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lunes, 16 de julio de 2018

Sobreexplotación al estilo chino y su impacto sobre el trabajo en el sector de la construcción




Luis Fernando Castro López



Fotografía: http://correodelsur.com, 24/10/2015
      Desde hace; aproximadamente 5 años que va creciendo, de forma notable, la presencia de empresas chinas con contratos millonarios de construcción de infraestructura. Su presencia ha tomado notoriedad en la opinión pública a causa de las prácticas laborales que provocaron la movilización y protesta de los obreros bolivianos. Pronto estas protestas pusieron en evidencia que estas empresas chinas gozaban de privilegios en la adjudicación de contratos millonarios de construcción y de la tolerancia de las instituciones estatales frente a sus prácticas de sobreexplotación contra los obreros bolivianos.
   En el siguiente artículo queremos reflexionar sobre la manera en que estas prácticas de explotación de las empresas chinas vinieron a impactar sobre el espacio laboral del sector de la construcción en Bolivia.


1. PRÁCTICAS DE SOBREEXPLOTACIÓN DE LA FUERZA DE TRABAJO    
Si algo sobresale en la historia de las empresas chinas, son las prácticas de sobreexplotación de obreros provenientes de poblados rurales de su país, estas prácticas fueron uno de los pilares de la acumulación de capital de las empresas mixtas conformadas por los gobiernos locales y, también, de las empresas privadas, durante la década de los 80 y 90, justo cuando el Estado de la República Popular China adoptó medidas de neoliberales, tal como lo explica Harvey[i]. Actualmente, estas prácticas de sobreexplotación fueron exportadas por las empresas chinas desde su país de origen, con el objetivo de maximizar sus ganancias en los diferentes megaproyectos de construcción en distintas latitudes.
Si por sobreexplotación entendemos a aquella situación en la que los obreros reproducen su fuerza de trabajo en condiciones que están por debajo de la media de condiciones materiales, sociales y económicas históricamente establecidas como suficientes para reproducir la fuerza de trabajo de ellos y sus familias[ii]; entonces,  entenderemos, que las prácticas de sobreexplotación son  esas acciones patronales tendientes extraer plus trabajo a los obreros mediante la degradación de sus condiciones de vida y de trabajo por debajo de las condiciones medias[iii].


1.1.         MALAS CONDICIONES DE TRABAJO Y EVASIÓN A LA NORMATIVA LABORAL, PARA BAJAR EL PRECIO DE LA FUERZA DE TRABAJO.
Fotografía: http://www.erbol.com.bo, 28/09/2016
Si tomamos a la normativa laboral boliviana como un referente de las condiciones medias de explotación de fuerza de trabajo, entonces, el incumplimiento de dicha normativa por parte de las empresas chinas significa la sobreexplotación de la fuerza de trabajo mediante la reducción de su valor.
Como se ha denunciado de manera reiterada en los medios de prensa, las empresas chinas no cumplen con los pagos del salario, no respetan la jornada laboral de ocho horas, etc. De hecho, estas empresas pagan a sus obreros, un salario básico por debajo del salario mínimo, además, en casi todas las empresas denunciadas (la mayor parte en el ramo de la construcción) no cumplen con los aportes a la AFP, a la Caja de Salud, etc.
Pero quedarnos en el incumplimiento o no de la normativa boliviana, solo nos muestra una parte del problema, pues las empresas chinas no solo evaden las normas laborales para acrecentar sus ganancias; sino que también, desconocen algunas convenciones y acuerdos “de hecho” conquistados por los obreros de la construcción. Por ejemplo, una de las convenciones de trabajo, consiste en el registro manual de las horas extra sobre las cuales los obreros hacen la negociación de sus monto salarial. En el caso de la SINOPEC[iv] y la SINOHYDRO[v], los capataces de estas empresas trataron de manipular estos registros manuales a espaldas de los obreros, para reducir el pago de horas extra o no reconocerlas en último término.
      Además de las prácticas de sobreexplotación tendientes a bajar el precio de la fuerza de trabajo por debajo de la media, las empresas chinas han buscado reducir costos destinados al mantenimiento de la fuerza de trabajo en el campamento, mediante la imposición de precarias condiciones de trabajo, como han denunciado los obreros de RALIWAY[vi] y SINOPEC[vii], mostrando el hacinamiento en el que viven y las condiciones precarias de sus campamentos. Varios obreros se ven obligados a compartir un solo cuarto que a veces no cuenta con camas o solo existen colchones apostados en el piso de tierra, a la vez que están impelidos  a consumir alimentos en mal estado y soportar las altas temperaturas.
      En otros casos, las malas condiciones de trabajo se dan en la dotación de ropa de trabajo, como testimonian los obreros de VICSTAR, quienes se vieron obligados a trabajar con su ropa vieja, porque la empresa les había dotado ropa de trabajo traída desde china, inadecuada para el trabajo en Bolivia; se trataba de camperas y overoles con frisa, inadecuados para trabajar en el trópico o en la ciudad de Cochabamba[viii].


1.2. LA DEGRADACIÓN PROFESIONAL COMO MEDIO DE REDUCCIÓN DE COSTES LABORALES
Fotografía: https://www.rimaypampa.com, 28/03/2017
      Un obrero comenta respecto de su cuadrilla de trabajo: “Solo un maestro, y lo resto hay dos que conocen, son maestros como maestros han trabajado en otra obra, pero aquí le pagan como ayudante”[ix]. Una de las formas de sobreexplotación del trabajo, practicadas por las empresas chinas, ha sido desconocer  los “acuerdos de hecho” en el sector de la construcción, sobre  los niveles salariales correspondientes a las categorías de maestro, operador y contramaestre;  mediante la contratación de  obreros cualificados del rango de maestros bajo  la categoría de ayudantes, a los que les pagan como ayudantes, aunque  las tareas  que realicen   correspondan a las de un maestro enferrador, a un maestro encofrador o a un  operador de maquinaria. En este sentido podemos decir, que los chinos han llevado adelante un "Déclassement professionnel"[x] (que en este trabajo será traducido como “degradación profesional”) de los obreros cualificados de la construcción con miras a bajar costos en fuerza de trabajo. ¿Cómo lograron tal cosa las empresas chinas?

El obrero comenta lo siguiente:
“Solo hay 3 maestros que han armado, lo resto son puro ayudante […]¿cuantos maestros deberían existir para ese tipo de obra? Ni supervisión no dice nada, no sé en qué tiempo estamos porque en algunas obras, mayoría de los maestros de espaciosidad en cada área trabajan, pero al contrario, la empresa china VICSTAR ha contratado puro ayudantes, en toda la obra que está en Beijín, Barrientos y 6 de agosto, República y 6 de agosto, será 10 maestros máximo, los restos son ayudantes”[xi]
     Como testimonia el obrero entrevistado, las empresas chinas reducen el número necesario de puestos de trabajo con categoría de maestro y amplían el número de puestos con categoría de ayudante, de tal manera que los obreros cualificados que se postulan se ven obligados a tener que ocupar los puestos de ayudante; pero en la misma dinámica de la obra, obligados por el ritmo de trabajo y los tiempos de entrega, terminan realizando las tareas de un maestro. Esta degradación del empleo no solo ha impactado sobre las convencionales formas de distribución de puestos de trabajo (o sea, sobre la cantidad de maestros y ayudantes necesarios para cada tarea), sino también, ha impactado sobre los salarios de los obreros que trabajan en el puesto de maestro, quienes debieron aceptar la reducción de su salario de 5000 bs. (Precio establecido en el mercado en el momento de la entrevista) a 3000 bs.
     La degradación profesional practicada por los chinos, ha sido posible debido a la migración del campo de campesinos con oficio de albañiles, que aumentan la oferta de fuerza de trabajo en las ciudades. Oferta que es aprovechada por las empresas chinas, para eliminar las escalas salariales e imponer la degradación profesional, tal como testimonian los compañeros de VICSTAR, SYNOHIDRO, SINOPEC, etc. No es  casual, entonces, que algunas empresas  hayan colocado sus oficinas de empleo en puntos urbanos muy cercanos a las comunidades del campo;  en el caso de Cochabamba, las oficinas de empleo de las empresas chinas se encuentran a los extremos de la zona metropolitana,  en ellas se observa cómo, los obreros de la construcción, atraídos por la oportunidad de trabajar en una empresa extranjera, se aglomeran en las puertas de las oficinas esperando una respuesta a su postulación; varios de ellos presentan en su hoja de vida, certificados de haber  trabajado en empresas de construcción importantes, pero son muchos más, los que vienen de haber aprendido el oficio trabajando en los pequeños proyectos “Evo Cumple” en el área rural[xii].
     Podríamos decir que las empresas chinas aprovechan la presencia de una sobrepoblación relativa de capital[xiii] que busca empleo en el sector de la construcción; pero, ademas, se han visto favorecidas por una creciente sobrepoblación relativa latente[xiv], o sea, una población de trabajadores agrícolas que, debido al minifundio y la pobreza en el campo, terminan participando de los proyectos rurales de construcción implementados por el gobierno de tal manera que se “encuentran en un estado de tránsito permanente al proletariado, dispuestos, cuando las condiciones son favorables, a migrar a las ciudades para sumarse al proletariado industrial”[xv].
     En suma, las empresas chinas tratan de imponer a los obreros bolivianos un régimen de sobreexplotación, en tanto tratan de reducir los costos en fuerza de trabajo mediante el desconocimiento del salario diferido reconocido por el Estado y la degradación profesional, utilizando a su favor  la constante presión que ejerce sobre el sector la creciente sobrepoblación relativa.


2. UNA DIVISIÓN NEOCOLONIAL DEL TRABAJO EN LAS EMPRESAS
Fotografía: https://www.eldia.com.bo, 20/08/2017
     La organización del trabajo en las empresas chinas se basa en una división técnica del trabajo atravesada por la pertenencia nacional de los trabajadores. Como testimonian los obreros bolivianos, en las empresas chinas, los ingenieros y capataces, los managers, son chinos, mientras que la mayoría de los obreros son bolivianos.
     En las empresas chinas se ha establecido una división jerárquica por el origen nacional sobre los puestos de trabajo, segmentando el mercado interno de cada empresa: un primer segmento de ingenieros y capataces chinos(en lo alto de la jerarquía), un segundo nivel:  los obreros chinos y en el  ultimo escalón  jerárquico, los obreros bolivianos.


2.1. LA DISCRIMINACIÓN EN LAS CONDICIONES DE VIDA Y EN LOS NIVELES SALARIALES 
     Esta jerarquización por origen nacional en la organización del trabajo, reproduce las desigualdades en las condiciones de trabajo y de vida en los campamentos. Los ingenieros, managers chinos (los jefes) y los obreros chinos tienen condiciones óptimas en el campamento, cuentan con camas y cuartos propios; además de aire acondicionado y refrigerador, para mantener frescos los alimentos; mientras que los obreros bolivianos viven hacinados en campamentos precarios con el riesgo de consumir alimentos en descomposición.
     Esta misma jerarquización se traduce en discriminación salarial, al punto que, en algunas empresas, los obreros bolivianos y los obreros chinos tienen diferentes niveles salariales, pese a ocupar el mismo puesto y cumplir las mismas funciones.  Por lo general, los salarios de los obreros bolivianos oscilan  en promedio, entre 1800 y 3100 bs.; mientras que los chinos, en un puesto similar, tienen un salario básico de entre 7000y 10000 bs.[xvi]. Respecto ala discriminación, un obrero manifestaba:
“Al final del mes en el día de pago es más doloroso para todos los trabajadores que trabajan legalmente, porque digo eso, hay premio, regalan dan obsequio premio incentivo, los chinos, al que saluda al chino al que le da la mano al chino, a ellos le dan premio, pero según los chinos dicen, nosotros estamos dando premio o incentivo a los mejores trabajadores, pero sin embargo no es así nosotros como sindicato yo personalmente en trabajo que estoy dando rogando, hay gente que rinde realmente hace trabajo un ayudante que hace trabajo de un maestro a esos no les reconocen ellos, ellos solamente reconocen el que saluda”[xvii]
     La discriminación salarial se traduce en un trato privilegiado para los obreros chinos, por medio de las primas de incentivo, por encima de cualquier criterio de eficiencia y eficacia productiva. Esta segmentación entre obreros por su pertenencia nacional se acentúa aún más, por el poder que otorgan  las empresas chinas a los obreros chinos, quienes gozan de la posibilidad de controlar el trabajo de los obreros bolivianos, lo que  los convierte en una especie de capataces. Esto ultimo, ha provocado problemas con los maestros albañiles que son movidos de sus puestos de trabajo de manera arbitraria por orden de estos obreros chinos, otra muestra de que  en las empresas chinas se reproduce una organización del trabajo y un mercado interno segmentado en el que los obreros bolivianos ocupan el nivel más bajo de la jerarquía.


2.2. LAS RELACIONES DE DOMINACIÓN NEOCOLONIAL AVALADAS POR EL GOBIERNO DEL MAS
Esta división del trabajo, atravesada por la diferencias nacionales, ha significado; en ultimo termino, la reproducción de relaciones de control y dominación de carácter neocolonial en el seno del proceso de trabajo; es decir, de la transferencia del poder de dominación de los capitalistas chinos, dueños de los medios de producción y de las empresas, a los cuadros técnicos chinos que se constituyen en  agentes de dominación y control sobre los obreros bolivianos.

     Esto explica los castigos violentos a los que son sometidos los obreros bolivianos  por los “chinos”, también, explica la cantidad de episodios que debieron acumularse para que los obreros bolivianos se atrevieran a denunciar a  los capataces chinos, que tienen el poder para despedirlos.
Las empresas chinas vinieron a transformar las condiciones de explotación de fuerza de trabajo, por la   importación de las suyas. Cuando los obreros bolivianos denuncian que los chinos los tratan como “esclavos”, están expresando que las leyes y convenciones establecidas sobre el trabajo obrero, muchas de ellas ganadas por luchas obreras en Bolivia, han sido desconocidas por las empresas chinas. En ultimo termino, los obreros bolivianos están reivindicando un sentido de justicia,  un contenido moral del trabajo, para el cual, la "esclavitud" objetivada en los abusos patronales de los chinos, significa un estado que mella su dignidad como trabajadores asalariados. 

Los obreros bolivianos vivencian como esclavitud la sobreexplotación a la que son sometidos en  estas empresas, dentro de un régimen de dominación neocolonial, que subordina a los obreros a los designios e intereses económicos del capital chino. En este sentido, la analogía de los obreros a estar viviendo como esclavos en la época de la colonia, expresa con meridiana claridad, la dominación extranjera china a la que están sometidos.
    Este ejerció del poder neocolonial al interior de las empresas chinas, ilustra; de manera sintética, las relaciones economías entre China y Bolivia, impulsadas por el MAS. No se trata de una relación entre socios, sino una relación de subordinación económica al capital financiero e industrial chino, que ahora, como dueño de empresas, viene a representar esa misma dominación imponiendo prácticas de sobreexplotación y formas de castigo a los obreros bolivianos, con la complicidad del gobierno, quien defiende y trata de mediar las movilizaciones obreras a favor de las empresas chinas. Un hecho significativo, es que el Presidente Evo Morales, afirme que: “quienes protestan contra empresas chinas y contra China quieren que el modelo neoliberal vuelva, que Estados Unidos nuevamente condicione a Bolivia y a América Latina con sus políticas de saqueo, robo, de asalto al patrimonio, porque a eso se deben".
Para el gobierno quedan inadvertidas las protestas de los obreros porque están comprometidos e involucrados con la República Popular de China dentro de las disputas imperialistas contra EEUU y; en ese sentido,  el MAS se ha convertido en el nuevo agente que media e impulsa las  relaciones capitalistas y neocoloniales de explotación.

3. LA ORIENTACIÓN DE LA LUCHA OBRERA    
Fotografía: http://eju.tv, 13/11/2015
        En las condiciones analizadas hasta aquí, la lucha obrera se ha dado por la defensa de las conquistas laborales que quieren ser barridas, para imponer otra cultura de trabajo, que permita elevar la tasa de explotación de fuerza de trabajo en favor de la valorización de los capitales chinos. Si bien las primeras movilizaciones obreras contra las empresas chinas comenzaron el 2014 (con los obreros de la empresa VICSTAR) y luego volvieron a reavivarse con la movilización de los obreros de SINOHYDRO el año 2016, la mayor parte de estas apuntaban a una defensa del valor moral del salario, o sea, reivindicaban el cumplimiento de las leyes laborales y; también; el cumplimiento de ciertas de convenciones tradicionales en la definición de los salarios, que eran evadidas por las empresas chinas. Sin embargo, la avanzada del capital chino sobre las conquistas obreras bolivianas no se detuvo y ello condujo a que se protagonicen confrontaciones físicas entre obreros y capataces chinos, también, a que se intensifiquen los bloqueos y los paros obreros contra estas empresas. Estas movilizaciones lograron frenar; en algunos casos, los despidos injustificados; sin embargo, las empresas chinas respondieron con más violencia al interior del espacio laboral; por ejemplo, encerrando a los trabajadores bolivianos[xviii] como forma de castigo, frente a la imposibilidad de despedirlos.
    Frente a estos conflictos laborales, algunas empresas chinas buscaron emplear obreros fluctuantes mediante la subcontratación de empresas de servicios, para no hacerse cargo de la gestión de los trabajadores ni del pago de beneficios, pero volvieron a incurrir en el incumplimiento del pago de servicios a las empresas subcontratistas, que se encontraron ante la imposibilidad de pagar salarios.
En este sentido, las movilizaciones y reclamos de los obreros persisten. Las prácticas de sobreexplotación llevadas adelante por las empresas chinas han armado un escenario de lucha en el que afloran, nuevamente, consignas y argumentos de tipo nacionalista. Como la de varios obreros indignados reclamando al gobierno del MAS la expulsión de capataces chinos. Pero el impacto significativo políticamente,  de las luchas obreras, se dio en un espacio más amplio que el de la empresa, extendiéndose a las comunidades aledañas a las obras de construcción. En este sentido,  se puede citar el caso de la población de Padilla que realizó un paro indefinido “en protesta contra la empresa china Sinohydro, a la que acusan de cometer una serie de abusos contra sus trabajadores bolivianos”[xix] o el cabildo de la población de Inquisivi, en el que se decretó la expulsión de las empresas chinas[xx].
    Sin duda,  la clase obrera está posicionada en el centro  de una futura de lucha anti imperialista, de carácter nacionalista. Se tratará con seguridad de un proceso contradictorio de maduración política, muestra de ello es la declaración de los FSTMB(Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia), que luego  de manifestar que expulsarán a las empresas chinas, retrocede y decide convertirse en la revisora y veedora del cumplimiento de contratos laborales con las empresas chinas.



[i] Harvey, David (2007) Breve historia del neoliberalismo. Madrid: Ediciones Akal.
[ii] Una referencia al concepto de sobre explotación se encuentra en: Marx, Carlos (1985)  El Capital. Tomo I, vol. 1. 13ª edición. México D. F.: Siglo XXI Editores
[iii] Aillón, Tania; Castro, Luís y Peredo, Samuel (2011) “Sobreexplotación, dominación y resistencia en empresas de flujo continuo en Bolivia” en  Revista da RET, Año V, Número 8. Visto en: http:// www.estudosdotrabalho.org, última visita el 03 de julio de 2018
[iv] Trabajadores de china Sinopec en paro por condiciones laborales en Bermejo. Publicado en: http://www.paginasiete.bo, el 11 de octubre de 2017.
[v] Información basada en entrevista a un dirigente del sindicato de trabajadores de la empresa SINOHYDRO.  
[vi] Persiste maltrato de empresa Railway a obreros bolivianos. Publicado en: http://www.eldiario.net, el 21 de mayo de 2018.
[vii] Trabajadores en huelga contra empresa china Sinopec por malos tratos. Publicado en: http://radiofides.com, el 27 de enero de 2017.
[viii] Información basada en entrevista a un dirigente del sindicato de trabajadores de la empresa VICSTAR.
[ix] Extracto de una entrevista a un obrero de la empresa VICSTAR.
[x] Hablamos de Déclassement professionnel, cuando un individuo que era empleado en un puesto de trabajo que concordaba con su formación es movido a un puesto de categoría inferior, pese a que continúa desempeñando las mismas funciones de su anterior empleo.
[xi] Extracto de una entrevista a un obrero de la empresa VICSTAR.
[xii] Información obtenida en base a trabajo etnográfico.
[xiii] Marx, Carlos (1985)  El Capital. Tomo I, vol. 3. 13ª edición. México D. F.: Siglo XXI Editores
[xiv] Ídem.
[xv] Ídem.
[xvi] Obreros denuncian que chinos ganan el triple que los bolivianos. Publicado en: http://www.opinion.com.bo, 12 de febrero de 2017.
[xvii] Extracto de una entrevista a un obrero de la empresa VICSTAR.
[xviii] Denuncian que chinos encierran a doce personas en Canutillos. Publicado en: https://www.rimaypampa.com, el 8 de marzo de 2017.
[xix] Pobladores de Padilla declaran paro indefinido en protesta contra una empresa china. Publicado en: http://www.la-razon.com, el 31 de enero de 2018.
[xx] Inquisivi determina expulsar a las empresas chinas. Publicado en: http://www.paginasiete.bo, el 8 de abril de 2018.

lunes, 11 de junio de 2018

La huelga chilena alojada en el espacio público frente al poder de la propiedad privada




Domingo Pérez Valenzuela*



Fotografía: https://periodicoelpueblo.wordpress.com, 28/06/2017
La empresa capitalista, al estructurarse por relaciones de explotación, dominación y hegemonía y resistencia, constituye una mezcla inseparable de cooperación y conflicto entre empleadores y trabajadores. En este campo, ahondando entre las múltiples vías por donde se expresa la conflictividad (estrés, desgano, rotación laboral, negociaciones, e inclusive mediante múltiples formas por fuera de la vida laboral misma), la huelga es la primera acción que pone objetivamente en jaque dicha relación laboral, siendo por ello un recurso central para los trabajadores organizados. No obstante, a pesar de su importancia, es común que se confunda la huelga, en cuanto paralización del trabajo para presionar por reivindicaciones, con la paralización de la producción. Para ser exactos, lo que ocurre es que la huelga persigue paralizar la producción, pero no siempre lo consigue.

En el caso del Chile neoliberal: ¿dónde se lleva a cabo este proceso huelguista, según la institucionalidad dominante expresada en la ley? El poder político de la propiedad privada aparece mediante dos estrategias. Por una parte, los huelguistas no pueden permanecer en sus puestos de trabajo y, por lo mismo, deben retirarse de la empresa. Esto, de partida, elimina el diálogo con el resto de trabajadores y superiores; y, además, abre una primera posibilidad práctico-material para que sus puestos sean reemplazados. Por otra parte, la táctica de la “ocupación de la empresa” también se encuentra prohibida. De hecho, si bien el Comité de Libertad Sindical de la OIT permite la ocupación de la empresa de forma pacífica, por significar una extensión normal del “piquete”, en Chile el piquete debe ser externo al lugar de trabajo. En este sentido, por una y otra parte, el resultado final es que los huelguistas carecen de derechos en la propiedad privada de la empresa capitalista y la acción de la huelga solo tiene permiso para desplegarse, paradójicamente, en el espacio público. Es en este espacio, entonces, donde encontramos un conjunto de tácticas desarrolladas por los trabajadores, para enfrentar a la patronal.


1. LA ESTADÍSTICA DE LAS TÁCTICAS DE MOVILIZACIÓN HUELGUISTA

Fotografía: https://redlatinasinfronteras.wordpress.com, 30/12/2013
De acuerdo al Informe de Huelgas Laborales 2016 del OHL (Observatorio de Huelgas Laborales), un 66,3% de las huelgas del sector privado tuvieron tácticas complementarias de movilización. Las más utilizadas fueron de tipo convencional o culturales, como marchas y piquetes pacíficos, con un 44,2%.  Luego las disruptivas, como interrupción del tránsito o del acceso al establecimiento por un piquete, con un 20%. Y, finalmente, las violentas, como agresiones a personas u ocupación de edificios, sean ajenos o de la empresa, con un 2,1%[i].

En este contexto, el rol del piquete es interesante para comprender la cultura de huelga existente en Chile, en específico, para comprender la legitimidad del derecho a huelga entre los trabajadores frente a otros derechos. De acuerdo al Estudio Longitudinal Social de Chile (ELSOC) del COES, el 61% de los encuestados encuentra justificable que los trabajadores bloqueen la calle (y por ende el tránsito) en un proceso de huelga, es decir, que el piquete utilice forzosamente el espacio público[ii].

En la otra cara de la moneda, son poco frecuentes los casos donde la ocupación del espacio de la empresa, efectivamente, sucede. En rigor, sólo el sindicalismo de los empleados públicos emplea regularmente esta táctica. En específico, en el Informe de Huelgas 2015, se puede constatar que la táctica más utilizada por este sector fue el turno ético (i.e. se mantienen activos puestos de trabajo para atender situaciones urgentes del público) (25,6%)[iii], fenómeno al cual subyace, entonces, una ocupación pacífica del centro de trabajo. Los empleados públicos logran lo anterior, básicamente, por los niveles de organización y lucha que han mantenido en este periodo. Se trata de un sector que está a la vanguardia en el debilitado sindicalismo chileno. Inclusive, este sector no tiene derecho alguno a huelga, por lo que todas sus huelgas son ilegales.

Así, entonces, la mayoría de movilizaciones huelguistas en Chile se despliega en el espacio público-civil, lugar donde las empresas ven expuesta su imagen y marca, los trabajadores o consumidores su integridad física, y el Estado con las fuerzas policiales su aparente neutralidad.

Con este escenario, de acuerdo al Informe 2017 del Observatorio de Conflictos (OCS) del COES, puede observarse que, en el universo de acciones contenciosas de todas las movilizaciones en el Chile actual, las de tipo laboral-sindical son las más numerosas del país, alcanzando el 36% del total[iv]. Esto puede ser la consecuencia de otro dato: continuando con el Informe 2016 del OHL, se constata que desde el 2006 (año de explosión del movimiento subcontratista primario-exportado) emerge un ciclo de huelgas que todavía está en crecimiento. Al punto de llegar, hasta al presente, a ser la huelga la forma de movilización más recurrente. En este sentido, asistimos a una revitalización moderada, pero novedosa, del alicaído sindicalismo chileno, la que se expresa, principalmente, mediante la lucha huelguista.

2. REFLEXIONES FINALES

Fotografía: https://www.laizquierdadiario.cl, 04/03/2017
¿Cuál ha sido entonces la relevancia de las huelgas y sus tácticas complementarias de movilización en Chile, de un tiempo a esta parte? En específico, estos elementos han evidenciado una distribución geográfica desigual del derecho a huelga entre el espacio público y privado: la huelga existe, casi exclusivamente, fuera de la empresa, producto de que es forzada a salir, justamente, del espacio que busca problematizar. De esto resulta que, en Chile, es legal dejar de trabajar grupalmente para presionar (huelga), como derecho humano laboral; pero, únicamente, si la conflictividad que se abre no es internalizada por la empresa y la propiedad privada, sino por el espacio público. Literalmente, esto reorganiza y cambia la vía de expresión de la conflictividad, sin que se sepan con claridad los efectos asociados para el resto de la sociedad.

Con lo anterior, el actual ciclo de huelgas nos permite comprender mejor los derechos de asociación y lucha que se aceptan o no dentro de la empresa capitalista y, con su auge, reflota una pregunta evidente, a saber: ¿puede desarrollarse el derecho a huelga, para todos los actores involucrados, mediante la ocupación del centro de trabajo, es decir, del espacio físico y social desde donde emanan las contradicciones?

En este sentido, es posible afirmar que, en el debate sobre los derechos sociales en el Chile actual, desde los movimientos sociales, se ha tematizado poco la aplicación de los diversos derechos reclamados al interior del mundo del trabajo privado. Es decir, si deben existir o no derechos civiles básicos en el centro productivo capitalista, como la libertad de organización, de propaganda o de movilización de los trabajadores.



* Investigador del Observatorio de Huelgas Laborales, del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES) y la Universidad Alberto Hurtado (UAH). Sociólogo por la Universidad de Chile. Magíster Internacional en Políticas del Trabajo y Relaciones Laborales por la Universidad Central de Chile y la Universitá di Bologna de Italia. Magíster en Ciencias Sociales por la Universidad de Chile. Y estudiante de Doctorado en Geografía por la Pontificia Universidad Católica de Chile. Sus áreas de investigación son estudios laborales, sindicalismo, política y geografía del trabajo.
[i] OHL-COES (2017)  Informe de Huelgas Laborales 2016. Santiago: Observatorio de Huelgas Laborales, Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social. Visto en: https://www.coes.cl/, última visita el 10 de junio 2018
[ii] ELSOC (2017)  Informe 2017. Estudio Longitudinal Social de Chile (ELSOC). Santiago: Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social. Visto en: http://www.elsoc.cl, última visita el 10 de junio 2018
[iii] OHL-COES (2016)  Informe de Huelgas Laborales 2015. Santiago: Observatorio de Huelgas Laborales, Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social. Visto en: https://www.coes.cl/, última visita el 10 de junio 2018
[iv] OCS (2017) Conflicto Social en Chile 2015-2016: disputando mitos. Santiago: Observatorio de Conflictos (OCS), Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social. Visto en: https://www.coes.cl/, última visita el 10 de junio 2018

martes, 1 de mayo de 2018

El “cuentapropismo” como forma encubierta de proletarización



Luis Fernando Castro López



En el último Censo de vivienda en Bolivia, año 2012, se
Fotografía: ww.celag.org, 30 de abril de 2016.
registró que un 44% de la población económicamente activa es trabajador por cuenta propia y que un 34% es trabajador asalariado (obrero o empleado); 17 años atrás, en el Censo del  2001, se mostraba que el 45% era trabajador por cuenta propia y el 38% era trabajador asalariado (obrero o empleado)[i]. Entre el Censo del 2001 y el Censo del 2012 se puede notar un aumento de la cantidad de trabajadores por cuenta propia con respecto a los trabajadores asalariados; si antes la diferencia era del 7%,  ahora es del 10%. En este tipo de datos, se apoyan algunas instituciones que caracterizan a nuestro país, como un país  de "cuentapropistas", contraponiéndolo, a la creciente proletarización que caracteriza a los países industriales.  Algunos enfoques, llegan incluso a ligar este fenómeno,  con la existencia de un espíritu empresarial o emprendedor[ii]. Pero:  ¿si, más bien, el  “cuentapropismo” fuera parte de un proceso de proletarización, resultado del desenvolvimiento de las mismas relaciones capitalistas de producción?  En este artículo reflexionamos una posible respuesta a este cuestionamiento.

1.  LA PROLETARIZACIÓN ENCUBIERTA EN EL “CUENTAPROPISMO”

Varios análisis ubican la concentración del “cuentapropismo” en la actividad del comercio y del transporte; de esta manera,  la figura del “cuentapropista” es la  del trabajador que inicia una especie de negocio con poco  capital; sin embargo, se habla muy poco  de los trabajadores por cuenta propia,  que se concentran en sectores industriales y de servicios de la economía, en el próximo cuadro,  podemos observar la distribución de “cuentapropistas”, según actividad económica.


GRAFICO 1. TRABAJADORES POR CUENTA PROPIA, SEGÚN ACTIVIDAD ECONÓMICA, AÑO 2017[iii]


En el gráfico anterior, se puede observar que si bien, los “cuentapropistas” son predominantes en  el comercio y el transporte, ellos están presentes, también,  en procesos industriales de construcción y de servicios; además, cabe destacar, su importancia  en la producción agropecuaria. Esto  nos llama la atención,  pues la mitad[iv] de los “cuentapropistas” del sector agropecuario, manifiesta que no tiene un lugar propio y exclusivo, para su actividad económica, lo que sugiere que no cuentan con tierras propias, para la realización de su actividad o; simplemente, realizan su actividad económica,   dentro de un terreno pequeño que es utilizado para actividades de consumo familiar, esto es más claro, cuando varios de los denominados “cuentapropistas” en el agro,  afirman que la actividad que desempeñan  es de ayudante.   Podemos afirmar; entonces,  que una parte importante de los trabajadores por cuenta propia de la producción agropecuaria es una especie de productor desposeído de tierra,  que trabaja “al partido” o como apoyo en las actividades de cosecha o siembra; una especie de trabajadores estacionales o arrendatarios,  que acceden a la tierra de un pequeño o mediano propietario (pequeña burguesía) a cambio de pasar al dueño una parte importante de la producción. También, se tiene el conocimiento de productores lecheros, que incluyen a toda su familia en la producción de leche bajo el control y las especificaciones de empresas productoras de lácteos[v] como PIL, DELIZIA, etc.; en ambos casos, se trata de trabajadores que están subordinados al capital industrial y/o agrícola.

En el caso de la industria manufacturera,  llama la atención que un 35%[vi] de los “cuentapropistas”  declare que no cuenta con ninguna maquinaria disponible para realizar su trabajo, esto  parece mostrar  la existencia de una especie de trabajador, que participa en la industria manufacturera, como trabajador sin una aparente relación de subordinación asalariada,  pero en actividades productivas, propias de la empresa que le contrata, mediante la asignación de un encargo de trabajo a domicilio. Esto es frecuente, en trabajadores a domicilio, que se encargan del armado de los zapatos o de prendas de vestir, a quienes les dotan de máquinas o artefactos, para realizar su labor por encargo; aunque entre  los “cuentapropistas”,  que declaran tener maquinaria propia, también  existen  procesos de subordinación al capital,  mediante el trabajo a domicilio (trabajadores del ramo textil y cerrajero).

 El caso de la construcción es emblemático, pues más de la mitad de los llamados “cuentapropistas” (60%)[vii], declara no contar con ningún tipo de maquina o instrumento de trabajo propio; en realidad, estos trabajadores están desposeídos de medios de producción, son  obreros  contratados de manera fluctuante, en diversas actividades de construcción o en trabajos de jornalero; obreros ocupados por cortos periodos de trabajo en alguna actividad de construcción, pero que no aparecen como subordinados contractualmente, o como trabajadores dependientes de un solo patrón; en muchos casos, estos ciclos de empleo en las empresas constructoras que los contratan como jornaleros, se alternan con pequeños contratos de construcción en casas particulares.

     En suma,  lo que nos muestran los datos, acerca de los
Fotografía: ww.celag.org, 26 de mayo de 2017
denominados “cuentapropistas”, es que éstos, antes de alejarse de los procesos de proletarización,  entran y salen de su situación de proletarios, de forma
intermitente (forman parte del ejército de reserva de obreros fluctuantes) o simplemente lindan en los límites de la proletarización,  muy cerca de articularse a  procesos  productivos capitalistas; de hecho, se puede encontrar a diversos “cuentapropistas”, en el comercio al por menor, que en época de ventas bajas, entran a algún empleo eventual, donde se asalarian, para complementar sus ingresos. En ocasiones,  el negocio del comercio minorista, es solo una actividad familiar, que complementa el salario del proveedor o la proveedora principal de la familia, que es; generalmente,  un  asalariado.

En  varios análisis de instituciones del medio, se concibe al “cuentapropismo” como una actividad que surge; en muchos casos, como una forma de autoempleo, frente a la falta de empleo en el sector industrial y de servicios, separada de la dinámica capitalista de la economía, en la que se inserta la clase obrera. Para nosotros; más bien,  los “cuentapropistas” son  una sobrepoblación relativa del capital (población sobrante, que no logra ser absorbida por la producción capitalista), formada y prefigurada, para insertarse a algún proceso productivo capitalista, cuando sea requerido.  Es la población que forma parte del ejército industrial de reserva que busca diversas formas de subsistencia y las encuentra en el “cuentapropismo”,  con periodos de inserción y salida de empleos que aparecen, bajo la forma de trabajo independiente.

2. LA PROLETARIZACIÓN COMO TENDENCIA PREDOMINANTE FRENTE AL SUPUESTO ESPÍRITU EMPRESARIAL.

Si bien la figura del “cuentapropista”, en el plano fenoménico,  aparenta la independencia de un emprendedor, con episodios de subordinación temporal o una relación de subordinación permanente al capital,  hay indicadores generales que denotan, que los “cuentapropistas” en el país, antes que ser un grupo con contornos diferentes a las capas obreras o de  asalariados en general, muestran; más bien, procesos de homogeneización de sus tiempos de trabajo, su formación y sus ingresos, con la clase obrera.

TABLA 1. BOLIVIA: PROMEDIO DE HORAS TRABAJADAS POR SEMANA EN LA OCUPACIÓN PRINCIPAL, SEGÚN SEXO Y CATEGORÍA EN EL EMPLEO, 2007 - 2016[viii]


En este caso, los datos del anuario estadístico del INE (ver Tabla 1), nos muestran que los tiempos de la jornada laboral de los “cuentapropistas”, son  cada vez  más  parecidos a los de la jornada laboral de  los  asalariados; de la misma forma que las horas promedio de trabajo a la semana, son similares a las horas promedio  de los asalariados. Lo mismo pasa con la formación, la mayor parte de los “cuentapropistas” tienen la formación básica del bachillerato; es decir,  la formación básica, para ser candidatos a convertirse en  obreros. Como dijimos arriba, los “cuentapropistas”  son; por una parte,  una población dispuesta a asalariarse,  pero que por falta de empleo, optan por el autoempleo y en el transcurso de su vida entran y salen, se ligan y se desligan, de procesos productivos capitalistas; por otra parte, son  una población que  mantiene  formalmente su independencia, pero que se reproduce  subordinada al capital de forma más o menos permanente, como en el caso de los obreros a domicilio.  

TABLA 2. BOLIVIA: INGRESO PROMEDIO MENSUAL EN LA OCUPACIÓN PRINCIPAL, SEGÚN SEXO Y CATEGORÍA EN EL EMPLEO, 2007 – 2016 (EN BOLIVIANOS)[ix]



Con los niveles de ingresos, pasa algo similar;  los “cuentapropistas” comparten similares niveles de  ingresos a los obreros, mientras que sus ingresos son más bajos que los ingresos de los empleados (ver Tabla 2). Todo esto nos ayuda a descartar  la hipótesis de que los “cuentapropistas” surgen de un espíritu emprendedor; más bien, surgen de la falta de empleo en formaciones sociales como la boliviana, con un bajo nivel de industrialización y con la persistencia de formas no capitalistas de reproducción de la fuerza de trabajo; pero además, los denominados “cuentapropistas”, en su forma de vida, sus ingresos, su formación y la configuración de su tiempo de trabajo, cada vez se aproximan más a  los obreros. Esto  explica ciertos comportamientos y reivindicaciones,  que de un tiempo a esta parte,  son parte de la agenda populista del gobierno del MAS, que ofrece seguro de salud a los “cuentapropistas” del transporte público o al comerciantado o la introducción de los “cuentapropistas”  al sistema de pensiones con la Ley 065 del MAS.  Se trata sin lugar a dudas, del cumplimiento de demandas de la población de trabajadores “cuentapropsitas”, que bajo la apariencia formal de independencia, demanda entrar en el sistema de protección y de beneficios de los asalariados. Todo lo señalado,   es un síntoma de que cada vez más, las condiciones de vida y de trabajo de los “cuentapropistas”, linda con la proletarización y que, en este proceso, esta población no ve otra salida, que la de entrar en el mismo sistema de protección, al que accede una parte privilegiada de los asalariados. Se trata de una tendencia que se coloca a contracorriente de su conversión en empresarios exitosos, conversión que solo toca a una minoría.

Concluimos; entonces, que  el “cuentapropismo” no es la manifestación de un supuesto “espíritu emprendedor”, sino que forma  parte de un proceso de proletarización, que es el resultado del desenvolvimiento de las mismas relaciones capitalistas de producción en formaciones económicas y sociales como la boliviana, con un incipiente desarrollo industrial y con la pervivencia de formas no capitalistas de producción, como espacios de refugio de la creciente sobrepoblación relativa.




[i] Base de datos de los Censos de vivienda del 2001 y 2012 del Instituto Nacional de Estadística.
[ii] CERES (2013) “Determinantes del Trabajo por Cuenta Propia en Cochabamba, Caracterización Sociodemográfica y Productiva”. Visto en: http://www.ceresbolivia.org/archivos/886, última visita el 30 de abril de 2018.
[iii] Elaboración propia, en base a datos de la Encuesta Nacional de Hogares del INE-2017.
[iv] Base a datos de la Encuesta Nacional de Hogares del INE-2017.
[v] Orellana, Lorgio (2003) La clase obrera. Su determinación económico-social y su mistificación. La Paz: Plural Editores.
[vi] Base a datos de la Encuesta Nacional de Hogares del INE-2017.
[vii] Ídem.
[viii] INE (2017) Anuario Estadístico 2016. La Paz.
[ix] Ídem.