Tania
Aillón Gómez
“La creencia en la
omnipotencia de la tecnología es la forma específica de la ideología burguesa
en el capitalismo tardío” (Mandel,1979).
La
pandemia ha sido la ocasión para que los recursos de la cuarta revolución
tecnológica se expandan por diversos espacios de la vida laboral, con la
intención de revertir la abrupta caída de la tasa de ganancia, bajo el
imperativo de “fuerza mayor”. En este artículo, dedicado a conmemorar la lucha
de los trabajadores contra la explotación y la opresión capitalistas, queremos
reflexionar, sobre estas trasformaciones y su significado para esta lucha.
1. EL USO CAPITALISTA DE LA DIGITALIZACIÓN:
SU IMPACTO EN EL TRABAJO Y EL EMPLEO
Fotografía: https://elportaluco.com, 13/08/2019 |
El primer resultado de la reorganización de los procesos de trabajo, fue el ensanchamiento del ejercito industrial de reserva, que, en los países periféricos, como los de Latinoamérica, resultó en el incremento del desempleo con tasas que alcanzan hasta el 11,5% y en el consecuente aumento del sector denominado informal, que ya en 2019, generaba el 54% del empleo en los países de la región[iii]. En los países centrales, el aumento del paro es resaltado por la oficina de estadística de la Unión Europea (UE), la que estima, que 15.663 millones de hombres y mujeres en la UE estaban desempleados para enero de 2021, de los cuales, 13.282 millones pertenecían a la zona euro, por lo que, en comparación con enero de 2020, el desempleo había aumentado en 1.465 millones en la UE y en 1.010 millones en la zona del euro[iv]; mientras que las empresas de plataforma concentraban la riqueza producida. De acuerdo a datos de la ONU, de los 52.000 millones de dólares en ganancias que generaron estas plataformas en 2019, la mayor parte se concentra en dos países como Estados Unidos y China[v].
Mandel
(1979) afirmaba que el capitalismo tardío[vi],
con todas las características combinadas de la tercera revolución tecnológica,
había intensificado las contradicciones del modo de producción
capitalista; consideramos que la cuarta revolución tecnológica, como continuación
de la tercera, no ha hecho más que
profundizar estas contradicciones, que se muestran en las condiciones de empleo
y de trabajo ofertadas por el
“capitalismo de plataforma”. Estas
condiciones sacan a relucir, el carácter
contradictorio del proceso de automatización capitalista; una automatización
que; potencialmente, podría liberar a la humanidad de la obligación de trabajar
para subsistir, o al menos de realizar un trabajo mecánico, forzado y enajenante; pero los patrones la convierten en una
amenaza; sin precedentes, para la estabilidad y generación de empleo; con
mercados virtuales sin protección social, sin contrato laboral, en los que se mistifica la
relación de sujeción del trabajo al capital, con la denominación a los
obreros de “colaboradores
independientes”.
La organización digital del
proceso de trabajo, torna difusos los límites de la jornada laboral, tanto en
términos de extensión como de intensidad. Una característica de esta forma de organización
del trabajo, es que el costo de los “tiempos muertos”, contra los que lucharon
los patrones, mediante la introducción del cronómetro, la cadena de montaje o
el management participativo, es ahora asumido por los trabajadores de
las plataformas (los “trabajadores
del clic “o “proletariado digital”) imbricados en el denominado “ digital
labor”[vii],
cuyos rasgos organizativos más generales, están asociados a una jornada laboral
configurada por la dinámica de la demanda; con medios propios para la realización del
servicio (medio de transporte, teléfono móvil, computadores, internet, etc.) y
con el domicilio como centro de operaciones; son trabajadores vinculados a
plataformas digitales de propiedad de un empresario, que actúa como mediador[viii]; trabajadores que subordinan su
tiempo de trabajo a la “disponibilidad digital”, en espera de una nueva orden o
un nuevo pedido, habida cuenta que sus “ingresos”; más propiamente, sus
salarios a destajo, dependen del número de entregas o de tareas que realicen.
El
control del trabajo
prestado se realiza con algoritmos que funcionan a través un sistema de
ranking, que pondera cada uno de los ítems, con los que se califica la
confiabilidad, la disponibilidad y la rapidez del trabajador; para sancionarlo o premiarlo. Paradójicamente, la
posibilidad liberadora de la digitalización de los procesos de trabajo,
convierte a los algoritmos en nueva fuente de sujeción de los trabajadores a
los requerimientos patronales. Este control técnico de la empresa (cuya función es la de administrar
la información que contiene sobre los proveedores y clientes) dificulta la lucha de los
trabajadores; al menos en dos sentidos: individualiza al extremo el control:
porque debilita la posibilidad de un reclamo colectivo y porque hace ver que la tecnología y no una persona,
es la responsable automática de las calificaciones, sanciones y asignaciones (despersonalización
del control), desviando la presión de los reclamos, a una dimensión tecnológica
inapelable. Parecería que la
dominación clasista tradicional dejó lugar a la dominación anónima de la
tecnología, que, según la ideología burguesa, estaría construyendo una sociedad
neutral entre los grupos o las clases; una sociedad organizada sobre principios
técnicos[ix].
Mediante esta forma de gestión de la fuerza de trabajo, se subcontrata
una multitud de trabajadores a nivel mundial, cuya fluctuación alcanza niveles
deletéreos, en base a una división del trabajo que toma el trabajo, tradicionalmente
realizado por un trabajador, y lo fragmenta en micro tareas online, para que
sean cumplidas con la mediación de las plataformas, como la Mechanical Turk
de Amazon. Un trabajo que ocuparía 20 años a un
asalariado equipado de un ordenador, un año entero a 20 asalariados en CDD
[contrato de duración determinada] o seis meses a 40 becarios, puede realizarse
de forma mucho más rápida y barata gracias a la diáspora de las tareas, como
hace el servicio de Amazon[x]. Es una forma de división del trabajo, que, con la digitalización,
distribuye tareas a escala planetaria de forma instantánea, pero que, sin
embargo, paradójicamente, se asimila en su forma, al trabajo a domicilio de
inicios de la industrialización[xi]. Esta organización del trabajo vuelve a ser un
testimonio de que las posibilidades liberadoras de la automatización, son
convertidas en el capitalismo, en su
contrario, en la
pauperización material, intelectual y moral de masas cada vez más amplias de
trabajadores, que resulta de dos procesos: la creciente expulsión de fuerza de
trabajo por la implementación capitalista de la cuarta revolución tecnológica,
aparejada a las dificultades de valorización que enfrenta el capital a medida
que se expande la automatización. De forma que el “trabajador de las
plataformas” se encuentra aplastado entre las proclamaciones de independencia
que brinda la automatización de los procesos de trabajo y las relaciones
sociales de producción que lo exponen a bajas o inexistentes remuneraciones, a
ritmos y a finalidades hetero determinadas, y a una separación cada vez más
amplia entre su gesto productivo y el resultado de éste[xii].
2.
LA CUARTA REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA ATRAVESADA POR LAS CONTRADICCIONES
CAPITALISTAS
Fotografía: https://www.losandes.com.ar/, 19/02/2021 |
En última instancia, la
contradicción entre la racionalidad parcial y la irracionalidad general del
capitalismo (la creciente desocupación e incertidumbre) saca a relucir que la
fuente de valorización de capital(la extrema
fragmentación de las tareas a nivel mundial) choca, no solo con la realización
optima de hombres y mujeres, sino con las posibilidades de su subsistencia,
repartiendo incertidumbre y desesperación a medida que se ahonda la fluctuación
de los trabajadores entre el empleo y el desempleo. Como
nunca antes en esta etapa del capitalismo tardío, los medios de trabajo (las plataformas) con
sus algoritmos, se enfrentan a los trabajadores como algo ajeno, hostil y separado
de ellos; un algo abstracto y
misterioso, que los mide, premia o censura; una instancia técnica, que como
indicaba Marx(1989)[xiv],
se convierte en una forma de socialización objetiva del trabajo,
tan opresiva para el trabajador, debido
a que éste participa de forma atomizada,
de un proceso de producción en el que su
propia fuerza productiva se convierte en una cosa separada, en un ente ajeno
y preexistente[xv].
En el caso del “capitalismo digital”, los trabajadores carecen de todo control
sobre la información o administración de las plataformas, para organizar la
prestación del servicio; una situación reconocida como el “despotismo de los
algoritmos”[xvi].
3. LAS CONDICIONES MATERIALES PARA LA FORMACIÓN DE UN
PROLETARIADO MUNDIAL
Fotografía: ttps://www.federacionanarquista.net, 20/02/2021 |
De suerte que en la última década, se abrió paso, entre el proletariado digital, la discusión acerca de estrategias organizativas de lucha en contra de las condiciones de explotación en que trabaja; un proletariado que está abocado al intercambio de información de distintas latitudes, con el fin de planificar un apoyo mutuo y estrategias comunes de lucha; es el caso de los trabajadores de Amazon en Poznan y Wroclaw en Polonia (2015) o de los paros generales de carácter internacional, que en el curso de la pandemia llevaron adelante los trabajadores de las plataformas “Glovers”, “Rappi” y “Pedidos Ya”, exigiendo un aumento salarial del 100 por ciento" y denunciando la precariedad laboral agravada por la crisis sanitaria . Se trató de una movilización respaldada por Glovers Unidos Argentina, la Asociación de Trabajadores de Reparto (ATR), Glovers Unidos España, Glovers Ecuador, Glovers Costa Rica, Glovers Elite de Guatemala; todos organizados en un “Frente Único Internacional” (2020). En Bolivia los trabajadores de “Pedidos Ya”, realizaron paros, cuando en plena pandemia, los patrones anunciaron la reducción de sus salarios por el servicio de delivery; un reajuste que no consideraba los costos de prestación del servicio, que corren a cuenta de los trabajadores (costos de gasolina, pago de impuestos emisión de facturas, etc.), en situación de pandemia, con el agravante de que la empresa no dio barbijos ni otros implementos de bioseguridad, para el desempeño del trabajo. Son luchas en las que los trabajadores van adquiriendo experiencia, tanto con sus fracasos como con sus éxitos, uno de los cuales cabe resaltar: el fallo de la justicia, a favor de un grupo de trabajadores que fueron “bloqueados” por la aplicación de “Rappi” en Argentina, en noviembre de 2020. La sentencia ordenó el cese de las prácticas antisindicales y determinó un plazo de 24 horas para que la empresa cumpla con la disposición. En la medida en que el “bloqueo” fue considerado como un despido antisindical; se trató de un reconocimiento de la relación laboral, al ordenar la reinstalación de los trabajadores en la plataforma, negando el criterio patronal, de que se trataría de “colaboradores independientes”. De cómo se asimilen estas experiencias de lucha, dependerá que las condiciones objetivas producidas por las contradicciones del capitalismo tardío, en la era de la cuarta revolución tecnológica, faciliten la formación de una clase trabajadora a nivel mundial, en los términos establecidos por Marx y Engels en el Manifiesto Comunista. Una clase trabajadora cuyas posibilidades organizativas se ensanchan, con el uso de la digitalización, que facilita una coordinación de acciones a nivel mundial y en tiempo real, atravesando fronteras de tiempo y espacio.
CONSIDERACIONES FINALES
Se observa que la contradicción entre la creciente socialización del trabajo y la apropiación privada, en la era de la cuarta revolución tecnológica, adquiere niveles explosivos que sacan a la luz la irracionalidad general del capitalismo tardío, que se manifiesta en la expansión sin precedentes del desempleo, el subempleo y la precariedad, pero también, en la explotación irracional de las fuentes naturales del trabajo, cuyas consecuencias, como la pandemia, desatada por el COVID-19, han puesto en peligro, no solo la forma existente de sociedad , sino a toda la civilización humana.
Es
evidente que en un periodo de progresiva contradicción, entre las fuerzas
productivas y las relaciones sociales de producción, no se puede esperar que
sean las innovaciones tecnológicas o los descubrimientos científicos, antes de
que las relaciones sociales de producción se transformen, los que eliminen esta
contradicción, que ha puesto en peligro
la vida humana en el planeta; es
decir, antes de que la apropiación privada de la riqueza producida por el
trabajo, de paso a una forma de organización de la producción y distribución de
la riqueza, que corresponda con las grandes posibilidades, para una vida más plena y humana, que abre el
desarrollo alcanzado por las fuerzas productivas. Esta es la tarea que tienen los trabajadores
del mundo entero y sus aliados, una tarea que en lugar de verse lejana y
utópica, parece estar tocando a la puerta (por los efectos del uso capitalista
de la cuarta revolución tecnológica), para superar esa oposición objetiva en el
capitalismo, de la que nos hablaba Mandel (1979): entre la racionalidad parcial
(la búsqueda de ganancia de cada caótañosta) y la irracionalidad general (la
generación de desocupación, hambre y muerte).
[i] El modelo de acumulación
que encarna Google y facebook, Apple y microsoft, Siemens y General Electric,
Uber, AirBnb se ha generalizado en el contexto de la pandemia, y ha permitido
verificar que los datos y las plataformas realizan una serie de funciones
capitalistas claves como la capacidad para impulsar la deslocalización y la
precarización e la fuerza de trabajo. Ver: (Kohen,2020).
[ii] Osganizacion Internacional
del Trabajo (2021) Perspectivas Sociales y del Empleo en el
Mundo: El papel de las plataformas digitales en la transformación del mundo del
trabajo. Visto en: https://www.ilo.org/,
última vista el 29 de abril de 2021.
[iii] CEPAL/OIT (mayo 2020) “El
Trabajo en tiempo de pandemia, desafíos frente a la enfermedad por coronavirus
(COVID-19)”, coyuntura laboral, No 22. Visto en: https://www.cepal.org/, última
vista el 29 de abril de 2021.
[iv]España sigue liderando el
paro en la UE con un desempleo juvenil que casi dobla al resto de países, según
Eurostat. Publicado en: https://www.rtve.es/,
el 04 de marzo de 2021
[v] El boom del empleo en las
plataformas digitales genera tantas oportunidades laborales como desafíos.
Publicado en: https://news.un.org/, el 23 de
febrero de 2021.
[vi] Mandel con el concepto de
capitalismo tardío diferencia una era del capitalismo que se abre después de la
segunda guerra mundial, luego del fracaso de una revolución socialista mundial.
Es la era cuando el capitalismo muestra características decadentes, con más
claridad que en etapas anteriores.
[vii] Abdelnour,
Sarah y Bernard, Sophie (octubre 2018) “Vers un capitalisme de plateforme ?
Mobiliser le travail, contourner les régulations”, en La nouvelle revue du travail, Nº 13. Visto en: http://journals.openedition.org/nrt/3797,
última vista el 30 de abril de 2021.
[viii] Existen dos tipos de plataformas:
“las basadas en la web”,
en las que los trabajadores realizan sus tareas en línea y de modo remoto,
y “las basadas en la
ubicación”, como chóferes de taxis o repartidores que
trabajan en una localización geográfica determinada.
[ix] Mandel, Ernest (1979) El
Capitalismo Tardío, México: Ediciones ERA.
[x] Para esto, la empresa
publica un anuncio solicitando, por ejemplo,
a 500.000 personas que transcriban dos líneas cada una; mediante este
anuncio recluta a centenares de miles de trabajadores de todos los lugares del
mundo, con el fin de que transcriban documentos, etiqueten fotos o filtren
vídeos, tareas que las máquinas no son capaces de realizar. Ver: Confavreux, Joseph (2019) “Los trabajadores del clic,
nuevos proletarios digitales”. Visto en: En: https://ecuadortoday.media/2019/02/12/los-trabajadores-del-clic-nuevos-proletarios-digitales/,
última vista el 29 de abril de
2021.
[xi] Abdelnour,
Sarah y Bernard, Sophie (octubre 2018) “Vers un capitalisme de plateforme ?
Mobiliser le travail, contourner les régulations”, en La nouvelle revue du travail, Nº 13. Visto en: http://journals.openedition.org/nrt/3797,
última vista el 30 de abril de 2021.
[xii] Confavreux, Joseph (2019) “Los trabajadores del clic,
nuevos proletarios digitales”. Visto en: En:
https://ecuadortoday.media/2019/02/12/los-trabajadores-del-clic-nuevos-proletarios-digitales/,
última vista el 29 de abril de 2021.
[xiii] Mandel, Ernest (1979) El
Capitalismo Tardío, México: Ediciones ERA.
[xiv] Marx, Karl (1989) Los Grundisse (1857-1858), Tomo I,
México: Siglo XXI Editores.
[xv] Contrariamente a las
plataformas de trabajo por pedido, en las que los conflictos sociales permiten
hacer reconocer la relación de sujeción entre el prestatario y las empresas que
organizan el trabajo en el siglo XXI, las reglas de gestión algorítmica del
trabajo y las condiciones de contractualización del micro-trabajo oscurecen aún más,
la actividad de producción de valor
y, debido al estallido geográfico, los trabajadores no encuentran
interlocutores patronales frente a ellos, como en el caso de Uber y otros
Deliveroo”. Amazon encarna perfectamente el “papel de plataforma neutra, de
útil técnico de puesta en contacto que desintermedia el trabajo y desaparece en
tela de fondo”, como si fuera un “tercer beneficiario”. Ver: Confavreux, Joseph (2019) “Los trabajadores del clic,
nuevos proletarios digitales”. Visto en: En: https://ecuadortoday.media/2019/02/12/los-trabajadores-del-clic-nuevos-proletarios-digitales/,
última vista el 29 de abril de
2021.
[xvi] Scasserrra, Sofia (enero-febrero
2019) “El despotismo de los algoritmos como regular el empleo en las
plataformas”, en Rev. Nueva sociedad,
Nº 79, Visto
en: https:// www.nuso.org, última vista el 29 de abril de 2021.
[xvii] Una tendencia que encuentra su origen en la concentración
sin precedentes del poder económico en manos de unas pocas docenas de firmas,
que presionan para monopolizar el poder político y social. Ver: Mandel,
Ernest (1979) El Capitalismo Tardío, México: Ediciones ERA.
[xviii] Ídem.
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