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viernes, 10 de agosto de 2018

Una reseña al trabajo de E. P. Thompson sobre el movimiento ludita en “La formación de la clase obrera en Inglaterra”



Tania Aillon Gómez

Soy amigo de los pobres y los afligidos y enemigo del poder de los   opresores” (General LUDD, cit. Thompson, p.601).

La formación de la clase obrera en Inglaterra
Historia de la Clase Obrera en Inglaterra, puede ser considerada como una obra señera dentro de la ciencia social en general y de la ciencia social marxista en particular, por muchas razones; entre ellas, por la crítica que realiza el autor a la corriente empirista en historia y a la visión estructuralista y economicista, que predominó en la forma de entender la formación de la conciencia de la clase obrera, dentro del marxismo.

A través de sus más de 900 páginas, E.P. Thompson nos conduce, de forma magistral, por los distintos caminos que transitó la formación de la de la clase obrera en Inglaterra. Caminos que empiezan en el horizonte lejano del metodismo con sus distintas vertientes, y que siguen por la tradición de las antiguas Trade Unions o Sociedades de Socorro Mutuo, continuando por el tortuoso sendero del movimiento ludita, para luego pasar por la experiencia del ownismo. Un largo recorrido, pletórico de luchas, unas veces enmarcadas dentro de las leyes constitucionales del “ancien régime” inglés, otras veces, abocadas a la acción directa, con masivas huelgas, motines, manifestaciones, destrucción de maquinaria e incluso el asesinato de los opresores.  Una lucha de la que brota una experiencia, que, de forma, las más de las veces contradictoria, irá configurando la conciencia de la clase obrera, a partir de la identificación de sus intereses contrapuestos, no solo a los intereses de los patrones; sino también, a los de una clase media oscilante e inconsecuente.

Plantearse realizar una reseña de este trabajo de E.P. Thompson rebasa con mucho, nuestras posibilidades, no solo por su riqueza empírica, sino por las distintas aristas de reflexión a las que nos invita. Sin embargo, modestamente, queremos proponer una reseña, acerca de su análisis sobre uno de los senderos por los que transitó la formación de la clase obrera en Inglaterra, el del movimiento ludita. Por una parte, la forma en que sitúa Thompson, el surgimiento, desarrollo y contenido de este movimiento, abre un horizonte metodológico que ilustra las limitaciones de la perspectiva estructuralista y economicista, para comprender los procesos históricos, lo que nos conduce a reflexionar sobre la mirada simplista, que muchas veces, se tiene acerca del carácter y el significado del movimiento ludita;  por otra parte,  un repaso a las características de la lucha de los luditas contra  la introducción de máquinas durante la primera revolución tecnológica, por sus consecuencias funestas sobre las condiciones de vida de los trabajadores,  nos remite a un problema que aparece como de mucha actualidad, pero que en realidad,  recorre toda la historia del capitalismo( aunque ahora alcanza niveles deletéreos), el de la creciente desocupación y aumento de la sobreexplotación relativa, a medida que avanza la automatización. Una situación, que como dice Noble (2016), hace de las consecuencias contemporáneas del desarrollo tecnológico dentro del capitalismo, una tarea necesaria, para todo aquel que se dedica a los estudios del trabajo o que busca comprender la gran paradoja de nuestra era, entre el aumento sin precedentes de las posibilidades productivas de riqueza social  y el crecimiento inusitado de una sobrepoblación relativa a nivel mundial, que vive continuamente la incertidumbre de  acceder a un  empleo, en la mayoría de los casos precario, para poder reproducir su vida y la de su entorno familiar. Situación histórica que ilustra la contradicción señalada por el materialismo histórico, entre el alto desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones sociales de producción. 

1. EL MOVIMIENTO LUDITA COMO PARTE DE LA “CULTURA OBRERA OPACA”

Una valoración de las características del movimiento ludita, como nos dice Thompson, tropieza con serias dificultades, por la falta de acceso a fuentes fidedignas de información, de un movimiento que por el momento histórico en que surge (la aprobación en el parlamento ingles de las Combination Acts[i]) (1800-1802), debe inscribirse en la tradición clandestina de la clase obrera. Frente a la prohibición ministerial de la reunión y protesta públicas, el movimiento ludita surge como una alternativa clandestina e ilegal  para  las propias Trade Unions,  como parte  de lo que E. P. Thompson denomina “la cultura obrera  opaca”, pletórica de reuniones y adiestramientos nocturnos,  de líderes de la denominada “linterna negra”; una organización clandestina que intentaba convertir el descontento popular,  respecto a la subida de los precios y la escasez de los víveres,  en un canal revolucionario, a inicios del siglo XIX.

Esta clandestinidad pudo sostenerse en base a una nueva solidaridad obrera, una solidaridad que, como nos dice el autor, “no solo era con, sino también, contra”, en un ambiente político plagado de espías y de informantes enviados por los magistrados. Es en la resistencia a esta penetración de espías e informantes que la clase obrera opondrá una “cultura opaca”, una tradición secreta, matizada de romanticismo con leyendas de armas enterradas en paramos ocultos del amplio espacio rural inglés, de juramentos nocturnos, de transito por los espacios, con santo y señas, de legendarios lideres como el propio General Ludd[ii], del que se supone tomó su nombre el movimiento ludita. Tradición obrera, que desde la época de las Trade Unions secretas, nos dice Thompson, no estaba exenta de violencia, dirigida a esquiroles, a malos patrones y a artesanos que trabajaban por menos dinero del fijado por las Unions; a ellos se vigilaba y se les podía lanzar con ladrillos a través de la ventana o asaltarlos en la noche en algún camino o lanzar pólvora sobre sus talleres.  

Thompson ubica el ludismo como extensión de esta tradición clandestina y violenta de las viejas Unions; es decir, como parte de la lucha obrera, por el reconocimiento a su derecho a organizarse en defensa de sus propios intereses.  En este sentido, se puede decir, que el movimiento ludita, como parte de la tradición “opaca” de la clase obrera, fue eficiente, porque aportó al reconocimiento legal del sindicalismo y el derecho a huelgas, en la medida en que la persistencia de la clandestinidad y de la violencia ocasional, favoreció los argumentos, para la revocación de las leyes contra la asociación (Combination Acts). En 1825, parte de los magistrados, entre los más notables Place, sostuvieron que fueron las leyes contra la asociación las que indujeron a la población obrera a infringir y no respetar la ley. 

2. EL CONTEXTO INDUSTRIAL DEL MOVIMIENTO LUDITA

E. P. Thompson no por criticar las versiones economicistas del marxismo deja de ser materialista, al contrario, a lo largo de toda su exposición, con notoria maestría entrelaza la interpretación y la explicación de los procesos analizados, recurriendo unas veces, a la documentación historiográfica y otras a la descripción de las condiciones socioeconómicas, como dimensión explicativa.  La emergencia del movimiento ludita, desde esta perspectiva, tiene como una de sus condiciones, la situación de la industria en Inglaterra, situación que explica su base social, formada principalmente, por los tundidores de lana del sur de Lancashire o a los tejedores de punto.  Los tundidores,  trabajadores a domicilio, con una amplia tradición artesana, que con la introducción de la rebotadera mecánica[iii], para el acabado de  los paños de lana, sufrían el deterioro de su posición social y económica. Un sector de la clase obrera caracterizado por su rebeldía e independencia; con salarios relativamente altos; conciencia política y diversiones alegres, nos comentará Thompson; artesanos que  se fueron haciendo  conscientes de que su posición se tornaba más insegura,  debido a la introducción de las máquinas, por lo que se opusieron  a la rebotadera mecánica, con  diversos recursos, desde las amenazas a los comerciantes y fabricantes, que tenían la intención de maquinizar los procesos productivos, hasta los asaltos a talleres y fábricas, para destruir las tijeras de tundir.

El otro grupo de obreros, que se vio amenazado por las trasformaciones industriales, nos dice E. P. Thompson, fueron los tejedores de punto, cuando las clausulas sobre el aprendizaje, como condición necesaria, para ejercer un oficio cayeron en desuso y sus peticiones ante el parlamento, para mantener las leyes del aprendizaje, que protegían su oficio fueron rechazadas. Entonces, los patrones se lanzaron a la contratación de trabajadores no cualificados, abriendo el camino a la formación de un amplio ejercito de reserva, que provocó el deterioro de la condición laboral de los tejedores de punto, con el auge del pago a destajo (método con el que se retribuía su fuerza de trabajo por debajo de su valor).

En 1809 se abolió toda la legislación protectora de la industria lanera que abarcaba el aprendizaje, la rebotadera mecánica y el número de telares; de esta forma, estaba bloqueado el camino a cualquier reajuste constitucional que les favoreciera, tanto a los tejedores de punto, como a los tundidores, y se despejó el camino a la fábrica; situación en la que los patrones con grandes empresas, se apresuraron a introducir maquinaria para arruinar a los pequeños negocios. En estas condiciones de la industria, aparece el ludismo, para los tundidores y los tejedores de punto; Ned Ludd era el defensor de los antiguos derechos y el paladín de la constitución perdida, recalca Thompson. Lejos de cualquier “culturalismo”, para este autor, la situación de la industria en Inglaterra es una dimensión esencial en la explicación del surgimiento de la base social del movimiento ludita, de tejedores y tundidores que viven la degradación de su oficio ante el ímpetu de la revolución industrial.

3. LA ENCRUCIJADA ENTRE PATERNALISMO Y “LAISSEZ FAIRE” EN LA QUE SURGE EL MOVIMIENTO LUDITA

Para Thompson el sistema continental de Napoleón y la represalia, que supusieron las “Orders in Council”, desorganizaron los mercados de productos textiles británicos hasta estancar a esta industria, al mismo tiempo, las malas cosechas aumentaron el precio de los productos agrícolas y provisiones a niveles de hambre, pero esta situación no sirve como explicación del surgimiento del ludismo, solo nos explica la coyuntura en la que surge, pero no su naturaleza. La explicación de la naturaleza del ludismo, para este autor, pasa por situarlo en la encrucijada del paternalismo y el “laissez faire”, que fue parte del proceso de consolidación del capitalismo industrial. En la coyuntura histórica en que surge el ludismo, los obreros estaban atrapados entre dos fuegos, el de los magistrados del antiguo régimen, que podían simpatizar con el famélico tejedor de medias, que se presentaba de forma plañidera y pasiva, pero no tenía ninguna simpatía por los comités secretos, las manifestaciones en las calles, las huelgas y la destrucción de la propiedad. Del otro lado, los obreros se enfrentaban a los patrones que diariamente contaban con los refuerzos del” laissez faire” (por una parte, se les oponían los valores del orden y por otra, la libertad económica), proceso dentro del cual, los oficiales y artesanos se vieron desposeídos de los derechos constitucionales; convicción bien arraigada entre ellos.  Ned Ludd será; entonces, el “reparador” o el “gran verdugo”, que defendía con el voto unánime el oficio, unos derechos afianzados de forma demasiado honda por la “tradición de la ley”, precisa Thompson.

En este sentido, otra arista de reflexión propuesta por Thompson, es la de considerar al movimiento ludita como un proceso de transición, de conflicto, que por una lado, miraba hacia atrás, hacia la tradición y las antiguas costumbres, hacia el paternalismo que ya jamás podría revivir , pero por otro lado, intentaba resucitar antiguos derechos, para establecer nuevos precedentes, una fase de transición en el momento en que las aguas del sindicalismo , llenas de confianza en sí mismas y contenidas por las “Combination Acts”, pugnaban por abrirse camino y convertirse en una presencia manifiesta y abierta. . Como se aprecia por las demandas que el movimiento ludita  incorporó en su lucha: un salario mínimo legal, el control de la “explotación” de mujeres y jóvenes, el arbitraje, el compromiso (por parte de los patrones) de encontrar trabajo para los trabajadores cualificados, que hubieran perdido su trabajo debido a la introducción de máquinas,  la prohibición de productos de ínfima calidad y el derecho a la organización legal de las Trade Unions, era un movimiento que  miraban hacia adelante,  pero también hacia atrás;   contenía una imagen definida, no tanto del retorno a la comunidad paternalista, cuanto más bien, hacia una más democrática, en la que el crecimiento  industrial estuviera regulado de acuerdo a prioridades éticas y la búsqueda del beneficio se subordinara a las necesidades humanas. Por esto, Thompson define a los luditas como algunos de los últimos miembros de los gremios, y al mismo tiempo, algunos de los primeros en provocar el movimiento a favor de las 10 horas de jornada laboral.  En ambas direcciones existe una economía política y una moral alternativas al “laissez faire”, una economía política alternativa frente a uno de los dogmas más degradantes que habían existido en Inglaterra, el de la competencia más irresponsable y descontrolada, bajo la cual, generaciones de trabajadores a domicilio perecieron. No es casual, entonces, hace notar Thompson, que Marx viera en la aprobación en 1847 de la ley de las 10 horas de jornada laboral, una prueba de que; por primera vez, en pleno día, la economía política de la clase media hubiera caído frente a la economía política de la clase obrera.

Pero más allá de la dimensión económica de la lucha, el movimiento ludita para Thompson aparece, también, como la resistencia a un cambio cultural profundo en las formas de vida de la clase trabajadora, a la ruptura de sus costumbres y tradiciones expresadas en su vida cotidiana. En este mundo que tocaba a su fin con el advenimiento agresivo de la industria capitalista, el trabajador estaba orgulloso de su oficio, no solo porque este aumentara su valor en el mercado de trabajo, sino porque era un artesano, por lo que cualquier práctica que fuera manifiestamente destructiva del “oficio”, era digna de censura. Estos ideales, que brotaban de sus formas de vida y de trabajo, tenían una realidad poderosa, remarca Thompson, la idea de lo que debía ser, a la que apelaban los artesanos, oficiales y pequeños patrones, que resistían el vendaval de la nueva doctrina del libre mercado, que significaba también, la disolución de sus manifestaciones culturales como la fiesta de San Crispín de los zapateros, el jubileo de las cofradías de Preston o la fiesta del obispo Blaise de los cardadores de lana.

4. EL MOVIMIENTO LUDITA, ALGO DISTINTO A UN SINDICALISMO PRIMITIVO.

El trabajo de Thompson rompe con la visión estereotipada, que califica al movimiento ludita como un sindicalismo primitivo, a lo largo de su trabajo sobre este movimiento, Thompson va mostrando todo lo contrario. El carácter del ludismo no era el de una protesta ciega o el de un motín por alimentos, como los que tuvieron lugar en Inglaterra. Ni tampoco sirve describir al ludismo como un sindicalismo primitivo; mas bien, se ve que los hombres que organizaron, protegieron o disimularon el ludismo, estaban lejos de ser primitivos, ellos eran perspicaces y alegres, remarca Thompson; junto a los artesanos de Londres, algunos se encontraban entre los más organizados de las clases trabajadoras. Unos pocos de ellos habían leído a A. Smith, unos cuantos más se habían puesto a estudiar las normas de funcionamiento de las Trade Unions de acuerdo a la información analizada por el autor, los tundidores y los calceteros, considerados la base social del movimiento ludita, fueron capaces de dirigir una organización compleja, encargarse de sus finanzas y de su correspondencia; todos ellos tuvieron tratos, a través de sus representantes, con los parlamentos. Thompson precisa el perfil de un posible ludita; Heson: autodidacta, bien informado sobre leyes relativas a la industria y al sindicalismo, escribía para la prensa radical y social, al que no solo se consideraba ludita, sino; posiblemente, se le atribuía ser el mismo General Ludd, esto era muy posible, porque conocía la mayor parte de la historia ludita.

Al margen de los rasgos  ilustrados de algunos luditas, la valoración de Thompson  sobre el carácter y contenido político del movimiento ludita, lo muestra como una manifestación de la cultura obrera de mayor independencia y complejidad, que cualquiera de las conocidas en el siglo XVII, que se desarrolló a partir de la cultura de las Trade Unions, de las sociedades de socorro mutuo, de la ceremonia secreta y el juramento, las peticiones cuasi legales en el  parlamento, las reuniones  de los artesanos en sus locales de encuentro; movimiento que se entretejió con el conjunto de la sociedad subalterna en Inglaterra,  que gozaba del respaldo de gran parte de la opinión pública, en la medida que sus asaltos y ataques iban dirigidos a los grandes empresarios y al sistema de fábricas, que en los sectores populares despertaban una profunda hostilidad. Esta simpatía se extendía a cientos de patrones de pequeños talleres que fueron arruinados por la competencia, quienes estaban de acuerdo con la defensa de una forma de organización del trabajo, de su independencia y su moralidad. No se trataba; entonces, de un movimiento aislado y aventurero, sino de un movimiento integrado en la defensa de las tradiciones de una forma de vida, que se veía amenazada por las imposiciones del “laissez faire”. 

En este contexto, en determinado momento, el movimiento ludita alcanzó perfiles insurreccionales. Los propios asaltos a telares mecánicos dieron lugar a preparativos insurreccionales más serios, Thompson ilustra que uno de los confidentes del gobierno más informados,  señalaba que a mediados de julio de 1812, en el asalto a un telar en Lancashire, grupos de más de 200 luditas entraron en las casas noche tras noche y se apoderaron de armas; los insurrectos iban armados con pistolas, cohetes y bengalas, y que por su forma de accionar revelaban un grado extraordinario de coordinación y organización. Grupos políticos de painitas y demócratas veían en el movimiento ludita una oportunidad revolucionaria más general , por lo  que cualquier explicación  que lo reduzca a un hecho laboral concreto o que desprecie su trasfondo insurreccional, diciendo que se trataba de unos pocos exaltados no es satisfactoria; incluso en los distritos donde el  ludismo se ajustó en relación a la consecución en los objetivos de tipo laboral, la conexión entre la destrucción de telares y la sedición política se daba por supuesta en todas partes, en la medida en que no solo los tejedores de punto o los tundidores , sino también, en general, las clases bajas eran  cómplices de los luditas, en su lucha contra los calceteros negociantes, el  ejército y los magistrados, por lo que gentes de oficio de todo tipo se sumaban a las movilizaciones promovidas por ellos. 

Sin embargo, la gran limitación del movimiento ludita, como precisa Thompson, es que nunca alcanzó un accionar articulado y coherente a nivel nacional, ellos en su experiencia no reconocían reunión nacional alguna en la que pudiesen confiar, ni política nacional de ningún tipo, con la que se pudieran identificar; por lo tanto, el movimiento ludita; sobre todo, fue fuerte en las comunidades locales y más coherente cuando realizaba acciones dirigidas a la industria. Las causas de su derrota están atribuidas por el autor, a la revocación de las “Orders Council”, la rápida mejora del comercio y la presión de las autoridades, mediante la penetración de espías, de tropas militares y las ejecuciones de luditas responsables de asaltos de talleres y fábricas. 

Thompson muestra; sin embargo, que los luditas no desaparecieron con la caída de su movimiento, más bien, ellos continuaron con la agitación por otros métodos, una agitación por la reforma parlamentaria, la que se hizo más fuerte, justamente, en los distritos de Inglaterra, donde el ludismo fue derrotado. Sus miembros se  convirtieron en los líderes más importantes de los Clubes Hamp, asociaciones ligadas a la tradición de la revolución francesa, donde los asistentes discutían e intercambiaban informaciones sobre asuntos políticos: estas asociaciones de ciudadanos son y fueron llamadas clubes políticos, sociedades populares, sociedades patrióticas o clubes jacobinos; los miembros de estas asociaciones, entre otras cosas, debatían sobre cuestiones político-sociales, comentaban las noticias de actualidad  y analizaban los proyectos de ley que se consideraban en las asambleas legislativas.

COMENTARIOS FINALES

Thompson con su historia sobre el movimiento ludita en Inglaterra; nos invita a romper con  una mirada simplista y unilateral sobre el mismo, así  nos da una ilustración magistral del uso del método marxista,  para estudiar los procesos sociales, en la medida en que encuentra el verdadero significado histórico del movimiento ludita ubicándolo como parte de una totalidad histórica más basta(las trasformaciones económicas, políticas  y culturales de la revolución industrial), de la que formó parte;  pero también,  como el momento de un proceso histórico más largo, de maduración de la conciencia de la clase obrera, resultado de la experiencia, tanto con métodos violentos y de acción directa, como con  métodos parlamentarios de lucha por reformas legales. Demostrándonos que la realidad no es un recorte de periodos definidos, sino que está formada de procesos en los que se producen modificaciones cuantitativas y cualitativas de las condiciones de vida, donde lo nuevo y lo viejo se entrelaza de manera dialéctica.

Desde una perspectiva metodológica, el trabajo de Thompson es; también, la ilustración de cómo en el estudio de lo social, las dimensiones explicativas (el contexto industrial y las leyes contra la organización de los trabajadores), se combinan con la dimensión comprensiva de lo social, al buscar la naturaleza del movimiento ludita, en el significado que, para estos hombres y mujeres, desde su experiencia, tuvo la ruptura de sus tradiciones de vida desmontadas por el “laissez faire.  Sentido moral del trabajo que solo se fue transformando, para ellos, en la práctica de la lucha y de la experiencia de la explotación. Se trata de la ruptura con la explicación “economicista” que atribuye el ludismo al simple juego de causa y efecto de las “orders in council”, pero; además, con otras perspectivas epistemológicas, como el neo institucionalismo que explica la realidad social, a partir de la producción y aplicación de normas y/o con el posestructuralismo que pone en entredicho, a los sujetos como hacedores de su historia. En Thompson la norma son objetivaciones de relaciones sociales, de formas de vida, y a medida que las relaciones sociales van cambiando, se produce la lucha por el cambio de las normas (la burguesía emergente) o por la persistencia de las antiguas normas, como en el caso de los artesanos en Inglaterra, que defendían las viejas normas del trabajo para preservar sus condiciones de vida. Es decir, que la lucha por las normas aparece como la lucha por el sentido colectivo de sus propias prácticas; en este caso, como la defensa de las viejas relaciones de dominación paternalista desde las que habían construido una forma de vida y de comunidad, una moral de trabajo, que se iba disolviendo a favor del “laissez faire”. 



[i] Se promulgaron en 1799 y 1800 ante el auge que el movimiento obrero estaba tomando y declaraban ilegales las Trade Unions, es decir, las organizaciones obreras o sindicatos. En realidad, estas organizaciones ya eran ilegales, pero estas leyes simplificaban el procedimiento legal para su persecución y facilitaban su denuncia a los empresarios; además, posibilitaban la represión mediante fuerzas públicas, incluido el ejército. La legislación inglesa seguía el ejemplo de la francesa, que en 1791 había implantado una similar: la ley Le Chapelier. Durante los años en que estuvieron vigentes permitieron la persecución sindical, especialmente de los líderes obreros y propiciaron que los movimientos contra el maquinismo, como el ludismo, se movieran en la clandestinidad. Sin embargo, tampoco se pudieron aplicar con toda su crudeza por la vastedad que en poco tiempo el movimiento obrero estaba tomando, se calcula que las detenciones con estas leyes no llegaron a los dos centenares.

[ii] Se da el nombre de Ned Ludd a un trabajador británico del condado de Leicestershire, cuya vida se sitúa en torno al siglo XVIII o XIX, de existencia legendaria y dudosa; pudo ser un pseudónimo para protegerse de posibles represalias.

[iii] Un aparato compuesto por dos tijeras o más, acopladas a un bastidor, que se podían pasar por la superficie del paño, con una simplicidad que permitía prescindir de los artesanos cualificados para esta tarea.

jueves, 2 de agosto de 2018

Nuestra participación en las XVI Jornadas Internacionales de Sociología del trabajo







Las Journées Internationales de Sociologie du Travail (Jornadas Internacionales de Sociología del Trabajo) (JIST) es un espacio de reflexión académica en base a los resultados de investigaciones en sociología del trabajo, obtenidos por investigadores de diversas nacionalidades, en distintas latitudes del planeta. Es un evento que se realiza cada 2 años, este año, las JIST (2018) estuvieron organizadas por el LISE (Laboratoire Interdisciplinaire pour la Sociologie Économique)-CNAM/CNRS de Paris-Francia y se llevó a cabo, entre el 9 y 11 de julio, en las instalaciones del histórico Museo de Artes y Oficios de Paris. La temática con la que se convocó al evento fue: El Trabajo en Lucha:  Resistencias, conflictos y acciones colectivas, en conmemoración a los 50 años de "Mayo de 1968".

La reflexión sobre los resultados de investigación se concentró en 5 talleres: ¿Que transformaciones en el repertorio de luchas colectivas e individuales (taller 1); el empleo transformado: ¿qué nuevas conflictualidades? (taller 2), El trabajo y sus técnicas: ¿qué apuestas de lucha en las organizaciones? (taller 3); los espacios de la acción, de la negociación y de la regulación(taller 4) y (¿cambiar el trabajo, cambiar la sociedad? (Taller 5). Como grupo de estudios del trabajo, participamos del taller 4, en el que expusimos un trabajo que identifica y analiza el sentido, a partir del cual, tanto obreros de élite como fluctuantes, responden a la dominación en empresas de flujo continuo en Bolivia. 

El evento contó con la presencia de uno de los investigadores más importantes de la escuela francesa de la sociología del trabajo, en la vertiente fundada por Pierre Naville, Pierre Rolle, que formó parte de la plenaria de cierre del evento, dedicada a la reflexión en perspectiva de su libro “30 Ans  Après: Le bilan de la Sociologie du Travail” (Treinta años después: un Balance de la sociología del Trabajo).  


En esta ocasión, junto a algunas fotos que recogen momentos del evento, compartimos fotos de la participación de Pierre Rolle, acompañado del Profesor Pierre Tripier, otro importante representante de la sociología del trabajo francesa. Compartimos algunas fotografías del evento:



lunes, 16 de julio de 2018

Sobreexplotación al estilo chino y su impacto sobre el trabajo en el sector de la construcción




Luis Fernando Castro López



Fotografía: http://correodelsur.com, 24/10/2015
      Desde hace; aproximadamente 5 años que va creciendo, de forma notable, la presencia de empresas chinas con contratos millonarios de construcción de infraestructura. Su presencia ha tomado notoriedad en la opinión pública a causa de las prácticas laborales que provocaron la movilización y protesta de los obreros bolivianos. Pronto estas protestas pusieron en evidencia que estas empresas chinas gozaban de privilegios en la adjudicación de contratos millonarios de construcción y de la tolerancia de las instituciones estatales frente a sus prácticas de sobreexplotación contra los obreros bolivianos.
   En el siguiente artículo queremos reflexionar sobre la manera en que estas prácticas de explotación de las empresas chinas vinieron a impactar sobre el espacio laboral del sector de la construcción en Bolivia.


1. PRÁCTICAS DE SOBREEXPLOTACIÓN DE LA FUERZA DE TRABAJO    
Si algo sobresale en la historia de las empresas chinas, son las prácticas de sobreexplotación de obreros provenientes de poblados rurales de su país, estas prácticas fueron uno de los pilares de la acumulación de capital de las empresas mixtas conformadas por los gobiernos locales y, también, de las empresas privadas, durante la década de los 80 y 90, justo cuando el Estado de la República Popular China adoptó medidas de neoliberales, tal como lo explica Harvey[i]. Actualmente, estas prácticas de sobreexplotación fueron exportadas por las empresas chinas desde su país de origen, con el objetivo de maximizar sus ganancias en los diferentes megaproyectos de construcción en distintas latitudes.
Si por sobreexplotación entendemos a aquella situación en la que los obreros reproducen su fuerza de trabajo en condiciones que están por debajo de la media de condiciones materiales, sociales y económicas históricamente establecidas como suficientes para reproducir la fuerza de trabajo de ellos y sus familias[ii]; entonces,  entenderemos, que las prácticas de sobreexplotación son  esas acciones patronales tendientes extraer plus trabajo a los obreros mediante la degradación de sus condiciones de vida y de trabajo por debajo de las condiciones medias[iii].


1.1.         MALAS CONDICIONES DE TRABAJO Y EVASIÓN A LA NORMATIVA LABORAL, PARA BAJAR EL PRECIO DE LA FUERZA DE TRABAJO.
Fotografía: http://www.erbol.com.bo, 28/09/2016
Si tomamos a la normativa laboral boliviana como un referente de las condiciones medias de explotación de fuerza de trabajo, entonces, el incumplimiento de dicha normativa por parte de las empresas chinas significa la sobreexplotación de la fuerza de trabajo mediante la reducción de su valor.
Como se ha denunciado de manera reiterada en los medios de prensa, las empresas chinas no cumplen con los pagos del salario, no respetan la jornada laboral de ocho horas, etc. De hecho, estas empresas pagan a sus obreros, un salario básico por debajo del salario mínimo, además, en casi todas las empresas denunciadas (la mayor parte en el ramo de la construcción) no cumplen con los aportes a la AFP, a la Caja de Salud, etc.
Pero quedarnos en el incumplimiento o no de la normativa boliviana, solo nos muestra una parte del problema, pues las empresas chinas no solo evaden las normas laborales para acrecentar sus ganancias; sino que también, desconocen algunas convenciones y acuerdos “de hecho” conquistados por los obreros de la construcción. Por ejemplo, una de las convenciones de trabajo, consiste en el registro manual de las horas extra sobre las cuales los obreros hacen la negociación de sus monto salarial. En el caso de la SINOPEC[iv] y la SINOHYDRO[v], los capataces de estas empresas trataron de manipular estos registros manuales a espaldas de los obreros, para reducir el pago de horas extra o no reconocerlas en último término.
      Además de las prácticas de sobreexplotación tendientes a bajar el precio de la fuerza de trabajo por debajo de la media, las empresas chinas han buscado reducir costos destinados al mantenimiento de la fuerza de trabajo en el campamento, mediante la imposición de precarias condiciones de trabajo, como han denunciado los obreros de RALIWAY[vi] y SINOPEC[vii], mostrando el hacinamiento en el que viven y las condiciones precarias de sus campamentos. Varios obreros se ven obligados a compartir un solo cuarto que a veces no cuenta con camas o solo existen colchones apostados en el piso de tierra, a la vez que están impelidos  a consumir alimentos en mal estado y soportar las altas temperaturas.
      En otros casos, las malas condiciones de trabajo se dan en la dotación de ropa de trabajo, como testimonian los obreros de VICSTAR, quienes se vieron obligados a trabajar con su ropa vieja, porque la empresa les había dotado ropa de trabajo traída desde china, inadecuada para el trabajo en Bolivia; se trataba de camperas y overoles con frisa, inadecuados para trabajar en el trópico o en la ciudad de Cochabamba[viii].


1.2. LA DEGRADACIÓN PROFESIONAL COMO MEDIO DE REDUCCIÓN DE COSTES LABORALES
Fotografía: https://www.rimaypampa.com, 28/03/2017
      Un obrero comenta respecto de su cuadrilla de trabajo: “Solo un maestro, y lo resto hay dos que conocen, son maestros como maestros han trabajado en otra obra, pero aquí le pagan como ayudante”[ix]. Una de las formas de sobreexplotación del trabajo, practicadas por las empresas chinas, ha sido desconocer  los “acuerdos de hecho” en el sector de la construcción, sobre  los niveles salariales correspondientes a las categorías de maestro, operador y contramaestre;  mediante la contratación de  obreros cualificados del rango de maestros bajo  la categoría de ayudantes, a los que les pagan como ayudantes, aunque  las tareas  que realicen   correspondan a las de un maestro enferrador, a un maestro encofrador o a un  operador de maquinaria. En este sentido podemos decir, que los chinos han llevado adelante un "Déclassement professionnel"[x] (que en este trabajo será traducido como “degradación profesional”) de los obreros cualificados de la construcción con miras a bajar costos en fuerza de trabajo. ¿Cómo lograron tal cosa las empresas chinas?

El obrero comenta lo siguiente:
“Solo hay 3 maestros que han armado, lo resto son puro ayudante […]¿cuantos maestros deberían existir para ese tipo de obra? Ni supervisión no dice nada, no sé en qué tiempo estamos porque en algunas obras, mayoría de los maestros de espaciosidad en cada área trabajan, pero al contrario, la empresa china VICSTAR ha contratado puro ayudantes, en toda la obra que está en Beijín, Barrientos y 6 de agosto, República y 6 de agosto, será 10 maestros máximo, los restos son ayudantes”[xi]
     Como testimonia el obrero entrevistado, las empresas chinas reducen el número necesario de puestos de trabajo con categoría de maestro y amplían el número de puestos con categoría de ayudante, de tal manera que los obreros cualificados que se postulan se ven obligados a tener que ocupar los puestos de ayudante; pero en la misma dinámica de la obra, obligados por el ritmo de trabajo y los tiempos de entrega, terminan realizando las tareas de un maestro. Esta degradación del empleo no solo ha impactado sobre las convencionales formas de distribución de puestos de trabajo (o sea, sobre la cantidad de maestros y ayudantes necesarios para cada tarea), sino también, ha impactado sobre los salarios de los obreros que trabajan en el puesto de maestro, quienes debieron aceptar la reducción de su salario de 5000 bs. (Precio establecido en el mercado en el momento de la entrevista) a 3000 bs.
     La degradación profesional practicada por los chinos, ha sido posible debido a la migración del campo de campesinos con oficio de albañiles, que aumentan la oferta de fuerza de trabajo en las ciudades. Oferta que es aprovechada por las empresas chinas, para eliminar las escalas salariales e imponer la degradación profesional, tal como testimonian los compañeros de VICSTAR, SYNOHIDRO, SINOPEC, etc. No es  casual, entonces, que algunas empresas  hayan colocado sus oficinas de empleo en puntos urbanos muy cercanos a las comunidades del campo;  en el caso de Cochabamba, las oficinas de empleo de las empresas chinas se encuentran a los extremos de la zona metropolitana,  en ellas se observa cómo, los obreros de la construcción, atraídos por la oportunidad de trabajar en una empresa extranjera, se aglomeran en las puertas de las oficinas esperando una respuesta a su postulación; varios de ellos presentan en su hoja de vida, certificados de haber  trabajado en empresas de construcción importantes, pero son muchos más, los que vienen de haber aprendido el oficio trabajando en los pequeños proyectos “Evo Cumple” en el área rural[xii].
     Podríamos decir que las empresas chinas aprovechan la presencia de una sobrepoblación relativa de capital[xiii] que busca empleo en el sector de la construcción; pero, ademas, se han visto favorecidas por una creciente sobrepoblación relativa latente[xiv], o sea, una población de trabajadores agrícolas que, debido al minifundio y la pobreza en el campo, terminan participando de los proyectos rurales de construcción implementados por el gobierno de tal manera que se “encuentran en un estado de tránsito permanente al proletariado, dispuestos, cuando las condiciones son favorables, a migrar a las ciudades para sumarse al proletariado industrial”[xv].
     En suma, las empresas chinas tratan de imponer a los obreros bolivianos un régimen de sobreexplotación, en tanto tratan de reducir los costos en fuerza de trabajo mediante el desconocimiento del salario diferido reconocido por el Estado y la degradación profesional, utilizando a su favor  la constante presión que ejerce sobre el sector la creciente sobrepoblación relativa.


2. UNA DIVISIÓN NEOCOLONIAL DEL TRABAJO EN LAS EMPRESAS
Fotografía: https://www.eldia.com.bo, 20/08/2017
     La organización del trabajo en las empresas chinas se basa en una división técnica del trabajo atravesada por la pertenencia nacional de los trabajadores. Como testimonian los obreros bolivianos, en las empresas chinas, los ingenieros y capataces, los managers, son chinos, mientras que la mayoría de los obreros son bolivianos.
     En las empresas chinas se ha establecido una división jerárquica por el origen nacional sobre los puestos de trabajo, segmentando el mercado interno de cada empresa: un primer segmento de ingenieros y capataces chinos(en lo alto de la jerarquía), un segundo nivel:  los obreros chinos y en el  ultimo escalón  jerárquico, los obreros bolivianos.


2.1. LA DISCRIMINACIÓN EN LAS CONDICIONES DE VIDA Y EN LOS NIVELES SALARIALES 
     Esta jerarquización por origen nacional en la organización del trabajo, reproduce las desigualdades en las condiciones de trabajo y de vida en los campamentos. Los ingenieros, managers chinos (los jefes) y los obreros chinos tienen condiciones óptimas en el campamento, cuentan con camas y cuartos propios; además de aire acondicionado y refrigerador, para mantener frescos los alimentos; mientras que los obreros bolivianos viven hacinados en campamentos precarios con el riesgo de consumir alimentos en descomposición.
     Esta misma jerarquización se traduce en discriminación salarial, al punto que, en algunas empresas, los obreros bolivianos y los obreros chinos tienen diferentes niveles salariales, pese a ocupar el mismo puesto y cumplir las mismas funciones.  Por lo general, los salarios de los obreros bolivianos oscilan  en promedio, entre 1800 y 3100 bs.; mientras que los chinos, en un puesto similar, tienen un salario básico de entre 7000y 10000 bs.[xvi]. Respecto ala discriminación, un obrero manifestaba:
“Al final del mes en el día de pago es más doloroso para todos los trabajadores que trabajan legalmente, porque digo eso, hay premio, regalan dan obsequio premio incentivo, los chinos, al que saluda al chino al que le da la mano al chino, a ellos le dan premio, pero según los chinos dicen, nosotros estamos dando premio o incentivo a los mejores trabajadores, pero sin embargo no es así nosotros como sindicato yo personalmente en trabajo que estoy dando rogando, hay gente que rinde realmente hace trabajo un ayudante que hace trabajo de un maestro a esos no les reconocen ellos, ellos solamente reconocen el que saluda”[xvii]
     La discriminación salarial se traduce en un trato privilegiado para los obreros chinos, por medio de las primas de incentivo, por encima de cualquier criterio de eficiencia y eficacia productiva. Esta segmentación entre obreros por su pertenencia nacional se acentúa aún más, por el poder que otorgan  las empresas chinas a los obreros chinos, quienes gozan de la posibilidad de controlar el trabajo de los obreros bolivianos, lo que  los convierte en una especie de capataces. Esto ultimo, ha provocado problemas con los maestros albañiles que son movidos de sus puestos de trabajo de manera arbitraria por orden de estos obreros chinos, otra muestra de que  en las empresas chinas se reproduce una organización del trabajo y un mercado interno segmentado en el que los obreros bolivianos ocupan el nivel más bajo de la jerarquía.


2.2. LAS RELACIONES DE DOMINACIÓN NEOCOLONIAL AVALADAS POR EL GOBIERNO DEL MAS
Esta división del trabajo, atravesada por la diferencias nacionales, ha significado; en ultimo termino, la reproducción de relaciones de control y dominación de carácter neocolonial en el seno del proceso de trabajo; es decir, de la transferencia del poder de dominación de los capitalistas chinos, dueños de los medios de producción y de las empresas, a los cuadros técnicos chinos que se constituyen en  agentes de dominación y control sobre los obreros bolivianos.

     Esto explica los castigos violentos a los que son sometidos los obreros bolivianos  por los “chinos”, también, explica la cantidad de episodios que debieron acumularse para que los obreros bolivianos se atrevieran a denunciar a  los capataces chinos, que tienen el poder para despedirlos.
Las empresas chinas vinieron a transformar las condiciones de explotación de fuerza de trabajo, por la   importación de las suyas. Cuando los obreros bolivianos denuncian que los chinos los tratan como “esclavos”, están expresando que las leyes y convenciones establecidas sobre el trabajo obrero, muchas de ellas ganadas por luchas obreras en Bolivia, han sido desconocidas por las empresas chinas. En ultimo termino, los obreros bolivianos están reivindicando un sentido de justicia,  un contenido moral del trabajo, para el cual, la "esclavitud" objetivada en los abusos patronales de los chinos, significa un estado que mella su dignidad como trabajadores asalariados. 

Los obreros bolivianos vivencian como esclavitud la sobreexplotación a la que son sometidos en  estas empresas, dentro de un régimen de dominación neocolonial, que subordina a los obreros a los designios e intereses económicos del capital chino. En este sentido, la analogía de los obreros a estar viviendo como esclavos en la época de la colonia, expresa con meridiana claridad, la dominación extranjera china a la que están sometidos.
    Este ejerció del poder neocolonial al interior de las empresas chinas, ilustra; de manera sintética, las relaciones economías entre China y Bolivia, impulsadas por el MAS. No se trata de una relación entre socios, sino una relación de subordinación económica al capital financiero e industrial chino, que ahora, como dueño de empresas, viene a representar esa misma dominación imponiendo prácticas de sobreexplotación y formas de castigo a los obreros bolivianos, con la complicidad del gobierno, quien defiende y trata de mediar las movilizaciones obreras a favor de las empresas chinas. Un hecho significativo, es que el Presidente Evo Morales, afirme que: “quienes protestan contra empresas chinas y contra China quieren que el modelo neoliberal vuelva, que Estados Unidos nuevamente condicione a Bolivia y a América Latina con sus políticas de saqueo, robo, de asalto al patrimonio, porque a eso se deben".
Para el gobierno quedan inadvertidas las protestas de los obreros porque están comprometidos e involucrados con la República Popular de China dentro de las disputas imperialistas contra EEUU y; en ese sentido,  el MAS se ha convertido en el nuevo agente que media e impulsa las  relaciones capitalistas y neocoloniales de explotación.

3. LA ORIENTACIÓN DE LA LUCHA OBRERA    
Fotografía: http://eju.tv, 13/11/2015
        En las condiciones analizadas hasta aquí, la lucha obrera se ha dado por la defensa de las conquistas laborales que quieren ser barridas, para imponer otra cultura de trabajo, que permita elevar la tasa de explotación de fuerza de trabajo en favor de la valorización de los capitales chinos. Si bien las primeras movilizaciones obreras contra las empresas chinas comenzaron el 2014 (con los obreros de la empresa VICSTAR) y luego volvieron a reavivarse con la movilización de los obreros de SINOHYDRO el año 2016, la mayor parte de estas apuntaban a una defensa del valor moral del salario, o sea, reivindicaban el cumplimiento de las leyes laborales y; también; el cumplimiento de ciertas de convenciones tradicionales en la definición de los salarios, que eran evadidas por las empresas chinas. Sin embargo, la avanzada del capital chino sobre las conquistas obreras bolivianas no se detuvo y ello condujo a que se protagonicen confrontaciones físicas entre obreros y capataces chinos, también, a que se intensifiquen los bloqueos y los paros obreros contra estas empresas. Estas movilizaciones lograron frenar; en algunos casos, los despidos injustificados; sin embargo, las empresas chinas respondieron con más violencia al interior del espacio laboral; por ejemplo, encerrando a los trabajadores bolivianos[xviii] como forma de castigo, frente a la imposibilidad de despedirlos.
    Frente a estos conflictos laborales, algunas empresas chinas buscaron emplear obreros fluctuantes mediante la subcontratación de empresas de servicios, para no hacerse cargo de la gestión de los trabajadores ni del pago de beneficios, pero volvieron a incurrir en el incumplimiento del pago de servicios a las empresas subcontratistas, que se encontraron ante la imposibilidad de pagar salarios.
En este sentido, las movilizaciones y reclamos de los obreros persisten. Las prácticas de sobreexplotación llevadas adelante por las empresas chinas han armado un escenario de lucha en el que afloran, nuevamente, consignas y argumentos de tipo nacionalista. Como la de varios obreros indignados reclamando al gobierno del MAS la expulsión de capataces chinos. Pero el impacto significativo políticamente,  de las luchas obreras, se dio en un espacio más amplio que el de la empresa, extendiéndose a las comunidades aledañas a las obras de construcción. En este sentido,  se puede citar el caso de la población de Padilla que realizó un paro indefinido “en protesta contra la empresa china Sinohydro, a la que acusan de cometer una serie de abusos contra sus trabajadores bolivianos”[xix] o el cabildo de la población de Inquisivi, en el que se decretó la expulsión de las empresas chinas[xx].
    Sin duda,  la clase obrera está posicionada en el centro  de una futura de lucha anti imperialista, de carácter nacionalista. Se tratará con seguridad de un proceso contradictorio de maduración política, muestra de ello es la declaración de los FSTMB(Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia), que luego  de manifestar que expulsarán a las empresas chinas, retrocede y decide convertirse en la revisora y veedora del cumplimiento de contratos laborales con las empresas chinas.



[i] Harvey, David (2007) Breve historia del neoliberalismo. Madrid: Ediciones Akal.
[ii] Una referencia al concepto de sobre explotación se encuentra en: Marx, Carlos (1985)  El Capital. Tomo I, vol. 1. 13ª edición. México D. F.: Siglo XXI Editores
[iii] Aillón, Tania; Castro, Luís y Peredo, Samuel (2011) “Sobreexplotación, dominación y resistencia en empresas de flujo continuo en Bolivia” en  Revista da RET, Año V, Número 8. Visto en: http:// www.estudosdotrabalho.org, última visita el 03 de julio de 2018
[iv] Trabajadores de china Sinopec en paro por condiciones laborales en Bermejo. Publicado en: http://www.paginasiete.bo, el 11 de octubre de 2017.
[v] Información basada en entrevista a un dirigente del sindicato de trabajadores de la empresa SINOHYDRO.  
[vi] Persiste maltrato de empresa Railway a obreros bolivianos. Publicado en: http://www.eldiario.net, el 21 de mayo de 2018.
[vii] Trabajadores en huelga contra empresa china Sinopec por malos tratos. Publicado en: http://radiofides.com, el 27 de enero de 2017.
[viii] Información basada en entrevista a un dirigente del sindicato de trabajadores de la empresa VICSTAR.
[ix] Extracto de una entrevista a un obrero de la empresa VICSTAR.
[x] Hablamos de Déclassement professionnel, cuando un individuo que era empleado en un puesto de trabajo que concordaba con su formación es movido a un puesto de categoría inferior, pese a que continúa desempeñando las mismas funciones de su anterior empleo.
[xi] Extracto de una entrevista a un obrero de la empresa VICSTAR.
[xii] Información obtenida en base a trabajo etnográfico.
[xiii] Marx, Carlos (1985)  El Capital. Tomo I, vol. 3. 13ª edición. México D. F.: Siglo XXI Editores
[xiv] Ídem.
[xv] Ídem.
[xvi] Obreros denuncian que chinos ganan el triple que los bolivianos. Publicado en: http://www.opinion.com.bo, 12 de febrero de 2017.
[xvii] Extracto de una entrevista a un obrero de la empresa VICSTAR.
[xviii] Denuncian que chinos encierran a doce personas en Canutillos. Publicado en: https://www.rimaypampa.com, el 8 de marzo de 2017.
[xix] Pobladores de Padilla declaran paro indefinido en protesta contra una empresa china. Publicado en: http://www.la-razon.com, el 31 de enero de 2018.
[xx] Inquisivi determina expulsar a las empresas chinas. Publicado en: http://www.paginasiete.bo, el 8 de abril de 2018.