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Subcontratación, reforma laboral y lucha obrera: El caso de los obreros del sector industrial en Bolivia

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martes, 13 de junio de 2017

¿Qué nos ocultan las categorías del "trabajo decente"?



Tania Aillón  Gómez




Fotografía: http://www.bolivia-riberalta.com, 05/11/2012
      El análisis tradicional, de cuño institucionalista, acerca de uno de los rasgos endémicos del mercado de trabajo en Bolivia, la “mala calidad del empleo” (subempleo), asocia de forma causal el empleo “formal” con el “empleo de calidad”[i] y el "empleo informal" con el “empleo de baja calidad” o variables económicas como el nivel de productividad de las empresas con los “buenos” o “malos” empleos.  Instituciones como el INESAD[ii], el PNUD[iii] y  el CEDLA[iv] , aunque en distintos términos,  coinciden en señalar,  que el "sector informal" de pequeña escala y de baja productividad, que sigue siendo el principal generador de empleo (el año 2012, el 58% de la población ocupada urbana trabajaba en el sector informal, prácticamente el mismo porcentaje que en 2001, esta proporción llega casi al 70% si se incluye a las áreas rurales) está asociado a la “mala calidad de empleo”.  Desde este enfoque, parecería que la solución a la “mala calidad” de los empleos, que impera en Bolivia, pasaría por “formalizar” a los emprendimientos informales, quizá flexibilizando distintas vías de regulación institucional[v].  Este articulo reflexiona, en base a referencia empírica, los límites de esta forma de estudiar el empleo, la que se ha “naturalizado” como reflexión socioeconómica, en nuestro medio.

1. LOS EMPLEOS DE “MALA CALIDAD” NO SON UNA EXCLUSIVIDAD DEL “SECTOR INFORMAL”

En el curso de nuestro trabajo de terreno, durante la última década, lo que encontramos es que la “formalidad” de las empresas no está; necesariamente,  asociada a empleos de “buena calidad”; más aún, en un periodo histórico caracterizado por la legalización de la externalización y subcontratación de fuerza de trabajo,  lo que encontramos son distintas vías, que en el marco de la “formalidad” de un contrato de trabajo,  dentro de empresas legalmente instituidas,  reproducen  a escala ampliada,  los rasgos reconocidos como típicos del “empleo de mala calidad”: eventualidad, bajos salarios, ausencia de contratos escritos, ausencia de seguridad industrial, falta de protección en salud, etc.  Los testimonios obreros de empresas legalmente instituidas, dan cuenta de que éstas, incluso se apoyan en la legalidad, para reproducir los empleos de “mala calidad”, como testimonia un trabajador:



Fotografia: https://www.eldia.com.bo, 10/01/2017
“[S]e está haciendo su agosto [un obrero se refiere a los patrones] con esos jóvenes, los están yo le puedo decir en contratos a plazo fijo por ejemplo en mi empresa, dice la ley que después de recibir dos contratos plazo fijo por año, o sea son dos años perdidos y en esos dos años los acomodan en los trabajos más famosos, más contaminados o pesados ¡ya! Porque él sabe que dentro de o cuando el cumple los dos contratos, el tercero ya no le va a contratar, porque el tercero por ley es indefinido. ¡Pero él sabe que no le va a volver a contratar y le dice a finalizado tu contrato chau ¡gracias! Y meto a otro, con esa ley que dice que puede meter a plazo fijo por obra, mete lo explota, lo hace enfermar y como no tiene seguro nada y entonces se lo manda así…” (Extracto de entrevista a obrero de la industria, Grupo LLank’aymanta).



Con el Decreto Supremo 0521[vi] se legaliza la práctica de la contratación del trabajo eventual (asociada a los “malos empleos”) y  no solo la empresa privada,  formalmente constituida, reproduce la eventualidad; sino también, entre las empresas estatales, la eventualidad atraviesa todas las categorías ocupacionales, ya se trate de trabajos manuales ubicados en los puestos más bajos de la escala o en puestos que requieren una mayor formación técnica como la de  operador de maquinaria; en el primer caso, la eventualidad alcanza hasta el 80% de los trabajadores, como se puede ver en las siguientes estadísticas: 

Gráfico 1: OCUPACIÓN DE OBREROS DE LA CONSTRUCCIÓN DEL SECTOR PÚBLICO SEGÚN CONDICIÓN DE CONTRATO[vii]



     Es dentro de la formalidad y la legalidad que se reproducen los rasgos del empleo de “mala calidad”; si observamos la información siguiente, vemos cómo la eventualidad está asociada a los rangos más bajos de salarios en la manufactura formalmente constituida, donde hasta un 30% de la fuerza de trabajo contratada es eventual[viii]
Gráfico 2: RANGOS SALARIALES DE LOS OBREROS DE LA INDUSTRIA MANUFACTURERA, SEGÚN CONDICIÓN DE CONTRATO[ix]




La desprotección en beneficios sociales, está asociada; también, a la eventualidad; tanto en la industria privada, como en el sector público de la construcción.  Se puede observar en el siguiente gráfico,  el menor acceso a beneficios sociales que separa a los obreros eventuales de los que tienen contrato indefinido.
Gráfico 3: PORCENTAJE DE BENEFICIOS LABORALES* QUE RECIBEN LOS OBREROS DE LA INDUSTRIA PRIVADA Y DE LA CONSTRUCCIÓN DEL SECTOR PÚBLICO, SEGÚN CONDICIÓN DE CONTRATO.
(En porcentaje)[x]




        Lo que resalta es que la época se caracteriza por la extensión del empleo de “mala calidad” a segmentos de mercado, señalados; tradicionalmente,  como “formales”, lo que hace evidente, los limites heurísticos con los que se encuentran estos enfoques inspirados en el “paradigma del trabajo decente”, que creen en el poder mágico de la norma y que contrastados con la realidad,  muestran que su categorización (formal-informal), se queda corta para explicar las transformaciones contemporáneas del empleo.
 
2. LOS EMPLEOS DE “MALA CALIDAD” ESTÁN AL INTERIOR DE EMPRESAS CON TECNOLOGÍA DE PUNTA.

       El enfoque de lo "formal" y lo "informal", se matiza con otra dimensión explicativa, el de la productividad[xi], asociando los sectores económicos de mayor productividad, con   los empleos de “buena calidad” y los empleos de “mala calidad” con los de menor productividad, es así como se explica; por ejemplo, la segmentación de los mercados de trabajo (léase la división entre empleos de “buena y de mala calidad”). 


Fotografía: http://www.eldeber.com.bo, 12/05/2017
 “[L]os mercados de trabajo segmentados son el principal síntoma de brechas de productividad entre trabajadores, la poca o nula capacidad de movilidad de un segmento a otro o la mejora de las condiciones generales de producción determinan que un contingente de trabajadores no logre dar saltos en productividad derivados de mejores condiciones productivas –léase economías de escala, acceso a capital, adopción tecnológica, gestión y protección de los recursos humanos, entre otros[xii].
           
      Desde esta perspectiva, no es posible comprender, cómo la informatización del proceso productivo, con el incremento inusitado de la productividad del trabajo a nivel mundial, esté acompañada de la proliferación de lo que se vino a denominar, precarización del empleo. Un caso paradigmático en nuestro medio, es el de empresas transnacionales petroleras en Bolivia que, pese a la tecnología de punta, en la que basan su productividad, reproducen la subcontratación en cascada[xiii], con todos sus efectos negativos sobre la “calidad del empleo”[xiv], lo mismo sucede en el seno de empresas de alta productividad como ENDE, que subcontrata todo el proceso de mantenimiento de captación de agua.



      Es decir, que no siempre, la posibilidad de apropiarse de mayor proporción de la riqueza producida, por contar con una más alta productividad del trabajo, se traduce en la creación de “empleos de calidad” para los trabajadores; más bien, lo que generalmente pasa, es que son los patrones, los  que  se apropian de los resultados económicos de la mayor productividad,  por lo que los enfoques que  relacionan  a las empresas con tecnología de punta con los “empleos de calidad” y a las que no cuentan con estos niveles de tecnológica con los “empleos de mala calidad” tienen un espectro explicativo sumamente limitado, que colinda con el determinismo tecnológico.

   3. EL MAYOR GRADO DE FORMACIÓN NO SE TRADUCE; NECESARIAMENTE, EN UN “EMPLEO DE CALIDAD”

Fotografía: http://elchacoinforma.com, 06/06/2017
        Inspirados en la teoría del capital humano[xv], los análisis sobre la “calidad del empleo”, suelen introducir, como otra dimensión explicativa, al capital humano, con el que cuenta el trabajador.  Según esta teoría, los niveles de ingreso de los trabajadores, tienen una relación positiva con los grados de habilidad y calificación que poseen, lo que permite lograr, mayores niveles de productividad y de ingresos[xvi], concepción que se asemeja; también, a la  corriente  institucionalista, que funda la discriminación en la calidad del empleo, en mecanismos institucionales, de tal forma que, por ejemplo,  los estudios universitarios, en tanto formación académica reconocida formal e institucionalmente, por un título universitario, será ligada a una mayor  calidad de empleo.



     Sin embargo, estas afirmaciones, que relacionan de forma unilateral, variables como educación y niveles de ingreso, no nos permiten explicar, algunos hallazgos en nuestro trabajo de terreno entre empresas industriales del medio, donde se constató que obreras con iguales niveles de instrucción que los obreros, reciben; en todos los casos, una menor remuneración, como se aprecia a continuación:  



Gráfico 4: SALARIOS MEDIOS DE LOS OBREROS /RAS DE LA INDUSTRIA POR NIVEL DE INSTRUCCIÓN SEGÚN SEXO[xvii]







     De la misma manera, cuando se analizan los niveles salariales de obreros del área urbana y del área rural, se observa que, pese a tener el mismo nivel de instrucción, los obreros de origen urbano, son los que perciben mayores salarios:
Gráfico No 5: REMUNERACIONES MEDIAS DE LOS OBREROS DE LA INDUSTRIA POR NIVEL DE INSTRUCCIÓN SEGÚN ÁREA GEOGRÁFICA DE LA QUE PROVIENE[xviii].

      En consecuencia, la valoración de las empresas no parece responder al reconocimiento de las capacidades técnicas adquiridas y los resultados mostrados, esto no lleva a plantear la posibilidad de que esta discriminación salarial esté permeada por una discriminación laboral por sexos o por origen regional. Otra ilustración se encuentra en el crecimiento de la oferta profesional de ingenieros, economistas, etc. que ha llevado a que muchos de ellos trabajen bajo el régimen de subcontratación, con salarios relativamente bajos, ocupados en los estratos más bajos de la escala jerárquica de instituciones como los bancos(cajeros), en el caso de los economistas, una suerte de lo que se conoce, en la jerga de la sociología del trabajo como “declassement”.  Todos estos fenómenos, están ligados a la valoración y revaloración de la fuerza de trabajo, como mercancía, proceso que rompe y/o recompone las barreras institucionales forjadas en un determinado periodo histórico, el que no puede ser visualizado por paradigmas epistemológicos como el del "trabajo decente", que niega justamente que la fuerza de trabajo sea una mercancía[xix].

CONSIDERACIONES FINALES
La importancia de mostrar las limitaciones explicativas de los análisis tradicionales de consumo masivo, acerca no sólo de la “calidad del empleo”; sino de otras dimensiones de la realidad social del país, radica precisamente, en que ellos, en lugar de permitirnos ir más allá de lo aparente (tarea de la ciencia), para transformar la realidad, nos dejan en la esfera de lo que Kosic [xx] llama la pseudo-concreción (informalidad-formalidad), en el plano de lo aparente. Con serias limitaciones, para explicar los orígenes de la dinámica del subempleo, el desempleo y/o la precarización de las condiciones laborales, debido a una visión epistemológica que entiende la producción de conocimiento, como el resultado de la agregación de variables seleccionadas con cierta arbitrariedad, o como el establecimiento de relaciones causales entre variables (informalidad-malos empleos, formalidad-buenos empleos, mayor productividad-buenos empleos, baja productividad-malos empleos) , divorciados de toda visión histórica, estos paradigmas legitimados por las instituciones oficiales, bien cumplen su misión histórica, la de difundir ideología sobre las consecuencias socioeconómicas de la acumulación capitalista  en la sociedades contemporáneas, en la medida en que, como señalaba Barán[xxi], una afirmación cierta sobre un hecho social, puede transformarse en una mentira, si el hecho al que se refiere es desprendido del todo social, del que forma parte integral.



[i] Este concepto es asumido en la literatura contemporánea por organismos como el PNUD, la CEPAL, siguiendo la línea de conceptualización de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que plantea el concepto de trabajo decente. Los indicadores de la calidad del empleo, en este enfoque serian:   la calidad remunerativa, que se relaciona con el nivel ingresos, mientras que la no remunerativa con la estabilidad del vínculo laboral, el nivel de esfuerzo que se demanda, el grado de subempleo, las condiciones de seguridad social de corto y largo plazo y las posibilidades de asociación laboral de los trabajadores.



[ii]  Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo (2012)  Empleo y Regulación laboral Boletín Informativo, N° 4 – Septiembre.


[iii] Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (2016) Informe nacional de desarrollo humano: El nuevo rostro de Bolivia, trasformación social y  metropolización. La Paz: PNUD


[iv] CEDLA (2017) La desaceleración económica pasa factura a los trabajadores. Boletín informativo del Observatorio Boliviano de Empleo y Seguridad Social, 15 al 31 de marzo. La Paz: CEDLA


[v] Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo (2012)  Empleo y Regulación laboral Boletín Informativo, N° 4 – Septiembre.


[vi] Decreto Supremo de mayo de 2010 que en su artículo 5 dispone  que  en caso de constatarse la tercerización, subcontratación, externalización, enganche u otras en tareas propias y permanentes del giro del establecimiento laboral, las trabajadoras y los trabajadores, las ex trabajadoras y ex trabajadores en forma personal o mediante su representación sindical, podrán acudir ante las Jefaturas Departamentales y Regionales de Trabajo dependientes del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, para exigir el cumplimiento de sus derechos socio laborales. Del mismo modo que los empleadores que ocupen trabajadoras o trabajadores a través de otras empresas, en actividades propias y permanentes al giro del establecimiento laboral, son responsables de todas las obligaciones socio laborales,  así como de los aportes a la Seguridad Social, es decir, que mediante este D.S se legalizan estas formas de uso de la fuerza de trabajo,  con la única condición que se les reconozcan derechos laborales, mientras dure el tiempo en que se ocupe al trabajador bajo régimen de tercerización y/o subcontratación (Gaceta Oficial del Estado Plurinacional de Bolivia).


[vii] Elaboración del  Grupo de Estudios “Llak’aymanta”, en base a datos del Instituto de Estudios Sociales y Económicos (IESE), Encuesta departamental Cochabamba   a obreros de la construcción del sector público 2015.


[viii] Aillón, Tania y Piejko, Pauricio (2016) La dinámica de la desigualdad en las condiciones del trabajo obrero y la lucha sindical en la era del MAS. Ponencia presentada en el VIII Congreso Latinoamericano de Estudios del Trabajo: “La recuperación de la centralidad del trabajo en América Latina. Actores, perspectivas y desafíos”, Buenos Aires.


[ix] Elaboración Grupo “Llakaymanta”, en base a datos del Instituto de Estudios Sociales y Económicos (IESE)/Encuesta departamental Cochabamba a obreros de la industria manufacturera (2014).

[x] Elaboración del  Grupo de Estudios “Llak’aymanta”, en base a datos del Instituto de Estudios Sociales y Económicos (IESE), Encuesta departamental Cochabamba a obreros de la construcción del sector público 2015. *El porcentaje de beneficios laborales fue calculado a partir del número de beneficios estipulados por la Ley General del Trabajo y las últimas disposiciones laborales aplicadas por el gobierno durante el periodo 2006.

[xi] Esta idea es explotada en los siguientes análisis: Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo (2012)  Empleo y Regulación laboral Boletín Informativo, N° 4 – Septiembre; Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (2016) Informe nacional de desarrollo humano: El nuevo rostro de Bolivia, trasformación social y  metropolización. La Paz: PNUD

[xii] Cita extraída de Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (2016) Informe nacional de desarrollo humano: El nuevo rostro de Bolivia, trasformación social y  metropolización. La Paz: PNUD, pp. 90.


[xiii] El concepto de subcontratación en cascada, da cuenta; inicialmente,  de un proceso, por el cual, las firmas líder o empresas madre, reorganizan la división del trabajo entre empresas(desde principios de los años 80), mediante formas de cooperación inter empresas y de fragmentación productiva, mediante la  contracción de rigideces salariales y la externalización de responsabilidades sobre empresas más pequeñas y sobre asalariados que no se benefician de sistemas de protección laboral,

[xiv] Los siguientes trabajos muestran prueba empírica de este hecho: Aillón, Tania (2009) “El control como freno a la eficiencia de la fuerza de trabajo en industrias de flujo continuo: El caso de las empresas petroleras en Bolivia” en Revista Búsqueda, N° 33. Cochabamba: IESE, pp. 107 – 132: Aillón, Tania (2008)  “El control de la fuerza de trabajo vía precarización y segmentación de las condiciones laborales en la industria petrolera en Bolivia” en Revista Búsqueda, N° 31. Cochabamba: IESE, pp. 47 – 71; Castro, Luis F. (2016) Obreros fluctuantes frente a la dominación patronal. El caso de la Refinería Gualberto Villarroel en Bolivia. La Paz: Grupo de Estudios del Trabajo Llank’aymanta y Muela del Diablo Editores.


[xv] BECKER, Gary S., (1983) El capital humano. Madrid: Alianza Editorial, pp 15-251.


[xvi] Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (2016) Informe nacional de desarrollo humano: El nuevo rostro de Bolivia, trasformación social y  metropolización. La Paz: PNUD.


[xvii] Elaboración Grupo Llank’aymanta, en base a la encuesta: “Mercados de Trabajo y Acumulación de Capital” (IESE-2014).

[xviii] Elaboración del  Grupo de Estudios “Llak’aymanta”, en base a la encuesta: “Mercados de Trabajo y Acumulación de Capital”, IESE-2014.

[xix] Lanari, María (2005) Trabajo decente: significados y alcances del concepto. Indicadores propuestos para su medición. Visto en: http://guia.oitcinterfor.org/sites/default/files/experiencias/Argentina_MTESS_trabajoDecente.pdf, última visita el 12 de junio de 2017.


[xx] Kosic, Karel (1990) Dialéctica de los concreto. México D. F.



[xxi] Baran, Paul (1980) Excedente económico e irracionalidad capitalista. México D. F.: Siglo XXI Ed.

martes, 25 de abril de 2017

La sobreexplotación de los obreros, sostén de los servicios municipales


Luis Fernando Castro López



En las últimas semanas, obreros de “La Paz Limpia” vienen luchando contra el despido injustificado de 85 trabajadores que realizaban el servicio de recojo de basura, con la antigua Empresa de Saneamiento y Servicios Ambientales (SABENPE). Los trabajadores denuncian que fueron despedidos por realizar reclamos a la empresa sobre las pésimas condiciones de trabajo[i]; de hecho, meses antes, 5 obreros de esta empresa sufrieron accidentes laborales por las condiciones precarias de los equipos de trabajo y por las viejas volquetas en las que realizaban el recojo de basura[ii]. Ahora, un grupo de obreras despedidas de “La Paz Limpia” están en huelga de hambre y exigen su reincorporación[iii].

Fotografía: http://www.mintrabajo.gob.bo, 12/04/2017
El caso de “La paz Limpia” no es nuevo; años atrás, obreros de la empresa “Trébol” (empresa recolectora de basura de El Alto), lucharon contra los abusos de la patronal[iv]; el año 2009, 152 trabajadores despedidos de SEMAPA, protagonizaron una larga lucha por su reincorporación a la empresa; hace unos meses, nuevamente, los trabajadores de SEMAPA realizaron un paro en demanda de la categorización de 56 obreros, que desempeñaban su trabajo en la categoría de peones[v]. En este corto artículo, buscamos dar cuenta de algunas de las causas que explican la precariedad laboral acentuada y los despidos permanentes, que caracterizan a este sector de obreros en el país.

1. EL TECHO PRESUPUESTARIO PARA LOS SALARIOS O LA REEDICIÓN DE LA LÓGICA CAPITALISTA EN LAS EMPRESAS MUNICIPALES.  

La reincorporación legal de los obreros de las empresas municipales a la Ley General del Trabajo[vi], les sirvió de recurso argumentativo[vii], para luchar por beneficios salariales. Respaldándose en esta norma, los obreros de EMAPAS, SEMAPA, EMAVRA, OBRAS PUBLICAS, etc.; lograron imponer diversos beneficios salariales y cierto grado de estabilidad laboral; de la misma forma, los obreros de la Empresa “La Paz Limpia”, hoy se respaldan en los derechos a la estabilidad laboral y en la ilegalidad del despido injustificado. Sin embargo, pese a la permanente lucha obrera, la precarización y la eventualidad no desaparecen; sino que se mantienen y tienden a crecer.

Una primera causa, radica en la forma de gestión de varias empresas municipales. Ya sea que las empresas municipales sean privadas, mixtas o estén conformadas por capitales del gobierno municipal, es el alcalde y los concejales, los que aprueban el techo presupuestario, para el funcionamiento anual de estas empresas. En los gobiernos locales existe una práctica de continuo ajuste al presupuesto de las empresas municipales; ajuste que recae; principalmente, en el presupuesto destinado al gasto en fuerza de trabajo.

Fotografía: http://www.lostiempos.com, 17/01/2017
Para realizar estos ajustes, las alcaldías se amparan en disposiciones legales aprobadas por el gobierno del MAS; por ejemplo, la Ley 482[viii]. Esta ley sujeta la aprobación de los presupuestos anuales de las empresas municipales, a las directrices dictadas por el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, entidad que determinó que el gasto en salarios no debería pasar del 25% del presupuesto total de las empresas municipales.

Los gobiernos municipales, llevaron adelante procesos de reestructuración de las empresas municipales y, basándose en las disposiciones legales del MAS, procedieron al despido de obreros en diferentes empresas. Uno de los casos más emblemáticos, fue el despido de 150 trabajadores de SEMAPA el año 2009[ix]. Otro caso fue el de los obreros que quedaban sin trabajo porque la Alcaldía de El Alto rescindió contrato con la empresa “Trébol”; en esa oportunidad, la Alcaldía de El Alto ofrecía recontratar a los obreros bajo la modalidad de microempresarios sujetos a contrato de servicios con la Empresa Municipal de Aseo El Alto (EMALT)[x]. La misma situación se produjo con la “La Paz Limpia”; en este caso, el cambio de empresa y la firma de un nuevo contrato de servicio, tuvo el objetivo de racionalizar personal; ya en el año 2014, SABENPE exigió a la alcaldía una elevación en la tasa de aportación de recojo de basura[xi]. La formación de la empresa “La Paz Limpia”, implicó reestructurar el servicio realizando un ajuste en la fuerza de trabajo, de manera que se mantengan las utilidades de la empresa privada, sin subir el precio de la tasa de cobro por basura; es decir, se buscó racionar el gasto, a costa del despido y la precarización laboral de los trabajadores. De la misma forma, EMALT; hace unas semanas, despidió a 18 obreros, estos despidos fueron el resultado de la “reestructuración” de la empresa[xii].

Una segunda estrategia de ajuste, fue la extensión de la eventualidad y de la subcontratación en las empresas municipales. Un dirigente del sindicato de EMAVRA comenta al respecto:
“[E]ra eventual, no existía contrato a plazo fijo, era contrato eventual, eventual de acuerdo a la cantidad de obras que había,  pero siempre hemos estado encomendando elevar el personal eventual porque necesitamos manos no, porque nosotros somos apenas de los 300 más o menos que somos de planta, en obra de construcción están alrededor de 100, 120, 150 máximo y los demás son administrativos, parte del personal, no influyen, no entran en la labor de construcción y de acuerdo a eso, sobre la necesidad de contratar al personal eventual”[xiii]

Lo mismo pasó en las empresas de Obras Públicas de Cochabamba y EMSA, donde la contratación de obreros eventuales se convirtió en una estrategia permanente de la patronal (la Alcaldía de Cochabamba), para cubrir la demanda de servicios a bajo costo. La otra estrategia fue buscar nuevas formas de contratación que bajen; aún más, los costos de la fuerza de trabajo, como precisa un dirigente:

Fotografía: http://www.ccb.com.bo, 13/03/2017
“[L]o hacen a los trabajadores, prestación de servicios, ese contrato, no tiene beneficios sociales, no tienen, ellos mismos se tienen que pagar a las AFPs, les obligan pagarse a las AFPs y no tienen beneficios sociales, no gozan, a eso están apuntando, esos no pueden incluso afiliarse porque son trabajadores, ellos mismos están prestando servicios ¿no?, eso dice la ley también ¿no?, no pueden afiliarse, no pueden organizarse, incluso les obligan a sacar facturas de la renta para que facturen de sus servicios. Hay dicen en varios sectores, incluso en las mismas alcaldías están ah…, dando o haciendo esos tiempos de modalidad de contratos”[xiv]

Esta modalidad de consultores, de contrato por servicios o contratos temporales,  se va extendiendo en las empresas municipales, porque implica una externalización del cumplimiento de ciertos beneficios laborales, como dice el dirigente arriba mencionado, son los mismos obreros, los que se pagan la aportación a las AFP, además,  los obreros-consultores deben contemplar en su presupuesto,  las aportaciones a otros seguros. Durante nuestro trabajo de terreno, presenciamos que, en la empresa de Obras Públicas de Vinto, varios trabajadores fueron convertidos en consultores con contrato de servicios; en este caso, la Alcaldía de Vinto, se justificó argumentando que sobrepasó el porcentaje destinado a salarios contemplado en la reglamentación impuesta por el gobierno.  

La reactivación de leyes que regulan el funcionamiento de las empresas municipales, mediante un ajuste en el presupuesto destinado a la contratación de fuerza de trabajo, se convirtió en el paraguas en el que se amparan los gobiernos municipales, para incrementar el trabajo eventual. De esta manera, el gobierno del MAS, generó espacios para la proliferación de estrategias patronales que contravienen a su mentada política de regulación laboral.

Además de la contratación de personal eventual, las patronales de las empresas municipales, bajan los costos en fuerza de trabajo mediante la precarización de las condiciones de trabajo. La falta de dotación de ropa de trabajo adecuada o de equipo de protección en trabajos con alto riesgo de infección, es común en el servicio de recojo de basura y/o de mantenimiento de alcantarillado, el testimonio de un obrero de la empresa de servicio de agua y alcantarillado de Sacaba, EMAPAS, da cuenta de los riesgos laborales, por no trabajar con el equipo adecuado:

“[E]s en el tema de la limpieza del alcantarillado, donde hacen el trabajo, a veces siempre se filtra o a veces el guante está roto, están chocando con las heces heee, tienen algunas veces unos hongos, ¡empieza a escocer la mano o cuando salpica a la cara o el cuello y todo eso no!!, eso sería hongos, y para eso nuestra empresa tampoco nos da hee ¿Cómo se llama?... medicina eso, para que te cures ¿no?, no tenemos un botiquín que está disponible, si tenemos un botiquín que está ahí botado ya con fechas expiradas de hace años así…”[xv].

Fotografía: http://eju.tv, 01/05/2016
Similar es la situación de los obreros de EMSA, la dotación de ropa de trabajo no es constante ni es completa, de manera que los obreros deben realizar su trabajo a riesgo de contraer enfermedades o de sufrir accidentes de trabajo. Con los obreros de “La Paz Limpia” pasa lo mismo, los obreros:

“[D]enunciaron varios casos de accidentes, como el de una trabajadora que, conteniendo las lágrimas, expresaba su preocupación, porque al alzar la basura, una jeringa penetró parte de su mano (la empresa no les renueva ni guantes); otra de sus compañeras se cortó la mano con vidrio, por manipular la basura con las manos, al no contar con una pala; al menos, para levantar escombros”[xvi].

Además, los permanentes ajustes en los costos de la fuerza de trabajo, significan la intensificación de la jornada de trabajo, porque las empresas municipales tienden a cubrir cada vez más áreas de trabajo, con el mismo número de obreros (el despido en SEMAPA de 150 trabajadores, tuvo la finalidad de reducir de 7 a 2 el número de trabajadores por cada 1.000 conexiones)[xvii]. Ello explica; también, la pérdida de calidad de los servicios prestados, frente al aumento constante de su demanda, por el  crecimiento de la población de las ciudades.

2. LA EXACCIÓN DEL EXCEDENTE PARA LA BUROCRACIA ESTATAL Y LOS PATRONES.

            Uno de los argumentos de los gobiernos municipales, para llevar adelante la extensión de la eventualidad y la precarización de las condiciones de trabajo, es que; según ellos, están obligados legalmente, a regirse al estricto control en el techo presupuestario que ha dictado el gobierno y a la obligación de cubrir impuestos exigidos por el mismo.

Por su parte, para el gobierno, la aplicación del control estricto de los límites presupuestarios, es para asegurar el uso eficiente de los recursos, eficiente ¿en qué sentido? veamos el siguiente testimonio:

Fotografía: http://www.la-razon.com, 18/12/2017
“[D]esde esta gestión de, la  alcaldía no se ha logrado prácticamente hacer ningún ascenso, uno, nosotros hemos puesto en lugar de la empresa que es gerencia, en el sentido económico, cosas que estamos pasando ahora en EMAVRA desde el año pasado hasta ahora estamos siendo castigados a pique por el tema económico, porque realmente no tenemos una estabilidad y ha sido insostenible , específicamente, el impuesto que pagamos de 2 millones que, prácticamente, no deberíamos pagar nosotros, nosotros trabajamos para el gobierno, trabajamos para la alcaldía no somos una empresa particular privada, para que nos tomen de esa manera…”[xviii].

            Es decir; por una parte, se regulan los gastos en fuerza de trabajo y por otra, el gobierno aplica obligaciones tributarias sobre estas mismas empresas; como dice el dirigente entrevistado, estas obligaciones tributarias se aplican como si las empresas municipales fueran empresas privadas. Ese es el sentido de la eficiencia promovida por el MAS, que, con sus disposiciones de regulación sobre las empresas municipales, coadyuvó a configurar una situación propicia para que las alcaldías argumenten la “falta de presupuesto”, para justificar los despidos y/o extender la eventualidad y la precariedad. 

Con todas esas prácticas patronales de reducción de costos en fuerza de trabajo, apoyada en las disposiciones legales del MAS, y su política impositiva de exacción de excedentes, se ha erigido un régimen de sobreexplotación[xix] en diversas empresas municipales. Los gobiernos municipales de turno, en la misma lógica, ajustan el presupuesto con el fin de retener una parte de los fondos, para cubrir otros gastos. La “eficiencia” tiene; entonces, el objetivo de convertir a las empresas municipales,  en espacios de eficiente generación de utilidades a costa de la precarización de las condiciones de trabajo, la extensión de la eventualidad y la subcontratación y la deficiente calidad de los servicios públicos.

Frente a esta situación ¿Cuál fue la posición que tomaron los sindicatos de obreros municipales?

3. LA LUCHA OBRERA ENMARCADA EN EL LEGALISMO.

Fotografía: http://hoybolivia.com, 24/12/2015
Frente a las prácticas de las municipalidades y la política del gobierno central, que implantan la precariedad y la sobreexplotación en las empresas públicas, los sindicatos obreros del sector, respondieron con la lucha por mejorar sus condiciones de trabajo, eliminar la eventualidad y lograr diversas conquistas salariales; sin embargo, no lograron revertir la eventualidad laboral ni las condiciones precarias en las que desempeñan sus tareas diarias.

Como dijimos al inicio, estas luchas obreras usaron como recurso argumentativo disposiciones legales promulgadas por el gobierno del MAS, que restituyen diversos derechos laborales que fueron desconocidos en los 90.  En este sentido, una de las causas de la permanencia de la eventualidad, radica en el carácter de la lucha sindical de los obreros de las empresas públicas, que toman como reivindicación principal, el “respeto a la Ley”. La consecuencia de esta visión (que se repite y reactualiza en cada conflicto) es que los límites y formas de la lucha obrera están permeados por una orientación legalista que contiene la lucha dentro de ciertos límites marcados por las reformas legales del gobierno del MAS.

Fotografía: http://www.eldiario.net, 18/12/2015
En varias entrevistas, realizadas a dirigentes de los sindicatos de trabajadores municipales, se evidenciaba una referencia constante a las disposiciones legales emitidas por el gobierno, como una de las limitaciones para eliminar la eventualidad o luchar contra los despidos y; a veces, como una justificación de la falta de dotación de material de trabajo. Hay un cierto cuidado y miedo en exigir reivindicaciones que vayan más allá de la justificación normativa; ello se debe, también, a que los trabajadores vivencian la incertidumbre respecto de su estabilidad laboral, en un contexto caracterizado por la fuerte presión de una población desempleada que constantemente busca acomodarse, aunque sólo sea en un trabajo eventual. Ello explica; en parte, el carácter corporativista de los sindicatos de las empresas públicas, que para asegurar la negociación de algunos beneficios, terminan pactando un apoyo coyuntural al gobierno municipal de turno. Esto pasó hace unos meses, con los trabajadores de la Empresa “Trebol”, que están bajo la dirección de una dirigencia pro patronal, o también, con los obreros de “La Paz Limpia”, que fueron obligados a marchar en contra la huelga iniciada por sus ex compañeras de trabajo.

El caso de “La Paz Limpia”, y de otras empresas municipales; a las que nos referimos, es muestra de las contradicciones de una política laboral paliativa de la sobreexplotación, incapaz de eliminar la precariedad y la inestabilidad laboral de los obreros municipales, al dejar intacta y más bien reproducir, la lógica mercantil capitalista de compra venta de la fuerza de trabajo.  Revertir esta situación corresponderá, fundamentalmente, a la fuerza y dirección que cobren las movilizaciones de los obreros involucrados.




[i] Denuncian despidos en La Paz Limpia y la firma dice que se prescindió de indisciplinados. Publicado en: http://www.la-razon.com, el 22 de febrero de 2017.
[ii] Se multiplican accidentes de trabajo en La Paz Limpia. Publicado en: http://www.laizquierdadiario.com.bo, el 19 de diciembre de 2016
[iii] En puertas de la Alcaldía despedidas de "La Paz Limpia" ingresan en huelga de hambre. Publicado en: www.laizquierdadiario.com.bo, el 24 de marzo de 2017
[iv] Empresa Trébol hostigan a trabajadores de limpieza de El Alto: Segundino Vargas. Publicado en: http://tierraplus.com.bo, el 7 de octubre de 2015
[v] Trabajadores de Semapa inician paro escalonado en demanda de destitución. Publicado en: http://www.lostiempos.com, el 14 de enero de 2017
[vi] Ley Nº 321, 20 de diciembre de 2012.
[vii] Aillón, Tania (2017) La norma en cuestión, como reguladora del empleo obrero. Visto en: https://llankaymantabolivia.blogspot.com, última visita el 20 de abril de 2017.
[viii] Ley N° 482, 9 de enero de 2014. Esta Ley abroga la Ley N° 2028 28 de octubre de 1999, Ley de Municipalidades.
[ix] El conflicto en SEMAPA y el derecho humano al agua. Publicado en: http://www.luchadeclases.org.bo, el 5 de octubre de 2009.
[x] El Alto: Empleados de Trebol afectan plan de recojo de basura. Publicado en: http://eju.tv, el 27 de diciembre de 2015.
[xi] SABENPE gestiona un alza del 56% por recojo de basura en La Paz. Publicado en: www.la-razon.com, el 24 de abril de 2017.
[xii] Extrabajadores de EMALT inician huelga de hambre. Publicado en: http://cambio.bo, el 3 de abril de 2017.
[xiii] Extracto de entrevista a dirigente de EMAVRA, Grupo LLank’aymanta, 2016.
[xiv] Extracto de entrevista a un dirigente de la Federación de Trabajadores en Construccion de Cochabamba,  Grupo LLank’aymanta, 2016)
[xv] Extracto de entrevista a dirigente de EMMAPAS, Grupo LLank’aymanta, 2016
[xvi] Se multiplican accidentes de trabajo en La Paz Limpia. Publicado en: http://www.laizquierdadiario.com.bo, el 19 de diciembre de 2016
[xvii] El conflicto en SEMAPA y el derecho humano al agua. Publicado en: http://www.luchadeclases.org.bo, el 5 de octubre de 2009.
[xviii] Extracto de entrevista a un dirigente de EMAVRA, Grupo LLank’aymanta, 2016.
[xix] Entendemos por sobreexplotación,  la extracción de trabajo del obrero mediante la reducción del salario por debajo del valor necesario para reproducción de su fuerza de trabajo, sobre este concepto ver: Marx, Carlos. El Capital. Tomo I, vol. 1. 13ª edición. México D. F.: Siglo XXI Editores, 1985