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La actualidad de las tesis de Marini para entender el proyecto del Capitalismo "Andino - Amazónico

Reseña al libro de Tania Aillón, "Japonización" de la dominación patronal y respuesta obrera

Subcontratación, reforma laboral y lucha obrera: El caso de los obreros del sector industrial en Bolivia

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jueves, 17 de agosto de 2017

Ajuste patronal en YPFB: ¿reingeniería o carga de la crisis sobre los trabajadores?




Luis Fernando Castro López
Edgar Samuel Peredo Cuentas



Hace unas semanas salió a la luz pública la denuncia de parte de los dirigentes de la Federación Sindical de Trabajadores Petroleros de Bolivia (FSTPB) acerca del despido de 214 trabajadores que tenían contrato a plazo fijo con la estatal petrolera[i] y, de la intensión (mediante una reingeniería a YPFB),  de despedir a 1.000 trabajadores más[ii].

Todo ello se da en el momento en que el gobierno anunció la adopción de políticas austeras por parte de la estatal petrolera y la suspensión del proyecto de construcción de las plantas de Propileno, Polipropileno[iii].

¿Cuál es la relación entre la reingeniería, con los recientes episodios de despido en YPFB? ¿Qué relación tienen estos despidos y suspensión de proyectos de industrialización, con la política hidrocarburifera del gobierno? o ¿se trata solo de una consecuencia de la baja de precios de los hidrocarburos en el mercado mundial?

1. REESTRUCTURACIÓN DE LOS PROCESOS PRODUCTIVOS EN LOS NOVENTA.

            A lo largo de los años noventa, en el marco de las llamadas reformas de segunda generación, empresas como CHACO y ANDINA, llevaron adelante cambios tecnológicos dirigidos a automatizar los procesos productivos[iv].  En el caso de las refinerías, al mando de PETROBRAS, se automatizaron los dispositivos de registro, control y comunicación del sistema neumático heredado de la antigua YPFB[v]

            Junto a la creciente automatización, la empresa privada redujo la fuerza de trabajo e intensificó la jornada laboral de los operadores de planta; además, introdujo la subcontratación y/o la tercerización de diversas tareas periféricas. La subcontratación alcanzó tareas centrales como las de mantenimiento de equipos, operación y control[vi]. Mediante este  recurso, las empresas privadas redujeron sus efectivos para funciones de dirección, control y coordinación (caso REPSOL); para las demás tareas, se  contrataron  los servicios de pequeñas empresas intermediarias.  A través de esta suerte de reingeniería, se  redujeron sustancialmente, los costos laborales.

En definitiva, durante los noventa las empresas petroleras lograron ganancias extraordinarias,  mediante el control directo sobre los pozos petroleros, la baja renta que pagaban al Estado y la sobreexplotación  de obreros fluctuantes. Las reformas dirigidas al sector de hidrocarburos por parte del MAS, marcaron ciertas transformaciones, pero también, importantes continuidades.


2. REFORMAS DEL M.A.S. EN EL SECTOR HIDROCARBUROS

Con el DS 28701 Héroes del Chaco del 2006, el gobierno del MAS modificó la forma de participación del Estado sobre la producción de hidrocarburos. En Primer lugar, basado en la Ley 3058 (aprobada el 2005 antes del gobierno de Evo Morales), el MAS modificó los contratos de operación de las empresas transnacionales y revirtió las acciones de la capitalización de algunas empresas petroleras hacia el Estado, además que compró acciones al 51 % en la mayor parte de las empresas recuperadas y, en el caso de Chaco, compró casi la totalidad de las acciones[vii]. En cuanto a los contratos, el MAS estableció un nuevo tipo de vínculo entre la refundada YPFB Corporación y las empresas privadas que operan en el País[viii]; en este caso, los contratos de operación contemplan que la empresa privada está obligada a entregar a YPFB la totalidad de la producción de petróleo y gas, a cambio, YPFB (dueña y única comercializadora del petróleo y el gas extraído) paga a las empresas los costos de operación y acuerda con ellas, el porcentaje de las utilidades que deben recibir[ix]. De esta manera, actualmente, existe un grupo de empresas privadas que explotan hidrocarburos mediante “contratos de operación” con YPFB y; por otro lado, existen unas pocas empresas mixtas (como ANDINA Y CHACO), en las que participan como accionistas el Estado y un capitalista extranjero[x].

La reforma del MAS en el sector hidrocarburifero modificó los porcentajes en la distribución del excedente. Ahora, un 50% del dinero total resultante de la venta del petróleo y el gas, está destinado a cubrir las regalías correspondientes a cada departamento del país y el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) (esta distribución está contemplada en la Ley 3058 aprobada antes del gobierno de Evo Morales); el otro 50% es destinado a pagar a las empresas operadoras sus costos de producción (que en los contratos aparecen con el nombre de costos recuperables), la utilidad que le corresponde a la empresa privada y la utilidad correspondiente a YPFB (que ingresa en el contrato de operación como socio); cabe recalcar que el porcentaje de utilidad para la empresa privada y para YPFB, dependerá de la negociación entre el gobierno y los representantes de las empresas privadas[xi].

 Cuando el gobierno, mediante YPFB, reconoce a las empresas  privadas los costos de operación, está admitiendo que si bien YPFB y el gobierno boliviano son dueños de la materia prima extraída del subsuelo, los medios de producción con que se extrae el petróleo son propiedad de las empresas transnacionales[xii]. Esto tiene sus consecuencias en la distribución de las utilidades, porque como el Estado no es dueño del capital invertido,  para atraer el capital privado, se recurre a dos  mecanismos:  los costos recuperables (el Estado se hace garante de devolver el total de costos de inversión de las empresas privadas) y el cálculo de distribución de las utilidades entre YPFB y la empresa privada (monto es definido en torno a una relación entre los precios, inversión y volúmenes de producción), este último mecanismo, consiste en que, mientras más invierta la empresa privada el porcentaje de utilidad correspondiente crecerá a su favor en detrimento de YPFB[xiii]. Lo que indica que en etapa de altos precios del petróleo, justo cuando a las empresas les interesaba invertir, ellas eran las principales beneficiadas. 

Estos dos mecanismos[xiv] explican porqué, pese al incremento del porcentaje de impuestos, las transnacionales planificaban una buena rentabilidad,  del 15%  en el caso de PETROBRAS[xv] y  en el caso de REPSOL, del 10%[xvi]. “Los contratos de operación del 2007, si bien disminuían el monto del plusvalor apropiado por las empresas, aumentaban la tasa de rotación del capital”[xvii].

Además de estos mecanismos en la definición de los porcentajes de participación en las utilidades de la producción hidrocarburifera ¿Qué otros mecanismos se aplicaron para incentivar la inversión extranjera en la era del MAS?

3. TRABAJO EN EL SECTOR PETROLERO EN LA ERA DEL M.A.S.

Otro mecanismo de incentivo a la inversión transnacional en el sector de hidrocarburos, fue introducir  algunas reformas, que enmarcan la explotación del trabajo dentro de ciertos parámetros de regulación, que no modifican el espíritu central del sistema de explotación de los noventa.  Si el primer año de gobierno, el MAS prohibió la tercerización y la subcontratación[xviii] e impulsó el restablecimiento de las normas que regulan el empleo estable[xix], además de la sindicalización[xx]; en los años posteriores, dejó sin efecto la prohibición a subcontratar o tercerizar y, en lugar de ello, dispuso su reconocimiento legal  y su regulación[xxi]. Con este giro en su reforma laboral, mantuvo las segmentaciones generadas en el mercado de trabajo en la etapa neoliberal, pues las empresas intermediarias; actualmente, mantienen una escala salarial diferenciada[xxii] de los obreros estables de la empresa madre, respecto de los obreros fluctuantes de las empresas subcontratistas[xxiii].

Con la legalización de la subcontratación y la tercerización, el MAS mantuvo un ambiente favorable para la sobreexplotación de fuerza de trabajo, este giro en su reforma fue un incentivo para atraer inversiones, al beneficiar a las petroleras con bajos costos laborales. En un informe, el año 2009, de la Red Sindical, se indica  que el 83% de la fuerza de trabajo, con la que opera REPSOL, está bajo subcontratación, de la misma forma en PETROBRAS que declaró en 2013[xxiv], que subcontrata al 45% de la fuerza de trabajo que necesita para operar. Estas dos empresas son las que invierten el 70% [xxv] del monto total del capital en la exploración de extracción de hidrocarburos en el país.

Pero además, el mismo gobierno ha convertido a  YPFB Corporación en una empresa estatal que se beneficia de la subcontratación. En primer lugar, durante el 2009 creó la gran empresa tercerizadora INEGAS, compuesta de capitales nacionales y capitales brasileños[xxvi], que en poco tiempo se convirtió en una tercerizadora de formación e inducción de fuerza de trabajo. Con ello ligó el mercado de subcontratación de obreros  al mercado interno de las empresas estatales e impulsó la competencia individual entre obreros fluctuantes por un puesto en las empresas estatales, motivo por el que, con la esperanza de ser parte de la empresa estatal, los obreros consentían condiciones de  sobreexplotación en el trabajo.

            No conforme con ello, el gobierno implementó una categoría de obreros que no existía en los noventa, es el obrero eventual o a contrato temporal, obreros fluctuantes contratados directamente por la YPFB sin que medie entre ellos un intermediario. Hoy en todas las empresas subsidiarias de YPFB esta categoría de trabajadores existe y se extiende, de  los pocos datos sobre empleo a los que se  pudo acceder en el caso de YPFB, se tiene  el siguiente cuadro: 

Gráfico 1. NÚMERO DE TRABAJADORES CONTRATADOS EN Y.P.F.B.- TRANSPORTE S.A. 
(2009 - 2014)[xxvii]


            Como se puede observar en la información precedente, el número de trabajadores temporales crece en mayor número que los obreros de planta. Es decir, que además de ser una de las principales terecerizadoras, YPFB se ha convertido en una de las principales empresas que contrata obreros fluctuantes bajo la figura del contrato temporal.

Si bien, a diferencia de los años noventa, el Estado estableció una fuerte regulación y control fiscal sobre la producción y extendió los porcentajes de excedente captado por el Estado; por otro lado,  mantuvo la dependencia del país en relación a  la inversión extranjera y  conservó el andamiaje de explotación de los trabajadores en el sector; al mismo tiempo que se convirtió en el  principal generador del trabajo eventual. Dentro de esta dinámica: ¿Cómo entender la propuesta  de reingeniería de  YPFB?

4. EL SIGNIFICADO DE LA POLÍTICA DE REINGENIERÍA DE Y.P.F.B.

La caída de los precios del petróleo desde el año 2014 y, por ende, la rebaja en los montos invertidos en exploración y explotación, repercutieron directamente en las utilidades de la estatal YPFB, como muestra el siguiente gráfico:


Gráfico 2. RELACIÓN ENTRE GANANCIAS DE Y.P.F.B. CORPORACIÓN Y LAS UTILIDADES DE LAS EMPRESAS SUBSIDIARIAS DE Y.P.F.B. (EN MILLONES DE DÓLARES), CON LOS PRECIOS INTERNACIONALES DEL BARRIL DEL PETRÓLEO Y EL METRO CÚBICO DE GAS NATURAL EXPORTADO A BRASIL Y ARGENTINA (EN DÓLARES) (2009 – 2015)[xxviii].



      Como se observa en el gráfico anterior, la caída de las ganancias totales de YPFB Corporación y las utilidades de sus empresas subsidiarias, están relacionadas con la caída de los precios internacionales del petróleo y los precios de exportación de gas natural.  Frente a esta caída, se debe echar mano de una de las variables de ajuste, que ha dejado en manos de las trasnacionales y empresas estatales, la política laboral del MAS. No es casual; entonces, que la reingeniería en esta etapa de recesión, consista en racionalizar la fuerza de trabajo.  El despido de los 220 trabajadores por conclusión de contrato eventual, entra en esta dinámica,  la reingeniería de la YPFB es un proceso de ajuste en los costos de operación de las empresas subsidiarias, mediante una racionalización de la fuerza de trabajo, dejando intactos todos los beneficios de las empresas privadas. En este sentido, la subcontratación y la contratación de obreros eventuales, le sirvió al gobierno como un mecanismo de ajuste rápido de sus costos laborales, en función de las fluctuaciones del mercado.

5. CONSIDERACIONES FINALES
        Frente a la posibilidad de despido de 1000 trabajadores por parte de YPFB, la Federación Sindical de Trabajadores Petroleros de Bolivia (FSTPB) se ha manifestado en alerta y ha tratado de alinear a la COB a sus intereses. Después de años de subordinación y respaldo al gobierno, los trabajadores  petroleros se ven amenazados por el verdadero espíritu de la política de hidrocarburos del MAS, pero este proceso se veía venir desde el 2014, cuando hubo la intención de dividir la FSTPB en diferentes federaciones de carácter departamental[xxix]; en esa ocasión, la dirigencia actual frenó las intenciones de varios obreros de crear sus propias direcciones departamentales que les independicen; relativamente, del control de la actual dirigencia alineada durante años  al régimen  del MAS. Para solucionar este problema, entre los intereses emergentes de obreros de base y la burocracia sindical, esta última, llamó a un ampliado nacional en el que participaron los dirigentes de los 20 sindicatos y el presidente de YPFB Corporación, para ratificar la unidad y el apoyo al proceso de cambio.

      Hoy, con la amenaza de iniciar una huelga de hambre, los dirigentes de la Federación Sindical de Trabajadores Petroleros de Bolivia (FSTPB) se proponían encontrar un espacio de negociación, para la reincorporación de los 220 obreros despedidos, hasta fin de año[xxx]. Una semana después, el gobierno proponía recontratar al menos a 200  de estos obreros en el transcurso de este semestre[xxxi]; esta negociación no eliminó el problema sólo lo postergó para fin de año. En este contexto, de recesión de la economía, la amenaza de un despido masivo continua; sin embargo, la lucha no puede enmarcarse en una negociación temporal del número de despedidos, sino contra el espíritu de la reforma laboral y de hidrocarburos del gobierno, como  hemos mostrado a lo largo de este artículo.




[i] Dan plazo de 24 horas para reincorporar a 214 trabajadores de YPFB. Publicado en: www.eldeber.com.bo, el 6 de julio de 2017.
[ii] En estado de emergencia COB pide no despedir a trabajadores de YPFB. Publicado en: eldia.com.bo, el 5 de julio de 2017.
[iii] YPFB anula adjudicación de planta de propileno. Publicado en: www.eldeber.com.bo, el 27 de junio de 2017.
[iv] Aillón, Tania (2009) “La gestión de la productividad del trabajo en industrias altamente automatizadas: El caso de la industria petrolera en Bolivia” en Rev. Búsqueda, N° 31. Cochabamba: Instituto de Estudios Sociales y Económicos.
[v] Castro, Luis F. (2016) Obreros fluctuantes frente a la dominación patronal y respuesta obrera. a Paz: Grupo de Estudios del Trabajo Llank’aymanta y Muela del Diablo Editores.
[vi] Aillón, Tania (2007) “El control de la fuerza de trabajo vía precarización y segmentación de las condiciones laborales en la industria petrolera en Bolivia” en Rev. Búsqueda, N° 34. Cochabamba: Instituto de Estudios Sociales y Económicos.
[vii] Orellana, Lorgio (2012) Regulación y acumulación de capital en el sector de hidrocarburos (1998-2011). Cochabamba: Instituto de Estudios Sociales y Económicos.
[viii] Ídem
[ix] CEDLA (2007) “Los Costos Recuperables devuelven todo a las petroleras” en Alerta Laboral, N° 49. La Paz: CEDLA.
[x] Guzmán, Juan Carlos (2015) Apuntes sobre el estudio de la renta de hidrocarburos. La Paz:  CEDLA.
[xi] Ídem
[xii] Orellana, Lorgio (2012) Regulación y acumulación de capital en el sector de hidrocarburos (1998-2011). Cochabamba: Instituto de Estudios Sociales y Económicos.
[xiii] CEDLA (2014) “Apropiación del excedente y costos recuperables” en Boletín del grupo sobre Política Fiscal y Desarrollo, Nº 5, Año I. La Paz: CEDLA.
[xiv] Esta modalidad de compensación de los costos de producción y las utilidades de las empresas trasnacionales que operan en el país aseguró a estas últimas entre el 30% y el 45%, el año 2007. del 50% destinado a costos de producción y utilidades, dejando a YPFB con apenas 15% al 5% de utilidades (CEDLA, 2007)
[xv] CEDLA (2007) “Los Costos Recuperables devuelven todo a las petroleras” en Alerta Laboral, N° 49. La Paz: CEDLA.
[xvi] Orellana, Lorgio (2012) Regulación y acumulación de capital en el sector de hidrocarburos (1998-2011). Cochabamba: Instituto de Estudios Sociales y Económicos.
[xvii] Ídem, pg. 60.
[xviii] D. S. N° 28699 (2006), que elimina la libre contratación y prohíbe la subcontratación.
[xix] El D. S. N° 861 (2011), que abroga el D. S. N° 21060 y restituye los derechos reconocidos en la Ley General del Trabajo.
[xx] El D. S. N° 29539 (2008), que establece la restitución del fuero sindical.
[xxi] Aillon, Tania; Castro, Luis y Piejko, Mauricio (2015) “Bolivia: las paradojas de la política de regulación
laboral del gobierno del MAS” en Revista Cuadernos del CENDES, N° 89. Caracas: UCV, Centro de Estudios del Desarrollo (CENDES).
[xxii] Esto ocurre actualmente con los obreros fluctuantes del Megacampo San Alberto, que denunciaron el año 2012 salarios de 1.159 bs., al nivel del salario mínimo.
[xxiii] Castro, Luis F. (2016) Obreros fluctuantes frente a la dominación patronal y respuesta obrera. a Paz: Grupo de Estudios del Trabajo Llank’aymanta y Muela del Diablo Editores.
[xxiv] PETROBRAS (2013) Informe social y ambiental.
[xxv] Orellana, Lorgio (2012) Regulación y acumulación de capital en el sector de hidrocarburos (1998-2011). Cochabamba: Instituto de Estudios Sociales y Económicos.
[xxvii] Términos de referencia QS 20844, YPFB Transporte Sociedad Anónima.
[xxviii] Elaboración propia, en base a datos del Instituto Nacional de Estadística y Página Siete.
[xxix] Trabajadores petroleros sellan unidad del sector y ratifican apoyo a la nacionalización. Publicado en: www1.ypfb.gob.bo, el 22 de junio de 2014.
[xxx] Extrabajadores de YPFB agotan espera para ser recontratados. Publicado en: paginasiete.bo, el 10 de julio de 2017.
[xxxi] Gobierno evalúa recontratar a 200 trabajadores que concluyeron contratos en YPFB. Publicado en: paginasiete.bo, el 25 de julio de 2017.

martes, 13 de junio de 2017

¿Qué nos ocultan las categorías del "trabajo decente"?



Tania Aillón  Gómez




Fotografía: http://www.bolivia-riberalta.com, 05/11/2012
      El análisis tradicional, de cuño institucionalista, acerca de uno de los rasgos endémicos del mercado de trabajo en Bolivia, la “mala calidad del empleo” (subempleo), asocia de forma causal el empleo “formal” con el “empleo de calidad”[i] y el "empleo informal" con el “empleo de baja calidad” o variables económicas como el nivel de productividad de las empresas con los “buenos” o “malos” empleos.  Instituciones como el INESAD[ii], el PNUD[iii] y  el CEDLA[iv] , aunque en distintos términos,  coinciden en señalar,  que el "sector informal" de pequeña escala y de baja productividad, que sigue siendo el principal generador de empleo (el año 2012, el 58% de la población ocupada urbana trabajaba en el sector informal, prácticamente el mismo porcentaje que en 2001, esta proporción llega casi al 70% si se incluye a las áreas rurales) está asociado a la “mala calidad de empleo”.  Desde este enfoque, parecería que la solución a la “mala calidad” de los empleos, que impera en Bolivia, pasaría por “formalizar” a los emprendimientos informales, quizá flexibilizando distintas vías de regulación institucional[v].  Este articulo reflexiona, en base a referencia empírica, los límites de esta forma de estudiar el empleo, la que se ha “naturalizado” como reflexión socioeconómica, en nuestro medio.

1. LOS EMPLEOS DE “MALA CALIDAD” NO SON UNA EXCLUSIVIDAD DEL “SECTOR INFORMAL”

En el curso de nuestro trabajo de terreno, durante la última década, lo que encontramos es que la “formalidad” de las empresas no está; necesariamente,  asociada a empleos de “buena calidad”; más aún, en un periodo histórico caracterizado por la legalización de la externalización y subcontratación de fuerza de trabajo,  lo que encontramos son distintas vías, que en el marco de la “formalidad” de un contrato de trabajo,  dentro de empresas legalmente instituidas,  reproducen  a escala ampliada,  los rasgos reconocidos como típicos del “empleo de mala calidad”: eventualidad, bajos salarios, ausencia de contratos escritos, ausencia de seguridad industrial, falta de protección en salud, etc.  Los testimonios obreros de empresas legalmente instituidas, dan cuenta de que éstas, incluso se apoyan en la legalidad, para reproducir los empleos de “mala calidad”, como testimonia un trabajador:



Fotografia: https://www.eldia.com.bo, 10/01/2017
“[S]e está haciendo su agosto [un obrero se refiere a los patrones] con esos jóvenes, los están yo le puedo decir en contratos a plazo fijo por ejemplo en mi empresa, dice la ley que después de recibir dos contratos plazo fijo por año, o sea son dos años perdidos y en esos dos años los acomodan en los trabajos más famosos, más contaminados o pesados ¡ya! Porque él sabe que dentro de o cuando el cumple los dos contratos, el tercero ya no le va a contratar, porque el tercero por ley es indefinido. ¡Pero él sabe que no le va a volver a contratar y le dice a finalizado tu contrato chau ¡gracias! Y meto a otro, con esa ley que dice que puede meter a plazo fijo por obra, mete lo explota, lo hace enfermar y como no tiene seguro nada y entonces se lo manda así…” (Extracto de entrevista a obrero de la industria, Grupo LLank’aymanta).



Con el Decreto Supremo 0521[vi] se legaliza la práctica de la contratación del trabajo eventual (asociada a los “malos empleos”) y  no solo la empresa privada,  formalmente constituida, reproduce la eventualidad; sino también, entre las empresas estatales, la eventualidad atraviesa todas las categorías ocupacionales, ya se trate de trabajos manuales ubicados en los puestos más bajos de la escala o en puestos que requieren una mayor formación técnica como la de  operador de maquinaria; en el primer caso, la eventualidad alcanza hasta el 80% de los trabajadores, como se puede ver en las siguientes estadísticas: 

Gráfico 1: OCUPACIÓN DE OBREROS DE LA CONSTRUCCIÓN DEL SECTOR PÚBLICO SEGÚN CONDICIÓN DE CONTRATO[vii]



     Es dentro de la formalidad y la legalidad que se reproducen los rasgos del empleo de “mala calidad”; si observamos la información siguiente, vemos cómo la eventualidad está asociada a los rangos más bajos de salarios en la manufactura formalmente constituida, donde hasta un 30% de la fuerza de trabajo contratada es eventual[viii]
Gráfico 2: RANGOS SALARIALES DE LOS OBREROS DE LA INDUSTRIA MANUFACTURERA, SEGÚN CONDICIÓN DE CONTRATO[ix]




La desprotección en beneficios sociales, está asociada; también, a la eventualidad; tanto en la industria privada, como en el sector público de la construcción.  Se puede observar en el siguiente gráfico,  el menor acceso a beneficios sociales que separa a los obreros eventuales de los que tienen contrato indefinido.
Gráfico 3: PORCENTAJE DE BENEFICIOS LABORALES* QUE RECIBEN LOS OBREROS DE LA INDUSTRIA PRIVADA Y DE LA CONSTRUCCIÓN DEL SECTOR PÚBLICO, SEGÚN CONDICIÓN DE CONTRATO.
(En porcentaje)[x]




        Lo que resalta es que la época se caracteriza por la extensión del empleo de “mala calidad” a segmentos de mercado, señalados; tradicionalmente,  como “formales”, lo que hace evidente, los limites heurísticos con los que se encuentran estos enfoques inspirados en el “paradigma del trabajo decente”, que creen en el poder mágico de la norma y que contrastados con la realidad,  muestran que su categorización (formal-informal), se queda corta para explicar las transformaciones contemporáneas del empleo.
 
2. LOS EMPLEOS DE “MALA CALIDAD” ESTÁN AL INTERIOR DE EMPRESAS CON TECNOLOGÍA DE PUNTA.

       El enfoque de lo "formal" y lo "informal", se matiza con otra dimensión explicativa, el de la productividad[xi], asociando los sectores económicos de mayor productividad, con   los empleos de “buena calidad” y los empleos de “mala calidad” con los de menor productividad, es así como se explica; por ejemplo, la segmentación de los mercados de trabajo (léase la división entre empleos de “buena y de mala calidad”). 


Fotografía: http://www.eldeber.com.bo, 12/05/2017
 “[L]os mercados de trabajo segmentados son el principal síntoma de brechas de productividad entre trabajadores, la poca o nula capacidad de movilidad de un segmento a otro o la mejora de las condiciones generales de producción determinan que un contingente de trabajadores no logre dar saltos en productividad derivados de mejores condiciones productivas –léase economías de escala, acceso a capital, adopción tecnológica, gestión y protección de los recursos humanos, entre otros[xii].
           
      Desde esta perspectiva, no es posible comprender, cómo la informatización del proceso productivo, con el incremento inusitado de la productividad del trabajo a nivel mundial, esté acompañada de la proliferación de lo que se vino a denominar, precarización del empleo. Un caso paradigmático en nuestro medio, es el de empresas transnacionales petroleras en Bolivia que, pese a la tecnología de punta, en la que basan su productividad, reproducen la subcontratación en cascada[xiii], con todos sus efectos negativos sobre la “calidad del empleo”[xiv], lo mismo sucede en el seno de empresas de alta productividad como ENDE, que subcontrata todo el proceso de mantenimiento de captación de agua.



      Es decir, que no siempre, la posibilidad de apropiarse de mayor proporción de la riqueza producida, por contar con una más alta productividad del trabajo, se traduce en la creación de “empleos de calidad” para los trabajadores; más bien, lo que generalmente pasa, es que son los patrones, los  que  se apropian de los resultados económicos de la mayor productividad,  por lo que los enfoques que  relacionan  a las empresas con tecnología de punta con los “empleos de calidad” y a las que no cuentan con estos niveles de tecnológica con los “empleos de mala calidad” tienen un espectro explicativo sumamente limitado, que colinda con el determinismo tecnológico.

   3. EL MAYOR GRADO DE FORMACIÓN NO SE TRADUCE; NECESARIAMENTE, EN UN “EMPLEO DE CALIDAD”

Fotografía: http://elchacoinforma.com, 06/06/2017
        Inspirados en la teoría del capital humano[xv], los análisis sobre la “calidad del empleo”, suelen introducir, como otra dimensión explicativa, al capital humano, con el que cuenta el trabajador.  Según esta teoría, los niveles de ingreso de los trabajadores, tienen una relación positiva con los grados de habilidad y calificación que poseen, lo que permite lograr, mayores niveles de productividad y de ingresos[xvi], concepción que se asemeja; también, a la  corriente  institucionalista, que funda la discriminación en la calidad del empleo, en mecanismos institucionales, de tal forma que, por ejemplo,  los estudios universitarios, en tanto formación académica reconocida formal e institucionalmente, por un título universitario, será ligada a una mayor  calidad de empleo.



     Sin embargo, estas afirmaciones, que relacionan de forma unilateral, variables como educación y niveles de ingreso, no nos permiten explicar, algunos hallazgos en nuestro trabajo de terreno entre empresas industriales del medio, donde se constató que obreras con iguales niveles de instrucción que los obreros, reciben; en todos los casos, una menor remuneración, como se aprecia a continuación:  



Gráfico 4: SALARIOS MEDIOS DE LOS OBREROS /RAS DE LA INDUSTRIA POR NIVEL DE INSTRUCCIÓN SEGÚN SEXO[xvii]







     De la misma manera, cuando se analizan los niveles salariales de obreros del área urbana y del área rural, se observa que, pese a tener el mismo nivel de instrucción, los obreros de origen urbano, son los que perciben mayores salarios:
Gráfico No 5: REMUNERACIONES MEDIAS DE LOS OBREROS DE LA INDUSTRIA POR NIVEL DE INSTRUCCIÓN SEGÚN ÁREA GEOGRÁFICA DE LA QUE PROVIENE[xviii].

      En consecuencia, la valoración de las empresas no parece responder al reconocimiento de las capacidades técnicas adquiridas y los resultados mostrados, esto no lleva a plantear la posibilidad de que esta discriminación salarial esté permeada por una discriminación laboral por sexos o por origen regional. Otra ilustración se encuentra en el crecimiento de la oferta profesional de ingenieros, economistas, etc. que ha llevado a que muchos de ellos trabajen bajo el régimen de subcontratación, con salarios relativamente bajos, ocupados en los estratos más bajos de la escala jerárquica de instituciones como los bancos(cajeros), en el caso de los economistas, una suerte de lo que se conoce, en la jerga de la sociología del trabajo como “declassement”.  Todos estos fenómenos, están ligados a la valoración y revaloración de la fuerza de trabajo, como mercancía, proceso que rompe y/o recompone las barreras institucionales forjadas en un determinado periodo histórico, el que no puede ser visualizado por paradigmas epistemológicos como el del "trabajo decente", que niega justamente que la fuerza de trabajo sea una mercancía[xix].

CONSIDERACIONES FINALES
La importancia de mostrar las limitaciones explicativas de los análisis tradicionales de consumo masivo, acerca no sólo de la “calidad del empleo”; sino de otras dimensiones de la realidad social del país, radica precisamente, en que ellos, en lugar de permitirnos ir más allá de lo aparente (tarea de la ciencia), para transformar la realidad, nos dejan en la esfera de lo que Kosic [xx] llama la pseudo-concreción (informalidad-formalidad), en el plano de lo aparente. Con serias limitaciones, para explicar los orígenes de la dinámica del subempleo, el desempleo y/o la precarización de las condiciones laborales, debido a una visión epistemológica que entiende la producción de conocimiento, como el resultado de la agregación de variables seleccionadas con cierta arbitrariedad, o como el establecimiento de relaciones causales entre variables (informalidad-malos empleos, formalidad-buenos empleos, mayor productividad-buenos empleos, baja productividad-malos empleos) , divorciados de toda visión histórica, estos paradigmas legitimados por las instituciones oficiales, bien cumplen su misión histórica, la de difundir ideología sobre las consecuencias socioeconómicas de la acumulación capitalista  en la sociedades contemporáneas, en la medida en que, como señalaba Barán[xxi], una afirmación cierta sobre un hecho social, puede transformarse en una mentira, si el hecho al que se refiere es desprendido del todo social, del que forma parte integral.



[i] Este concepto es asumido en la literatura contemporánea por organismos como el PNUD, la CEPAL, siguiendo la línea de conceptualización de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que plantea el concepto de trabajo decente. Los indicadores de la calidad del empleo, en este enfoque serian:   la calidad remunerativa, que se relaciona con el nivel ingresos, mientras que la no remunerativa con la estabilidad del vínculo laboral, el nivel de esfuerzo que se demanda, el grado de subempleo, las condiciones de seguridad social de corto y largo plazo y las posibilidades de asociación laboral de los trabajadores.



[ii]  Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo (2012)  Empleo y Regulación laboral Boletín Informativo, N° 4 – Septiembre.


[iii] Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (2016) Informe nacional de desarrollo humano: El nuevo rostro de Bolivia, trasformación social y  metropolización. La Paz: PNUD


[iv] CEDLA (2017) La desaceleración económica pasa factura a los trabajadores. Boletín informativo del Observatorio Boliviano de Empleo y Seguridad Social, 15 al 31 de marzo. La Paz: CEDLA


[v] Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo (2012)  Empleo y Regulación laboral Boletín Informativo, N° 4 – Septiembre.


[vi] Decreto Supremo de mayo de 2010 que en su artículo 5 dispone  que  en caso de constatarse la tercerización, subcontratación, externalización, enganche u otras en tareas propias y permanentes del giro del establecimiento laboral, las trabajadoras y los trabajadores, las ex trabajadoras y ex trabajadores en forma personal o mediante su representación sindical, podrán acudir ante las Jefaturas Departamentales y Regionales de Trabajo dependientes del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, para exigir el cumplimiento de sus derechos socio laborales. Del mismo modo que los empleadores que ocupen trabajadoras o trabajadores a través de otras empresas, en actividades propias y permanentes al giro del establecimiento laboral, son responsables de todas las obligaciones socio laborales,  así como de los aportes a la Seguridad Social, es decir, que mediante este D.S se legalizan estas formas de uso de la fuerza de trabajo,  con la única condición que se les reconozcan derechos laborales, mientras dure el tiempo en que se ocupe al trabajador bajo régimen de tercerización y/o subcontratación (Gaceta Oficial del Estado Plurinacional de Bolivia).


[vii] Elaboración del  Grupo de Estudios “Llak’aymanta”, en base a datos del Instituto de Estudios Sociales y Económicos (IESE), Encuesta departamental Cochabamba   a obreros de la construcción del sector público 2015.


[viii] Aillón, Tania y Piejko, Pauricio (2016) La dinámica de la desigualdad en las condiciones del trabajo obrero y la lucha sindical en la era del MAS. Ponencia presentada en el VIII Congreso Latinoamericano de Estudios del Trabajo: “La recuperación de la centralidad del trabajo en América Latina. Actores, perspectivas y desafíos”, Buenos Aires.


[ix] Elaboración Grupo “Llakaymanta”, en base a datos del Instituto de Estudios Sociales y Económicos (IESE)/Encuesta departamental Cochabamba a obreros de la industria manufacturera (2014).

[x] Elaboración del  Grupo de Estudios “Llak’aymanta”, en base a datos del Instituto de Estudios Sociales y Económicos (IESE), Encuesta departamental Cochabamba a obreros de la construcción del sector público 2015. *El porcentaje de beneficios laborales fue calculado a partir del número de beneficios estipulados por la Ley General del Trabajo y las últimas disposiciones laborales aplicadas por el gobierno durante el periodo 2006.

[xi] Esta idea es explotada en los siguientes análisis: Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo (2012)  Empleo y Regulación laboral Boletín Informativo, N° 4 – Septiembre; Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (2016) Informe nacional de desarrollo humano: El nuevo rostro de Bolivia, trasformación social y  metropolización. La Paz: PNUD

[xii] Cita extraída de Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (2016) Informe nacional de desarrollo humano: El nuevo rostro de Bolivia, trasformación social y  metropolización. La Paz: PNUD, pp. 90.


[xiii] El concepto de subcontratación en cascada, da cuenta; inicialmente,  de un proceso, por el cual, las firmas líder o empresas madre, reorganizan la división del trabajo entre empresas(desde principios de los años 80), mediante formas de cooperación inter empresas y de fragmentación productiva, mediante la  contracción de rigideces salariales y la externalización de responsabilidades sobre empresas más pequeñas y sobre asalariados que no se benefician de sistemas de protección laboral,

[xiv] Los siguientes trabajos muestran prueba empírica de este hecho: Aillón, Tania (2009) “El control como freno a la eficiencia de la fuerza de trabajo en industrias de flujo continuo: El caso de las empresas petroleras en Bolivia” en Revista Búsqueda, N° 33. Cochabamba: IESE, pp. 107 – 132: Aillón, Tania (2008)  “El control de la fuerza de trabajo vía precarización y segmentación de las condiciones laborales en la industria petrolera en Bolivia” en Revista Búsqueda, N° 31. Cochabamba: IESE, pp. 47 – 71; Castro, Luis F. (2016) Obreros fluctuantes frente a la dominación patronal. El caso de la Refinería Gualberto Villarroel en Bolivia. La Paz: Grupo de Estudios del Trabajo Llank’aymanta y Muela del Diablo Editores.


[xv] BECKER, Gary S., (1983) El capital humano. Madrid: Alianza Editorial, pp 15-251.


[xvi] Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (2016) Informe nacional de desarrollo humano: El nuevo rostro de Bolivia, trasformación social y  metropolización. La Paz: PNUD.


[xvii] Elaboración Grupo Llank’aymanta, en base a la encuesta: “Mercados de Trabajo y Acumulación de Capital” (IESE-2014).

[xviii] Elaboración del  Grupo de Estudios “Llak’aymanta”, en base a la encuesta: “Mercados de Trabajo y Acumulación de Capital”, IESE-2014.

[xix] Lanari, María (2005) Trabajo decente: significados y alcances del concepto. Indicadores propuestos para su medición. Visto en: http://guia.oitcinterfor.org/sites/default/files/experiencias/Argentina_MTESS_trabajoDecente.pdf, última visita el 12 de junio de 2017.


[xx] Kosic, Karel (1990) Dialéctica de los concreto. México D. F.



[xxi] Baran, Paul (1980) Excedente económico e irracionalidad capitalista. México D. F.: Siglo XXI Ed.