Mauricio Oscar Piejko Patiño
Fotografía: hhttp://correodelsur.com/. 25/08/2015 |
Nos encontramos en
medio de una recesión económica mundial que se generó al interior de las economías de Europa y Norte América para, posteriormente, afectar a las economías
de Asia y América Latina. Al menos, durante los últimos dos años, esta
dinámica del capitalismo mundial ha resultado en una continua caída de los
precios internacionales de las materias primas en general. Para Bolivia, esta
caída en los precios internacionales significa, después de casi una década de altos
precios y de “bonanza económica”, una importante reducción del excedente económico absorbido desde el Estado (por concepto de Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) y rentas
petroleras). Conscientes de las consecuencias de la recesión mundial de la economía, los altos mandatarios del Estado
boliviano, adoptaron una política de endeudamiento interno y
mayor presión tributaria que les permita financiar y controlar (a nivel interno)
los efectos de la crisis mundial del capitalismo, al tiempo de garantizar la
reproducción del Estado Plurinacional de Bolivia, bajo el eslogan y proyecto
político del “Proceso de Cambio”.
En este sentido, la
actual coyuntura nos motiva a realizar un breve análisis sobre el contenido de la política tributaria emprendida durante la gestión de gobierno
del Movimiento Al Socialismo (MAS). Para dicho
propósito, en primer lugar, examinaremos
las principales fuentes e instrumentos de recaudación tributaria en el marco de
las políticas del “Proceso de Cambio”; para posteriormente, reflexionar sobre la relación de crecimiento
real que ha existido durante la última década, entre la deuda tributaria y los salarios de
los trabajadores. Por último, reflexionaremos sobre la finalidad y contenido de
la redistribución los recursos tributarios recaudados por el Estado
Plurinacional de Bolivia, a través de un análisis del gasto público efectuado por el gobierno en general.
1.
LOS TRABAJADORES COMO SOSTÉN ECONÓMICO DEL “ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA”
Uno de los
principales rasgos que caracterizan a las sociedades capitalistas es que la
base económica de la reproducción del Estado esta sujeta a
la capacidad que tengan las autoridades públicas para extraer excedentes
económicos, bajo la forma de impuestos y tributos, del contingente de
laboriosos de la población (Sweezy,
1987[i];
Goigh, 1992[ii]).
En el gráfico 1, se puede apreciar que la evolución de los montos tributarios recaudados
por el Gobierno durante la última década, siguieron una tendencia creciente,
principalmente, aquellos impuestos que son dirigidos a los trabajadores
asalariados y no asalariados (IVA y RC-IVA). Por su parte, los impuestos (en
términos absolutos) que se dirigen a las utilidades de los empresarios -propietarios de los medios de producción, son menores al
monto absoluto tributado por los trabajadores. Sin embargo, cabe destacar que
el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) también juega un papel relevante
(en un contexto de precios elevados), pero no por ello más importante que las
contribuciones tributarias de los trabajadores.
GRÁFICO
1.BOLIVIA: RECAUDACIONES TRIBUTARIAS SEGÚN PRINCIPALES IMPUESTOS (EXPRESADO EN MILES
DE BOLIVIANOS)[iii]
Esto significa que es la
población trabajadora, a través de una carga tributaria directa a su consumo e
indirecta a sus salarios, el principal sostén económico del aparato estatal en
la última década. Los datos muestran que la política tributaria del gobierno
del MAS no es neutral, ha seguido un endurecimiento fundamentalmente sobre la
clase trabajadora y una flexibilización sobre las ganancias de las firmas. De
este modo, la política tributaria del “proceso de cambio” se limita a extraer
recursos sobre la plusvalía de las firmas capitalistas, denotando una lógica de
Estado que impulsa procesos de acumulación de ganancia concentrada en las
clases económicamente dominantes (Sweezy,
1987; Goigh, 1992).
Como un primer
elemento, identificamos que la política tributaria de recaudación no es neutral y mucho menos equitativa respecto a echar mano sobre las
ganancias de los empresarios. La evolución de la
recaudación tributaria evidencia que nos encontramos frente a un Estado que
administra el capitalismo, que busca hábilmente nuevos instrumentos y
mecanismos[iv], para
garantizar económicamente la reproducción de un régimen y proyecto político, que notoriamente favorece al
capital, en concreto, a las clases económicamente dominantes del país.
2.
CRECE MÁS LA DEUDA TRIBUTARIA QUE LOS SALARIOS
Ahora, cabe reflexionar un segundo elemento que se
presenta implícito, pero que guarda una estrecha relación con contenido de la política tributaria del gobierno del MAS. En el gráfico 2, se
evidencia la evolución y el crecimiento nominal de la deuda tributaria con
mantención de valor UFV[v],
en relación al crecimiento del salario nominal de un trabajador asalariado
promedio. Observamos que, desde diciembre 2007 hasta marzo de 2015, la elevación de la deuda
tributaria siempre fue mayor al crecimiento nominal del
salario medio de los trabajadores, es más, se constata que durante los procesos
inflacionarios (inflación del 2008) se acrecienta la brecha entre
la deuda tributaria y los salarios, mientras que en periodos de reducida
inflación tiende a achicarse.
GRÁFICO 2. EVOLUCIÓN NOMINAL DE LA DEUDA
TRIBUTARIA RC-IVA Y DEL SALARIO MEDIO DE UN
TRABAJADOR ASALARIADO
(EXPRESADO
EN BOLIVIANOS)[vi]
Pero
¿Qué implica la política de actualización del valor tributario en base a la UFV? Al asumir la metodología de la UFV, el gobierno fija la la deuda tributaria[vii] al margen del poder de compra real que tienen los
trabajadores y las trabajadoras con su salario e ingresos. Es por ello que la
información obtenida, muestra que los impuestos crecen a un ritmo más elevado que los salarios que reciben los
trabajadores. En consecuencia, esta
metodología de actualización de valor tributario, que surge con el
neoliberalismo (ADN) y que se sigue reproduciendo con el gobierno del MAS, es
la fiel expresión de la necesidad del Estado de extraer progresivamente más
ingresos del trabajo de los asalariados y hacerse de recursos que garanticen
la estabilidad del aparato estatal en periodos de crisis (inflación).
Partiendo del enfoque que analiza al Estado en cuanto administrador del
capitalismo, podemos afirmar que el gobierno del MAS busca controlar los procesos
de crisis a partir de la extracción más intensa de recursos económicos de los
trabajadores y las trabajadoras (Alvater, 1976)[viii],
esto es, cargar el costo de la crisis sobre la espalda de los trabajadores, para generar condiciones de estabilidad
macroeconómica que promuevan la competencia y la inversión. En este sentido, el actual gobierno focaliza la presión tributaria sobre el ingreso de los
trabajadores asalariados, más que sobre las ganancias del empresario capitalista.
3. ¿CUÁL ES EL DESTINO Y FINALIDAD DE LOS
RECURSOS TRIBUTADOS?
Todos los elementos
analizados hasta el momento, llevan a plantearnos un último elemento, para entender el trasfondo de la
política tributaria durante el “proceso de cambio”. Nos referimos, a la orientación de los gastos públicos efectuados por el gobierno del MAS. Como vimos, la política tributaria del gobierno se dirigió principalmente, a extraer de manera progresiva mayores
recursos económicos de los trabajadores, también se observó que, en periodos de
crisis, esta tendencia crece aún más. Sin embargo, la identificación del contenido de su política tributaria, no puede ser respondida sin antes identificar la finalidad y el uso que el gobierno del MAS le da a los recursos
recaudados con los impuestos.
En el gráfico 3, se
aprecia los principales gastos corrientes que efectúa el gobierno general durante los últimos quince años. En el gráfico se observa que el gasto público efectuado por el MAS, creció de forma significativa en relación al gasto de los gobiernos del periodo
neoliberal (2000-2005). No obstante, este mayor gasto se manifiesta en un significativo crecimiento en los montos
destinados a remuneraciones y salarios de
funcionarios y empleados públicos, esto no
significa que los obreros y empleados de servicios públicos tengan mejores salarios
y remuneraciones[ix], sino que este crecimiento se debe a la ampliación de la burocracia estatal parasitaria, cuya existencia se explica por el papel que desempeñan como sujetos que
reproducen la estructura de poder al interior del Estado (Piva, 2012)[x]. Por
ejemplo, los 120 ítems fantasmas ediles
encontrados en la alcaldía del Alto[xi],
o bien la creación de oficinas extraordinarias del UNASUR para el control del narcotráfico[xii],
son la clara representación de funcionarios excedentarios en el Estado
Plurinacional, que no tienen una relevancia funcional para los servicios
públicos, pero sí, para la reproducción del poder en las instancias de gobierno
como afiliados del partido. En definitiva, este crecimiento de la burocracia estatal en
Bolivia manifiesta una continua introducción de agentes en el Estado, que se nutren y
alimentan a expensas de los impuestos que pagan los trabajadores; poniendo en evidencia, lo que Marx (1978)[xiii] denominaba como “el carácter parasitario del Estado”.
GRAFICO 3
BOLIVIA: EVOLUCIÓN DE LOS PRINCIPALES GASTOS CORRIENTES DEL GOBIERNO GENERAL,
2000-2014.
(EXPRESADO EN MILES DE BOLIVIANOS)[xiv]
Por otro lado, desde el 2007, también se
evidencia un importante crecimiento del gasto público (transferencias) en
políticas rentistas y asistenciales; dentro de estas políticas, tenemos el Bono Juancito Pinto, el Bono Juana
Azurduy, la Renta Dignidad, etc. Desde el punto de vista del gobierno, estas
políticas son el resultado de un proceso de cambio en la redistribución de los
ingresos, una redistribución que beneficiaría a los sectores populares
vulnerables y deprimidos de la sociedad, y no así a los sectores sociales
económicamente poderosos. Sin embargo, más allá de estos magnificentes discursos
populistas de transformación social, la política de rentas y bonos del “proceso
de cambio” se centra en neutralizar las contradicciones sociales
con compensaciones monetarias directas, sin trastocar el problema estructural
de las desigualdades socio-económicas inherentes a una sociedad regida por los intereses de acumulación los grandes capitalistas. En última instancia, este cuantioso gasto en
rentas y bonos, busca adormecer con dinero y “regalos del Evo” (como
manifiesta Álvaro García Lineras en las entrega de obras y bonos en las
comunidades indígenas y campesinas, aduciendo que son regalos del presidente) a
las clases subalternas, que por su condición social rezagada, son potencial
caldo de cultivo de conflictos sociales, que pondrían en jaque la estabilidad
política que requieren el gobierno y los patrones capitalistas. Cabe destacar, que estas políticas de bonificación constituyeron, durante estos últimos años, un mecanismo políticamente eficiente, para generar adeptos y simpatizantes en
los procesos electorales.
Finalmente, otro gasto que “casualmente” se encubre en todas las bases de datos oficiales del
gobierno, pero que ha tomado mucha relevancia
en términos de la política pública del “proceso de cambio”, es la
inversión en la militarización del Estado. Tomando como referencia, algunos datos del Banco Mundial[xv],
observamos que el gasto militar en Bolivia pasó de 2.493.millones de bolivianos
el año 2011, a 3.192 millones de bolivianos el año 2014, es decir, que el flujo
de gasto público en militarización creció en más del 25% en tan solo tres años.
Este importante crecimiento en los gastos de militarización, en el fondo, nos
muestra que el gobierno del MAS se encuentra en la tarea de fortalecer la
fuerza represiva del poder estatal, esto significa, endurecer la columna vertebral de una estructura social que
reproduce una división entre clases dominantes y clases dominadas. Así, si en un futuro periodo, se da una progresiva efervescencia de las contradicciones sociales, el gobierno procurará asegurar
el “orden” con un aparato militar más fortalecido [xvi] que mitigue a las fuerzas políticas emergentes que atenten contra el régimen del “Proceso de cambio” y su contenido
capitalista.
4. CONSIDERACIONES FINALES
En definitiva, vemos
que la actual dinámica del capitalismo mundial exige al gobierno del MAS endurecer
la política tributaria, empero no de forma neutral y “proporcionalmente equitativa”,
sino en desmedro
de la clase trabajadora. Los datos nos revelaron que en la última década,
los/as trabajadores/as (asalariados y no asalariados) fueron el principal
sostén económico del “Estado
Plurinacional de Bolivia”, pues las fuentes e instrumentos de mayor recaudación
tributaria son el IVA
y el RC-IVA (dirigidas principalmente al consumo e ingreso de los/as
trabajador/as). Asimismo, la reducción a tres salarios
mínimos nacionales como parámetros de cálculo para el pago del RC-IVA, y la
implementación de un nuevo sistema informático de tributación, son algunas de
las medidas de endurecimiento tributario que implementará el gobierno del MAS sobre los trabajadores, para garantizar recursos económicos en
un contexto de bajos precios internacionales de los hidrocarburos. En este
sentido, se torna elocuente, también que, en la última década, los salarios de los
trabajadores en general, crecieran a un menor ritmo que la deuda
tributaria, y que la brecha entre ambos, se acreciente en periodos de inflación y de crisis.
Todos los elementos expuestos revelan que el trasfondo de la política tributaria durante el “proceso de cambio” consistió en el perfeccionamiento del Estado capitalista como extractor de mayores excedentes del trabajo, que formalmente se presentan como impuesto a los salarios, al consumo y a las ganancias de las empresas. El Estado Plurinacional de Bolivia es un Aparato de dominación reformado a la necesidad de absorción de excedente del trabajo que requiere el gobierno del MAS para su proyecto político, pues, por una parte, con una política tributaria restringida para el empresariado, promueve procesos de acumulación de ganancia capitalista; y por otra, con mayores impuestos al consumo y al salario, carga sobre las espaldas de los trabajadores y trabajadoras –con mayor énfasis en periodos de crisis y de inestabilidad económica-, la reproducción material del poder estatal. Con ello se crean las condiciones económicas que garantizan un cierto grado de estabilidad política del régimen al mismo tiempo que se fortalecen las instancias represivas del Estado, mediante el crecimiento de la burocracia y del aparto militar.
Las
recurrentes expresiones del gobierno, que
hacen referencia a la transformación histórica de un Estado capitalista-neoliberal, hacia un "Estado Plurinacional
y socialista, que promueve el interés de los pobres y los marginados", son tan
solo discursos abstractos alejados de la realidad. Como
evidenciamos, de ningún modo, el “proceso de cambio” ha significado una
modificación de la lógica de reproducción
del Estado, ya presente en los gobiernos neoliberales. El contenido de
clase de las políticas públicas es el mismo, pero ahora se encubren detrás de
un discurso abstracto de socialismo que busca adormecer a las clases subalternas de la
sociedad, y que en los hechos, sigue reproduciendo con sus políticas, las
desigualdades socioeconómicas congénitas a una sociedad regida por los intereses de la burguesía nacional y la burguesía imperialista.
NOTAS.
[i]
Sweezy, P.M. (1987) Teoría
del Desarrollo Capitalista. México D. F.: Fondo de Cultura Económica.
[ii]
Gough, I. (1992) Economía política del Estado del Bienestar.
Madrid.
[iii]
Elaboración propia, en base a datos de la Unidad de Análisis de Política Social
y Económica (UDAPE)
[iv]Una
clara ilustración de esto, es el Decreto Supremo 2421 aprobado el 19 de agosto,
que establece que a partir del 1 de enero del 2016, todos los trabajadores y
trabajadoras que ganen por encima de tres salarios mínimos nacionales estarán
sujetos a tributar el RC-IVA, ampliándose de este modo, los montos tributarios
y la base de trabajadores asalariados contribuyentes al Estado. Complementaria
a esta disposición el Impuesto Nacional afirmo la implementación a partir del
2016 un nuevo sistema de tributación, que implica la adecuación informática de
la declaraciones tributarias de tal modo se amplié la base de contribuyentes y
se mejore la fiscalización de los montos adeudados al fisco.
Ver artículos
relacionados:
[v]Creada durante el gobierno del ADN, por el
Decreto Supremo 26390 del 8 de noviembre de 2001 y vigente desde el 7 de diciembre del mismo año. El objetivo es el
mantener el valor del financiamiento
de viviendas y todos los “actos jurídicos”
(obligaciones tributarias, entre estas) que requieran mantener el valor del
boliviano de acuerdo a los procesos inflacionarios. A partir de esta
determinación gubernamental, es que surge la metodología de actualización de
valor de la deuda tributaria (multas por retraso).
[vi]
Elaboración propia, en base a
datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y del Banco Central de
Bolivia (BCB).
* La evolución del salario medio nominal se obtuvo
del Instituto Nacional de
Estadística (INE).
** La evolución de la deuda tributaria se realizó a partir
de las cifras diarias de UFV publicadas en el Banco Central de Bolivia (BCB) y
la fórmula de mantenimiento de valor de la deuda tributaria: VA(t)= VA(i)
* [UFV(t)/UFV(i)]
Donde:
VA(t): Es el valor actualizado al periodo t
VA(i):
Es el valor inicial de la deuda tributaria que corresponde a al mes de
diciembre de 2007.
UFV(t):
Corresponde al valor de la UFV para el periodo t
UFV(i):
Corresponde al valor inicial de la UFV, que representa al mes de diciembre de
2007. UFV= 1,28835
Nota: El monto inicial de deuda tributaria de 2.452 bolivianos
ha sido fijado hipotéticamente con propósitos comparativos con el salario medio nominal (mismo punto de
inicio). No representa el monto o deuda tributaria que paga un trabajador
asalariado promedio.
[viii]
Alvater,
E. (1976) Estado y capitalismo. Cuadernos
Políticos, número 9. México, D.F.: Editorial Era.
[ix]
Existe una diversidad de estudios: “El nuevo mundo del Trabajo” realizado por
Carla Azcarruns, Víctor Hugo Calisaya, Eliana Quiñones y Gabriel Rodríguez, el
año 2014; “Más asalariados, menos salario” efectuado por el CEDLA el año 2010;
entre otros, que afirman la existencia de procesos de precarización laboral en
trabajadores y obreros del sector público durante el gobierno del MAS.
[x]
Piva, A. (2012) Burocracia y teoría marxista del Estado. Revista sociológica de
pensamiento crítico, Universidad de Buenos Aires. Buenos Aires.
[xi]
Ver artículo de prensa:
[xii]
Ver artículos de prensa:
[xiv]
Elaboración propia, en base a datos de la Unidad de Análisis de Política Social
y Económica (UDAPE)
[xv]
Disponible en el sitio web:
http://datos.bancomundial.org/indicador/MS.MIL.XPND.GD.ZS
http://datos.bancomundial.org/indicador/MS.MIL.XPND.GD.ZS
interesante analisis de la politica fiscal estatal.
ResponderEliminarMe llaman la atención 2 cuestiones. (1) en el caso de la política tributaria, no cabe duda, que estamos ante un componente regresivo. El IVA por ejemplo, es un factor que genera inequidad, ya que un monto determinado debe ser pagado por ricos, clase media y personas en situación de vulnerabilidad, los pobres continúan siendo pobres y los ricos ricos. esta es una referencia mas de que el sujeto- objeto que concibe la economía es de un solo tipo (2) en este sentido, sí encontraríamos a las políticas condicionadas como instrumento de paleativos y no de transformación profunda.
Es necesario generar sistemas progresivos que generen condiciones equitativas y justas de las distribucion y redistribucion de la riqueza y la coherencia ante los principios que se plantea el estado.