-->

Llank'aymanta presenta el libro:

Trabajo asalariado, el claroscuro del Censo Agropecuario

La actualidad de las tesis de Marini para entender el proyecto del Capitalismo "Andino - Amazónico

Reseña al libro de Tania Aillón, "Japonización" de la dominación patronal y respuesta obrera

Subcontratación, reforma laboral y lucha obrera: El caso de los obreros del sector industrial en Bolivia

1 2 3 4 5

lunes, 14 de enero de 2019

El PAE: ¿Una solución para el desempleo?





Luis Fernando Castro López


    Desde hace un par años se lleva adelante el Programa de Apoyo al Empleo (PAE), un programa que consiste en una especie de bolsa de empleo, en el que, tanto empresas demandantes como personas ofertantes de fuerza de trabajo, pueden dejar sus datos para esperar que el programa acomode la oferta a la demanda existente, en este caso, es financiado por el Estado, que intermedia el proceso de inserción de una persona a un determinado puesto de trabajo. En este artículo queremos reflexionar, acerca de las implicaciones del PAE, como dispositivo institucional.

1. EL PROGRAMA DE APOYO AL EMPLEO

    Según el gobierno, este programa fue puesto en marcha para mejorar las opciones de inserción a un empleo, para la población mayor de 18 años[i]. En ese sentido, como ya mencionamos,  el PAE funge como una especie de agencia que reúne a empresas que ofertan empleo y a personas que estén en busca de trabajo.  Tanto las empresas demandantes como la población ofertante de fuerza de trabajo, deben inscribirse cumpliendo ciertos requisitos.

    Lo característico del programa es que, una vez que el PAE logra encontrar un empleo determinado, para un trabajador, con ciertas habilidades, su inserción al empleo se realiza mediante el establecimiento de 3 meses de práctica en la empresa, financiados por el programa. En otras palabras, mediante el PAE, el Estado financia los tres meses de prueba del trabajador en una empresa, con el pago de un salario mínimo o en relación a una escala salarial de acuerdo a la formación del trabajador.

   Durante esos 3 meses, la empresa beneficiaria debe indicar su conformidad con el trabajo del practicante insertado por el PAE. Cada mes, tanto el trabajador como el dueño de la empresa beneficiaria, deben presentar una serie de papales que demuestren la realización efectiva del trabajo de práctica, para que el programa disponga el pago de ese mes al practicante.  Si el practicante llega a los 3 meses de prueba, el empleador beneficiario con el PAE, debe firmar un contrato de trabajo y presentarlo, para cerrar el programa y dar por realizada la inducción del practicante al interior de la empresa.

2. EL PAE COMO MEDIACIÓN ESTATAL EN LOS MERCADOS DE FUERZA DE TRABAJO.

    Uno de los objetivos del programa es el de convertirse en una instancia que impulse a la generación de empleo, que financia el proceso de inducción del trabajador, de manera que las empresas opten por crear empleo antes que por cerrar sus actividades.

    En este sentido, los requisitos exigidos a las empresas están destinados a que éstas se sometan a la regulación Estatal, que pasen al “sector formal”, ello implica; al mismo tiempo, el reconocimiento de las escalas salariales mínimas y el reconocimiento de la normativa de la Ley General del Trabajo que, por lo general, no es cumplida por las pequeñas y medianas empresas. Esto ha derivado en que los empresarios inscritos en el programa,  sopesen entre los costos de cumplir estos requisitos y los beneficios que les podría traer el financiamiento temporal que realiza el PAE,  para la contratación de fuerza de trabajo. De hecho, el programa ha impulsado a que varias de las pequeñas empresas se rijan a la escala salarial mínima.

    De esta forma, el PAE, en tanto instrumento del Estado, para mediar el proceso de inserción del trabajador a un puesto de trabajo, ha extendido su incidencia activa  en las condiciones de contratación de la fuerza de trabajo, allí donde estas mismas empresas obviaban o evadían la regulación estatal y el cumplimiento de la norma. El PAE se ha constituido, no solo como una agencia de empleo; sino también, en una instancia mediadora[ii], que tiene el objetivo de contribuir a la extensión y preservación de las relaciones capitalistas, estableciendo ciertas condiciones de explotación de fuerza de trabajo y ciertas condiciones de funcionamiento de las empresas, al mismo tiempo que el establecimiento de ciertas condiciones sociales, que den estabilidad política y económica  al Gobierno,  en un periodo  de contracción económica (cierto dinamismo al mercado interno, ciertos niveles de producción,  que permitan  niveles aceptables de exacción de plusvalía, etc.).  En este sentido, este programa cumpliría el pretendido papel del Estado, como entidad mediadora en la relación capital-trabajo[iii], al generar empleo, al mismo tiempo que se impone límites a las patronales. Cabe preguntarse, acerca de la naturaleza de esta mediación, es decir, finalmente, si bien el PAE impulsa la generación de empleos, mediante el financiamiento del tiempo de inserción del trabajador a un puesto de trabajo, qué tipo de empleos impulsa a crear y hasta donde dichos empleos muestran las contradicciones del propio gobierno del MAS en la reforma del Estado.

3. EL PAE: DE LA MEDIACIÓN SALARIAL A LA SOBREEXPLOTACIÓN DE FUERZA DE TRABAJO

    Si bien el PAE es una instancia mediadora de empleo, que impulsa la inserción laboral, mediante el establecimiento de ciertas condiciones mínimas a las relaciones de explotación de la fuerza de trabajo, es necesario observar, dos limitaciones del mismo programa.

    En primer lugar, solo media la relación mercantil de intercambio salarial de la fuerza de trabajo, en este caso, es una mediación consumada por el propio Estado pues él paga a los obreros los tres meses de inserción. Pero el Estado no media en la explotación misma del trabajo, de manera que los alcances del programa se escapan de su control y el mismo Ministerio de Trabajo se convierte en impulsor de diversas formas de sobreexplotación de fuerza de trabajo. No es casual, que las pequeñas empresas de diferentes rubros, sean las principales beneficiarias del programa; sobre todo, las empresas del sector servicios. Empresas que se caracterizan por tener un mercado de fuerza de trabajo con  alta rotación,  de manera que son empleos en los que se inserta y se expulsa fuerza de trabajo  en cortos periodos, se trata de actividades temporales  en  empresas tercerizadas,  bajo contratos de servicio de hasta  un año.

    En este contexto, lo paradójico del PAE es que impulsa un proceso de inserción del trabajador a un empleo, invierte en su capacitación y adquisición de experiencia, al mismo tiempo que financia, temporalmente, la sobreexplotación de fuerza de trabajo,  por parte de la empresa beneficiaria; en suma, contribuye a diversas condiciones que reproducen la interinidad laboral; en esta situación, la practica patronal, en muchos casos, ha sido la de aprovechar la alta rotación de personal,  para lograr que el programa le financie, de manera permanente, fuerza de trabajo gratuita por tres meses, reproduciendo a escala ampliada la eventualidad.

   Tenemos el caso de empresas subcontratistas de seguridad y empresas de limpieza,  donde el personal contratado mediante el PAE, no cumple con los tres meses de prueba y termina abandonando el trabajo,  debido  a  las prácticas de  sobreexplotación de los patrones[iv]. Estas empresas inscritas en el PAE  no son controladas en sus prácticas de reducción de costos; debido a que  las inspecciones son esporádicas y superficiales, las empresas inscritas cumplen con lo mínimo y exigen el máximo de esfuerzo a los obreros[v]. El mismo Ministerio de Trabajo no tiene un análisis exhaustivo del grado de rotación de personal que tienen  las empresas inscritas en el PAE y sus causas, simplemente, cumple con el papel de la inserción laboral  a toda costa, aunque sea por uno o dos meses, después de acabado el programa de inducción de 3 meses. Así el PAE es un programa de inducción temporal de obreros fluctuantes[vi], en este caso, el pago de los tres meses realizado por el programa, es un mecanismo impulsor de acumulación de capital, que estimula a las empresas a la contratación temporal de obreros.

    El segundo problema tiene que ver con la forma en que se conciben los tres meses de trabajo; según el Ministerio de Trabajo, en los tres meses de trabajo financiados con el PAE, el obrero no recibe un salario,  sino  un subsidio[vii], que tiene como mínimo el salario básico nacional. Bajo la denominación del subsidio, el obrero insertado por el PAE no goza de los beneficios sociales. Aquí se puede observar que la concepción del PAE es la de excluir el tiempo de formación de lo que legítimamente es reconocido por el Estado como trabajo, esto tiene sus consecuencias, ya que libera a las empresas y al propio Estado de cualquier beneficio por los meses trabajados bajo el programa,  de manera que la empresa beneficiaria tiene a su disposición un proceso de inducción que puede terminar o no con la inserción temporal del obrero (cosa que pasa pocas veces), sin que ello signifique pago de finiquito, aguinaldo, doble aguinaldo etc.

    En un inicio, el Ministerio anunció que los trabajadores del PAE, también, recibirían el aguinaldo y doble aguinaldo[viii], pero meses después retrocedió en esta determinación, impulsando en los hechos, la sobreexplotación de la fuerza de trabajo.

4. CONCLUSION

  El PAE, incentiva la flexibilización laboral, la sobreexplotación, la eventualidad, porque es solo un paliativo temporal del desempleo; de esta forma, reproduce la precariedad y flexibilidad del empleo, que caracterizan a los mercados de trabajo a nivel nacional.  Así, este Programa de Apoyo al Empleo, termina consolidando un conjunto de mecanismos de intermediación e inserción laboral que favorecen la acumulación de capital. Si en el capitalismo la “producción es ante todo la reproducción de las relaciones sociales que la presuponen”[ix], el Estado es un elemento mediador, íntimo de esta reproducción.

    En el caso del gobierno del MAS, el PAE no es más que otro mecanismo institucional que intermedia las relaciones de empleo, pero que no interviene en las relaciones de sobreexplotación llevadas adelante al interior de la empresa. Son los patrones quienes le dan su propio sentido y marcan la orientación del programa, al imponer sus propias condiciones de explotación, en un medio en el que los obreros no tienen la correlación de fuerzas a su favor, ya que como no son reconocidos como obreros de la empresa, sino como practicantes del PAE, se ven constreñidos a obedecer las órdenes patronales y quedarse o romper con ellas y abandonar el trabajo. 




[i] Ministerio lanza el PAE II para inserción laboral de 21 mil personas. Publicado en: http://www.opinion.com.bo, el 5 de diciembre de 2017.
[ii] Artous, Antonie  (2016) Marx, el Estado y la política. Barcelona: Editorial Sylone.
[iii] Ídem.
[iv] Referencia basada en trabajo de observación etnográfica.
[v] Ídem
[vi] Castro, Luis F. (2016) Obreros fluctuantes frente a la dominación patronal. La Paz: Grupo de Estudios del Trabajo llank’aymanta y Muela del Diablo Editores.
[vii] Dato extraído del trabajo de observación etnográfica.
[viii] El Ejecutivo se hará cargo del alza salarial en firmas bajo el PAE. Publicado en: https://www.eldeber.com.bo, el 7 de mayo de 2018.
[ix] Artous, Antonie  (2016) Marx, el Estado y la política. Barcelona: Editorial Sylone.

No hay comentarios:

Publicar un comentario