Tania
Aillón Gómez
En un periodo histórico caracterizado por
divagar en la dimensión de los aparente, en esta ocasión queremos retomar a uno
de los autores más representativos y creativos de la escuela de la dependencia, Ruy Mauro Marini, quien a partir del eje de
reflexión: desarrollo - subdesarrollo
(originado en la corriente desarrollista,
que promovió la burguesía latinoamericana), armado con las herramientas
epistemológicas de la Economía Política Marxista, buscó identificar las
tendencias a través de las cuales, se reproducen las trabas a la
industrialización y el carácter primario exportador del capitalismo en América
Latina (AL). En este pequeño artículo, buscamos indagar si estas trabas a la industrialización aparecen,
en el marco de desarrollo del “capitalismo andino amazónico” impulsado por el gobierno del MAS.
1. UN REPASO A ALGUNOS LOS PLATEAMIENTOS TEORICOS DE
MARINI
Realizar el análisis de las tendencias que
rigen las economías latinoamericanas, dentro de la totalidad de la economía
mundial, lleva a Marini (como a otros autores de la Escuela de la dependencia)[i] a plantear que las relaciones de América
Latina con los centros capitalistas europeos, determinaron el curso del
desarrollo ulterior de la región. A partir de entonces, se configura la relación
de dependencia, una relación de subordinación entre naciones formalmente
independientes, en cuyo marco, las relaciones de producción de las naciones
subordinadas son modificadas o recreadas para asegurar la reproducción ampliada
de la dependencia. En el seno de esta relación, para Marini, la economía
latinoamericana, más allá de facilitar el crecimiento cuantitativo de los
países centrales, contribuirá a que el eje de la acumulación en la economía
industrial se desplace de la producción de plusvalía absoluta a la de plusvalía
relativa. Como la cuota de ganancia no puede ser fijada tan sólo en relación al
capital variable, sino sobre el total del capital avanzado en el proceso de
producción, es decir, salarios, instalaciones, maquinaria, materias primas,
etc., el resultado del aumento de la plusvalía tiende a ser una baja de la
cuota de ganancia[ii].
Esta contradicción, crucial para la acumulación capitalista, se contrarresta
mediante procedimientos que se orientan, ya en el sentido de incrementar aún
más la plusvalía, a fin de compensar la declinación de la cuota de ganancia, ya
en el de inducir una baja paralela en el valor del capital constante. En la
segunda clase de procedimientos, interesa de acuerdo a Marini, el que se
refiere a la oferta mundial de materias primas industriales (parte del capital
constante), es mediante el aumento
de una masa de productos primarios cada vez más baratos en el mercado
internacional, como AL no sólo alimenta la expansión cuantitativa de la
producción capitalista en los países industriales, sino que contribuye a que se
superen los escollos que el carácter contradictorio de la acumulación de
capital crea para esa expansión. Esto implica que naciones desfavorecidas, como las latinoamericanas,
deban ceder gratuitamente parte del valor que producen, y que esta cesión o
transferencia se acentúe en favor de los
países que les vende mercancías a un precio de producción más bajo, por
su mayor productividad[iii].
Frente a
esta transferencia de valor, podemos identificar un mecanismo de compensación,
como el incremento del valor intercambiado, por parte de la nación
desfavorecida, esto permite neutralizar
total o parcialmente los efectos de la trasferencia de valor, mediante
el aumento del valor realizado. Para incrementar la masa de valor producida, el
capitalista del país que trabaja con un grado menor de productividad, debe
necesariamente, echar mano de una mayor explotación del trabajo, a través del
aumento de su intensidad o mediante la prolongación de la jornada de trabajo o
combinando los dos procedimientos. Ahora
bien, en los países de nuestra región, el aumento de la intensidad y/o la
prolongación de la jornada de trabajo o el pago de salarios por debajo del
valor de la fuerza de trabajo, configuran un modo de producción fundado; sobre
todo, en la mayor explotación del trabajador, y no en el desarrollo de su
capacidad productiva, esto permite bajar
la composición orgánica del capital, que sumada a la intensificación del grado
de explotación de la fuerza de trabajo, hace que se eleven, simultáneamente, la
ganancia y las cuotas de plusvalía[iv].
Como además, por la forma de articulación de
las economías latinoamericanas a la economía capitalista mundial, la producción
latinoamericana no depende, para la realización de las mercancías que
constituyen su principal fuente de producción de excedente, de la capacidad
interna de consumo, se produce así, el divorcio de los dos momentos del ciclo del capital (la producción y la
circulación de mercancía) cuyo efecto es hacer que aparezca de manera
específica, una profundización en la economía latinoamericana de la
contradicción propia a la producción
capitalista en general; es decir, la que
opone el capital al trabajador en tanto que vendedor y comprador de mercancías[v]. Como la circulación de la
producción que genera el excedente más significativo, se separa de la
producción y se efectúa; básicamente, en
el ámbito del mercado externo, el consumo individual del trabajador no
interfiere en la realización del producto, aunque sí determine la cuota de
plusvalía. En consecuencia, la tendencia natural del sistema será la de
explotar al máximo la fuerza de trabajo del obrero, sin preocuparse de crear
las condiciones para que éste la reponga. Esta profunda contradicción que
caracteriza al ciclo del capital y sus efectos sobre la explotación del
trabajo, incidirán de manera decisiva en el curso que tome la industrialización
en los países de AL.
En el marco de estas consideraciones, a más
de diez años de la puesta en marcha del proyecto de desarrollo del “capitalismo
andino amazónico” por el MAS, nos
preguntamos acerca de si la dinámica del sector industrial-manufacturero en este
periodo, acentuó las contradicciones propias del capitalismo
neocolonial o las superó, toda vez
que los Planes de Desarrollo del MAS
proponían la superación del carácter primerio exportador de nuestra economía.
2. LA POLÍTICA
EXPANSIVA DEL GOBIERNO Y LA RESPUESTA DEL SECTOR INDUSTRIAL
La política expansiva del gobierno, apoyada en el excedente
hidrocarburifero y basada en una política de bonos, subsidios y expansión del
crédito tanto de consumo como productivo, hizo crecer la demanda agregada, de
forma más notoria a partir de 2005.
Dentro de esa dinámica, el crecimiento de la demanda interna (abstrayéndonos de
la exportación de bienes y servicios), se explica principalmente, por el consumo final de hogares (Grafico 1).
GRÁFICO 1:
EVOLUCIÓN Y COMPOSICIÓN DE LA DEMANDA AGREGADA
(En
millones de Bolivianos)[vi]
Con el fin de proteger el
mercado interno, para la industria
local, el gobierno del MAS puso en marcha un conjunto de medidas arancelarias[vii] y una serie de políticas de incentivo y promoción a la producción
nacional, como la promoción de compras estatales[viii], para la producción
artesanal e industrial. Institucionalmente, se
determinó la creación de una entidad que promueva el desarrollo del mercado interno, para los
productores bolivianos. Para facilitar que se
dinamice la oferta del aparato productivo nacional y que la producción nativa
encuentre el financiamiento necesario para producir, el gobierno bajo el rótulo
de la “democratización de acceso al crédito[ix],
implementó una política dirigida a incentivar a los pequeños productores, a los
que identificó como sujetos del desarrollo del capitalismo andino amazónico[x].
La
política del gobierno dirigida a disminuir la brecha entre de los dos momentos
fundamentales del ciclo del capital (la producción y la circulación de
mercancía)[xi],
parece haber tenido buenos resultados. Es decir, que la expansión de espacios
internos de realización para la producción nativa provocó procesos virtuosos de
acumulación de capital industrial, que
se muestran en el aumento permanente de los volúmenes de producción,
relacionados con la formación Bruta de Capital fijo (Grafico 2).
Gráfico 2 COMPOSICIÓN
Y EVOLUCIÓN REAL DE LA FORMACIÓN BRUTA DE CAPITAL FIJO (FBCF) EN EL SECTOR
PRIVADO, 2000-2015.
(En miles de bolivianos)[xii]
Sin
embargo, se hace necesario, ahondar en el análisis de los procesos analizados. ¿En qué medida esta dinámica del
sector industrial manufacturero, dependiente del sector primario exportador,
puede a mediano y/o lago plazo desprenderse de este cordón umbilical y alcanzar
una auto dinámica relativa, que suponga, como dice Marini (1973), que el flujo
de la producción industrial se resuelva adecuadamente en el flujo de la
circulación, en base a una demanda producida por la propia dinámica del sector
industrial?
3. LOS
RASGOS DE LA ACUMULACION DE LA INDUSTRIA NATIVA
Un indicador
de la limitaciones que encuentra el desarrollo industrial en Bolivia, pese a la
dinámica alcanzada por la política de expansión del mercado interno, es
percibida por el Programada las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que
en su informe sobre Bolivia del año 2015, hace notar que en términos relativos,
la participación de la industria manufacturera tuvo una tendencia decreciente,
ya que de una participación del 18% en el PIB en 1988, pasó a una participación
del 10% en 2013. Este rezago se muestra en
la baja productividad de su economía. En las estadísticas del PNUD[xiii] se
evidencia que la evolución de la
productividad en Bolivia, medida a través del crecimiento de la productividad
total de los factores (PTF), entre 1990
y 2011 fue del 10%, algo menos de medio punto porcentual por año, uno de los
más bajos de la región[xiv], lo que indicaría que las mejoras en productividad
han sido relativamente pequeñas en comparación al notable crecimiento de la
economía en el ciclo favorable del presente siglo. Indagamos mediante un
trabajo de terreno, realizado entre empresarios locales en Bolivia, las razones
que, desde su percepción, explican el
persistente rezago de la industria en el país e identificamos que la falta de integración entre los diferentes ramos y sectores
productivos, con su efecto de sinergias que reduzcan los costos de producción y
mejoren la calidad de los productos, es una de las razones que explica la baja
productividad y, en consecuencia, la
baja competitividad de la industria boliviana. Esta seria limitación para la
competitividad de la industria nativa, es asociada por los mismos industriales
a las formas no capitalistas de producción, dentro de las que se produce la
materia prima.
La celeridad y la
eficacia con que pueden convertirse las mercancías producidas en dinero
acrecentado para la inversión industrial encuentran serias trabas en la
insuficiencia en infraestructura caminera y en equipamiento aéreo. En un país con abundancia
de fuentes energéticas, los industriales señalan la ausencia del Estado medidas concretas que aseguren la
provisión de energía barata para la industria. En estas
condiciones: ¿cuáles son las estrategias a las que recurre el empresario local
para garantizar la valorización del capital invertido? Es decir, cómo compensa
el industrial nativo, la falta de
productividad que provenga de una mayor composición orgánica del capital. Nos detenemos entonces, a
valorar si en Bolivia, la ausencia de productividad basada en mejoras al
capital constante (aspecto al que nos referimos líneas arribas) se compensa con
ajustes en el capital invertido en
fuerza de trabajo. En el periodo analizado: ¿qué sucedió con el salario como
precio de la fuerza de trabajo?
Gráfico 3: EVOLUCIÓN DEL SALARIO MÍNIMO NACIONAL, SALARIO MEDIO NOMINAL Y
SALARIO MEDIO REAL
Pese a que el salario mínimo nacional y el medio nominal aumentan de
forma significativa en la era del MAS (grafico 3), el salario real, es decir,
la capacidad de compra de los asalariados cae desde 2004, para regresar a los
niveles que tenía a fines de los años noventa, en la etapa de auge del neoliberalismo.
Esto tiene un impacto directo en la proporción de las necesidades básicas que puede cubrir este salario, en
relación a lo que se denomina la Canasta Normativa Alimentaria[xvi]
Para el año 2015, el SMN de 1.656 Bs, sólo alcanza a cubrir el 78% de la canasta CNA[xvii].
En
consecuencia, un análisis estadístico nuestra que la brecha de
distribución de la riqueza entre capital y trabajo en términos porcentuales, es
aún más desfavorable para la clase obrera, entre el 2006 y el 2013, que en el
año 2001(Grafico 4 )
Gráfico 4: DISTRIBUCION DEL INGRESO ENTRE CAPITAL Y
TRABAJO, 2012 Y 2013(En porcentaje)[xviii]
El
contenido de los conflictos obreros por la extensión de la jornada laboral, más
allá de las 8 horas sin una remuneración equivalente o por medidas patronales
que reducen de forma arbitraria el tiempo de descanso en la jornada diaria, el
establecimiento de todos los días como laborables con descanso en cualquier día
de la semana, el desconocimiento de la jornada de 7 horas para las mujeres y/o
la ampliación del trabajo a tiempo parcial (mujeres/jóvenes), el no pago a las
horas extras, son los motivos frecuentes de conflictos laborales, lo que nos permite
refrendar las tendencias mostradas en la información precedente[xix].
En cuanto a la intensificación del trabajo, en
nuestro trabajo de terreo (2012-2013) encontramos diferentes métodos, por
limitaciones de espacio, nos referiremos sólo a algunos. En industrias textiles, el tiempo de trabajo necesario para la producción de cada
prenda, es la base de la competitividad, este tiempo de trabajo se traduce en
un proceso de costeo que se establece en base a tiempos normalizados. Con
salarios básicos bajos, la política del bono de producción se convierte en un
dispositivo efectivo, para alargar e intensificar la jornada laboral. Otro
método de extensión de la jornada laboral es el de la flexibilización
funcional, por la que se exige que un obrero cumpla distintas funciones dentro
del proceso productivo, que muchas veces implica el cambio y uso simultaneo de
distintas herramientas y/o maquinas, una suerte de polifuncionalidad, que
obliga a los obreros a intensificar su jornada laboral[xx].
4. LA
REAVIVACION DE LAS VIEJAS CONTRADICCIONES
Hasta aquí el desenvolvimiento del proyecto
de desarrollo de capitalismo andino amazónico, parece reproducir la tendencia
de la economía dependiente identificada por Marini (1973) de explotar al máximo
la fuerza de trabajo del obrero, sin preocuparse por crear las condiciones para que éste la
reponga. Situación que se convierte en freno para una producción asentada en la
innovación tecnológica, capaz de competir en mercados externos; es decir, capaz
de convertir al sector industrial en una alternativa similar a la del sector
primario, la situación parece agudizar más esta tendencia, cuando se observa
que las formas no capitalistas de producción, en las que se asienta el
desarrollo del capitalismo andino amazónico, se convierten en freno no solo
para expandir el mercado interno en base a mejores salarios y condiciones de
vida de la clase obrera, sino también, para mejorar las potencialidades del
capital constante (materia prima), de cara a una producción industrial masiva,
como se pudo apreciar, a partir de los testimonios de industriales locales,
recogidos durante nuestro trabajo de terreno. Así se reproduce un hecho
paradójico, Bolivia no tiene la capacidad de hacer crecer el aparato
productivo, al tamaño suficiente y necesario, como para que sea el capital
nativo el que cubra este crecimiento y la dinámica del sector industrial, continúa
reproduciendo las contradicciones que lo caracterizan: la incapacidad de
generar un mercado interno, para su acumulación, que se base en niveles
salariales que expandan la capacidad de compra de los asalariados. Este rasgo
estructural de la industria nativa, que centra su actividad en la
sobreexplotación de la fuerza de trabajo; cuando finaliza el periodo de auge, se
hace evidente en la incapacidad de la pléyade de pequeños empresarios, para
enfrentar la desaceleración económica. No es casual que entre los años 2014 y
2015 se incremente de forma notoria, el
número de empresas que se cierran. De acuerdo a los informes de FUNDEMPRESA
(entidad encargada del registro de comercio en Bolivia), en el año 2014 se
cierran 2.584 empresas y esta cifra se duplica en el año 2015 con el cierre de
5.3478 (el mayor cierre de empresas del último
quinquenio),
de las cuales en 2015, 5.066 eran empresas unipersonales[xxi]. El inicio del ciclo
recesivo se muestra también, en el
incremento de la cesión gratuita
de parte del valor producido hacia los países centrales con una mayor
productividad relativa[xxii],
mediante el aumento del deterioro
de los términos de intercambio, que es el indicador del grado de dependencia de
nuestra economía respecto a la
exportación primaria:
Grafico 5: ÍNDICE DE TÉRMINOS DE INTERCAMBIO DE BIENES Y
SERVICIOS, 2005 - 2015
(Base=2010)[xxiii]
Esto no solo hace evidente
la incapacidad del sector industrial, por su baja productividad, para
neutralizar la caída del valor de las exportaciones producto de la baja de los precios de las materias primas, sino
que también niega los postulados neo
desarrollistas, ya criticados por Marini (1978), sobre la posibilidad de un desarrollo industrial en países neocoloniales( en alianza con el
capital transnacional), sin la realización de un proyecto político comprometido con cambios estructurales
sustantivos, basados en la organización de la clase trabajadora como sujeto político en sus formas más
avanzadas y orgánicas, lo que incluye la socialización de la gestión de
empresas, del Estado y de la sociedad en general[xxiv].
[i] Entre estos autores están: Dos Santhos, T. (1978). Imperialismo y Dependencia. México D. F.: Ed. Era y Bambirra, V. (1977). Teoría de la dependencia: Una anticrítica. México D. F.: Ed. Era.
[iii] Ídem.
[iv] Ídem.
[v] En las economías desarrolladas, pese a
que el capital privilegia el consumo productivo del trabajador (o sea, el
consumo de medios de producción que implica el proceso de trabajo), y se
inclina a desestimar su consumo individual (que el trabajador emplea para
reponer su fuerza de trabajo), el cual le aparece como consumo improductivo,
esto se da exclusivamente en el momento de la producción, porque al abrirse la
fase de realización, esta contradicción aparente entre el consumo individual de
los trabajadores y la reproducción del capital desaparece, una vez que dicho
consumo (sumado al de los capitalistas y de las capas improductivas en general)
restablece al capital la forma que le es necesaria para empezar un nuevo ciclo;
es decir, la forma dinero (Marini, R. (1973). Dialéctica de la Dependencia. Buenos Aires: Editorial Era.).
[vi] Elaboración propia, en
base a datos de UDAPE e INE.
[vii] D. S.
293495(noviembre 2007), 0125 (Mayo 2009), que aplica una tasa arancelaria de 5
a 20% para diversos artículos manufacturados (tapicería mueblería textiles),
0125(Mayo 2009) 35% Jun-12, 40%con la finalidad de proteger la industria
nacional e incentivar el consumo de productos hechos en Bolivia.
[viii]
Como el D.S. 27328
(Compro Boliviano) Promoción de compras estatales para la producción artesanal
e industrial de la micro, pequeña, mediana y gran empresa, tanto urbana como
rural. D.S. 29727(Base legal: Ley 3351, de 2006). Creación de PROMUEVE-BOLIVIA,
entidad pública desconcentrada con dependencia del Ministerio de Desarrollo
Productivo y Economía Plural. Establecer una entidad que promueva el desarrollo
del mercado interno para los de producción diversificada y con mayor valor
agregado. Productores bolivianos, en el marco de un patrón de producción
diversificada y con mayor valor agregado. la Gaceta Oficial de Bolivia.
[ix] Aillón, T. (2010). El Significado Histórico de la Redistribución del Excedente del Sector de Hidrocarburos en la Era del MAS-IPSP. En Revistas Búsqueda, N° 36, pp. 101 - 138.
[x] Ídem.
[xi] Marini, R. (1973). Dialéctica de la Dependencia. Buenos Aires: Editorial Era.
[xii] Elaboración propia, en base a datos obtenidos del Instituto Nacional de
Estadística.
[xiii] Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo (2015) Informe sobre Desarrollo Humano en Bolivia. El nuevo rostro de Bolivia transformación
social y metropolización. Visto en: http://www.bo.undp.org/content/dam/bolivia/docs/undp_bo_IDH2016.pdf
[xiv] Ídem.
[xv] Elaboración propia, en base a datos de
Unidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas (UDAPE).
[xvi] Es un indicador estadístico que tiene por objeto
determinar el valor o costo mensual en bolivianos de un conjunto de alimentos,
que cubren los requerimientos de energía y nutrientes de una familia tipo de la
población.
[xvii] Castro, L. (2015) ¿Por qué la política salarial del gobierno no beneficia a los trabajadores?. Visto en: http://llankaymantabolivia.blogspot.com/2015/04/porque-la-politica-salarial-del.html
[xviii] CEDLA
“Trabajo asalariado, explotación laboral y crisis capitalista”. Visto en:
http://cedla.org/content/51511
[xix] Uno emblemático,
entre ellos, pero no por ello el único, es el conflicto que se produjo
en la industria de la construcción: en mayo de 2015, en el Proyecto Hidroeléctrico de San José,
donde los obreros que tenían jornadas laborales superiores a las 10 horas
denunciaron que recibían solamente una comida al día, soportaban agresiones
físicas y verbales de su superior, y otros actos ilegales relacionados con sus
pagos (Entrevista a obreros de SINOHIDRO), otro conflicto de SINOHYDRO con sus
trabajadores fue en noviembre de 2015,
en el proyecto carretero Ivirgarzama-Ichilo, donde reaparecen las quejas
por maltrato verbal, físico y psicológico, la falta de pago de horas extras,
reducciones salariales y despidos injustificados (El Deber, 12/11/2015; Los
Tiempos, 13/13/2015, cit. en: CEDLA
“Empresas extranjeras y nacionales de construcción: constantes violaciones de
los derechos laborales”. Visto en: http://cedla.org/content/51398.
[xx] Encontramos este método en fábricas de
alimentos y bebidas, muchas de estas fábricas enfrentaban lo problemas de la
alta rotación de personal, debido a que la marcada intensidad de la jornada
laboral. Estas políticas de intensificación de la jornada laboral estarían en
la base explicativa del crecimiento del producto industrial con un crecimiento
apenas positivo del empleo en la industria, en la última década, como indica el
PNUD, organismo que también asocia esta situación (en su términos), al uso más eficiente
del trabajo (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (2015) Informe sobre Desarrollo Humano en Bolivia. El nuevo rostro de Bolivia transformación social y metropolización. Visto en: http://www.bo.undp.org/content/dam/bolivia/docs/undp_bo_IDH2016.pdf).
[xxi] Diario Página Siete, La Paz, 26 de Agosto.
[xxii] Marini, R. (1973). Dialéctica de la Dependencia. Buenos Aires: Editorial Era.
[xxiii]
Elaboración propia en
base a datos obtenidos de: Comisión Económica
para América Latina y el Caribe (2015) “Estudio Económico
de América Latina y el Caribe 2014: desafíos para la sostenibilidad del
crecimiento en un nuevo contexto externo”. Vsito en:
[xxiv] Marini, R. (2008) “Proceso y tendencias de la globalización
capitalista” en Martins, C (Comp.), América Latina, dependencia y globalización.
Fundamentos conceptuales Ruy Mauro Marini. Bogotá: Siglo del Hombre – CLACSO, pp. 247 – 272.