miércoles, 25 de mayo de 2016
domingo, 1 de mayo de 2016
La flexibilidad laboral institucionalizada o la respuesta de los patrones a la crisis capitalista
Tania Aillón Gómez
Fotograía: http://www.diariodeleon.es, 10/03/2016 |
Hace más de una década que
el neoliberalismo enfrentaba su crisis de legitimidad. En el caso de los países
latinoamericanos como Bolivia, el alto costo económico y social que las políticas
neoliberales significaron para los sectores más empobrecidos de la población, se
buscó saldar, con la puesta en marcha de políticas consideradas por sus
precursores como anti neoliberales. En algunos casos, como en el de Bolivia, el
Movimiento Al Socialismo (MAS) ascendió al poder con el discurso de eliminar la
flexibilización laboral, la que se identificó como fuente principal de los
males que aquejaban a la clase trabajadora. Hoy, primero de mayo de 2016, con dos
tercios de los trabajadores en el mundo que están sin contrato y sin derechos o
sufren discriminación o reciben una remuneración muy por debajo de sus
capacidades o están sobreexpuestos a accidentes o enfermedades laborales o
carecen de protección social[i]
o padecen todas esas deficiencias a la vez[ii],
cabe preguntarnos : ¿Qué rumbo tomó la
flexibilización laboral, dentro de las reformas promovidas por los gobiernos
reformistas en América Latina y dentro de las estrategias asumidas por los
países centrales, para remontar la crisis capitalista que los golpea desde hace
7 años ?
1.
FLEXIBILIDAD “REGULADA”, EVASIÓN PATRONAL E INCONSECUENCIA REFORMISTA
La mayoría de los
gobiernos reformistas en América Latina, en los últimos 15 años, ante la
imposibilidad de erradicar del mercado laboral las distintas formas de flexibilización,
se propusieron regularla, mediante una diversidad de normas. Se trató de iniciativas
de carácter intencional, promovidas desde el Estado, en las que se introdujo el
principio de “responsabilidad solidaria”[iii],
como mecanismo de protección para los trabajadores, pero que; sin embargo, no
dieron el resultado esperado, frente a la creatividad patronal, para generar un
abanico de formas fraudulentas de flexibilización laboral, es el caso de empresas
capitalistas registradas como cooperativas que en realidad terciarizan la producción
de otras o el caso de “cooperativas” que son empresas capitalistas para la
contratación precaria de trabajo (o “maquila de nómina”). Este es el caso del
Brasil, donde el gobierno de Lula logró restringir, aparentemente, la flexibilización
en relación a los años noventa, pero los patrones recurrieron a distintas
formas de contrato civil, con el fin de escapar a las obligaciones laborales, contratos
dentro de los cuales, la compra –venta de la fuerza de trabajo, asume la forma
de compra de servicios a un consultor o a una microempresa; se trata de la
creación de empresas sin empleados, falsas cooperativas, que devienen en formas
veladas de tercerización[iv](Dari:2015).
En el caso de Chile, la Reforma Laboral que modifica
el código del Trabajo(2015) (como parte de la oferta del gobierno de Bacheler),
paradójicamente (pese a que los cambios propuestos remueven, en alguna medida, la
excesiva subordinación que los trabajadores soportaron durante más de tres
décadas, como herencia de la dictadura pinochetista) abre la posibilidad de flexibilizar
la jornada laboral, porque favorece las decisiones unilaterales de los
empresarios debido a la debilidad negociadora de gran parte de los sindicatos. En
un país donde las jornadas de trabajo en son ya extremadamente largas,
inexplicablemente, la reforma laboral ofrece a los empresarios la posibilidad
de que las jornadas sean aún más largas y que incluso se pueda trabajar en los
días de descanso.
Fotografía: http://www.pts.org.ar, 28/05/2014 |
El otro caso paradigmático de las contracciones que enfrentan los
gobiernos reformistas en América Latina frente a la flexibilización laboral, es
el del Ecuador. Inicialmente el año 2008, se promulgó un Mandato Constituyente, el Nº
8, por el cual se prohíbe la tercerización e intermediación laboral y cualquier
otra forma de precarización de las relaciones laborales en aquellas actividades
que realice la empresa o empleador, en consideración a que “la tercerización de
servicios complementarios, la intermediación laboral generalizada y la
contratación por horas, constituyen modalidades de relación laboral que
vulneran los derechos del trabajador y los principios de estabilidad, de pago
de remuneraciones justas, de organización sindical y contratación colectiva”.
Sin embargo, pese al reconocimiento de la flexibilización laboral es una medida
pro patronal que vulnera los derechos, en los primeros meses de este año(2016),
el gobierno de Correa da un franco paso atrás cuando en las propias palabras
del presidente se menciona la necesidad de “un poco de flexibilidad para capear el temporal que estamos enfrentando…”, el significado de
este “poco de flexibilidad” es la propuesta de retornar al contrato a plazo fijo; es decir, que luego del año de prueba las empresas
tendrán la facultad de decidir si prefieren conservar al trabajador o prescindir
de sus servicios, sin necesidad de pagar indemnización; la “contratación por horas”,
la reducción de la jornada laboral y paga de acuerdo a las horas trabajadas, con
contratos adaptados a las necesidades de los sectores productivos; es decir, se
trata de un ajuste a los requerimientos de la patronal, que desde el 2012
presionaba por mayor flexibilidad.
En Bolivia, la
reforma laboral del gobierno del MAS, consistió en la eliminación de los
decretos que sustentaban la libre contratación y restituyó el reconocimiento del
derecho a la estabilidad laboral
y al goce de beneficios sociales. Pese a la intención inicial de
abolir la flexibilidad laboral heredada del neoliberalismo, al no poder
erradicar la subcontratación ni la tercerización, tuvo que legalizarlas,
poniendo como condición a las empresas intermediarias, que cumplan con los
beneficios sociales reconocidos por ley a los trabajadores, mientras dura el
contrato de trabajo. Lo paradójico en este caso, es que el gobierno del MAS, supuesto
paladín de la lucha contra la flexibilidad laboral, se constituyó al correr de
los años, en el principal productor de empleos temporales regidos por la Ley
del Funcionario Público (contratación de consultores en línea y funcionarios de
inserción eventual) y en importante utilizador de obreros bajo régimen de
subcontratación, para la realización de las obras públicas( aproximadamente 70%
dela fuerza de trabajo ocupada en el ramo)[v].
En el mismo sentido, con la legalización de la subcontratación, el
gobierno conservó la estructura jerárquica empresarial vigente, en la que un
gran puñado de micro y pequeñas empresas de servicios viven articuladas a las
prácticas flexibilizadoras de las empresas de capital transnacional (Unilever,
Coca Cola, etc.). El crecimiento al doble del
número de empleadores para el 2012, según los datos
del INE (Instituto nacional de Estadística), se debe al incremento del número
de medianas, pequeñas y micro empresas, muchas de las cuales, se articulan a
procesos de producción de empresas grandes por medio de relaciones de
tercerización o de subcontratación, relaciones dentro de las cuales, se
sujetan a los tiempos fijos de contrato y subsumen a sus trabajadores a estos
tiempos cortos de operación, porque dejan de operar en periodos de licitación o
cambian el personal, debido a que migran a otro rubro con empresas-clientes de
otras características.
2. REMONTAR LA CRISIS CAPITALISTA A COSTA DE LOS
TRABAJADORES
En Europa y Estados
Unidos; la crisis capitalista de larga duración que se inicia en 2008, cuyos
rasgos responden a las políticas de liberación financiera que dominaron las
tres últimas décadas, no promovió, precisamente, un retorno a políticas de
corte keynesiano o el abandono de los preceptos neoliberales. En materia de
política laboral, aunque la onda neoliberal dejó fuertes secuelas de desempleo
y subempleo en las economías occidentales, tampoco sus gobiernos apostaron por
fundar el reanimamiento de la economía en políticas de pleno empleo, los
referentes empíricos muestran un rumbo diferente. De forma general, en la
mayoría de los países europeos, ciertas reformas laborales han sido
prioritarias entre los años 2008 y 2012, las mismas que han buscado facilitar
las modalidades de despido individual y colectivo, suavizar la legislación
sobre el tiempo de trabajo y ampliar las posibilidades de los patrones, para
que contraten obreros en condiciones precarias[vi]
Fotografía: http://www.librered.net, 10/03/2016 |
En los países europeos, encontramos, del mismo
modo que en América Latina, muchos trabajos asalariados que se esconden bajo la
forma de un contrato comercial, en muchos países europeos, aparecen trabajadores
“independientes”, pero que en los hechos están subordinados a un patrón, con un
estatus jurídico aparente de no asalariado; la generalización del contrato a plazo
fijo es otro indicador de la vigencia y desarrollo de la flexibilización
laboral en esta región, para el año 2011 en los países de la OCDE, prácticamente,
la cuarta parte de los trabajadores asalariados entre 15 Y 24 años, trabajaban
en estas condiciones[vii].
Luego de la crisis financiera de 2008, los estudios referidos al tema muestran
una tendencia marcada a la desreglamentación del mercado de trabajo, durante
este periodo, más de un tercio de los países de la OCDE suavizaron la
reglamentación de los despidos individuales y colectivos. Sobresale en este
sentido Portugal, que entre el 2009
y 2012 puso en marcha reformas, que acortaron, significativamente, la duración
del preaviso de despido y redujeron la indemnización por este motivo.
En
Francia, donde en estos días, los trabajadores libran una lucha contra las reformas
flexibilizadoras que el gobierno quiere introducir al código del trabajo (facilitar
los despidos colectivos y disminuir las indemnizaciones), ya desde mayo del
2013, las reformas pro patronales del gobierno socialdemócrata d Hollande,
dispusieron que cuando la empresa se encuentra en dificultades económicas, los
patrones pueden negociar un reducción temporal de salarios. Una vez que dicho
acuerdo es firmado entre los dirigentes y la patronal, cualquier trabajador que
se resista a cumplir el acuerdo, puede ser despedido por motivo económico
justificado, lo que significa una derogación de los derechos estipulados en el
Código del Trabajo vigente hasta hoy. En Alemania y en general en los países
nórdicos, de la misma forma se institucionalizó el trabajo temporal, como
muestra de que la salida a la crisis avizorada por la patronal, pasa por la
mayor flexibilización laboral, en este contexto, la patronal jugó la carta de
la flexibilidad interna con el fin de conservar la fuerza de trabajo cualificada,
para esto ha reducido el tiempo de trabajo de sus efectivos y aumentado el
desempleo parcial, por lo que en Alemania entre el año 2008 y mediados del
2009, el número de desempleados parciales aumentó por diez, pasando de 130.000
en noviembre de 2008 a 1.2 millones en marzo de 2009[viii]
Es decir que, como en Francia, la estrategia patronal carga sobre los
trabajadores de las franjas más precarias, el costo de la crisis; quizá el caso
más paradigmático en este sentido, sea el de España, donde los trabajadores
subcontratados o a plazo fijo fueron los primeros en ser despedidos; en este
país, entre Junio de 2008 y julio de 2009, el 90% de las pérdidas de empleo se
produjeron entre los trabajadores con contrato temporal, proceso facilitado por
medidas como la exoneración a la patronal de cotizaciones sociales, supresión
de plazos de preaviso, etc.
Con este panorama, la
realidad queda muy lejos de responder a las ofertas de una “flexseguridad” en
los países centrales, mediante la cual se proponía combinar mercados de trabajo flexibles con elevados niveles de
protección contra el desempleo y políticas activas del mercado de trabajo
orientadas a facilitar una reinserción laboral eficiente y en condiciones
favorables para el trabajador[ix]
( Weller: 2009), más bien, el recorte a los gastos sociales para superar las
crisis fiscales, fue la medida asumida por los gobiernos de los países
centrales, disminuyendo, sustancialmente, la protección al desempleo. Cabe
preguntarse, entonces: ¿por qué en el
mundo capitalista contemporáneo, la flexibilidad laboral no pudo ser erradicada
y; más bien, como muestra la referencia empírica, en las últimas décadas se
institucionalizó y ganó carta de ciudadanía?
CONSIDERACIONES FINALES
La relación que hasta aquí expusimos, nos
permite formular algunas conclusiones, que al mismo tiempo intentarán responder
a la pregunta planteada líneas arriba. Sin duda, los derroteros por los que
marchó la flexibilización laboral muestran con claridad el contenido de clase
del Estado capitalista, el que tanto en los países latinoamericanos con
gobiernos reformistas o con gobiernos de corte liberal en Europa, posibilitó y
facilitó la institucionalización de la flexibilidad laboral frente a la presión
patronal, que para enfrentar la competencia exacerbada en un escenario de
crisis, recurre a generar mecanismos de abaratamiento de la fuerza de trabajo,
ya no solo en los países periféricos; sino también, en los países centrales,
antes sinónimo de buenas condiciones laborales y bienestar social, esto debido a que con la deslocalización de fragmentos importantes de la cadena productiva a países con
costos laborales más bajos( que desemboca en la formación de un ejército
industrial de reserva para el capital a nivel mundial) la patronal se pone en
posición de ventaja, para negociar con los trabajadores, las condiciones en que
éstos van a ser contratados, a esto se suma la relativa baja de la tasa de
sindicalización, que disminuye la capacidad de las negociaciones colectivas, lo
que significa que una parte creciente de trabajadores negocian individualmente
sus condiciones de trabajo, tendencia que se retroalimentada por la misma
flexibilización laboral..
En estas condiciones, la
flexibilización laboral, que se ha tornado en una necesidad irrenunciable, para
la valorización del capital, en las condiciones de exacerbación de la
competencia mundial que enfrentan los patrones, no ha podido aun ser revertida
por una clase obrera que todavía enfrenta las dificultades de recuperar su
independencia política e ideológica frente a los patrones, luego de una derrota
histórica (caída de los estados obreros de la URSS y este de Europa) seguida de
largos años de neoliberalismo, con su secuela de despolitización de las
generaciones jóvenes de obreros/as. Esta situación explica, también, que la orientación política de la
clase obrera se haya dirigido a apoyar gobiernos de contenido reformista como
alternativa al neoliberalismo, gobiernos que como mostramos, en lugar de
erradicar la flexibilización, terminaron consolidándola. Sin embargo, el mismo
proceso mediante el cual, los patrones buscan abaratar la fuerza de trabajo, al
constituir un ejército de reserva de dimensiones mundiales, no solo facilita imponer el “despotismo” del capital sobre los
trabajadores (flexibilización laboral), sino que también, contradictoriamente, genera
las condiciones para unificar la lucha de la clase obrera, no solo contra la
flexibilización laboral, sino sobre todo, contra la madre del cordero, la
organización capitalista del trabajo. En la medida en que obreros y obreras comprendan que la flexibilidad
laboral no responde a la existencia o no de una u otra norma legal, sino a las
necesidades estructurales de valorización del capital en la época contemporánea,
concluirán que la mejora de sus condiciones de trabajo pasa por destruir la organización
capitalista del trabajo, que no responde a los intereses de los explotados,
sino al enriquecimiento de un puñado de patrones, que se reproducen a costa de seguir
precarizando las condiciones de vida de la clase trabajadora.
[i] De
hecho el 80% de la población mundial no tiene una cobertura adecuada de
seguridad social y más del 50% carece por completo de dicha cobertura. Es
decir, no tiene asegurada ningún tipo de protección en caso de desempleo,
enfermedad, discapacidad, vejez o maternidad, ver Organización Internacional
del Trabajo (2015) Trabajo decente en las Américas: una agenda hemisférica, 2006-2015. Visto en: http://www.summit-americas.org,
última visita el 30 de abril de 2016.
[ii] Ídem.
[iii] Maldonado, Enrique (2015) Convergencias y divergencias de la cuestión laboral en América Latina,
DESCO, 2015. Visto en: http://www.desco.org.pe,
última visita el 30 de abril de 2016.
[iv] Dari Krein, José, Brasil (2015)
“Os movimentos contraditórios da regulação
do trabalho dos anos 2000” en Dossier Políticas
laborales en América del Sur siglo XXI, cuadernos de CENDES, No 89pp.
47-82.
[v] Aillón, Tania; Castro,
Luis y Piejko, Mauricio (2015) “Bolivia: las paradojas de la política de
regulación laboral del gobierno del MAS” en Dossier Políticas
laborales en América del Sur siglo XXI, cuadernos de CENDES, No 89, pp. 17-47.
[vi] Lallement,
Michel (2014) “Les conséquences de la crise économique sur les marchés du
travail européens (2008-2012)” en Revista
Latino-americana de Estudos do Trabalho, Ano 19, nº 32, 2014, 65-80. Visto
en: http://relet.iesp.uerj.br,
última visita el 30 de abril de 2016.
[vii] Ídem.
[viii] Ver Natixis: 2009 en Lallement,
Michel (2014) “Les conséquences de la crise économique sur les marchés du
travail européens (2008-2012)” en Revista
Latino-americana de Estudos do Trabalho, Ano 19, nº 32, 2014, 65-80. Visto
en: http://relet.iesp.uerj.br,
última visita el 30 de abril de 2016.
[ix] Weller, Jurgen (2009) “Avances y retos para el
perfeccionamiento de la institucionalidad laboral en América Latina” en: El nuevo escenario laboral latinoamericano,
regulación, protección y políticas activas en los mercados de trabajo. Buenos
Aires, CEPAL, siglo XXI, pp. 11-64.
viernes, 15 de abril de 2016
El significado de la lucha obrera contra los patrones chinos en Bolivia
Luis Fernando Castro López
Fotografía: http://www.enlacesbolivia.net/. 01/02/2016 |
1.
LAS PRACTICAS CHINAS DE SOBREEXPLOTACIÓN DE OBREROS BOLIVIANOS
Después de la inclusión de
la R.P.Ch. (República Popular China) en la Organización Mundial de Comercio en 2001[iv], su
presencia en América Latina fue creciendo,
en respuesta a la política de
expansión económica, que supuso
dirigirse a los mercados del exterior[v]. El caso
de la construcción de infraestructura no fue la excepción, después de un largo
proceso de experimentación con la construcción local de infraestructura, las
empresas chinas tratan de reproducir, en otros países, sus propios
procedimientos de construcción, con su materia prima y su maquinaria, pero
también, reproducen sus prácticas de explotación de la fuerza de trabajo. Ya sean
las prácticas de intensificación del
trabajo, como usualmente pasa en las empresas estatales chinas[vi] o
mediante la evasión de compensaciones salariales directas e indirectas a los
trabajadores[vii]; todas estas medidas, destinadas a bajar los costos de la fuerza de
trabajo.
Los testimonios de los
obreros bolivianos confirman el empleo de diferentes prácticas de sobreexplotación[viii] por parte de las
empresas chinas. La primera vía de sobreexplotación, es mediante la
contratación de obreros con salarios por debajo de la categoría laboral a la
que pertenecen. Según testimonios de los trabajadores, los maestros encofradores y enferristas fueron contratados
en calidad de ayudantes, pese a que desarrollan su trabajo como maestros. Los
obreros aceptan ser contratados como ayudantes, con la esperanza de que la empresa les suba el
salario de acuerdo a su categoría en los meses posteriores a su contratación;
pero ello no sucede, la empresa china los amenaza con el despido si piden un
aumento salarial o una categorización. Además, la sobre oferta de obreros en el ramo,
favorece a las empresas chinas, para
llevar adelante esta práctica.
La segunda vía de sobreexplotación,
consiste en realizar recortes directos
en las planillas de pago. Un obrero de
la empresa Sinohydro relataba en la movilización protagonizada el mes de enero
de este año : “[E]l siguiente tema ha
sido salarios, por ejemplo, en un mes yo hago 60 horas, pero el chino me paga
solamente pues de 55 horas, 5 horas mueren así”[ix]. En otros casos, realizan
descuentos injustificados, como afirma un obrero: “[P]or más que tengamos el seguro de
salud, no nos dan el permiso para ir a hacernos atender, hacemos eso todo el
trámite burocrático, para pedir permiso y encima llega el fin de mes y
descuento de ese día y ellos mismos firman un permiso”[x]. El objetivo de estas prácticas es reducir el
salario percibido por los obreros mediante exacciones directas en forma de
descuentos o mediante la contratación de obreros con un salario por debajo de
su categoría laboral.
Fotografía: http://www.eldeber.com.bo/. 26/01/2016 |
Cuando se precarizan las condiciones de
trabajo, se eleva el riesgo laboral y se obliga a los obreros a producir en
situaciones en las que se pone en peligro su vida. En las empresas chinas
Sinohydro y Vicstar, la precarización de las condiciones de trabajo es una
práctica recurrente y aún más, los episodios de despido por la negativa de los
obreros a trabajar en estas condiciones, tal y como relata un obrero boliviano
en el siguiente extracto: “[S]egundo
lugar, en el tema de la seguridad
industrial, muchos compañeros no cuentan
con lo referido, en tema…por ejemplo yo soy encargado del equipo pesado de las
volquetas, es una pena que las volquetas de la empresa china, que son una
empresa supuestamente grande, pero no les gusta cambiar los repuestos,
estamos andando amarrado con una liga, increíblemente y de toda una empresa y
poniendo en riesgo la vida del conductor y la vida de los demás que estamos
trabajando” otro
obrero acotaba: “[E]l equipo pesado no
está, está fuera de la seguridad industrial ¿Por qué? No tiene guiñadores, no
tiene stop, no tiene extinguidor, no tiene triangulo, por último no tiene ni SOAT
siquiera eses vehículos ¡andemos así!”[xi].
Las empresas chinas no se
limitan a afectar el salario,
reduciéndolo por debajo de su valor, sino que además, mediante la
precarización de las condiciones de trabajo, bajan los costos adicionales que
implican la gestión de fuerza de
trabajo. Esto último, se expresa en actitudes de cosificación hacia los obreros
bolivianos por parte de los encargados de área, los capataces y asesores
jurídicos de las empresas chinas.
2.
LA EXACERBACIÓN DE LA COSIFICACIÓN DEL OBRERO
El trato a los obreros como
cosas, como máquinas, que se dedican a producir, se evidencia en diversos
episodios en los que ellos son obligados a trabajar al margen de sus límites físicos:
“[A] veces los trabajadores tienen
algún accidente pero la empresa, el encargado el capataz […] no le da la gana,
no te da permiso ni aunque se hayan accidentado, ni aunque esté saliendo, ni
aunque te hayas partido el dedo, no te da permiso para que vayas a hacerte
curar, o sea no son humanitarios”[xii]
Los
capataces y encargados de área chinos, con el objetivo de aumentar la plusvalía
(ganancia de la empresa) de sus empresas, llevan las prácticas de explotación a extremos que
desembocan en la objetualización (en la
transformación en cosas) de obreros, uno
de ellos afirmaba en una entrevista: “[P]ara
él
[el capataz chino], no tiene nada [el
obrero], si tienes que enfermarte tienes
que enfermarte mañana cuando no haya trabajo…”[xiii]
En sus prácticas de gestión
del trabajo obrero, los directivos
y capataces de las empresas chinas, reproducen con
meridiana claridad, el carácter de mercancía que asume la fuerza de trabajo en
la sociedad capitalista. El obrero, desde la representación patronal china, “trabaja y no protesta”, “no se enferma” y “no necesita sindicato”; esto último, explica las acciones
violentas de los capataces chinos, como la de tratar de atropellar con una pala
a los obreros de la SINOHYDRO que protagonizaron un paro de actividades o los
despidos por la negativa de los obreros a trabajar en condiciones que amenazan
su vida. Sin embargo, estas prácticas
despertaron pronto la movilización de los obreros bolivianos, las notas de
prensa respecto de las movilizaciones evidencian ello. En este sentido, es importante preguntarse: ¿Cuál es la orientación que
tienen las luchas sindicales de los obreros que trabajan en las constructoras
chinas?
3. LA
ORIENTACIÓN DE LA LUCHA OBRERA.
Fotografía: http://www.lostiempos.com. 27/01/2016 |
Los episodios de paro son explicados por los obreros, como una lucha “por el respeto a los derechos
laborales…” o “a la ley laboral”. Algunos obreros son más
específicos y nos dicen: “[E]stamos en
paro porque a mis compañeros de trabajo los han despedido por reclamar lo
justo, que eran sus derechos… trabajar con seguridad… así todo”[xiv]
La lucha por
lo justo o por sus derechos, no debe ser reducida a un reclamo por el
cumplimiento de sus derechos fijados en la reglamentación laboral, sino que la debemos comprender en torno a la
situación concreta y la experiencia vivida de los obreros. En este entendido, sus reivindicaciones no se reducían a una
exigencia del cumplimiento de obligaciones laborales estipuladas por ley, sino
que se expresaban una concepción moral de las obligaciones salariales y las condiciones de trabajo, que para ellos, son
aceptables.
Las prácticas
de sobreexplotación y precarización de las condiciones de trabajo y las
actitudes cosificadoras de los capataces y directivos chinos, eran vividas por
los obreros como una situación de esclavitud: “[S]i llueve, llueve…igualito hay que trabajar para ellos no hay nada,
cuando nosotros hemos trabajado en alguna empresa en tormentas se para [el
trabajo] en la empresa hasta que pare
[la lluvia], y en los chinos sino quieres no!
Dale y dale, los bolivianos ya hemos salido de la esclavitud, del
pongueaje, nos hemos librado de los españoles”[xv]
Las analogías con el “pongueaje” y “la esclavitud”, expresan la vivencia de un regreso a formas de
violencia que recaen, en el sometimiento del cuerpo, a un trabajo que se vive, principalmente, como trabajo forzado por encima de sus límites
físicos: “[U]n poquito los chinos tienen
otra ideología, un poquito me ha hecho recordar la era española no!, así de
patear no te patean”[xvi]
Las condiciones de sobreexplotación,
las prácticas de cosificación y la vivencia obrera respecto de ellas, fueron
los móviles de la lucha de los sindicatos obreros de la construcción. Por
ejemplo, en VICSTAR los obreros aguantaban los bajos salarios y los descuentos en
las horas de trabajo, todo ello por conseguir un certificado de trabajo en una
empresa extranjera; pero en la medida en que las condiciones de trabajo se
fueron tornando insoportables y el despotismo de las empresas chinas fue más
evidente, los obreros vieron como única salida la movilización obrera. Lo mismo
pasó en SINOHYDRO, la movilización obrera no se tornó efectiva sino después de
que los mismos obreros no pudieron continuar soportando las condiciones cada
vez más precarias de trabajo que además, en su vivencia, reducían su condición de trabajador asalariado
a la de esclavo.
La vivencia contenida de un
sentido moral del trabajo, explica el rumbo de la lucha obrera, expresada en las
justificaciones e interpretaciones acerca de los motivos de la movilización y de
sus reivindicaciones:
“[N]uestra marcha es porque... no entiendo como estas empresas
hacen las cosas... en mi experiencia de trabajo con varias empresas en
construcción de caminos... primera vez que no hay ni control de mantenimiento
de las volquetas... peor aún de la seguridad para el trabajador, ni en la peor
empresa... hasta en la peor [empresa] obligado tenían que asegurar al trabajador... aquí no les interesa o
no sé qué quieren estos chinos o están esperando que uno de nosotros muera...
entonces, en contra de todas esas cosas que van en contra de nuestro... de las
leyes… y de nuestro salud… […] todo
eso que no podemos seguir tolerando… no somos esclavos… nos traten como
esclavos… somos trabajadores…”
En las
movilizaciones obreras contra las empresas chinas, se expresaba un sentido
moral acerca del trabajo, que se concretizaba en el respecto a la ley laboral.
La lucha sindical, entendida por los obreros, era por defender la medida histórico-
social del salario, que las empresas chinas buscaban modificar mediante la
sobreexplotación de los obreros, con miras al abaratamiento de la fuerza de trabajo. Esta
concepción moral de la medida histórico-social, contempla, además las condiciones mínimas de trabajo, que los
obreros consideran aceptables, frente a
las empresas chinas que llevan las condiciones de trabajo a un estado continuo
de riesgo laboral en el que se pone en juego la vida de los obreros.
4. LA SOBREEXPLOTACIÓN OBRERA DENTRO DEL RÉGIMEN DEL MAS
Si bien, como dijimos, la
presencia de empresas chinas no es nueva en Bolivia, los conflictos abiertos
contra estas empresas se dieron en estos dos últimos años, cuando la presencia
de estas empresas creció significativamente. Esta conflictividad sindical, sucede
en el marco de dos hechos. El primero, referido a los ciclos de acumulación de
capital, desde el 2012 la economía china empezó a desacelerarse y con ello
cambió el comportamiento de los patrones chinos y el gobierno R.P.Ch. Si bien
el gobierno chino había aprobado una reforma laboral (que elevaba el salario,
fijaba una jornada laboral y aprobaba diversos beneficios sociales para los
obreros chinos) el año 2008, para bajar la conflictividad laboral en una época
de auge; la situación actual, de desaceleración de la economía, ha obligado al
gobierno y al empresariado privado (sus principales socios), a evadir las
obligaciones laborales en busca de ahorrar costos[xvii],
al punto que estas prácticas se volvieron más recurrentes en los ramos de la
minería y de la construcción[xviii]
Esta
misma política de ahorro de costos de las empresas chinas, se ha puesto en
práctica en diferentes países latinoamericanos, lo que nos remite al segundo
hecho al que nos queremos referir, los
cada vez más estrechos lazos de subordinación de la economía boliviana al
imperialismo chino, concretizados en una dependencia al crédito otorgado por R.P.Ch.,
para llevar adelante megaproyectos de
construcción de infraestructura, que además sirven de campaña política para el
gobierno. Eso explica la paciencia con la que el gobierno del MAS ha
presenciado la lucha obrera contra las empresas chinas que, sintiéndose
protegidas por los acuerdos económicos entre los dos países, hizo caso omiso de
las sanciones y advertencias del ministerio de trabajo.
En
este contexto, la lucha obrera para que
se respete el valor histórico social del salario y las condiciones de trabajo,
contra las prácticas de sobreexplotación que degradan (desde la visión del
obrero) el estatuto del trabajador al de
esclavo, se da en un contexto de recesión en que el gobierno chino busca que
sus empresas estatales, privada y mixtas, extraigan más plusvalía y saquen
factura a los créditos concedidos al Estado Boliviano, de suerte, que los
créditos chinos se conviertan en una vía de acumulación para el imperialismo
chino. Sin duda, la lucha de los obreros
de la construcción fue significativa en tanto frenó coyunturalmente, las intenciones de implantar un régimen de
sobreexplotación cada vez más brutal; pero no es suficiente, es necesario que
la unidad y la lucha obrera se dirija al núcleo de este problema, que está en la
alianza neocolonial que el gobierno del MAS trata de consolidar con el
imperialismo chino, como forma de sostén a su régimen y a la formación de una
nueva burguesía “andino amazónica”, mediante la entrega los recursos naturales
y de los proyectos de construcción a las empresas chinas.
[i]Más de 300 trabajadores de la hidroeléctrica San José en
paro. Publicado en: http://eju.tv,
el 13 de enero de 2016.
[ii] Dato extraído de una entrevista a un
dirigente del sindicato de trabajadores VICSTAR
[iii] Jenkins, Rhys (2015) “La expansión
global de China y su impacto en América Latina” en Mantilla Sebastián (Ed.), La Expansión de China en América Latina.
Quito: -Centro Latinoamericano de Estudios Políticos (CELAEP)
[iv] Ídem.
[v] Harvey, David (2007) Breve historia del neoliberalismo.
Madrid: Akal
[vi] Rodríguez Mario
(2011) Situación de los derechos
laborales en China: implicaciones políticas y económicas. Visto en: http://www.fundacionalternativas.org/,
última visita el 15 de abril de 2016.
[vii] Ídem.
[viii] Entendemos por sobreexplotación, la extracción de trabajo del obrero mediante
la reducción del salario por debajo del valor necesario para reproducción de su
fuerza de trabajo, sobre este concepto ver: Marx, Carlos. El Capital. Tomo I,
vol. 1. 13ª edición. México D. F.: Siglo XXI Editores, 1985
[ix] Extracto de una entrevista a un
obrero de la empresa Vicstar.
[x] Extracto de una entrevista a un
obrero de la empresa Sinohydro.
[xi] Ídem.
[xii] Extracto de una entrevista a un
obrero de la empresa Vicstar
[xiii] Extracto de una entrevista a un
obrero de la empresa Sinohydro
[xiv] Ídem.
[xv] Extracto de una entrevista a un
obrero de la empresa Sinohydro.
[xvi] Ídem.
[xvii] Otra interpretación de la crisis
china. Publicado en: http://www.corrienteroja.net,
el 28 de agosto de 2015.
[xviii] Rodríguez Mario
(2011) Situación de los derechos
laborales en China: implicaciones políticas y económicas. Visto en: http://www.fundacionalternativas.org/,
última visita el 15 de abril de 2016.
jueves, 14 de enero de 2016
El trasfondo de la política tributaria durante el “Proceso de Cambio”
Mauricio Oscar Piejko Patiño
Fotografía: hhttp://correodelsur.com/. 25/08/2015 |
Nos encontramos en
medio de una recesión económica mundial que se generó al interior de las economías de Europa y Norte América para, posteriormente, afectar a las economías
de Asia y América Latina. Al menos, durante los últimos dos años, esta
dinámica del capitalismo mundial ha resultado en una continua caída de los
precios internacionales de las materias primas en general. Para Bolivia, esta
caída en los precios internacionales significa, después de casi una década de altos
precios y de “bonanza económica”, una importante reducción del excedente económico absorbido desde el Estado (por concepto de Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) y rentas
petroleras). Conscientes de las consecuencias de la recesión mundial de la economía, los altos mandatarios del Estado
boliviano, adoptaron una política de endeudamiento interno y
mayor presión tributaria que les permita financiar y controlar (a nivel interno)
los efectos de la crisis mundial del capitalismo, al tiempo de garantizar la
reproducción del Estado Plurinacional de Bolivia, bajo el eslogan y proyecto
político del “Proceso de Cambio”.
En este sentido, la
actual coyuntura nos motiva a realizar un breve análisis sobre el contenido de la política tributaria emprendida durante la gestión de gobierno
del Movimiento Al Socialismo (MAS). Para dicho
propósito, en primer lugar, examinaremos
las principales fuentes e instrumentos de recaudación tributaria en el marco de
las políticas del “Proceso de Cambio”; para posteriormente, reflexionar sobre la relación de crecimiento
real que ha existido durante la última década, entre la deuda tributaria y los salarios de
los trabajadores. Por último, reflexionaremos sobre la finalidad y contenido de
la redistribución los recursos tributarios recaudados por el Estado
Plurinacional de Bolivia, a través de un análisis del gasto público efectuado por el gobierno en general.
1.
LOS TRABAJADORES COMO SOSTÉN ECONÓMICO DEL “ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA”
Uno de los
principales rasgos que caracterizan a las sociedades capitalistas es que la
base económica de la reproducción del Estado esta sujeta a
la capacidad que tengan las autoridades públicas para extraer excedentes
económicos, bajo la forma de impuestos y tributos, del contingente de
laboriosos de la población (Sweezy,
1987[i];
Goigh, 1992[ii]).
En el gráfico 1, se puede apreciar que la evolución de los montos tributarios recaudados
por el Gobierno durante la última década, siguieron una tendencia creciente,
principalmente, aquellos impuestos que son dirigidos a los trabajadores
asalariados y no asalariados (IVA y RC-IVA). Por su parte, los impuestos (en
términos absolutos) que se dirigen a las utilidades de los empresarios -propietarios de los medios de producción, son menores al
monto absoluto tributado por los trabajadores. Sin embargo, cabe destacar que
el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) también juega un papel relevante
(en un contexto de precios elevados), pero no por ello más importante que las
contribuciones tributarias de los trabajadores.
GRÁFICO
1.BOLIVIA: RECAUDACIONES TRIBUTARIAS SEGÚN PRINCIPALES IMPUESTOS (EXPRESADO EN MILES
DE BOLIVIANOS)[iii]
Esto significa que es la
población trabajadora, a través de una carga tributaria directa a su consumo e
indirecta a sus salarios, el principal sostén económico del aparato estatal en
la última década. Los datos muestran que la política tributaria del gobierno
del MAS no es neutral, ha seguido un endurecimiento fundamentalmente sobre la
clase trabajadora y una flexibilización sobre las ganancias de las firmas. De
este modo, la política tributaria del “proceso de cambio” se limita a extraer
recursos sobre la plusvalía de las firmas capitalistas, denotando una lógica de
Estado que impulsa procesos de acumulación de ganancia concentrada en las
clases económicamente dominantes (Sweezy,
1987; Goigh, 1992).
Como un primer
elemento, identificamos que la política tributaria de recaudación no es neutral y mucho menos equitativa respecto a echar mano sobre las
ganancias de los empresarios. La evolución de la
recaudación tributaria evidencia que nos encontramos frente a un Estado que
administra el capitalismo, que busca hábilmente nuevos instrumentos y
mecanismos[iv], para
garantizar económicamente la reproducción de un régimen y proyecto político, que notoriamente favorece al
capital, en concreto, a las clases económicamente dominantes del país.
2.
CRECE MÁS LA DEUDA TRIBUTARIA QUE LOS SALARIOS
Ahora, cabe reflexionar un segundo elemento que se
presenta implícito, pero que guarda una estrecha relación con contenido de la política tributaria del gobierno del MAS. En el gráfico 2, se
evidencia la evolución y el crecimiento nominal de la deuda tributaria con
mantención de valor UFV[v],
en relación al crecimiento del salario nominal de un trabajador asalariado
promedio. Observamos que, desde diciembre 2007 hasta marzo de 2015, la elevación de la deuda
tributaria siempre fue mayor al crecimiento nominal del
salario medio de los trabajadores, es más, se constata que durante los procesos
inflacionarios (inflación del 2008) se acrecienta la brecha entre
la deuda tributaria y los salarios, mientras que en periodos de reducida
inflación tiende a achicarse.
GRÁFICO 2. EVOLUCIÓN NOMINAL DE LA DEUDA
TRIBUTARIA RC-IVA Y DEL SALARIO MEDIO DE UN
TRABAJADOR ASALARIADO
(EXPRESADO
EN BOLIVIANOS)[vi]
Pero
¿Qué implica la política de actualización del valor tributario en base a la UFV? Al asumir la metodología de la UFV, el gobierno fija la la deuda tributaria[vii] al margen del poder de compra real que tienen los
trabajadores y las trabajadoras con su salario e ingresos. Es por ello que la
información obtenida, muestra que los impuestos crecen a un ritmo más elevado que los salarios que reciben los
trabajadores. En consecuencia, esta
metodología de actualización de valor tributario, que surge con el
neoliberalismo (ADN) y que se sigue reproduciendo con el gobierno del MAS, es
la fiel expresión de la necesidad del Estado de extraer progresivamente más
ingresos del trabajo de los asalariados y hacerse de recursos que garanticen
la estabilidad del aparato estatal en periodos de crisis (inflación).
Partiendo del enfoque que analiza al Estado en cuanto administrador del
capitalismo, podemos afirmar que el gobierno del MAS busca controlar los procesos
de crisis a partir de la extracción más intensa de recursos económicos de los
trabajadores y las trabajadoras (Alvater, 1976)[viii],
esto es, cargar el costo de la crisis sobre la espalda de los trabajadores, para generar condiciones de estabilidad
macroeconómica que promuevan la competencia y la inversión. En este sentido, el actual gobierno focaliza la presión tributaria sobre el ingreso de los
trabajadores asalariados, más que sobre las ganancias del empresario capitalista.
3. ¿CUÁL ES EL DESTINO Y FINALIDAD DE LOS
RECURSOS TRIBUTADOS?
Todos los elementos
analizados hasta el momento, llevan a plantearnos un último elemento, para entender el trasfondo de la
política tributaria durante el “proceso de cambio”. Nos referimos, a la orientación de los gastos públicos efectuados por el gobierno del MAS. Como vimos, la política tributaria del gobierno se dirigió principalmente, a extraer de manera progresiva mayores
recursos económicos de los trabajadores, también se observó que, en periodos de
crisis, esta tendencia crece aún más. Sin embargo, la identificación del contenido de su política tributaria, no puede ser respondida sin antes identificar la finalidad y el uso que el gobierno del MAS le da a los recursos
recaudados con los impuestos.
En el gráfico 3, se
aprecia los principales gastos corrientes que efectúa el gobierno general durante los últimos quince años. En el gráfico se observa que el gasto público efectuado por el MAS, creció de forma significativa en relación al gasto de los gobiernos del periodo
neoliberal (2000-2005). No obstante, este mayor gasto se manifiesta en un significativo crecimiento en los montos
destinados a remuneraciones y salarios de
funcionarios y empleados públicos, esto no
significa que los obreros y empleados de servicios públicos tengan mejores salarios
y remuneraciones[ix], sino que este crecimiento se debe a la ampliación de la burocracia estatal parasitaria, cuya existencia se explica por el papel que desempeñan como sujetos que
reproducen la estructura de poder al interior del Estado (Piva, 2012)[x]. Por
ejemplo, los 120 ítems fantasmas ediles
encontrados en la alcaldía del Alto[xi],
o bien la creación de oficinas extraordinarias del UNASUR para el control del narcotráfico[xii],
son la clara representación de funcionarios excedentarios en el Estado
Plurinacional, que no tienen una relevancia funcional para los servicios
públicos, pero sí, para la reproducción del poder en las instancias de gobierno
como afiliados del partido. En definitiva, este crecimiento de la burocracia estatal en
Bolivia manifiesta una continua introducción de agentes en el Estado, que se nutren y
alimentan a expensas de los impuestos que pagan los trabajadores; poniendo en evidencia, lo que Marx (1978)[xiii] denominaba como “el carácter parasitario del Estado”.
GRAFICO 3
BOLIVIA: EVOLUCIÓN DE LOS PRINCIPALES GASTOS CORRIENTES DEL GOBIERNO GENERAL,
2000-2014.
(EXPRESADO EN MILES DE BOLIVIANOS)[xiv]
Por otro lado, desde el 2007, también se
evidencia un importante crecimiento del gasto público (transferencias) en
políticas rentistas y asistenciales; dentro de estas políticas, tenemos el Bono Juancito Pinto, el Bono Juana
Azurduy, la Renta Dignidad, etc. Desde el punto de vista del gobierno, estas
políticas son el resultado de un proceso de cambio en la redistribución de los
ingresos, una redistribución que beneficiaría a los sectores populares
vulnerables y deprimidos de la sociedad, y no así a los sectores sociales
económicamente poderosos. Sin embargo, más allá de estos magnificentes discursos
populistas de transformación social, la política de rentas y bonos del “proceso
de cambio” se centra en neutralizar las contradicciones sociales
con compensaciones monetarias directas, sin trastocar el problema estructural
de las desigualdades socio-económicas inherentes a una sociedad regida por los intereses de acumulación los grandes capitalistas. En última instancia, este cuantioso gasto en
rentas y bonos, busca adormecer con dinero y “regalos del Evo” (como
manifiesta Álvaro García Lineras en las entrega de obras y bonos en las
comunidades indígenas y campesinas, aduciendo que son regalos del presidente) a
las clases subalternas, que por su condición social rezagada, son potencial
caldo de cultivo de conflictos sociales, que pondrían en jaque la estabilidad
política que requieren el gobierno y los patrones capitalistas. Cabe destacar, que estas políticas de bonificación constituyeron, durante estos últimos años, un mecanismo políticamente eficiente, para generar adeptos y simpatizantes en
los procesos electorales.
Finalmente, otro gasto que “casualmente” se encubre en todas las bases de datos oficiales del
gobierno, pero que ha tomado mucha relevancia
en términos de la política pública del “proceso de cambio”, es la
inversión en la militarización del Estado. Tomando como referencia, algunos datos del Banco Mundial[xv],
observamos que el gasto militar en Bolivia pasó de 2.493.millones de bolivianos
el año 2011, a 3.192 millones de bolivianos el año 2014, es decir, que el flujo
de gasto público en militarización creció en más del 25% en tan solo tres años.
Este importante crecimiento en los gastos de militarización, en el fondo, nos
muestra que el gobierno del MAS se encuentra en la tarea de fortalecer la
fuerza represiva del poder estatal, esto significa, endurecer la columna vertebral de una estructura social que
reproduce una división entre clases dominantes y clases dominadas. Así, si en un futuro periodo, se da una progresiva efervescencia de las contradicciones sociales, el gobierno procurará asegurar
el “orden” con un aparato militar más fortalecido [xvi] que mitigue a las fuerzas políticas emergentes que atenten contra el régimen del “Proceso de cambio” y su contenido
capitalista.
4. CONSIDERACIONES FINALES
En definitiva, vemos
que la actual dinámica del capitalismo mundial exige al gobierno del MAS endurecer
la política tributaria, empero no de forma neutral y “proporcionalmente equitativa”,
sino en desmedro
de la clase trabajadora. Los datos nos revelaron que en la última década,
los/as trabajadores/as (asalariados y no asalariados) fueron el principal
sostén económico del “Estado
Plurinacional de Bolivia”, pues las fuentes e instrumentos de mayor recaudación
tributaria son el IVA
y el RC-IVA (dirigidas principalmente al consumo e ingreso de los/as
trabajador/as). Asimismo, la reducción a tres salarios
mínimos nacionales como parámetros de cálculo para el pago del RC-IVA, y la
implementación de un nuevo sistema informático de tributación, son algunas de
las medidas de endurecimiento tributario que implementará el gobierno del MAS sobre los trabajadores, para garantizar recursos económicos en
un contexto de bajos precios internacionales de los hidrocarburos. En este
sentido, se torna elocuente, también que, en la última década, los salarios de los
trabajadores en general, crecieran a un menor ritmo que la deuda
tributaria, y que la brecha entre ambos, se acreciente en periodos de inflación y de crisis.
Todos los elementos expuestos revelan que el trasfondo de la política tributaria durante el “proceso de cambio” consistió en el perfeccionamiento del Estado capitalista como extractor de mayores excedentes del trabajo, que formalmente se presentan como impuesto a los salarios, al consumo y a las ganancias de las empresas. El Estado Plurinacional de Bolivia es un Aparato de dominación reformado a la necesidad de absorción de excedente del trabajo que requiere el gobierno del MAS para su proyecto político, pues, por una parte, con una política tributaria restringida para el empresariado, promueve procesos de acumulación de ganancia capitalista; y por otra, con mayores impuestos al consumo y al salario, carga sobre las espaldas de los trabajadores y trabajadoras –con mayor énfasis en periodos de crisis y de inestabilidad económica-, la reproducción material del poder estatal. Con ello se crean las condiciones económicas que garantizan un cierto grado de estabilidad política del régimen al mismo tiempo que se fortalecen las instancias represivas del Estado, mediante el crecimiento de la burocracia y del aparto militar.
Las
recurrentes expresiones del gobierno, que
hacen referencia a la transformación histórica de un Estado capitalista-neoliberal, hacia un "Estado Plurinacional
y socialista, que promueve el interés de los pobres y los marginados", son tan
solo discursos abstractos alejados de la realidad. Como
evidenciamos, de ningún modo, el “proceso de cambio” ha significado una
modificación de la lógica de reproducción
del Estado, ya presente en los gobiernos neoliberales. El contenido de
clase de las políticas públicas es el mismo, pero ahora se encubren detrás de
un discurso abstracto de socialismo que busca adormecer a las clases subalternas de la
sociedad, y que en los hechos, sigue reproduciendo con sus políticas, las
desigualdades socioeconómicas congénitas a una sociedad regida por los intereses de la burguesía nacional y la burguesía imperialista.
NOTAS.
[i]
Sweezy, P.M. (1987) Teoría
del Desarrollo Capitalista. México D. F.: Fondo de Cultura Económica.
[ii]
Gough, I. (1992) Economía política del Estado del Bienestar.
Madrid.
[iii]
Elaboración propia, en base a datos de la Unidad de Análisis de Política Social
y Económica (UDAPE)
[iv]Una
clara ilustración de esto, es el Decreto Supremo 2421 aprobado el 19 de agosto,
que establece que a partir del 1 de enero del 2016, todos los trabajadores y
trabajadoras que ganen por encima de tres salarios mínimos nacionales estarán
sujetos a tributar el RC-IVA, ampliándose de este modo, los montos tributarios
y la base de trabajadores asalariados contribuyentes al Estado. Complementaria
a esta disposición el Impuesto Nacional afirmo la implementación a partir del
2016 un nuevo sistema de tributación, que implica la adecuación informática de
la declaraciones tributarias de tal modo se amplié la base de contribuyentes y
se mejore la fiscalización de los montos adeudados al fisco.
Ver artículos
relacionados:
[v]Creada durante el gobierno del ADN, por el
Decreto Supremo 26390 del 8 de noviembre de 2001 y vigente desde el 7 de diciembre del mismo año. El objetivo es el
mantener el valor del financiamiento
de viviendas y todos los “actos jurídicos”
(obligaciones tributarias, entre estas) que requieran mantener el valor del
boliviano de acuerdo a los procesos inflacionarios. A partir de esta
determinación gubernamental, es que surge la metodología de actualización de
valor de la deuda tributaria (multas por retraso).
[vi]
Elaboración propia, en base a
datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y del Banco Central de
Bolivia (BCB).
* La evolución del salario medio nominal se obtuvo
del Instituto Nacional de
Estadística (INE).
** La evolución de la deuda tributaria se realizó a partir
de las cifras diarias de UFV publicadas en el Banco Central de Bolivia (BCB) y
la fórmula de mantenimiento de valor de la deuda tributaria: VA(t)= VA(i)
* [UFV(t)/UFV(i)]
Donde:
VA(t): Es el valor actualizado al periodo t
VA(i):
Es el valor inicial de la deuda tributaria que corresponde a al mes de
diciembre de 2007.
UFV(t):
Corresponde al valor de la UFV para el periodo t
UFV(i):
Corresponde al valor inicial de la UFV, que representa al mes de diciembre de
2007. UFV= 1,28835
Nota: El monto inicial de deuda tributaria de 2.452 bolivianos
ha sido fijado hipotéticamente con propósitos comparativos con el salario medio nominal (mismo punto de
inicio). No representa el monto o deuda tributaria que paga un trabajador
asalariado promedio.
[viii]
Alvater,
E. (1976) Estado y capitalismo. Cuadernos
Políticos, número 9. México, D.F.: Editorial Era.
[ix]
Existe una diversidad de estudios: “El nuevo mundo del Trabajo” realizado por
Carla Azcarruns, Víctor Hugo Calisaya, Eliana Quiñones y Gabriel Rodríguez, el
año 2014; “Más asalariados, menos salario” efectuado por el CEDLA el año 2010;
entre otros, que afirman la existencia de procesos de precarización laboral en
trabajadores y obreros del sector público durante el gobierno del MAS.
[x]
Piva, A. (2012) Burocracia y teoría marxista del Estado. Revista sociológica de
pensamiento crítico, Universidad de Buenos Aires. Buenos Aires.
[xi]
Ver artículo de prensa:
[xii]
Ver artículos de prensa:
[xiv]
Elaboración propia, en base a datos de la Unidad de Análisis de Política Social
y Económica (UDAPE)
[xv]
Disponible en el sitio web:
http://datos.bancomundial.org/indicador/MS.MIL.XPND.GD.ZS
http://datos.bancomundial.org/indicador/MS.MIL.XPND.GD.ZS
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