Luis Fernando
Castro López
Mauricio Piejko
Patiño
Tania Aillón Gómez
En estos primeros meses del año, el
gobierno del MAS se ha propuesto acordar
el monto del incremento salarial para el 2014. Alrededor de este tema, los
diferentes sectores involucrados, plantean una propuesta, para posicionarse
políticamente. Por ejemplo, los empresarios ya manifestaron su conformidad con
un aumento salarial del 7%[i].
Por otra parte, la COB ha propuesto que el salario mínimo debe fijarse en base
a la canasta familiar de 8.300 bs. El gobierno, por su parte, trata de negociar
un aumento salarial bajo la regla de un “aumento superior a la inflación” y
apuesta a imponer cerca de un 10%[ii]
de aumento salarial frente a una inflación del 6,48%.
Cabe mencionar
que, a la hora de dar sus propuestas, los sectores involucrados, vierten una
serie de valoraciones que nos ayudan a comprender, inicialmente, el sentido que
para ellos tiene la política salarial actual. Por ejemplo, los empresarios
dicen que la política salarial perjudica el sostenimiento de nuevos
emprendimientos y ha ahuyentado a inversionistas[iii].
Por otra parte, los obreros y las organizaciones de asalariados acusan al
gobierno de mantener los bajos salarios[iv].
El gobierno; por su parte, trata de argumentar que su política salarial es
justa, porque ha triplicado el salario respecto de la época neoliberal y que
estos aumentos se dan sobre la base de un auge económico y no perjudican al
empresariado[v]. Frente a estas argumentaciones tan contradictorias, nos queda preguntarnos: ¿a quién beneficia la
política salarial del gobierno?
El salario mínimo y la
política salarial del gobierno.-
La
fórmula: “un aumento salarial por encima de la inflación” ha sido manejada por
el gobierno, para justificar los
porcentajes que propone; sin embargo, esta su fórmula no ha frenado la protesta
obrera en estos últimos años y el
gobierno ha tenido que negociar y modificar los porcentajes propuestos[vi].
No obstante estos escenarios de lucha, su propaganda populista ha ido
encaminada a afirmar que su política salarial beneficia a los trabajadores
asalariados. Pero los porcentajes, por si solos, aislados del contexto
económico, tal como el Ministro Catacora los suele manejar, no dicen nada.
Lo más apropiado es contrastar el
aumento del Salario Mínimo Nacional (SMN) con el índice de precios al
consumidor. Es decir, ver el salario mínimo nacional, no en relación a su aumento nominal o en su
expresión monetaria, sino más bien, por su capacidad de compra, para la
subsistencia de una familia; o en palabras de Marx, analizar el “valor de
cambio de la fuerza de trabajo” en relación a “la masa de medios de
subsistencia” que el obrero necesita, para reproducir su fuerza de trabajo y la de
su familia. El cálculo del Salario Mínimo Real,
nos permitirá realizar esta valoración, por lo que, a continuación se
muestra dicho cálculo, en relación
al salario mínimo de los últimos
dos años:
SALARIO MÍNIMO REAL DE LOS AÑOS
2012, 2013 Y 2014[vii]
Año/Mes
|
Salario Mínimo Nacional
(Bs.) (1)
|
Índice de Precios Al Consumidor
(IPC Base=2007)
(2)
|
Salario Mínimo Real
(En cantidad de Unidades físicas, Ítems) (1)/(2)
|
2012-Ene
|
1000
|
1,33
|
752
|
2012-Jun
|
1000
|
1,35
|
741
|
2012-Dic
|
1000
|
1,39
|
719
|
|
|
|
|
2013-Ene
|
1200
|
1,4
|
857
|
2013-Jun
|
1200
|
1,43
|
839
|
2013-Dic
|
1200
|
1,48
|
811
|
|
|
|
|
Propuesta
tentativa del gobierno de incremento del SMN para el 2014 (incremento del 10%)
|
1320
|
1,55
|
851
|
Fuente:
Elaboración propia, en base a datos obtenidos del Instituto Nacional de
Estadística 2013
(*):
El estimado del IPC según el crecimiento promedio anual de anteriores
gestiones.
En este último cuadro se observa que, en términos reales, el salario mínimo nacional creció en 100 puntos, pero también se observa que, en el transcurso del año, dicho aumento sufrió una devaluación continua (ver las cifras resaltadas en negrilla). La política del gobierno, al respecto, ha sido la de negociar un aumento del salario, obviando esta progresiva devaluación; de esta manera, se teje una trampa para los sindicatos de asalariados, porque, al calcular el aumento salarial, sobre la base de un índice de inflación ya pasado, es decir, del mes de Diciembre, el gobierno llega a la mesa de negociación con una cifra de referencia ya superada por la inflación vigente. Así, el aumento salarial en términos reales, se convierte en un espejismo. En otras palabras, los sindicatos obreros luchan por un aumento salarial que en el transcurso de los meses ya se ha devaluado.
En los últimos
dos años, la modalidad de aumento
salarial aprobada por el gobierno, en negociación con la COB, ha sido de un aumento salarial superior a la tasa de
inflación (calculada por el gobierno) y un aumento en el salario mínimo
del 20%; la dirigencia obrera se ha
visto conforme con estos aumentos, que “mejorarían los salarios” de la mayoría de
los trabajadores. Esta sería una especie de
igualación de los salarios más bajos con los más altos. Sin duda, estos
aumentos salariales tratan de reducir la brecha, entre obreros con salarios altos y obreros
precarizados, pero en el fondo, la
lógica de control al aumento del salario
sigue vigente; en este caso, lo que se frena son los topes máximos de
crecimiento del salario, mientras que sólo se efectiviza un crecimiento
significativo del monto mínimo del valor de la fuerza de trabajo. Al final el
gobierno ha aceptado aprobar el 20% al salario mínimo,
no únicamente
por la presión obrera; sino
también, porque esta propuesta aún está dentro del marco de su política de
control de crecimiento del salario. Al final la devaluación del salario es un
hecho, mientras su cálculo siga sujeto a
la inflación ¿Hay alguna forma de evitar esto?
En realidad el gobierno podría
argumentar que él no controla la inflación y que esa subida es “propia del
movimiento económico”. Sin embargo, el problema de la devaluación del salario y
del incremento salarial no sólo está en los porcentajes ínfimos que rápidamente
se devalúan; sino también, en el punto
de partida, desde el cual, el gobierno
ha ido regulando el salario mínimo nacional.
EVOLUCIÓN
DEL SALARIO MÍNIMO NACIONAL EN BS.
Fuente : Elaboración
propia, en base a los datos de UDAPE.
Si observamos el cuadro precedente, respecto a la evolución del incremento del
salario mínimo nacional, podremos ver
que la política salarial del gobierno, en ningún momento ha planteado una revisión al monto del salario mínimo nacional
(SMN) fijado en la etapa
neoliberal; más bien, ha impulsado una política paleativa, que busca ajustar el
salario mínimo al aumento de la inflación para frenar, en lo posible, la caída de su capacidad adquisitiva. Lo segundo que se
puede observar es un crecimiento lento del salario en la etapa neoliberal, el mismo que creció cien bolivianos en un
intervalo de 3 a 5
años; mientras que, en el primer mandato
de Evo morales, la tendencia es la misma y sólo en el segundo mandato los aumentos salariales suben a un ritmo mas
acelarado. Vale la pena señalar, que este aumento se debió a la presión que los
obreros ejercieron con sus movilizaciones, recordemos; por ejemplo, que el
anterior año, el aumento al salario
mínimo fue de 20%; sin embargo, el
gobierno había propuesto el 8% de incremento. Su política populista consistió
en retroceder y mostrar a la dirigencia obrera su predisposición a aceptar una
elevación al S.M.N. bajo el argumento de igualar los salarios más bajos, para
los obreros mas pobres, sin tocar el problema de fondo, un incremento salarial en base al costo de la
canasta familiar. Con esta política paleativa, conserva el sistema neoliberal
que sujeta el incremento salarial
a la tasa inflacionaria. De hecho el gobierno se ha ocupado, incluso de
esconder el verdadero incremento inflacionario cambiando el año base de la
inflación de 1991 a 2007[viii], mientras que la base del calculo
del salario mínimo nacional es la establecida por los gobiernos neoliberales,
sin ningún ajuste. Esta política salarial del gobierno: ¿Qué efecto ha tenido en la capacidad
adquisitiva del salario?. El salario, durante este gobierno, ¿cubre las
necesidades básicas de una familia obrera?
La tendencia de la capacidad
adquisitiva del salario.-
En consecuencia, la formula del gobierno: “un aumento salarial superior al indice de
inflación”, resume su política salarial,
que prioriza el equilibrio de los
indices de inflación a costa de las asalariados y asalariadas. Si se aplica
esta formula; actualmente, y se compara el Salario Mínimo Real con la Canasta
Normativa Alimentaria, calculada por el CEDLA (Cuadro 2), se observa lo
siguiente:
PROPORCIÓN DE COMPRA DEL SALARIO MÍNIMO REAL PROPUESTO POR EL
GOBIERNO EN RELACIÓN A LA CANASTA NORMATIVA ALIMENTARIA[ix]
|
Salario Mínimo Real
(En cantidad de Ítems)
(1)
|
Cantidad de Ítems
Alimentarios
(2)
|
Proporción de Compra Alimentaria
(En Porcentaje)
(1)/(2)
|
Gobierno
|
851
|
1462
|
58
|
Fuente: Elaboración propia, según datos obtenidos del INE y CEDLA
Con el salario propuesto bajo la
formula del gobierno, una familia obrera sólo podrá cubrir la mitad de los artículos alimenticios de primera necesidad. Aun en el caso de que sólo sirva
para comprar alimentos, el salario que propone el gobierno, está lejos de cubrir las necesidades de la
familia obrera, al mismo tiempo que, reduce la capacidad adquisitiva de otros sectores de asalariados. Esto
podemos comprobarlo observando la capacidad de compra del salario medio real de obreros y empleados.
PORCENTAJE DE LA CAPACIDAD DE
COMPRA DEL SALARIO MEDIO REAL DEL AÑO 2012 Y EL SALARIO MÍNIMO NACIONAL
PROPUESTO POR EL GOBIERNO PARA EL 2014
|
Empleados
|
Otro Empleados
|
Obreros especializados
|
Otros obreros
|
Salario medio real (1)
|
1278
|
1220
|
764
|
647
|
Cantidad de Ítems
Alimentarios
(2)
|
1462
|
Proporción de Compra
Alimentaria (En porcentaje) (1)/(2)
|
87
|
83
|
51
|
44
|
Fuente: Elaboración propia, según datos obtenidos del INE y CEDLA
El salario medio real de obreros y
empleados en general, no alcanza a cubrir la CNA, incluso entre los obreros
subcontratados (otros obreros) la capacidad de compra no alcanza ni a la mitad de los artículos del CNA. Si vemos
la realidad del asalariado(a), su familia no sólo consume alimentos sino que
paga servicios y compra artículos también necesarios (ropa, zapatos, etc.), en
este sentido, el salario percibido estaría muy lejos de cubrir las necesidades básicas de una familia obrera.
En suma, esta política salarial
neoliberal, de contener el crecimiento del salario, ha beneficiado a la empresa privada y al mismo Estado con sus empresas estatales, pues les ha permitido
pagar salarios muy por debajo del valor de la fuerza de trabajo (muy por debajo
de lo que el/la obrero/ra y su familia necesitan para sobrevivir) dando continuidad
a la sobreexplotación[x] de los/as obreros/as[xi].
De
este análisis salen algunas preguntas: si la política salarial retiene
el crecimiento del salario ¿por qué los empresarios califican la política
gubernamental de antiempresarial? ¿Es posible que con un estudio de la
capacidad adquisitiva de los salarios, se pueda impulsar su inmediata elevación?
Bajos
salarios, debilitamiento sindical y persistencia ideológica neoliberal.-
Marx (1973) [xii] , cuando analizaba el salario como forma trasmutada del
valor de la fuerza de trabajo identificó que su fijación no sólo estaba
condicionada por un mínimo físico, es decir, por el valor que tenían las necesidades mínimas necesarias para la reproducción física del obrero/a y su
familia; también esta condicionada por la satisfacción de necesidades “que brotan de
las condiciones sociales en las que viven
y se educan” los mismos. Tanto estas necesidades histórico sociales
como las necesidades físicas están sintetizadas en el salario. Esta fijación no es automática, esta mediada por
el mercado y la correlación de fuerzas entre obreros y patrones o la lucha constante entre los patrones que
siempre buscan bajar el salario al mínimo económico y los obreros que tratan de subir sus salarios por encima de esta
medida mínima. En el caso de Bolivia, la persistencia de las medidas de libre mercado dirigidas a sobreexplotar
la fuerza de trabajo, son muestra de la
debilidad de las organizaciones sindicales que han sido cooptadas, en muchos
casos, por el régimen actual.
El triunfo del régimen neoliberal consistió en debilitamiento de los sindicatos
obreros y en la introducción de formas
de organización del trabajo flexibles, formas de organización asentadas sobre un ejercito de obreros parados
cada vez mas grande, que presiona sobre los obreros activos[xiii]. En el actual
gobierno, la política salarial neoliberal aun esta vigente. porque los sindicatos, ademas de debilitados numéricamente, tienen en sus filas una generación de trabajadores, que bajo la experiencia del constante desempleo y
la inseguridad laboral, aceptan que
se les pague por debajo del valor de su fuerza de trabajo
y, en consecuencia, recurren a otras
actividades económicas como el pequeño comercio, el trabajo artesanal por
cuenta propia (en situaciones de subempleo), el trabajo de otro miembro de la
familia, como medios para complementar
un salario que no alcanza a cubrir ni el 50% de las necesidades familiares. En este punto se puede ver, ademas, el triunfo ideológico del neoliberalismo, pues la mayor parte de los obreros, sindicalizados o no, creen
que los bajos salarios de ahora son justificados por el bajo valor de su
trabajo y ven imposible una mejora significativa del mismo. Sólo como ejemplo,
se puede mencionar, la actitud de incredulidad que los obreros expresaban
frente al pedido de la COB de un salario mínimo de 8. 300 bs. Otro ejemplo
claro, es la actitud adoptada por la dirigencia cobista que abandona
su pedido de 8300 bs. y prefiere
calcular pequeños porcentajes de aumento salarial en las negociaciones con el gobierno que poco se
aproximan al monto que debería tener un salario mínimo, para cubrir las necesidades más básicas de las
familias obreras.
Esta aceptación, también se condensa en una valoración ideológica,
respecto del trabajo asalariado, reforzada por los empresarios de la burguesía nativa y la burguesía transnacional, la
que consiste en concebir que el boliviano no necesita grandes
comodidades para vivir y trabajar y que
pagar salarios altos sólo provocaría una inflación galopante que nos regresaría a la época de la UPD ( Unión Democrática y Popular ). Concepciones que sustentan; ademas, la
practica empresarial de buscar en los
bajos salarios un factor de competitividad, respecto de las burguesías de otros países. De ahí la inconformidad de los empresarios con los aumentos salariales
del gobierno, en la medida en que toda
subida al salario mínimo, no sólo afecta
sus niveles de ganancia; sino también, el principal factor en que apoya sus posibilidades de competir en
los mercados externos: Una fuerza de trabajo barata.
En este sentido, la posibilidad de un
aumento salarial acorde con las necesidades de las familias, de los/as asalariados/as, no sólo
es posible cuando existe la necesidad material de contar con recursos
para cubrir la demanda de la familias; sino también, cuando se
está en condiciones de sostener una
lucha política que rompa con la resistencia patronal, cuyo intereses están resguardados en los principios neoliberales, entorno a las cuales, se ha afianzado la mirada sobre el trabajo del obrero. Mirada, que, dentro
del proyecto histórico del MAS, se vuelve funcional a su intención de constituir
una burguesía andino- amazónica.
NOTAS
[i]
Ver: Empresarios piden que aumento salarial no exceda el 7%. Publicado en
www.jornadanet.com, el 25 de enero de 2014.
[ii]
Ver: Gobierno ofrece incremento salarial de 10% a trabajadores. Publicado en http://www.lostiempos.com,
el 9 de abril de 2014.
[vi] Castro,
Luis; Peredo, Samuel y Aillón, Tania (2012) La lucha del MAS por la hegemonía al interior
de la COB en Bolivia. Ponencia presentada en el Encuentro internacional
Reconfiguración de las relaciones entre Estado, Sindicatos y Partidos en
América Latina en La Paz, Bolivia.
[vii] El salario mínimo nacional en razón al índice de precios de la
canasta familiar (de año base 2007) nos da una idea genérica sobre las variaciones
y los cambios existentes en los salarios reales; es decir, permite evidenciar a
nivel global, los cambios existentes en el poder de compra del salario mínimo
nacional. Es así que: SMR= SMN/IPC. SMR: Representa al Salario Mínimo Real
expresado en unidades físicas. SMN: Representa el Salario Mínimo Nacional
expresado en unidades monetarias. IPC: Representa las variaciones en términos
de números índices de los precios de los productos que conforman la canasta
básica de las familias. El IPC dada su naturaleza de cálculo, se obtiene en
razón de un año base, el mismo que se
expresa con valor de 1 (o caso análogo de 100).
[viii]FUNDACION
MILENIO (2013) Informe Nacional de coyuntura. Inflación real en Bolivia, Nº
182. Publicado en: http://fundacion-milenio.org/.
[ix] Para verificar de manera aproximada la proporción
de compra del SMN que se propondría desde la fórmula del gobierno se ha
utilizado el costo de la Canasta Normativa de Alimentaria (CNA) calculado por
el CEDLA para el año 2013 a proyección del 2014. Este costo se lo ha dividido por el IPC
calculado por el INE como vemos a continuación: CNA/IPC = CIA.; donde CIA es:
Cantidad de Ítems Alimentarios. Este cálculo bastante genérico nos muestra una
aproximación de la cantidad de alimentos en términos de Ítems que requiere un
trabajador y su familia para su subsistencia alimentaria –es decir excluyendo
los demás bienes y servicios básicos para su reproducción.
[x] MARX, Carlos. (1985) El Capital. Tomo I, vol. 1. 13ª
edición. México D. F.: Siglo XXI Editores,
[xi] Al
respecto, en un artículo anterior ya se había identificado la sobreexplotación como una característica
de la economía Boliviana: “La reestructuración productiva se da a través de la
generalización de la tendencia inherente al capitalismo a sobreexplotar la
fuerza de trabajo, tendencia que se verifica en modificaciones cualitativas en
las relaciones sociales de explotación, dominación y subordinación, que
caracterizan la relación obrero-patronal. Este cambio en la relación de
explotación, se muestra en la avanzada de la patronal sobre el tiempo de
trabajo necesario para la reproducción de la fuerza de trabajo en condiciones
“normales”, imponiendo un precio por debajo del valor considerado “necesario”
(en determinado momento histórico). Véase: Aillón, Tania; Castro, Luis y
Peredo, Samuel (Grupo de Estudios del
Trabajo “Llank’aymanta”) (2011) “Sobreexplotación, dominación y resistencia en
empresas de flujo continuo en Bolivia” en
Revista RET, nº 8, año V. Visto en: http://www.estudosdotrabalho.org/
[xii] MARX, Carlos. (1973) “Salario Precio
y Ganancia” en Obras Escogidas, tomo II. Moscú: Editorial
Progreso.
[xiii]ESCOBAR, Silvia. (2010) ¡No hay
derecho! Situación de los derechos laborales en Bolivia, 2009. La Paz:
CEDLA.