en agosto de
2020 por nuevas elecciones y el retorno del MAS al gobierno mediante elecciones,
representan una interrupción de la escalada de confrontaciones violentas entre
obreros, patrones y Estado. Esto se debió al reacomodo de fuerzas políticas que
implicó el retorno del MAS al gobierno, el que otra vez se apoyó en las
organizaciones populares, para volver al poder.
3. CAMBIOS Y CONTINUIDADES DE LA LUCHA OBRERA EN
EL NUEVO CICLO DEL MAS
El retorno del MAS al gobierno, a la cabeza de
Arce Catacora, propició algunos cambios en la lucha obrera, esto no significa que
los conflictos por despidos masivos e incumplimiento patronal, agravados en el
tiempo de la cuarentena, se hayan resuelto. Sino que la forma de desarrollo de
estos conflictos tuvo un cambio que es necesario resaltar, para entender la
dirección de la lucha obrera sindical.
3.1. RESTITUCIÓN DEL ESPACIO LEGAL COMO
PRINCIPAL CAMPO DE CONTIENDA
El retorno del MAS al poder del Estado, implicó
la restitución de las mediaciones de dominación estatal que se habían
establecido durante el gobierno del Evo Morales. Una de estas mediaciones es la
burocracia sindical con una ideología tradeunionista de carácter legalista.
La restitución del espacio legal como espacio de
contienda, está entonces íntimamente ligada a la iniciativa de esta burocracia
sindical, que impulsa la lucha legal, en la medida en que encuentra espacios de
negociación y posibilidad de modificar ciertas reglas del juego en favor de las
demandas de los sindicatos que representa, siempre y cuando estas demandas no
sobrepasen el “razonable límite” de las condiciones mínimas de explotación
establecidas en las leyes laborales. Entonces la lucha en el espacio legal,
propiciada por la burocracia sindical, solo busca que se cumpla la ley.
La disposición ministerial aprobada en abril de
2021, por el Gobierno de Luis Arce, que prohíbe la utilización de la “fuerza mayor”
como causal de despido y el D. S. 4668 de 2022 que ratifica el reconocimiento
de los derechos adquiridos de los trabajadores, son disposiciones legales
impulsadas por la misma burocracia sindical para proveer mejores condiciones a
la lucha legalista. Es interesante observar, que la aprobación de estas medidas,
como parches para favorecer la lucha legal de los sindicatos, se da justamente,
con el gobierno del MAS, esto sucede porque una de las principales formas de
dominación desde el Estado, impuesta por el régimen del MAS, es mediante la subordinación
de la lucha obrera al legalismo burgués, sitio en el que la burocracia sindical
juega un papel importante.
No es casual que, pese a los vacíos legales, los
fallos legales a favor de las patronales y los estériles fallos a favor de los
obreros, esta burocracia insista en nuevas formas de presión legal para que las
patronales cumplan, promueva apelaciones a instancias legales máximas como el
Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y vigilias en el TSJ para impulsar la
aprobación de resoluciones legales de mayor peso. Su esfuerzo se concentra en
impulsar a que gran parte del potencial de movilización, sea conducido a la
lucha legalista. Esto afectó al escenario que parecía desarrollarse durante la
cuarentena con el Gobierno de Jeanine Añez, la confrontación mediante la acción
directa ha sido reemplazada, nuevamente, por la lucha legalista. No obstante, que el legalismo toma fuerza,
la acción directa continua presente, aunque con otro carácter.
3.2. LECCIONES DE LA CUARENTENA: LOS INTENTOS DE
UNIDAD OBRERA
Un escenario que resume la dinámica de lucha obrera
en esta nueva etapa de gobierno del MAS, es el que se ve en marzo. Días antes de que la COB entregara el pliego
petitorio al gobierno, los obreros protagonizaban protestas a nivel nacional contra
los despidos y el incumplimiento patronal; no solo se exige al gobierno
soluciones, sino que se denuncia la inoperancia del MAS y de la burocracia
sindical, para responder a estas demandas[xiv].
Por un lado, la lucha legalista impulsada por la
burocracia sindical está mezclada de prácticas de movilización obrera, que
rompen los estrechos márgenes de la lucha legalista, para dar paso a acciones
políticas directas. Estas acciones ayudaron a que los obreros se visibilizaran
como colectivo, en la perspectiva de reconstruir lazos de unidad para enfrentar
los despidos masivos y el incumplimiento a las disposiciones legales, por parte
de los patrones. Es el caso de los obreros de las empresas del grupo
empresarial INCERPAZ, que impulsaron la formación de una inter sindical, para
unir las diferentes demandas de los obreros de empresas, que pertenecen a este
grupo en los distintos departamentos del país.
Los ampliados fabriles donde obreros realizan
actos de protesta o vigilias, son otra práctica que busca la unidad obrera,
alrededor de las fábricas en conflicto. Estas expresiones de unidad obrera se
realizan en el espacio de la lucha directa, más que en el espacio legal,
practicas que se van abriendo camino, en la medida en que los problemas por
despidos masivos, cierres de fábrica e incumplimiento patronal con el pago de
salarios, se generalizan. Sin embargo, aun estas expresiones de unidad y de
acción directa, están subordinadas a la lucha legalista por los tiempos y los
ritmos de las resoluciones y fallos judiciales.
La lucha
obrera ha transitado de escenarios de confrontación directa contra las
patronales y el Estado, en el 2020 a la restitución de la lucha legalista, como
principal espacio de contienda. Esto se debe a que, con el retorno del MAS, la
burocracia sindical volvió a fungir como instancia de mediación entre la clase
obrera sindicalizada y el Estado. Una burocracia obrera de ideología tradeunionista,
que ha buscado impulsar desde el Gobierno, la aprobación de disposiciones
legales que animen la lucha legalista. Esto llevó a que la burocracia busque
nuevas formas de presión, para la aprobación de fallos favorables a los
trabajadores, pese a la esterilidad de estos fallos frente al incumplimiento
patronal.
No
obstante, el crecimiento de los despidos provocados por la permanencia de la
recesión económica, continúa alimentando la acción directa de los obreros, que están
buscando por diversas vías, la unidad obrera. La posible formación de movimientos
de protesta contra el desempleo, implica que los obreros superen la visión
legalista de la lucha, consistente en creer que solo en el espacio legal conseguirán
la restitución a sus fuentes laborales. El problema del desempleo y de los
despidos masivos responde a las propias limitaciones del capitalismo, que para
elevar la tasa de ganancia en tiempo de crisis necesita destruir las fuerzas
productivas que el mismo ha creado, en este caso, necesita deshacerse toda la
fuerza de trabajo superflua, de los supernumerarios. Hoy el movimiento obrero
sindical se enfrenta a la desaparición de sindicatos enteros, resultado de los despidos
masivos y de la contratación de obreros fluctuantes, que no pueden cumplir con
las condiciones de sindicalización.
Superar la
visión legalista, que limita el alcance de la lucha obrera, implica una combinación
de la lucha en el espacio legal y la acción directa, que posibilite la unidad de los trabajadores y
la recuperación de su independencia política, con el consecuente desplazamiento de
la burocracia sindical, de su posición de intermediaria entre las bases obreras
y el gobierno del MAS.
[i] Estos puntos son contemplados en el
pliego petitorio de la Central Obrera Boliviana, publicado en: https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=511452603940728&id=115070353578957
[ii] Castro, Luis (2019, 13 de junio) Los
giros y contragiros de la política laboral del MAS. Blog Llankaymanta Bolivia. https://llankaymantabolivia.blogspot.com/2019/06/los-giros-y-contragiros-de-la-politica.html
[iii] Datos Macro (2020) Bolivia mejora su
balanza comercial. Expansión. https://datosmacro.expansion.com/comercio/balanza/bolivia
[iv] Castro, Luis. (2021). El trasfondo de
la política del gobierno ante el cierre de empresas. En Grupo de Estudios del
Trabajo Llank’aymanta (Ed.). Sobre el trabajo y los trabajadores. Selección de
artículos de Llank’aymanta (101-112). Grupo de Estudios del Trabajo Llank’aymanta.
[v] Ver: https://www.ine.gob.bo/index.php/tasa-de-desocupacion-en-area-urbana-de-bolivia-tiende-a-bajar/
[vi] Ídem.
[vii] Ídem.
[viii] Fuente: Elaboración propia en base a datos
de: INE (2020, agosto) Boletín de la encuesta continua de empleo. 2T-2020; INE (2021,
agosto) Boletín de la encuesta continua de empleo. 2T-2021. Publicados en: https://www.ine.gob.bo/index.php/comunicacion/publicaciones/
[ix] Aillón, Tania (2021) Empleo y recesión
de la industria regional en tiempos de pandemia. Mimeógrafo.
[x] Castro, Luis (2022, 09 de febrero).
Cooptación y burocratización del sindicalismo petrolero en la era del MAS. Blog
Llankaymanta Bolivia. https://llankaymantabolivia.blogspot.com/2022/02/cooptacion-y-burocratizacion-del.html
[xi] Castro, Luis. (2021c). La ausencia del
movimiento obrero ante la derrota de Evo Morales. En Grupo de Estudios del
Trabajo Llank’aymanta (Ed.). Sobre el trabajo y los trabajadores. Selección de
artículos de Llank’aymanta (203-222). Grupo de Estudios del Trabajo
Llank’aymanta.
[xii] Castro, Luis (2020,25 de julio) Cambios
en el sentido de la lucha obrera sindical en tiempos de COVID. Blog
Llankaymanta Bolivia. https://llankaymantabolivia.blogspot.com/2020/07/cambios-en-el-sentido-de-la-lucha.html
[xiii] Ídem.
[xiv] Las siguientes noticias dan referencia
de estas movilizaciones: Jornada de bloqueo en Cochabamba. Trabajadores
fabriles. Publicado en: https://www.facebook.com/RENNOnoticiasobreras/videos/1901398300248237/,
17 de marzo de 2022; pronunciamiento de la c o d de Cochabamba, sobre los
puntos que demandan los trabajadores . convocatoria a bloqueo de caminos desde
el jueves 17 de marzo. Publicado en: https://www.facebook.com/photo/?fbid=401893178557788&set=a.368145425265897,
16 de marzo de 2022.
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